Hola, estaba tratando de pensar que pasaría con cauqlquiera de los otros dos fics SasoDei y de pronto se me vino algo que nada tenía que ver ^^u pero antes de que c me valla, a Mary le gustaría comenzarlo :D
Espero que les guste.
Recuerden: Los personajes que aquí aparecen pertenecen a Masashi samma, no a mí, yo solo los tome prestados u.u si fuesen míos, os juro que no los compartitía, en especial a Akatsuki sempais :D
LUZ DE MIS OJOS.
PRÓLOGO (N/A: oh... amo los prólogos ^^)
DEIDARA PO´V
-Te traeré un café caliente, sempai- dijo Tobi mientras me daba unas palmadas en la espalda y se alejaba, dejándome sentado en una de las bancas del parque central. Me senté a regañadientes, en todo caso, quería estar solo.
Tobi no tiene idea de cómo la estoy pasando. A pesar de cuánto dice que me comprende no lo hace. Ese estúpido de Hidan, volvía a maldecirlo una y otra vez. También a ese idiota de Kakuzu.
¿Quién se creían que eran? ¡Usarme! ¡Usarme para darle celos a ese pedazo de idiota! Hidan era un malhablado, siempre lo supe, pero no fui capaz de darme cuenta de sus intenciones. Siempre que Kakuzu llegaba era todavía más atento y cariñoso, y mientras no, simplemente me trataba igual que siempre.
¡El mil veces idiota era yo!
Estaba en el parque y me cobijaba con los brazos y frotaba las manos mientras trataba de concentrarme en no llorar. Algunas personas se me quedaban mirando como si fuera un bicho raro, y yo los miraba con el ceño fruncido, enojado.
¿Es que uno no tenía derecho a sentirse desdichado cuando te cortan de esa manera tan cruel? ¿No se tiene derecho a maldecir al maldito imbécil que te enamoro para dejarte solamente un Lo siento, pero yo amo a Kakuzu?
El viento soplaba fuerte y hacía que me estremeciera. No sé porque había venido al parque, el lugar más frío de la ciudad, en el día más frío del año. Al menos sin un suéter o una bufanda, como todos los demás.
Suspire. No tenía remedio pensar en estas cosas. Ya no tenía ningún caso hacerme del mártir. Levante la mirada con aire molesto, con el ceño fruncido. Y fue entonces cuando lo vi.
Estaba sentado al pie de uno de los árboles, solitario y miraba con unos ojos color miel brillante al horizonte, con una fina sonrisa, que a pesar de la distancia pude notar. Tenía en sus piernas un libro por el que pasaba la mano como si estuviera limpiando una reliquia de mil años.
Llevaba una camisa blanca y unos pantalones negros. Parecía no sentir el frío, ni siquiera parecía advertir el viento cruzando por unos llameantes cabellos rojos, tan rojos como la sangre. Su piel blanca, tirándole solo un poco de color en unas rosadas mejillas.
Mi corazón se detuvo un momento. Era muy apuesto, ¿Lo habría visto antes? ¿Me estaría viendo a mí? No lo sabía, pero me parecía toda una obra de arte, dicha de una manera, una del tipo que nunca me habría gustado. Pero ahí me hallaba, contemplándole. Los colores de su cabello, y la manera en que estaban revueltos y eso no le hacía perder ningún porte. Las mejillas ligeramente ruborizadas, y esos ojos miel, me tentaban querer probarle. Parecía una fresa cubierta de miel. Levante la cabeza y le sonreí. Él no pareció darse cuenta.
-¡Sempai!- el grito me despertó de mis ensoñaciones.
Voltee a verlo con cara de fastidio.
-¿Qué?- dije mientras le veía correr con dos tazas de café bien caliente -¡Tobi, no corras con esas cosas en las…!-
-¡Wuuaaaaa!- grito Tobi mientras tropezaba con una piedra y se estrellaba conmigo, dejando que el maldito café callera en mi cuero cabelludo y me provocara ardor debido a su temperatura.
-¡Tobi, idiota, hum!- grite mientras le daba un zape a Tobi.
