Promesas.

Por Cassiopeia Druella Black.


Disclaimer: TID no me pertenece, le pertenece a la pelirroja y brillante Cassandra Clare.


Ellos se lo habían prometido.

Habían hecho una promesa silenciosa.

Ambos cuidarían de ellos.

De Emma Carstairs y de Julian Blackthorn.

Clary estaba segura de ello, porque confiaba en ellos dos.

En Tessa y en James.

Algo en ellos dos lograba que pensara en el pasado.

Y en el nombre que había leído en ese viejo libro una vez hace mucho tiempo.

"William Herondale"

Clary no sabía porque, pero encontraba ese nombre sumamente precioso.

Y por eso, cuando años más tarde, cuando Emma y Julian ya eran adultos, y Tessa y Jem volvieron al instituto de Nueva York, se encontraron con una sorpresa.

A una Clarissa Herondale con un niño en brazos, la escena era demasiado sorprendente para ambos.

Y lo fue aún más cuando ella les dijo el nombre de su primogénito.

-Se llama Will Herondale. William James Fairchild Herondale.- dijo con una sonrisa que denotaba orgullo puro.

Y los ojos de ambos visitantes se nublaron de lágrimas al ver al niño a los ojos.

Ojos que un día, habían pertenecido al Will que ellos habían conocido hace más de un siglo.

Y ambos se quedaron en Nueva York durante años.

Para proteger al niño Herondale, al igual que habían protegido durante años a los jóvenes Carstairs y Blackthorn.