Abrio un poco los ojos, se sentia muy aturdida y no recordava donde estava, entonces se dio cuenta de que estava en la sala comun, se hacia quedado dormida despues de la batalla, lo recordo todo, la huida, la busqueda, el regreso, la batalla, el beso…

Abrió un poco los ojos, se sentía muy aturdida y no recordaba donde estaba, entonces se dio cuenta de que estaba en la sala común, se hacia quedado dormida después de la batalla, lo recordó todo, la huida, la búsqueda, el regreso, la batalla, el beso…

Enrojeció mucho al recordar aquello, no sabia como lo había podido hacer eso, pero él le hacia correspondido. Se miro en el espejeo de la sala, tenia el pelo mas amarañado que nunca y manchado de sangre que no sabia si era suya o de quien. La cara también estaba manchada de sangre y llena de cortes y estaba bastante delgada. Tenia los ojos rojos e hinchados y reflejaban tristeza, mucha tristeza. Estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que un chico de pelo negro y ojos verdes había entrado en la sala, el también estaba lleno de cortes y parecía que llevaba bastante tiempo escapando de algo o de alguien, solamente se dio cuenta cuando le hablo:

- Hermione.

- Hola, Harry.

- Como estas?

- Pst, feliz, pero…

- Si lo entiendo…oye ¿has hablado con Ron?

- No mucho, esta abajo con su familia, ves con él.

- No, no es el mejor momento.

- Y ¿cuando será?

- No lo sé, cuando todo se haya tranquilizado un poco.

- Hermione, tú eres como una hermana para mí, así que te voy a decir la verdad, el te quiere mucho, y lo que el ahora necesita es a ti.

Antes de que pudiese contestar, entraron unos chicos a la sala, todos llenos de cortes y sangre, la primera era una chica rubia de ojos grises, que parecía estar muy contenta pese a las millones de bajas que habían sufrido, seguida de un chico de pelo castaño, que parecía estar muy orgulloso de el mismo, una chica pelirroja con ojos castaños a la cual le brillaron los ojos al ver a Harry y por ultimo un chico pelirrojo con los ajos azules, iba con la cabeza gacha y no podía verle muy bien la cara pero parecía estar muy triste. A Hermione le dio un vuelco al ver al chico, en especial al verlo tan triste. Cada uno se sentó en un sillón. Al principio se hizo un silencio incomodo, que rompió la rubia:

- Bueno…¿ ahora que vais a hacer? ¿Neville?

- Ni idea… ¿Ginny?

- Supongo que acabar el colegio. ¿Luna?

- Reconstruir mi casa ¿Harry?

- Ni idea ¿Hermione?

- Buscar a mis padres ¿Ron? – dijo un poco incomoda ya que sabia que los otros habían echo un complot para que le tocase a ella preguntar.

- …

- ¿Ron?

- No lo sé –dijo sin siquiera levantar la cabeza- pero tengo unas cuantas cosas en la cabeza.

- Harry, me acompañas un segundo. – le pregunto Ginny poniendo carita de ternero degollado.

- Vale. – le respondió Harry casi cayéndosele la baba.

- Neville, McGonagall quiere hablar con nosotros. – dijo Luna levantándose detrás de los otros dos.

- De acuerdo, asta luego chicos. – Neville se despidió con la mano y la siguió.

Hermione, con horror, observo como sus "amigos" la dejaban a solas con Ron. Después de unos segundos de un silencio incomodo, Hermione vio como una lagrima se deslizaba por la cara de él.

- Ron – dijo mientras se levantaba i se sentaba a su lado – ¿estas bien?

- ¡No lo estoy! – grito pero al ver que Hermione se había echado hacia tras se tranquilizo – perdona no te quería asustar. Pero no sé que hacer, es que aun no me lo creo…

- Nadie se lo cree…

Se hizo un incomodo silencio, en el que Ron empezó a llorar de forma incontrolada, Hermione ahora si que no sabia que hacer, eso si que no se lo esperaba, así que izo lo primero que se lo ocurrió que fue abrazarlo, Hermione estuvo a si unas horas abrazándolo i dándole consuelo en silencio.

- Gracias… No se que haría sin ti.

- Tranquilo no pasa nada, sé que no soy nadie para decirte esto, pero… tienes que superarlo y vivir tu vida, por lo que conozco a Fred se que es lo que hubiese querido.

- Tienes razón, por cierto, ¿tu como estas? – Ron pareció que iba a sonreír pero no lo logro.

- Mejor que tu seguro. – dijo dedicándole una medio sonrisa y mirando al frente

- ¿Que vas a hacer a partir de ahora? – le pregunto Ron al cabo d un rato.

- Primero buscar a mis padres, después la vida seguirá su curso

- Te acompaño. –dijo de repente Ron.

Hermione desconcertada pregunto - ¿Adonde?

- A buscar a tus padres. – respondió el pelirrojo como si fuera la cosa mas obvia del mundo

- No Ron, tu té quedas aquí con los tuyo, ellos son los que te necesitan. Ahora tenéis que permanecer unidos. Sobretodo con George.

- Lo sé. ¿Tu crees que George, cierre la tienda?

- No lo se, ¿por? – dijo mirandole con cara de desconcierto

- Por nada – dijo mientras enrojecía, Hermione le puso cara de "eso no te lo crees ni tu" pero en el fondo no podía pensar en nada mas en que Ron era adorable cuando se ruborizaba - Me gustaría trabajar en ella.

- Lo encuentro muy bien vamos a preguntárselo – dijo Hermione poniéndose de pie de un salto, estaba muy feliz ahora que volvía a ver a su amor sonreír de nuevo.

Bajaron asta el Gran Comedor donde se encontraban la familia Weasley. Ron se adelanto y vio que se llevaba a George a un lado. No podía apartar los ojos de él… algo le paso por l cabeza, una frase… "es que es ahora o nunca, ¿no?" ¿Por que dijo eso?. Pero unos golpecitos en el hombro hizo que se girara, era Draco Malfoy.

- Oye, muchas gracias por haberme salvado antes. – tenia la cara cubierta de corte y ni siquiera la miraba a los ojos, como si de verdad estuviese arrepentido.

- Todos nos equivocamos. – Dijo antes de que el rubio volviera con sus padres.

- Hermione, ¿qué hacías con Malfoy? – pregunto Ginny.

- Nada – cuando se giro vio que Ginny y Harry venían cogidos de la mano, cosa que hizo que no pudiera reprimir una sonrisa y darles una mira significativa.

- HERMIONE, HERMIONE, A DICHO QUE SI – Ron casi la arrolla del abrazo que le dio dándole un beso en la mejilla.

- Muchas felicidades – dijo, puesto que el pelirrojo llevaba una sonrisa pintada en la cara.

Noto el aliento del pelirrojo sobre su piel, la zona donde le había dado el beso ardiendo, ese olor tan peculiar en su pelo, y cuando se separaron, pudo ver esos ojos azules que tanto le gustaban, tuvo que girar la cara para vencer a la tentación, aun no era el momento…