"Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima. Este Conjunto de Drabbles participa en el reto: Mes de Apreciación: Yukino 2016 - "Yukino Aguria" del Foro: Grandes Juegos Mágicos"
Gremio.
Yukino Aguria de Sabertooth.
Cuatro palabras que encierran una verdad incuestionable y un amor sin precedentes.
Porque cual tigres, poderosos, ellos se abrían el paso en medio de una multitud de seres increíbles, venciendo cada adversidad con una fuerza imparable.
Sabertooth. Era lo único a lo que ella podía llamar hogar, sin temer siquiera un solo segundo a dudar de tal verdad.
Solo por ello, ser expulsada le dolió incluso más que ser humillada.
Todos sus sueños, metas y hasta la familia que llegó a experimentar; fueron desapareciendo mientras la burla y la mentira eran un vivo poema en su rostro.
Tantas cosas que habían perdido mientras encontraban otras aún más grandes, todas, desaparecían. Y ella intentó retenerlas, pero…
Oh caprichoso y cruel puede ser el destino, que sumiéndola en la desesperación, hace desaparecer sus esperanzas como el canto del viento, volviéndose invisible y dejándola sin nada.
Porque ahora era Yukino Aguria, vacía como el cascarón sin vida de un polluelo que ha nacido y ha abandonado el escudo protector, después de haberlo utilizado hasta que no lo necesitó.
Porque ahora podría decirse que lo había perdido todo. No le quedaba absolutamente nada más que esperar a que las cosas mejoraran como si eso fuera posible. ¿Cómo se supone debía recuperarse de un sueño roto? ¿Cómo devolverle la vida a su propia vida?
Lo había perdido todo, incluso a sí misma.
Porque ahora le era imposible hacer que los cielos rujan; Porque ahora era un sueño efímero hacer hervir la tierra; En este instante, era una utopía y capricho del destino volver silenciosos los mares.
Porque eso era el legado y labor de Sabertooth. Eso era Sabertooth
Y en este instante, ella sólo era un cascarón vacío, sin legado y sin labor. Sin metas ni ideales, porque se los había llevado el glorioso y cruel rugido de un tigre en erupción.
En este instante, sólo era Yukino Aguria.
