Disclaimer: Ninguno de los personajes que aquí salen son propiedad mía. Perteneces a la autora, J. K. Rowling y a todas las compañías asociadas esas… Escribo por diversión y sin ánimo de lucro y si a alguien no le gusta que no lea :P
Resumen: Es un Harry/Hermione que salió así, sin darme cuenta, a pesar de que la pareja tampoco es de mis más mejores favoritas… Se hizo sola, casi… supongo… En fin, que os guste… y enviadme revieewwsss!!!
Declaración de objetivosEra un día cualquiera de un mes cualquiera de un año cualquiera. Una chica castaña, que no nos es tan indiferente, se levantaba como cada mañana con los ojos casi cerrados por el sueño. Su habitación, aún más importante, era grande y compartida, muy desordenada menos por su sitio, donde las estanterías y mesas estaban llenas de libros extraños. Esta habitación, llamativa por sus colores brillantes y decididamente femeninos se encontraba en un lugar francamente inusual: un colegio de magia.
Concretamente en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Su lugar de procedencia era Londres, o quizá algún sitio muy cercano, y disfrutaba de la compañía de muchos amigos en su colegio, en el que estaba internada todo el año, menos vacaciones, claro.
De entre todos sus amigos destacaban dos, descritos ampliamente en diversos libros y más subjetivamente en el diario marrón oculto bajo la almohada de la chica castaña que nos ocupa. Uno de ellos, con el pelo muy oscuro y desordenado, de ojos verdes, gafas y una cicatriz en forma de rayo, era el centro de toda su atención, pues había entrado en la habitación decididamente femenina a despertar a la chica castaña. Ésta, a su vez, debido a que no era una persona madrugadora fulminó duramente al chico moreno que oculto por una capa de invisibilidad, la agitaba para despertarla.
- Harry, no sé que quieres, pero seguro que puede esperar.
- No, no, de verdad. Hermione, necesito que salgas, es sobre algo muy importante.
- ¿Ahora? ¿Seguro que no puede esperar? Son las – miró el reloj mágico de su mesilla –, ¡las cuatro de la mañana! ¿Qué es tan importante que no puede esperar?
- ¡Shhh! No grites, te pueden oír.
- Harry, espera a mañana, por favor, tengo mucho sueño.
- Hermione, de verdad, de verdad que necesito alguien con quien hablar y tú eres la única en la que confío y que puede entenderme. Por favor – suplicó.
La muestra de confianza espabiló a la chica que perezosa se levantó de la cama y se escondió bajo la capa, dispuesta a hablar con el chico moreno.
Tropezó dos veces con sus propios pies bajando las escaleras, a causa de que andaba con los ojos casi cerrados, incapaz de mantenerse en pie sin ayuda. Al llegar a la sala común, vacía a esas horas de la madrugada, se derrumbó poco elegantemente sobre uno de los amplios sillones acolchados situados frente al fuego.
- Tengo sueño, Harry, así que ve al grano antes de que me quede dormida escuchándote.
- Sí, sí, a ver, ¿te gusta alguien?
La pregunta, claramente capciosa consiguió entreabrir los ojos de la chica del sillón.
- ¿Qué?
- Digo, ¿te ha gustado alguien? sentimentalmente, claro.
- Supongo, sí.
- ¿Quién?
- ¿Harry? ¿Estás bien? ¿Te ha dolido la cicatriz o has tenido pesadillas? ¿Tienes fiebre?
- No, no, Hermione, estoy bien, no es nada de eso pero… necesito ayuda.
- ¿En qué? Y al grano, Harry.
- Sí, verás, creo que me gusta alguien.
- ¿Crees?
- Bueno, estoy casi seguro.
- ¿Casi?
- Seguro del todo, ¿vale? Pero no se qué hacer ahora.
- Harry, yo, bueno, tú – titubeó la chica – saliste con Cho, ¿no? Pues, esto, lo mismo que con ella, supongo.
- ¿Tú crees? Digo, con ella no salió bien y…
- Son personas distintas así que serán historias distintas… porque son personas distintas, ¿no?
- Sí, mucho.
- ¿Es inteligente, entonces?
- ¡Cho no era tonta!
- Ya, sólo lenta, lo sé.
- Pero…
- ¿Eso era todo?
- Sí… ¡No!
- ¿Qué más?
- ¿Vas a ir a Hogsmeade este sábado?
- Claro
- ¿Quieres ir conmigo?
- Claro. Como siempre, avisa a Ron antes de que se le olvide. Buenas noches, Harry - y subió las escaleras en dirección a la habitación decididamente femenina donde el diario marrón escondido bajo la almohada esperaba a que su dueña cayese de nuevo dormida, sin percatarse de la mirada asombrada, perpleja y confusa del chico que dejaba detrás.
