TERRY

-No quiero que cuentes conmigo, papá… eso es… un delito

-Lo único que deseo es darle un escarmiento a William, debe saber que se metió con la persona equivocada…

-Ahora estás muy enojado, no tomes decisiones en este estado.

-Ese malnacido sabrá quién soy… no debió interponerse en mis tratos.

-Pues, no cuentes conmigo…

-Terrence, si no es contigo, entonces ¿Con quién?

-Con nadie… Padre, por favor comprende que eso que has pensado hacer es una transgresión y de sobra conoces el castigo… no deseo que nada malo te suceda… papá, por favor recapacita…

-Estoy en la ruina…

-No lo es, veámoslo como una oportunidad para cerrar negocios que puedan compensar este…

-No comprendes, hijo, yo esperaba cerrar este trato y eso compensaría muchas cosas…

-Tienes otros clientes

-Pero son minoritarios, su inversión es mínima…

-No te preocupes, visitaremos a más con el fin de reunir la cantidad necesaria para…

-No hijo, tus intensiones son buenas pero no funciona así; yo esperaba que Carlright firmara conmigo… maldito Ardley.

-Ya no seguiré estudiando en Inglaterra, papá; pediré mi transferencia y te ayudaré en lo que más pueda…

-Terry, hijo… yo contaba con la inversión de Carlright porque prácticamente estamos en la quiebra, ni tu madre ni tus hermanos saben la problemática que la familia Grandchester está por pasar…

-Siempre hay una solución, siempre.

Este era mi último año en Inglaterra, en un prestigiado colegio y por fin regresaría a casa, esto solo adelantaba mis planes.

A mis 21 años creo que puedo apoyar a mi padre en la administración de la empresa.

Por ahora lo que me preocupa es la loca idea que se le ha metido a mi padre para extorsionar a William Ardley. No sé exactamente lo que quiere hacer pero me da temor que se meta en problemas por desesperación.

Era más que obvio que Ardley le diera más rendimiento a la inversión de Carlrigth que la que mi padre le ofrecía, sólo lo que se me viene a la mente para hacer es realizar un estudio de campo y ofrecer de puerta en puerta los servicios que ofrece la compañía de papá.

Es necesario hablar con mi madre y hermanos para asegurarnos que podemos recortar gastos innecesarios. Esto es la parte que más me preocupa, mi madre y hermanos siempre han vivido con solvencia económica y comprendo la desesperación de papá por evitarles un mal momento…

No comprendo por qué no los hacen responsables; por qué no les exigieron de la misma manera que a mí y los enviaron a Inglaterra a vivir bajo la pesada mano de nuestro abuelo… eso les hubiera hecho un bien… Pero ¿qué más da? Mi mayor deseo es que ahora puedan comprender que las cosas se han tornado un poco difíciles y que todos debemos poner de nuestra parte.

-Susy, cariño, es Terry

-Hola amor… ¿Todo bien?

-No es tan grave como mi padre dijo que era, pero es necesario que regrese a vivir con ellos

-¿Qué? No estoy de acuerdo…

-No se trata con estar de acuerdo o no, se trata que debo apoyar a mi padre en estos momentos que lo necesita…

-Está bien, cielo, no discutamos por nada, te he echado tanto de menos que lo último que quiero por ahora es que peleemos…

-Gracias por comprender, amor, esta noche regreso a Inglaterra para hacer unos trámites…

-¿Qué clase de trámites?

-Solicitar mi transferencia a una universidad de aquí… cuando llegue te buscaré para contarte cómo están las cosas.

-A caso ¿Escuché bien? ¿Estás diciéndome que no concluirás tus estudios aquí?... Terry

-Amor, ya lo hablaremos, por favor, ten paciencia y comprensión.

-Terry ¿Y nuestros planes?

-Susana, hablaremos en cuanto llegue… un beso

-Dime que me amas

-Susy, te amo…

-No es verdad, si lo hicieras no tendría por qué pedírtelo.

