Esta historia pertenece al proyecto abecedario.
• Aclaración: Las frases que coloco al inicio y final de cada capítulo/One-Shot son como un ligero resumen de lo que ha de suceder. El fanfic está basado en una canción del grupo Sandoval con el mismo nombre de mi historia :) Y, finalmente, las flores (✿) son un cambio de escenario y tiempo, mientras que esto (ஐ) es para demostrar los recuerdos, las líneas horizontales son para indicar que es en otro escenario pero mientras sucede la escena anterior.
• Advertencia: OoC en algunos personajes, no es apropósito. Aún me cuesta aferrarme a sus personalidades, tehe~.
• Disclaimer: Ni Maid-sama ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de Hiro Fujirawa. La canción tampoco me pertenece, como ya dije, es propiedad de Sandoval.
Disfrútenlo, intentaré hacerlos sonreír :)
Letra: A
Artista: Sandoval
A quien tú decidiste amar
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By: D.S. Lianne
Capítulo I: ¿Es un trato?
"No le temo a nada..., a nada que no sea perderte por una estupidez mía."
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ღ—HABÍA UNA VEZ...—ღ
—¡Vuelvan pronto amos!
La campanilla del local tintineó un par de veces indicando que la puerta se abrió. La pareja de veintidós años se alejó del Maid Latte satisfechos por una buena comida, como siempre.
Misaki soltó un hondo suspiro y borró esa sonrisa que su rostro atribuyó hace unos segundos, realmente estaba cansada. Los clientes frecuentaban cada vez más el local, las mesas se llenaban fácilmente por lo que Satsuki tuvo que pagar para que hagan otro piso adicional al que ya tenían.
«Las ventas nunca estuvieron mejor!» fue lo que dijo la gerente, sin embargo, lo que Misaki pensaba era completamente diferente a aquello: «Las ventas nunca fueron tan agotadoras hasta hoy, es la peor temporada».
Resignada, tomó nuevamente su bandeja de metal preparándose para otro pedido en el primer piso. Estando ya cerca de la ventanilla, donde se hallaba su pequeño bloc, vio a todas las demás amontonadas observando con atención algún punto fijo. Ayuzawa no tomó en cuenta a dónde se suponía que prestaban tanta atención, sólo continuó rumbo a la gerente (quien, obviamente, estaría en ese bulto de gente) para preguntarle a qué clientes tendría que atender.
—No puedo creer que todavía sigan en eso —comentó Honoka mirando con cierta admiración la escena.
—Según los otros clientes ellos no han parpadeado en todo el día —dijo Subaru acomodándose los lentes sobre su nariz—, creo que están aquí desde que el turno de Misa–chan comenzó.
—Pues, a decir verdad, Hinata se ve decidido, aunque ya está derramando lágrimas por no parpadear —una risilla resaltó por parte de Erika, quien la cubrió de manera educada con su mano—, estoy segura que Usui va a ganarle, ni siquiera se inmuta.
"Usui", "Usui", "Usui". "¿Tenía que decir ese nombre?" regañó Misaki de manera mental.
Su corazón dio vuelcos de tan solo oír la U de su nombre, comenzaba a odiar esa tonta vocal. Él, junto con Hinata, eran la principal razón de su estrés. Gracias a ese par es que había más clientela de lo habitual, por ser "tremendamente guapos" (como oía decir a las demás chicas) es que los clientes llegaba allí. Y no sólo las chicas, no señor, eran también chicos. Chicos celosos por saber de quién rayos hablaban sus novias, amigas, primas, amores platónicos, TODO el público femenino (por poco juraría que vio a una cantante estadounidense ahí, irónico). Usui y Hinata siempre conseguían llamar la atención en cualquier lugar que tenían la "agradable" compañía del otro.
Era estresante verlos a ambos pelearse en cada sitio, ¡y más aún cuando estaban rodeados de tantas chicas! Si preguntan, no, no eran celos. Era el simple hecho de que estaba empezando a odiar a las chicas. Y creía que solo los chicos acosaban a las mujeres; por lo visto los papeles se invirtieron en esta ocasión.
—Gerente —susurró Misaki intentando no acaparar la atención de las demás, lo cual falló completamente.
—¡Oh, Misa–chan! ¿Qué sucede?
—Quería saber cuál era la mesa que tengo que atender, perdón por ser tan ignorante pero es que todas están con pedidos y me es imposible diferenciar a la que requiere de una maid.
