Capitulo 1:
Ella caminaba con paso firme hacia la oficina de reuniones de la mansión Vongola, allí se reunió con su jefe, los guardianes y su jefe directo, Iemitsu Sawada, el consultor externo y líder de CEDEF. Pasó a sentarse al lado del guardián de la nube preparada para lo que se necesitara.
Posterior a ella apareció Reborn, y así se dio inicio a la reunión. Estaban todos de acuerdo en que debían prepararse con nuevas técnicas y habilidades para posibles futuras batallas, y para ello Reborn tenía un proyecto en mente.
-Quiero enviar una expedición al pasado para que aprenda de la generación de Primo.
Todos quedaron en shock ante las palabras de Reborn, el asesino explicó que había estado trabajando con los ingenieros de Vongola para la utilización de una máquina del tiempo. Pero a diferencia de la bazooka de Lambo, que solo duraba unos minutos y se revertía de inmediato, esta nueva máquina no tendría límite de tiempo, sin embargo, si tenía un tiempo mínimo de 6 meses para poder cargar lo suficiente para ser utilizada nuevamente.
-De lo que se trata la misión es de involucrarse entre la familia Vongola y aprender todo lo posible de sus habilidades y entrenamientos, a pesar de que tengo bastante información de ella, se vuelve muy escasa en comparación a todo lo que se podría sacar de estar ahí in situ.
-Entonces ¿Reborn-san viajará al pasado para aprender de la familia de Primo?- Después de la explicación de Reborn, el primero en atinar a hablar fue Gokuder, sin embargo, Reborn negó completamente.
-No puedo dejar mis labores aquí, sin embargo, hay una persona cuyas tareas pueden ser distribuidas entre sus colegas y su jefe y es además la más preparada para una operación de infiltración y espionaje- ante las palabras de Reborn la chica miró a Hibari Kyoya, sabía que él era el más preparado para la misión, pero no estaba preparada para escuchar- _ _- era su nombre.
Miró sin creerlo al asesino, luego Tsunayoshi y luego a su jefe, ante su mirada dubitativa Iemitsu habló.
-Te he preparado por muchos años para este proyecto, sé que eres la más preparada para esta misión.
-Me niego rotundamente- la voz de Hibari sonó por todo el salón, se puso de pie, y salió sin más del lugar.
-Bien- dijo Reborn- un voto en contra, ¿qué dicen los demás?
Todos se miraron entre sí y comenzaron los comentarios al respecto.
-Es verdad que _ es la más preparada para esta misión, yo lo apoyo- habló Yamamoto, serio como pocas veces.
-A mí me parece fastidioso que _ se vaya, no quisiera- habló Lambo.
-No digas tonterías, vaca estúpida, esto es por un bien mayor, yo lo apoyo- habló Gokudera.
-A mí me alegra ver a la alondra tan molesta, pero también pienso que _ es necesaria aquí, digo no- habló Mukuro.
-¿Y tú onii-san?- le preguntó Tsunayoshi a Ryohei quien parecía muy pensativo.
-Creo que la única persona en la que confiaría para algo así, sería en _, lo apoyo- habló el peliplata.
-Entonces hay un empate, tú decides Tsuna- habló Iemitsu.
-Bien, _, ¿me acompañas?
La chica se puso de pie y se fue con el jefe Vongola a caminar por el patio de la mansión, muy serio los observaba Hibari desde una de las ventanas del segundo piso, mientras ellos hablaban y hablaban de lo que sucedería.
Pasó toda la tarde y el jefe con _ no volvían, ya todos comenzaban a ponerse nerviosos, no sabían bien que estaba ocurriendo, fueron a cenar y ninguno de los dos apareció, ¿tanto tardarían en hablar? Ya entrada la noche, Hibari se encontraba en su habitación cuando escuchó que tocaban la puerta, fue a abrir y encontró a la chica del otro lado, dejándola pasar, ambos se sentaron en la cama del pelinegro.
-Tardaste mucho con el omnívoro- Hibari la miró serio.
-Lo sé, había muchas vertientes que ver, escuché atentamente los comentarios de todos los guardianes, pero no entiendo algo, ¿qué es lo que te molesta?
-No quiero que te vayas.
-¿Pero por qué? Hemos tenido muchas misiones iguales o más largas.
