Es un lindo día, el sol está brillando, los niños están alegres, pero entre toda es felicidad hay una niña triste. Ella está en su escuela, en un rincón llorando, todo mundo se burla de ella porque es diferente a los demás. Sus orejas son largas y picudas, su piel es gris. Ella no tiene padre, su madre le ha dicho que el no puede estar con ellas, pues tiene asuntos más importantes. Volvamos a la pequeña lloriqueando. La niña solo espera para poder volver a casa con su madre, en donde ella puede estar feliz, sin nadie que la molestara. Y lo que tanto esperaba llega, el fin de las clases. Por fin podría salir de ese infierno para ella. Volvía caminando a casa, no le gustaba que su madre fuera a recogerla, no quería que ella viera como la molestaban.

A pesar de que no estaba en la escuela, el camino a casa era horrible, siempre habían miles de ojos sobre ella, también escuchaba sus murmullos, había quienes se alejaban de ella.

Este era un día igual a todos, pero después una enorme luz se vio en el cielo, ella sintió que era algo malo, así que corrió a su casa, quería saber que la única persona que la amaba estaba bien. Pero fue muy lenta, vio como esa enorme luz cayó, la onda expansiva la cubrió, pero no la dañó. En cambio todas las personas a su alrededor estaban muertas. Corrió lo más rápido que pudo a su casa, lo unico que podía hacer era gritar "Mamá, mamá", lo hacía una y otra vez, mientras sus lágrimas caían una por una.

Llegó a su casa, la cual solo era ruinas, ella solo lloraba y entró.

Marceline se despertó de sobresalto, llorando y la vampira se dijo a si misma "es solo un sueño", pero a pesar de eso no pudo retener las lágrimas.

Este es un pequeño fanfic que hice en honor de este valiente personaje, espero que les haya gustado y por favor dejen su review.