—Claro, ¿ves esa mesa donde Hinata y Usui están peleando mentalmente como perros y gatos? —asintió—. Bien, allá tienes que ir. De paso ayuda al pobre de Hinata, está llorando por no parpadear —dijo Satsuki, compadecida por el joven que se esforzaba.
Tragó grueso. Algo tenía el mundo contra ella por tan malas cosas que le obligaba a hacer. Dibujó esa sonrisa falsa en su rostro, pero esta vez iba algo torcida, caminó a paso maligno hasta la mesa once preparándose para su frase.
—¿De-desean algo más, amos? —preguntó robóticamente mirando sólo para el frente.
"¡Nada de eso! ¡Mándalos a patadas y diles que no se vuelvan a aparecer hasta el 30 de febrero!" esa era la pequeña voz que estaba en su cabeza desde que Hinata frecuentaba más seguido el café. Decidió llamarla como «Mini–chan» por ser una "yo" infiltrada en sus pensamientos.
Los chicos pararon al oír la voz de su maid, se dieron una última mirada llena de odio y rivalidad para brindarle una mirada cariñosa a la peli-negra frente a ellos.
—Yo quiero un pastel de chocolate —mencionó Takumi con su mirada neutra.
—Y yo una malteada, un pastel, una torta de vainilla y una crepa —Usui no demoró en adivinar las verdaderas intenciones de Hinata (debió de conocerlo muy bien, puesto que Hinata come como mastodonte), él únicamente intentaba atraer la atención de SU maid.
Si pensaba que podría ganarle, estaba equivocado. No lo permitiría.
Fuego se combate con fuego.
—Cambié de opinión, quiero un helado de todos los sabores con cereza arriba, chocolate al medio y crema por encima de la mora con sirope de frutilla..., y lo mismo que Sanshita–kun.
—También quiero un enorme pastel de vainilla, uno de tres leches, otro un selva negra y, por supuesto, un café.
—Me olvidé de agregar algo más a la lista —reiteró el rubio entregándole la cartilla a la maid—, quiero todo lo del menú —respondió sin más, como si fuera algo natural.
Por primera vez el dinero le sirvió de algo.
—¿Qué fue lo que pidió? —preguntó Subaru incrédula, manteniendo la boca bien abierta.
—¡Yo quiero tres veces el menú! ¡Y-!
Su pelea continuó con miradas y palabras. Por otra parte, no se habían dado cuenta que Misaki ya no sólo poseía el tic en el ojo izquierdo, ahora también tenía un pequeño movimiento de la mano y los cabellos electrizados.
Con un poco de esfuerzo, y una voluntad increíble; tanta como para poder evadir esos deseos suicidas que contenía muy adentro; fue capaz de hablarles del modo menos agresivo.
—Amos, ¿no creen que es demasiada comida como para ustedes? —puede que no haya sonado agresiva, pero lo que sí hizo fue decirlo de una manera maligna. ¡Por ella que ese par se muera de diabetes! Únicamente lo dijo por el lema del café: «la seguridad ante todo».
—Qué importa Misa-chan, ¿no ves que Usui y Hinata están hambrientos? Lo mejor será que vayas a la cocina y prepares todo eso. ¡Esta será la venta del año! —de un instante a otro, la gerente llegó para arrastrar a Misaki directo a la puerta de la cocina. Mientras que Ayuzawa caminaba a paso lento y fuerte con un muy, MUY, mal humor.
—¿Quieren el menú completo? Yo les daré el menú completo. Les va a doler tanto el estómago qu- —murmuró haciendo una breve pausa al observar el condenado objeto que se cruzó en su camino—, ¿qué es esto? ¿"Veneno para ratas"? La gerente debería de ser más organizada con respecto a esconder el veneno para las ratas del basurero si es que no quiere que le cierren el local —estaba a segundos de lanzarlo por el aire, gracias a ese humor de perros que traía, cuando su foco se encendió y rápidamente bajó su brazo volviendo a observar la lata con polvo blanco.
Una fantástica idea le recorrió la mente y en un 2x3 todos lo platillos estaban listos. Miró nuevamente a la lata y con mucho cuidado la abrió, sonrió de oreja a oreja mascullando cosas inentendibles.
—¡Les va a doler tanto la barriga que se van a morir! ¡Mi plan es excelente!