-No es lo mismo, si te vas allá y estás en peligro, no hay forma en que pueda protegerte.
-Kyoya, me parece una falta de respeto, ¿cuándo he necesitado que me rescates?
-Sabes a lo que me refiero, que no haya pasado no quiere decir que nunca pase- ante sus palabras la chica se hincó frente al pelinegro.
-A ver dime, ¿qué es lo que realmente te preocupa?
-Temo que nunca vuelvas.
Ante sus palabras lo abrazó, entendía como se sentía, cada vez que él partía a una misión ella se sentía igual, incluso estando en la misma misión que él.
-Te prometo que en 6 meses nos veremos.
-Prométeme otra cosa- ante las palabras del hombre ella levantó una ceja-No te enamores del guardián de la nube- y ella sonriente se lanzó sobre él.
-¡Sabía que otra cosa te preocupaba!
Al día siguiente ambos se dirigieron a hablar con Tsunayoshi acerca de lo que habían hablado, obviando algunos detalles por supuesto. En su oficina se encontraron con que también estaba Reborn, Iemitsu y Basil, todos saludaron cordialmente.
-Traje a Basil por si te hacía sentir más cómodo que _ fuera a la misión acompañada- habló Tsuna, era su plan B por si no funcionaba la charla de la chica con el pelinegro.
-Sobre mi cadáver- lo que Tsuna no sabía, es que Hibari sabía perfectamente que Basil siempre había estado enamorado de ella, y por ello nunca querría.
-Tsuna, iré sola.
Reborn sonrió ante las palabras de la chica, estaba completamente seguro que ella era la más preparada para una misión así, entrada por Iemitsu, por él, por Dino y por Hibari, no podía fallar.
Por la noche, Hibari se había ido a recostar temprano, ya que quería estar en perfecta forma para despedir a _, mientras ella se fue al comedor de la mansión junto con Tsuna quien era prácticamente su mejor amigo. El jefe Vongola sirvió un par de vasos de whisky y le entregó uno a ella.
-Por mi querida _, que tu misión ayude a Vongola- y ambos chocaron suavemente los vasos.
Se quedaron varias horas hablando, de la vida, de sus pasados, de sus recuerdos juntos, como se conocieron, y del presente.
-_- ella lo miró atenta-¿aún no perdonas a Hibari?- ella se disgustó, no le gustaba hablar del tema y siempre que alguien estaba solo con ella insistía en preguntarle, pero Tsuna, era primera vez que lo hacía.
-No lo sé, aun duele.
-Entiendo, no preguntaré más.
Había llegado, finalmente el día de su partida, había sido agradable, Hibari había llegado con el desayuno, y luego había preparado todas las cosas que necesitaría, por suerte era una chica que solía utilizar vestidos, no tan ostentosos como los de la época, pero ya había preparado lo necesario, al menos para unos días, luego allá se adaptaría.
Todos los guardianes la esperaban, incluyendo a Reborn, Iemitsu y Dino, sus primeros maestros. Abrazó a cada uno de ellos, hasta finalmente llegar a Hibari, quien la abrazó fuertemente, se separó ligeramente de ella y le preguntó.
-¿Puedo?
-Está bien- y la besó.
Giannini anunció que tenían todo listo, por lo que ella se dirigió al aparato donde debía posicionarse bajo un marco similar al de una puerta, solo que metálico, miró una última vez a su familia y de pronto había desaparecido del lugar.
Y reaparecido en el jardín de Vongola, tenía en sus manos una carta firmada por Talbot encargándole a Primo que la recibiera, sabía que en esa época Talbot ya no se aparecería más por la historia de Vongola hasta que ocurriera la sucesión de Ricardo, por tanto podía estar tranquila.
En la puerta los guardias preguntaron su identidad y ella les enseñó la carta, uno de ellos identificó de inmediato el nombre por lo que la escoltó al interior de la mansión y la dirigió a la puerta de la oficina del Vongola Primo.
"Ok, ahora si estoy nerviosa", pensó la chica, "Ay, qué más da, es una versión rubia de Tsuna".
Y tocó la puerta dos veces, esperó unos segundos hasta que escuchó una profunda voz que habló.
-Pase.
Y ella entró a la oficina.