-Susy, por favor, ahora no es un buen momento.

-¿Qué insinúas?

-Nada, no insinúo nada… cielo, te amo, nos vemos en unas cuantas horas…

Susana Marlow y yo teníamos planes de trabajar en un despacho administrativo, queríamos empezar solamente con la ayuda de nuestros padres, bueno, de los de ella porque en mi casa no sabían que Susana existía en mi vida.

En cambio en la de ella, sus padres estaban muy contentos por nuestra relación…

Para mí nunca se me había presentado la oportunidad perfecta para presentarla en casa, ni con mis padres ni con mis abuelos, ya que eran de la opinión de que la mujer que presentáramos con esa nos casaríamos… una condición muy severa y a la vez comprensible.

Teníamos una relación por más de tres años y aún dudaba en establecerme con ella, parte de mi inseguridad eran sus constantes celos y su obsesión por sentirse mi dueña.

Sin esos dos pequeños defectos ella era una persona estupenda, risueña, cariñosa, muy eficiente en sus metas, muy buena hija y de principios cívicos firmes. Es bonita, elegante y hogareña; por eso he examinado todas las posibilidades de establecerme con ella…

Mi relación con mis padres es muy diferente a la de mis hermanos con ellos; cuando yo nací mi abuelo, por parte de mi padre, solicitó criarme y educarme a lo que mis padres no pusieron objeción; fui separado del seno familiar a la edad de seis años y solamente los visitaba como un perfecto extraño en los periodos vacacionales.

Mi abuelo había sido general así que la disciplina en casa siempre fue severa, en mi formación no se aceptaban los errores, los llantos, ni cualquier conducta que rompiera la armonía. Pero también fui formado en un hogar lleno de seguridad, no hacía falta nada, ni amor ni alimento, crecí como hijo único, siempre se me permitió expresar mi criterio y parecer hasta formarme en el hombre que ahora soy. Me enseñaron a meditar en las cosas a cabalidad y con la firme convicción que todo tenía una solución; por esa razón estoy en desacuerdo con lo que mi padre piensa hacer.

No creo que exista una acción tan baja como el perjurio para desprestigiar a alguien; mi padre debe comprender que William Ardley fue más astuto para ganar la firma de John Carlrigth pero existen miles de posibilidades para salir adelante.

Comprendo que mi padre esté desesperado por cuestiones financieras razón por la cual le he solicitado su aprobación para intervenir así que de ahora en adelante yo seré quien lleve los asuntos económicos de la empresa de Richard Grandchester.

Papá y yo hemos acordado en unir su experiencia y mi ímpetu, usaremos su figura de autoridad y mis ideas, me ha prometido respaldarme en todo.

Esta tarde convocará a una reunión familiar para notificarles su decisión y solicitarles el apoyo para salir adelante como la familia que somos.

En cuanto termine nuestra reunión regresaré a Inglaterra para hacer los ajustes necesarios y apoyar en lo más posible a mi familia.

-No creo que recortándome mi presupuesto se solucionen las cosas, papá

-Luisa, es necesario.

-Mamá… debe haber otra solución… yo también quiero viajar y conocer diferentes lugares… así como Marc y como nuestros primos, Elisa y Neil… Dios ¿Qué pensarán ahora que sepan que somos pobres?

-Luisa, hermana, no somos pobres… ya escuchaste a Terry, solo es un mal momento financiero… Dime papá, ¿No firmarías un contrato que nos dejaría buenas ganancias?

-Eso esperaba, hijo, pero William Ardley obtuvo la firma

-Tengo una idea…

-Habla Marc, antes que tenga que subastar mis cosas para poder subsistir… Di lo que se te ha ocurrido.

-Calma hermanita… de eso se trata, de obtener recursos…

Mi madre miró de reojo a mis dos hermanos, Marc es menor que yo por año y medio y Luisa por tres, debido al tipo de educación y a la falta de convivencia con ellos siempre los miraba como personas inmaduras e insulsas; muy parecidas a nuestros primos Neil y Elisa Leagan…

-Richard, cariño ¿Tan mal estamos?

