Hola gente, bueno me decidí subir una historia que había escrito en otra página hace bastante tiempo, esta editada xq no me gustaba mucho como era antes. Bueno es antes del sexto libro.

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Era viernes de noche y Harry se había pasado en el corredor del 4to piso desde hace 4 horas, pero no pensaba levantarse de ahí, tenía que ser visto…. Mcgonagall o Snape lo encontraría algún rato, eran las dos de la mañana, pero podía pasarse hasta las 6. Recordó rápidamente aquella noche en la que por ir a dejar a Norberto lo castigaron y le quitaron puntos. Esta vez le interesaba el castigo.

Hace 2 semanas que empezó todo, hace dos semanas que Dumbledore les entregó a Mcgonagall y a Snape unos sobres, unos sobres que Harry había visto en la casa de los Weasley. Sobres que probablemente contenían algo importante, algo que él necesitaba saber.

Dumbledore parecía demasiado ocupado, nunca lo encontraba en su despacho y al parecer el resto de los profesores se habían puesto de acuerdo en ignorarle. Tenía que encontrar alguna manera de entrar en sus despachos. El castigo sería una buena escusa, aunque dudaba que los sobres estuvieran a la vista de alguien.

Empezó a hacer de todo para que le castiguen, pero por alguna razón nada le funcionaba, una vez incluso tiró bombas fétidas, pero justo pasó Peeves y lo culparon a él. Pero esta vez tenía que funcionar en algún momento pasaría Snape hacia su despacho lo vería y lo castigaría o al menos eso quería Harry.

Pasada una media hora, se oyeron pasos en la distancia, eran demasiado débiles para ser los de Snape¿entonces quien era, de la oscuridad se empezó a vislumbrar una sombra, parecía una chica.

-Hermione!-dijo al fin, sorprendido.

-Harry¿Qué haces aquí a estas horas?- tomó aire- No me digas que, ay no, otra vez estabas en eso del castigo.

-Yo…

-Yo termino de hacer los deberes y te encuentro aquí, para tu información Harry por encontrar a un estudiante solo en la oscuridad no lo castigan, solo lo cuestionan y le quitan puntos.

-Por lo menos, déjame intentarlo, ya estoy harto! No sabes como es querer saber algo y que nadie te explique nada!- le reclamó Harry. – Déjame por lo menos lo intentaré.

-YA NI NOS HABLAS POR ESTA ESTUPIDEZ!- gritó la chica.-Lo único que te interesa es ese castigo.

Y sin quererlo Harry pronto le reveló la profecía y que uno tendría que morir a manos de otro. Harry notó que Hermione estaba pálida.

Cuando de repente se oyeron unos pasos era Snape.

- Hermione vete- dijo Harry sin pensarlo - si me quitan puntos será sólo a mí. Cada vez Snape estaba más cerca.

Y sin saber que pasaba Hermione lo besó, Harry no entendía el porque, pero en ese momento tampoco le interesaba.

Pero no duro mucho Snape gritó: Castigados!- Esperen aquí que iré a hablar con la profesora Mcgonagall.

Era un silencio incomodo, pero Hermione habló: Leí en Historia de Hogwarts que te castigaban por besarte en los pasillos, regla tonta según yo, ahora ve y encuentra el sobre. Y cuando Harry la miró a los ojos ella se sonrojó y antes de que pudiera gesticular palabra alguna llegó Snape con Mcgonagall.

-Así que besándose en los pasillos Potter, usted y la sangre sucia, debí imaginarlo.-

Harry quería responder, pero se contuvo, quería que lo castigaran no que lo expulsaran.

-Les he dado a los elfos domésticos una semana de vacaciones, tiene que venir todas las noches a fregar los calderos-