A tan solo segundos de poner el polvo blanco, el cual haría pasar como azúcar, alguien la atrapó de los brazos evitando que todo ocurriese.
—¡¿Qué haces Honoka?! ¡Suéltame! ¡Tengo que poner el azúcar a los platillos!
—Misaki–chan, estas intentado poner veneno en sus platillos. Creo que esas letras rojas y grandes de la lata dicen bien "veneno para ratas".
—Pe-pero ellos tienen que morir, aunque sea sólo por un rato y después los pueden llevar al hospital, aunque preferiría que los pongan en bolsas y los boten en los basureros. ¡Honoka SUÉLTAME!
—Inhala, exhala. Ayuzawa respira. Intenta calmarte.
—¡HONOKA!
—¡MISAKI!
—Vaya, creo que en la cocina se ha armado un gran revoltijo. Vuelvo en unos minutos —de manera amable, Satsuki se retiró intentando resolver el diminuto embrollo que se creó.
—Usui —susurró el castaño captando la atención del mencionado, siendo respondido por un «¿mm?»—, me cansé de la rutina, deberíamos dejar de pelearnos por Misa–chan, con el paso del tiempo hasta yo llegué a cansarme. Y para ello tengo algo que proponerte.
—Veo que Sanshita–kun por fin ha dicho algo inteligente. Te escucho.
—En primera: no es "Sanshita" es Shintani, Shin-ta-ni —comentó él alzando su dedo índice a manera de regaño y repitiendo lentamente su nombre—. En segunda: mi propuesta es que dejemos que Misaki escoja entre nosotros, si te escoge a ti, yo me rindo y si ella me escoge a mí, tú te rindes.
—¿Y si no escoge a ninguno o quiere a alguien más? —inquirió el rubio.
—Tendríamos que aceptarlo. Pero me encargaré de que eso no suceda —admitió energético y con buen humor, era más que obvio que tenía un aire ciertamente soñador.
—Hmm —estuvo pensativo durante un rato.
¿Qué tal si el perdía ante tal propuesta? Si perdía contra Hinata tendría que alejarse de su Kaichou favorita, no obstante, si ganaba tendría un obstáculo menos, las probabilidades de que esas tres opciones llegaran a suceder aumentaban cada vez más. ¿Realmente debería de aceptar el trato? ¿Mostraría todas sus cartas con la posibilidad de perder todo? ¿Llegaría hasta ese punto por amor? Por supuesto que sí, pero esto era sobrepasarse. ¿Temor? No lo tenía, esa palabra no se hallaba en su diccionario, sin embargo debe de admitir que sí tenía miedo de algo, algo que siempre fue su pesadilla: perderla.
—Lamento la demora, amos. Es que Misa–chan tuvo unos pequeños problemas para servir su comida. ¡Provecho! —antes de cualquier respuesta, fue Honoka quien los había interrumpido, para suerte de Usui. Consigo trajo todo el menú en unas bandejas y sirviendo el contenido en la mesa.
Misaki, quien observaba atentamente la escena, comenzó a frotar sus manos de manera maligna mientras que susurraba algo parecido a un plan.
—Coman, coman. Ingieran el veneno de ratas que puse en su comida —murmuró la Ayuzawa, ambos pararon en seco sin siquiera haberse llevado una cuchara a la boca—, el veneno arrugará su estómago y les dará una muerte segura y dolorosa. Sólo tienen que comerlo.
—¿Qué le sucedió a Misa–chan? Parece una Yandere —susurró Erika al oído de la peli-naranja tras ver esa espantosa sonrisa en su rostro—, ¿en serio su plato tiene veneno?
—Está algo estresada, nada de qué preocuparse —habló Honoka despreocupadamente.
—¡¿Cómo que no hay nada de qué preocuparse?! ¡Puso veneno a su comida! —ahora era Subaru quien se unió a los susurros. No sería nada adecuado que los clientes oyeran sobre el "veneno".
—Betsuni, betsuni —calmó Honoka dando suaves palmaditas a la cabeza de la castaña—, tuve que entregarle un frasco de azúcar con etiqueta de "veneno" para que no molestara más.
Los chicos respiraron nuevamente, se les fue el aliento al pensar en que estuvieron a punto de digerir veneno. Usui tomó un bocado de su helado y Shintani de su pastel, hasta que escucharon otro susurro de Honoka.
—Eso creo...