-No, no es que estemos mal, sino que podríamos estar mejor…

-Entonces no hay por qué alarmarse

-Papá, dile la verdad…

-Eleonor, mi única preocupación es que tú y nuestros hijos vivan lo mejor posible, sin ningún problema y esto solo es pasajero, Terry me ayudará en la empresa…

-Hijo, seguramente estarás pensando que somos frívolos pero no es así, todos estamos preocupados… pondremos de nuestra parte para salir de esto en el menor tiempo posible.

-Lo sé, mamá, todos podremos salir de esto…

Como no conocía exactamente a mis hermanos no sabía si estaba siendo muy positivo al creer en ellos y pensar que apoyarían involucrándose en el trabajo de la empresa.

Mi padre nunca mencionó la evasión de impuestos y la gran multa que teníamos que cubrir; sus cuentas bancarias estaban al límite de su capacidad y ningún banco estaba dispuesto a ampliarle el crédito y él se negaba a hipotecar las propiedades.

No estábamos como para ningún tipo de derroche por mínimo que pareciera. Teníamos que ahorrar, no gastar y ser más productivos.

No podíamos retener la nómina por ningún motivo, mi padre negaba a declararse en problemas financieros y no quería prescindir de ningún empleado, tampoco podíamos hacer un despido masivo porque no teníamos para cubrir las liquidaciones… estábamos en un momento desesperante un poco difícil… más no imposible…

Lo que me impresiona es la pasividad de mi padre ante la preocupación, debo reconocer que no lo conozco así que sus reacciones son diferentes a lo que mi abuelo haría en un caso como este.


CANDY

-¡Ya llegué papá! ¿Cuál es esa buena noticia de la que me hablaste por teléfono?

Cuando papá interrumpió mi última hora de la clase de diseño me dijo que regresara a casa lo más pronto posible, que quería darme, sin demoras, una buena noticia.

Dejé las llaves en la mesa del recibidor y corrí mientras llamaba a papá, al entrar en su despacho me esperaba con una espumosa copa de champaña y mi mamá tenía una enorme sonrisa que hacía verla increíblemente hermosa.

-¡Brindemos, hija!

-¿A caso?

Sí, Candy, tu padre ha hecho negocios con Carlrigth

-Wow! ¿en verdad?

-Tú fuiste una pieza clave, hija, él optó por el logotipo que diseñaste y por la propuesta de publicidad para su empresa.

-Estoy tan feliz de haberte ayudado, papá… Brindemos por "Ardley, el diseño para tu empresa"

-Candy, mi amor, eres la luz que ilumina este hogar… estamos tan agradecidos con el cielo por darnos tan maravillosa hija.

-¡Qué hermoso, mamá! También agradezco a Dios; me ha coronado con los mejores padres del mundo.

-Tú eres el ángel de esta casa, princesa.

-Papá, déjame integrarme ya en la empresa, prometo poner todo de mi parte

-Sé que eres más que eficiente, lo único que deseo es que por ahora solo te dediques a tus estudios

-Por favor! Te lo ruego… mamá, please convéncelo… por favor, por favor…

-Will, Candy ha demostrado ser capaz, dale una oportunidad…

-Con la condición de que no descuides tus deberes ni tus estudios…

-Te lo prometo!

Mis padres son los mejores en el mundo entero, no dudaría en dar la vida por cualquiera de ellos.

Los tres somos de Londres, pero es aquí en donde se nos dio la oportunidad de crecer económicamente y establecernos… mi pequeña familia no siempre tuvo los recursos con los que ahora cuenta…

Papá trabajó desde muy pequeño en los puertos marítimos, fue huérfano y fue en la calle en donde conoció a mamá.

Él no es mi padre biológico y siempre cuenta que cuando conoció a mi madre fue el día más maravilloso de su vida.

