-Luna... ¿estás viva?

-Está loca, que no es lo mismo...

-No sé...

Ginny y Ron miraban a Luna Lovegood, la primera con un poco de inquietud, pero el chico, con fastidio.

-Ginny, esto es ridículo...

-¿Qué es ridículo? –le preguntó su hermana levantando la mirada.

-Pues haber traído a esta chica aquí. ¿¡No ves que no hace otra cosa más que leer ese periódico?!

-Ya sé, pero... –Ginny sonrió –sabes que es muy simpática, y estaba ansiosa por venir...

-Pero si solo faltan dos semanas para ir a Hogwarts... podrían verse ahí, ¿no?

-Claro, pero te recuerdo que Harry y Hermione también vienen para estar contigo, osea que yo también puedo llamar a Luna para que esté conmigo, ¿no te parece justo?

-Pero...

-Nada, Ron, si no te gusta que ella esté aquí, mejor que te vayas...

-Estás en mi habitación, Ginny...

-¿Mmh? –preguntó de repente una voz soñadora -¿qué pasa?

-Te quedaste dormida, Luna –le informó Ginny sonriendo –lastima que fue en la habitación de este llorón... –miró a Ron con desagrado y luego se volvió hacia Luna –mejor vámonos, tengo un montón de cosas más que mostrarte...

-De acuerdo... –aceptó Luna con indiferencia y las dos se dirigieron a la puerta. Luna miró a Ron y le dijo con su característica voz soñadora –Hasta luego...

La puerta se cerró con un chirrido. El chico se quedó mirando hacia el lugar donde Luna había estado un par de segundos antes y luego se tiró sobre su cama decorada con colores naranjas, del equipo los Chudley Cannon. El color de la habitación era bastante parecido al de su cabello, de un pelirrojo ardiente con un flequillo que tapaba levemente sus ojos marrones averdeados.

Sin lugar a dudas, Luna era la persona más chiflada que había conocido en su vida. Pero no era chiflada, era loca... y el también podría conciderarse un loco, un loco por... ¿por ella? No, no, desde luego que no...

Se sentó y se echó sin pensarlo el cabello hacia atrás, como preocupado. Últimamente, Luna rondaba mucho sus pensamientos. Y el no quería que eso siguiese ocurriendo. Si alguien se enterase que Luna le estaba empezando a gustar... Pero, al fin y al cabo, ¿cómo podía no gustarle Luna? Su cabello rubio y lasio, cayendo tan finamente sobre sus hombros, y sus ojos azules celestes la hacían realmente bonita bajo una piel blanca. Aquel aire de ternura e inocencia que siempre demostraba, era tan encantador que hasta la persona más seria podía quedarse alucinada.

De repente, un gritito proveniente de abajo le quitó de sus pensamientos. Se levantó y salió de la habitación con curiosidad, y vio que abajo habían dos personas, una de ellas que estaba siendo abrazada de una manera asfixiante por su madre. Cuando la mujer le soltó, Ron pudo vislumbrar el alborotado cabello negro azabache y los ojos verdes esmeraldas de su mejor amigo. Una chica de cabello enmarañado, le sonreía a su lado. Con un salto, bajó lo que quedaba de las escaleras y Ron se reunió con sus dos amigos.

-¡Harry! ¡Hermione! Pensaba que llegarían mañana –dijo, mirándoles y sonriéndoles a la vez.

-Han cambiado los planes –sonrió Harry.

-Sí, Moody no estaba dispuesto a esperar hasta mañana, porque decía que era un día predilecto para empezar las compras. –informó Hermione mirando a Ron.

-Creo que ese hombre toma demasiadas precauciones –intervino la señora Weasley de repente –Bueno, su padre estará a punto de llegar... –agregó, mirando el reloj que colgaba en una pared –sí, mejor me voy a poner lo que falta en la mesa... Ron, dile a tus hermanos que bajen a ayudar.

-Vamos contigo –le dijo Harry a su amigo, y los dos junto a Hermione subieron la escalera.

-Ginny me ha dicho que Luna también ha venido –comentó Hermione. Ron sintió de repente que el estómago se le encogía, pero lo disimuló.

-Sí, sí, ha venido... la verdad es que no me hace ninguna gracia –agregó, frunciendo el entrecejo.

-Es comprendible. Francamente, es una chica muy rara, siempre con ese periódico...

Harry, que se había quedado unos segundos como mirando a ninguna parte, dijo:

-Creo que no hacen bien en considerarla rara... quiero decir... todos llamándola Lunática Lovegood... y ella no es mala persona... –dejó de hablar y miró a Hermione, que levantaba levemente las cejas, y luego a Ron, que tenía la boca semiabierta. Harry se asustó un poco ante sus reacciones y agregó rapidamente –Sucede que el año pasado... cuando lo de... Sirius y todo eso... me dijo algo que me consoló bastante... ése es uno de los motivos por los que me parece que... es injusto que le digan así...

-Mm... ya... –dijo Hermione, que de repente estaba como si quisiera disimular una sonrisa acusadora -...ya.

Ron, por su parte, se había quedado bastante pálido. Tenía miedo de que su mejor amigo estuviese ocultándole algo sobre Luna... ¿Y si Harry también sentía algo por ella? Tenía que saberlo...

Siguió pensando en ello casi toda la cena. También habían venido Fred y George, luciendo unas túnicas aparentemente bastante caras; Charlie, muy tostado y traía consigo algunos arañasos recientes; y Bill, que, como su madre no tardó en recordarle, seguía con el pelo largo atado a una coleta. En su caso, Bill traía una acompañante que varios de los chicos quedaron mirando con la boca abierta. Fleur Delacour hacía gala de una túnica azul marino que combinaba a la perfección con sus ojos. El cabello de un rubio tan platinado que parecía hasta plateado, caía seductoramente sobre sus hombros y mas abajo. Bill se mostró impresionado cuando Fleur se dirigió hacia Ron y le dijo:

-Es un placeg volveg a vegte.

-Ehhh... lo mismo digo...

-Veo que ya se conocen –dijo su hermano con una sonrisa.

-Sí... nos vimos hace dos años...

-El fue muy considegado con mi hegmana –le explicó Fleur a Bill. Ron estaba medio paralizado mirando a su hermano y a la chica, cuando una voz le susurró en el oído:

-¿Todavía fijándote en las rubias?

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Bueno, eso es todo lo que tengo hasta ahora! Ya seeeeee! No es gran cosa... pero espero que les haya gustado... si es asi... dejen reviews... y sino... tambien xD

[Aclaración: no tengo nada en contra de las rubias uu :P]