Un poco más tarde, en una habitación mucho más desordenada, llena de revistas de escobas y pelotas de quidditch, con un aire decididamente masculino, donde se oían los ronquidos de cuatro chicos en un coro claramente no celestial, el mismo chico moreno se quitaba la capa de invisibilidad e intentaba despertar a uno de los chicos que dormían profundamente en una de las cinco camas.
- Ron, despierta – le agitó bruscamente, consciente del profundo sueño de su amigo.
Su amigo, también amigo de la chica castaña, era pelirrojo, con los ojos azules y muy alto, al contrario que el chico moreno, más bien bajito. Se había desarrollado rápidamente al entrar en la adolescencia y, como decía normalmente su mejor amiga, tenía un don para encontrar cosas irrompibles y romperlas.
La torpeza siempre conocida dentro de su casa, Gryffindor, se demostraba por el montón de cosas rotas que se almacenaban en su baúl, un poco abierto pues no era posible cerrarlo del todo. Tenía una lista de personas a las que debía favores, como hacer sus detenciones o realizar sus tareas, así como comprarles ingredientes en días en los que no había visita o, simplemente, hacer recados, porque les había roto algo. Como no nadaba en dinero, tampoco que quisiese, mucho, había tenido que inventar una forma de pagar los destrozos. Aunque en realidad lo había inventado su amiga, harta de oírle disculparse arrepentido tras un accidente.
- ¡Ron! ¡Despierta! – casi gritó su amigo, despertándole, al menos un poco.
- ¿Qué? ¿Harry? – dijo con voz pastosa por el sueño.
- Sí, Harry. He hablado con Hermione y necesito tu ayuda.
- ¿Hermione? ¿Le ha pasado algo? – vio como negaba con la cabeza el moreno -, ¿Te duele la cicatriz? ¿Has tenido pesadillas?
- ¡No! ¿Por qué todos preguntáis eso?
- ¿Qué pasa? Es muy pronto, ¿puedo dormir cinco minutos más?
- Oh, por favor, necesito alguien con quién hablar y tú eres el único en el que confío y que puede entenderme.
El pelirrojo, enternecido por la estampa de su amigo mirándole suplicante y las palabras en las que demostraba la confianza que le tenía, consiguió sentarse, de manera desgarbada y todavía somnolienta, y apoyarse contra la cabecera de la cama.
- Corre las cortinas y cuéntame qué pasa.
Una vez hecho lo que le había mandado se sentó rápidamente frente a su amigo, dejando a un lado la capa de invisibilidad de la que no se había separado en todo el tiempo.
- ¿Te gusta alguien? – a la pregunta su amigo enrojeció profundamente y abrió exageradamente los ojos.
- ¿Qué? – escupió.
- ¿Te gusta alguien?
- ¿En plan novia? ¿o menos formal?
- Lo que sea.
- Es que cambia, Harry. A mí me gustan todas
- Ya – dejó que la ironía se filtrase a su voz.
- Bueno, casi. Pero para novia…
- ¿Qué? ¿Te gusta alguien o no?
- Sí – confesó bajando la mirada.
- ¿Quién?
- Harry… ¿a qué viene esto? ¿es necesario?
- Bueno… me gusta alguien.
- Eso ya lo he deducido, amigo.
- Pero tengo un problema… No se cómo decírselo.
- Harry… no me he declarado a nadie, por si lo has olvidado. Sé menos de esto que tú.
- Pero… tú podrías ayudarme, ¿no? A estar a solas con ella.
- ¿Prepararle una encerrona? Esto… Harry… ¿Quieres que sea tu novia o algo parecido a lo de Cho'
- Novia, novia – confirmó sacudiendo la cabeza – pero no sería una encerrona… Sería más bien manejar las circunstancias a favor…
- Sí, bueno, ¿qué hora es?
- Son las seis. Podemos planearlo ya, ¿no?
- Supongo porque no me vas a dejar dormir. ¿Quién es la chica?
- Bueno… es raro decirte esto…
- Déjame que adivine… ¿Hermione?
- Sí pero, ¿cómo?
- Era predecible. Todos caemos antes o después.
- ¿Todos? ¿Quién…? ¿Tú?
- Cuarto año. Y sí, todos. Lo tienes difícil, amigo.
- Pero nadie…
- Saboteo. Nos sabotearon a todos.
- ¿Quién?
- No lo sé. Pero sólo puedo ser deliberado. No puede haber tantos problemas en una sola semana. Espero que a ti te vaya mejor – terminó con una amplia sonrisa.
- Pero tú ya no…
- No. Ya no.
- Entonces…
- ¡Harry! Cuando esté preparado te lo diré… pero…
- Sí, claro, pues ¿qué sugieres?
Ya está, primer capítulo listo. Nueva historia!!! Pos eso, os stá gustando?? espero que sí, pq sino no publicaré muxo… es cortita, aviso…
1 bss!!!
ekateryn