Mamá fue una víctima más de la pobreza y de las falsas promesas de un novio, mi padre biológico, quien la dejara tras enterarse que yo venía en camino.

Mis primeros dos años de vida viví escondida en una pequeña caja de madera, en donde mamá me dejaba para irse a trabajar. No tenía a nadie que se hiciera cargo de mí. Todos los días me encomendaba a la divina providencia para que me guardara, jamás pasó por su mente separarnos y nunca fue una opción un orfelinato; dice que siempre le rogaba al cielo que al regresar de trabajar me encontrara bien.

Fue papá quien, un día, me encontró y me alimentó, creyó que se trataba de un bebé abandonado. Lo bueno fue que se esperó para saber si alguien venía por mí o me reclamaba, y así fue.

Fue gracias a papá que mamá pudo tener un mejor empleo, comenzó a trabajar en el servicio de alimentos para los pescadores, al menos teníamos un techo y comida…

Papá comenzó a cortejarla y a cuidar de mí, siempre la apoyó.

¿Cómo cambió nuestro destino? Papá había trabajado duramente durante muchos años para un hombre dueño de tres buques pesqueros quien nunca se casó y no se le conoció familia ni hijos. Cuando cayó enfermo, debido a su avanzada edad, repartió todo entre sus fieles trabajadores, entre ellos mi padre. Le dio una carta de recomendación con un buen amigo que tenía en este lado del continente y fue en ese tiempo que le pidió a mi madre que se casara con él para no dejarnos en Londres.

Papá era muy hábil dibujando y pronto se abrió camino rotulando los grandes barcos y letreros de algunos comercios… hasta que alguien le dio la oportunidad al apoyarlo con una beca para estudiar diseño; fueron temporadas difíciles y que nos unieron mucho como familia; la experiencia de vida les había enseñado a leer, escribir y a hacer cuentas pero no tenían una educación escolar, tanto mamá como papá se esforzaron mucho para lograr sus grados académicos que ahora tienen.

Tengo 20 años y estoy por concluir mi carrera en Diseño Gráfico, tenemos estabilidad económica y ahora vivimos a las afueras Nueva York, con mucho esfuerzo, esmero y dedicación nos hemos colocado dentro del negocio de la publicidad, podemos hacer desde un pequeño cartel para el restaurant más sencillo como un gran espectacular como el que pide el Señor Carlrigth… haremos toda su publicidad impresa, digital y televisiva. Papá supo en qué momento hacer uso de sus recursos heredados por su antiguo y querido jefe; quien le dio trabajo desde que era un niño.

Papá dice que es importante jamás olvidar de donde salimos para que la riqueza y la vanagloria no contaminen nuestros corazones.

Ahora me siento tan feliz por formar parte de su equipo de trabajo en una empresa que comienza a crecer tras cinco años de experiencia.

No tuve hermanos o hermanas, debido a la complicación del segundo embarazo de mamá en el cual no quedó ni la más remota posibilidad de volver a engendrar. Así que soy la única hija de William y Rose Ardley.

Mi diseño fue lo que le gustó, y me siento muy emocionada por ello. Así como le agradezco al amor de mi vida, Anthonie sus consejos y sus palabras de ánimo en todo este proceso.

-Amor… adivina

-Princesa, es… ¿tu padre ganó la licitación?

-Sí! Y estoy… aaaaaaaaaahhhhh… muy emocionada.

-Tenemos que festejar

-Sí, mis padres quieren que nos acompañes a cenar esta noche para brindar… otra vez.

-Será un placer mi amor.

Papá veía mucho de él en Anthonie, vivía con sus tíos porque también era huérfano y se había esforzado mucho por conseguir su ingreso a la universidad, él fue el primer becario de papá cuando iniciaba la empresa de publicidad.

Ha sido de gran ayuda y es de gran estima en la familia. No tenemos planes de casarnos, pero cada momento es único, es amable, atento, cordial, ameno, amoroso… bueno ¿Qué puedo decir? Es mi novio y lo amo.