-¡Duele, sempai!- grito sobándose la cabeza.
Gire mi cabeza a ver al pelirrojo y vi como este se paraba con expresión seria y se sacudía las ropas. Sentí pánico, algo impropio en mí ¿Qué tal si ya no lo volvía a ver? ¡Ni siquiera sabía su nombre! Comenzó a venir hacía donde estábamos los dos y sentí que me ponía colorado.
-¿Qué ve, sempai?- pregunto Tobi y lo mire mordiéndome el labio.
-No sabes… ¿quién es ese chico?- levante el mentón de manera que señalaba discretamente al pelirrojo.
-¿Ah? ¿Quién?- pregunto Tobi mirando de un lado a otro.
-El pelirrojo- susurre
-¡Oh!… ¿Sasori san?- comentó Tobi –Al menos creo que así se llama, sempai-
-¿Le conoces, hum?- pregunte un tanto sorprendido.
-Etto... más o menos, sempai. Sus padres son amigos de los apdres de Pein; Se ha venido a vivir un par de meses con él por problemas familiares o algo así, va un curso más adelante que el nuestro- contesto Tobi con sencillez.
-¿El primo de Pein, hum?- pregunte. No guardaban mucho parecido en realidad.
Pero eso que importaba. Él era… hermosamente bello. Y quería conocerlo. Tenía que hacerlo.
-¿Y si le vamos a saludar, hum?- pregunte tímidamente.
-Sasori san no habla con nadie, sempai-
-Siempre hay una primera vez para todo, hum- me puse de pie y camine hacia él con seguridad.
-¡Deidara sempai, es que usted no entiende!- grito Tobi mientras corría tras mío.
-¡Hola, hum!- dije mientras saludaba al pelirrojo que no pareció inmutarse ante el comentario. Ofendido, me puse delante de él, para que no pudiera pasar. Pero en vez de frenar…
-¡AUCH!- gritamos los dos cuando nos estrellamos.
-Deidara sempai- dijo Tobi mientras llegaba a nuestro lado.
Él había caído encima de mí a pocos centímetros de mis labios, sentía su cálida respiración cosquillearme la nariz.
-¡Eh!- dije un tanto perturbado -¿Por qué no te has detenido?, hum- pregunte
-Lo siento, de verdad- su voz era igualmente sexy que su rostro. Parecía melodiosa y perfecta, como para entonar las más bellas canciones que se escribieran en el mundo. Me sentí poner más colorado. Se puso de pie con dificultad, comenzó a tantear con la mano el suelo, como si buscara algo.
-Aquí tienes- dijo Tobi mientras le extendía el libro por el suelo con la mano y le hacía rozar la suya. El pelirrojo volteo hacia allá, un tanto confundido al parecer. Yo seguía sentado en el suelo mirándolos.
-Gracias- dijo el pelirrojo mientras se levantaba –Esto… realmente lo siento- dijo mirando la nada.
Ofendido, estaba dispuesto a reclamarle de que no me mirara a la cara al decirme eso, cuando Tobi se me adelanto.
-Claro- dijo entre risas –No te preocupes-
El pelirrojo siguió su camino y me paso de largo. Tobi me extendió una mano para ponerme de pie y se la acepte a regañadientes otra vez.
-¿Pero qué le pasa a ese tío, hum?- pregunte molesto.
-Es lo que intentaba decirte, sempai- me dijo Tobi –Sasori san está ciego-
-¿Cómo dices, hum?- pregunte sorprendido. Y solo vi a Tobi asentir.
TO BE CONTINUED.
Jejeje ¬3¬ ahí esta el prólogo sempais. Por favor, si la historia les gusta comenten.
Creo recordar que había una historia por aquí del mismo tipo, SasoDei y con Sasori danna tambien ciego ._. pero no se crean, NO QUIERO PLAGIAR XO esta historia es mía y cualquier poca relación que tenga con otra, solo será de unos pocos detalles como los ya mencionados sempais. La trama me espero que sea completamente diferente y de su agrado :/
