Todo por un Hechizo.
Los personajes le pertenecen a la gran Rumiko-sensei.
Yo solo fantaseo con ellos en mi mente y lo comparto con ustedes.
Capitulo 1- El Descanso.
El sol brillaba En su punto más alto, el calor en el sengoku jidai era agobiante. Kagome ya se encontraba frente al pozo para regresar a su casa, a buscar alimentos y medicinas para continuar con el viaje en la búsqueda del último Fragmento de Shikon, la joven miko pensó en aprovechar en descansar al menos un día en la época actual, sintiéndose culpable por ser egoísta, pero por un día de ocio seguro no cambiaría nada se dijo y se encogió de hombros sonriendo satisfecha.
-Kagome! ¿A donde crees que vas?- Kagome dio un respingo al escuchar la inconfundible voz de Inuyasha tras ella, y se volteo lentamente hacia él que obviamente estaba enojado.
-Pues a mi casa- le dijo ella con voz calmada; ya acostumbrada a los escándalos del hanyou...-además debo buscar más cosas para continuar nuestro viaje.- finalizo Kagome sonriendo nerviosa intentando sonar convincente.
-Es verdad…-exclamo, asintiendo con la cabeza un Inuyasha ya más calmado, la noche siguiente Habría luna nueva y sería mejor que Kagome estuviera en su época sana y salva, mientras Recuperaba sus poderes, ya que Naraku y sus extensiones podrían atacarlos en cualquier momento y el no soportaría ver a Kagome en peligro de nuevo, ella era muy preciada para él y No se permitiría perderla también a ella.
Kagome no evito notar como la mirada de Inuyasha cambio, volviéndose triste y supo que Inuyasha pensaba en Kikyo y de inmediato recordó las palabras de Akago, "Kikyo siempre permanecerá en el corazón de Inuyasha", de inmediato la tristeza invadió a la chica, había notado que el hanyou lucia algunas veces distraído y ausente seguro por el recuerdo de la fallecida miko. Kagome se volteo y se introdujo al pozo no sin antes murmurar un rápido "nos vemos", para luego Desaparecer en el resplandor del pozo.
Para Inuyasha la tristeza y frialdad repentina que mostro la miko del futuro no paso desapercibida, sintió el deseo de seguirla y estrecharla entre sus brazos y decirle que la amaba, que la necesitaba, pero se lo impedía el miedo a perderla, no quería que ella corriera peligro atándola a él, sabía que su época era mucho más segura, que un mundo donde abundaban las guerras y espíritus malignos. Además no había otra cosa que pudiera ofrecerle a parte de su amor. Así que había tomado la decisión de alejarse de ella luego de eliminar a Naraku, si eso significaba que se mantendría segura y sana en su época.
Kagome caminaba con lentitud hacia su casa sin levantar la mirada del suelo, solo quería dormir y olvidarse por un rato de todo lo ocurrido, a veces Pensaba en querer volver a su vida aburrida y tranquilla, pero sin Inuyasha sabia que su mundo ya no tendría color que siempre estaría vacía anhelando una vida junto a él; de solo pensar que su viaje cada vez mas, estaba cerca de llegar al final se deprimía. La joven de cabellos negros ya en frente de la puerta de su casa se sorprendió al ver a su madre, al abuelo y Souta llevando una maleta en sus manos cada uno.
-¿Que sucede, mama?- pregunto de inmediato una asustada Kagome.
-Kagome!- exclamo la madre de la chica con sorpresa al verla, para luego darle un rápido abrazo.
-Vamos a visitar a la tía Izumi que fue recientemente operada, regresaremos en un par de días, cariño.- dijo la mujer con su típica sonrisa despreocupada.
-no te preocupes Kagome y cuida bien el templo- dijo el abuelo.
- ! y pórtate bien, hermana!- completo el pequeño Souta alegremente.
Una Kagome boquiabierta y desolada observo bajar por las escaleras del templo con rapidez a su familia; y soltando un suspiro derrotado la chica se dirigió a la casa, cerro con llave y se fue a su habitación, donde se arrojo a su cómoda cama quedando inmediatamente dormida.
Continuara...
Hola! Soy nueva por aquí. Esta historia sera breve. Espero que les guste y si es asi por favor déjenme su opinión...Besos!