Iban a escupirla cuando oyeron el «era broma» de la chica. Casi les da un patatús por ese comentario.
Vieron retirarse a la peli-naranja directo a la caja, pese a ello nunca le quitaron la mirada asesina que ambos poseían.
—¿Entonces qué dices, Takumi? ¿Es un trato?
¿Se arriesgaría? ¿Todo por ella? Creería que después de eso ya tenía una respuesta definida. Lo había analizado todo y por fin daría su contestación final.
—No.
No se podía arriesgar a algo tan grande, ni siquiera conseguía que ella mostrase por lo menos una señal de afecto, ¿y ahora le venía con que tendría que enamorarla para que lo escoja? Preferiría que todo vuelva a como era antes de estar obligado a eso y ver a otra persona intentando ganarle a SU Ayuzawa. Definitivamente no.
—¿Cómo?
Sí, la mirada de Hinata se hallaba en coma; eso era físicamente imposible, había analizado bien sus palabras y demoró horas para que luciesen tentadores. Pese a todo su esfuerzo, y las numerosas horas que desperdició, él dijo que no. Simplemente no le cabía en la cabeza.
—Así como lo oíste: no.
Hinata no se rendiría tan fácil. Conociendo a su enemigo iba a suponer que aceptaría eso, ya ve que no. Su última arma sería usar en contra al orgullo de un Usui. Todo sea por Misaki.
—¿Acaso tienes temor, Usui? Creo que ya sabes que ganaré, ¿cierto? Debo admitir que tengo miedo a perderla, pero lucharé por ella hasta que mi cuerpo no dé a más. Sin embargo, veo que tú te has acobardado.
El arma más letal y filuda era la mismísima lengua, ese músculo que podría llegar a desatar al infierno, y él debía de aprovecharla.
La cuchara del helado cayó en cámara lenta, las palabras del castaño estaban hiriendo su orgullo, su tan frágil orgullo. No era cobardía, claro que no, tan sólo era la simple razón que también vio las cosas negativas de todo eso, eso implicaba correr el riesgo y perder lo que más ama. Sí, AMA. Una palabra fuerte pero que lo describía a la perfección. Tendría que contraatacar.
Mientras que Hinata sonreía, su plan funcionó, quizá después de eso recibiría ese "sí" de respuesta. Estaba completamente seguro.
—¿Y bien? ¿Es un trato?
ღ—CONTINUARÁ...—ღ
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Letra: A
Artista: Sandoval
A quien tú decidiste amar
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By: D.S. Lianne
Capítulo I: ¿Es un trato?
"No le temo a nada..., a nada que no sea perderte por una estupidez mía."
NOTA: Me disculpo si es que encuentran algunas faltas ortográficas como ojo-azul, pelo-negro o algo semejante. Igual que el uso de las comillas, todavía soy principiante.
NOTA(2): Me preguntaba si alguno sabe una canción con Z, pues es algo necesario para mi proyecto Abecedario (si no tienen muy en cuenta de lo que trata, la explicación se halla en mi perfil) y, si no es mucha molestia, una pareja.
NOTA(3): Realmente no me gusta que la felicidad de uno sea a costa de otro, así que después de recapacitar un montón me dije a mi misma que le buscaría pareja a Hinata, en todo caso, he quedado con la simple y muy poco lógica conflictiva de dejarlo emparejado con Suzuna o con Sakura, ¿con cuál prefieren que se quede?
¡Konnichiwa Minna~san!
Me presento con mi primera historia UsuiMisa, debo de admitir que conozco este sitio gracias al anime, mas estoy leyendo el manga y me encanta de igual manera. Dudé un poco sobre colocar esta historia pero terminé decidiéndome por hacerla c:
Nuevamente me disculpo por algún horrorcillo con el que se hayan topado a lo largo de su lectura, me gustaría que, si es que lo encontrasen, me dijesen qué falta o si algo no les agradó. Me serviría de mucho, de veras, pues mi familia no me apoya en estas cosas de escribir y leer fanfics porque dicen que dañan mi vocabulario e inclusive mi ortografía.
Les demostraré que se equivocan ;)
¿Me regalan un Review ^-^? ¿O prefieren regalarme tomatazos :'3?
Un abrazo psicológico \(^-^)/ (créditos a Germán Garmendia)
Lianne fuera =3=)7
†El amor es como el hambre, así como viene se va… ¡Oh mira, hay pizza!†