Tuvimos una velada maravillosa, brindamos, reímos y bailamos, mis padres son tan joviales que no parece que hayan tenido un pasado tan difícil.

Anthonie me trajo a casa alrededor de las 12:00 a.m. y sin importar nada mi rutina de ejercicios es mi mayor disciplina. Cada día, en punto de las 6:00 a.m. llego al gimnasio. Comienzo con calentamiento e indicaciones del instructor y después tengo mi entrenamiento en nado. De ahí me voy a clases…

-Hola, Annie.

-Hola, Candy ¿Todo bien?

-Sí, ayer me tuve que ir porque papá me dio una gran noticia

-Me alegra saber que fue algo bueno, estuve un poco preocupada por ti. Te dejé mensaje en tu correo de voz

-Lo lamento, pero con la euforia de la buena noticia no he tenido tiempo, lo lamento mucho amiga.

-No te preocupes, me alegra saber que estás bien.

-Hola chicas – Las dos dirigimos la vista a la trigueña que nos saludó amablemente, Elisa nunca nos había dirigido la palabra menos un saludo.

-Hola, Elisa-Le respondimos en coro y cortésmente.

-Candy, quiero invitarte a mi casa, daremos una fiesta en honor de mi hermano Neil, también estás invitada Annie.

Miré a Annie incrédula de las palabras de Elisa y regresé la mirada –Me encantaría ir, pero por ahora no puedo.

-Aun no te digo el día y ya te estás negando.

-Lo siento, pero tengo mi tiempo comprometido.

-Será dentro de una semana, ojalá puedan hacer un espacio en sus apretadas agendas y acompañarnos.

Por un momento pensé haberla ofendido por mi negación pero su invitación siguió en pie. Annie y yo la seguimos con la mirada, ambas permanecimos en silencio y notamos cómo invitaba a algunos compañeros más a la celebración por su hermano.

Hoy me integraré a la empresa de papá de manera formal y me subordinaré a Patricia O'Brien; he tenido poco contacto con ella y lo mucho que sé es que es una persona muy exigente consigo misma y con la gente que tiene a su cargo.

-Hola, Patty

-Señor Ardley, adelante

-Gracias… ¿Cómo vamos con la publicidad de la soda dietética?

-Estamos trabajando en el proyecto para poder entregar más de tres propuestas…

-Eres muy eficiente…

-Gracias, Señor…

-Patty, ella es mi hija Candice y se integra a nuestra empresa a partir de hoy; estará todas las tardes después de clases.

-Es un gusto conocerte, Candice, la autora del diseño que ganó la firma del Señor Carlright …

-Patricia, me harás sonrojar…

-Nada de eso, bienvenida! Eres muy talentosa

-Gracias….

-Patty te la encargo mucho, es mi tesoro más valioso pero aunque sea mi hija tú eres su jefe.

-Muchas gracias por la confianza, Señor Ardley.

Patricia me entregó su confianza y pidió que le llamara Patty, me enseñó cuál sería mi área y compañeros; ella es unos tres o cuatro años mayor que yo, le calculo más o menos la edad de Anthonie.

Aquí debo portarme profesionalmente, papá lo dejó muy claro cuando mencionó que aunque sea su hija, Patty es mi jefe.

Tengo tantas ganas de poner en práctica todo lo que he aprendido y todas las ideas que tengo al escuchar las propuestas pero sé que debo conservar la calma y dejar que otros opinen primero y brindar mi apoyo y lograr la confianza de los demás. El departamento de diseño de Patty consta de cinco personas aparte de mí; y puedo sentir su desconfianza por ser la hija del dueño, así que debo ser prudente ya que mi único objetivo es ayudar en todo a mi papá, compartir sus sueños y ser parte de su prosperidad.


Hola chicas, Espero que les guste

Con cariño Sutcliff ;)