Se logra ver el amanecer. Luffy como de costumbre se levanta debido al hambre y el ruido que provoca su estómago al unísono, soltando un gran bostezo.
—¡Ah!~ Necesito recargar.— Fueron las primeras palabras del pirata, a lo que de un salto salió de la cama en busca de algún alimento que pudiese estar en la alacena.
Habian pasado ya unos días después del incidente que tuvo con Boa, en el que tuvo que ir al rescate de sus hermanas por lo que aún tenia algunas heridas que tenian que sanar y Rayleigh le habia dado como mucho una semana.
No fue hasta que avanzó un par de pasos que vió lo que parecía ser un enorme banquete, algo que sin duda Luffy no despreciaría.
—¡WAAAA, QUE ES TODO ESTO!
Los ojos de Luffy emanarin cierto brillo que sólo la comida podía revelar, a lo que sin duda comenzó a comer.
Una nota fue la que cayó al frente suyo, a lolo que intrigado la tomó leyendola con los ojos entrecerrados.
"¡Espero que te guste el festín querido! Me gustaría verte a las 5 cercano a la playa, tengo unas cosas que darte. —Boa Hancock.~"
La cara de Luffy cambió a una de total extrañeza, pero si se trataba de comida entonces no tenía nada que perder.
Una vez terminó de comer fue que Rayleigh apareció entre los árboles, mirando con total sorpresa y enseguida soltar un suspiro lleno de total resignación.
—Le dije que no exagerara con la comida...— Exclamó apretandose suavemente el puente de la nariz.
—¡OE RAYLEIGH, TE DEJÉ ALGO SHISHISHI!— Contestó el hombre de goma, alzando la mano a modo de saludo así como una enorme sonrisa se mostraba en su rostro de oreja a oreja.
—De verdad tienes problemas con tu apetito, Luffy.
