Disclaimer: personajes y tramas reconocibles no me pertenecen. No copyright infringement intended.

Este fic participa en el Reto Especial de Aniversario "Parejas al azar" del foro The Vampire Diaries: Dangerous Liaisons.


Imanes Opuestos

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—¿Cómo sabes que ha sido Nik?

Tyler aprisionaba a Rebekah contra la pared de la parte trasera de un bar. La había rastreado y la encontró en una ciudad entre Nueva Orleans y Mystic Falls. La tenía agarrada fuertemente por los brazos y apenas le dejaba espacio para respirar. Pero ella no parecía demasiado asustada, sino más bien algo divertida.

—Rebekah… —gruñó fuera de sus casillas, por lo que ella esbozó una sonrisa cínica—. Lo que me ha atacado era híbrido, Klaus es quien nos crea. Además, ambos sabemos que tu hermano me apreciaría más muerto.

Ella pestañeó poniéndose seria. Estaba cansada de la violencia de Nik.

—Sólo tienes que decirle que deje de atentar contra mí —al ver que ella abría la boca para discutir, él se adelantó—. Si no lo haces por las buenas tendrás que arrastrarte hasta él con un mordisco de híbrido en el cuello. No creo que Klaus prefiera matarme a que yo te deje continuar con vida.

Tenía que reconocer que era valiente, y sí… también fuerte, era un híbrido. Pero en cualquier caso, ella era una Original, la única posibilidad de atacarla era por la espalda. Pero le pareció divertida la osadía del híbrido.

—¿Crees que podrías conseguir morderme? —susurró Rebekah con sarcasmo.

Tyler, llevado por sus instintos, tomó la voz ronca de Rebekah como… una insinuación. Inconscientemente se acercó más a ella hasta que el pecho de ella chocó contra su torso. Ella continuaba con una mirada insolente, pero Tyler ya no se percataba de ello, no era capaz de pensar en nada. Parecía que el labio inferior de Rebekah lo hubiera hipnotizado, porque no podía dejar de mirarlo.

—No, no creo que fuera capaz —musitó el híbrido con el ceño fruncido.

Llevó su mano, la que hacía unos segundos apretaba el brazo de la Original, y acarició levemente el cabello rubio con su palma, por un segundo. Él no podía comprenderlo pero su propio rostro se inclinó hacia la boca de Rebekah. Ella entreabrió los labios inconscientemente, en lo que parecía una invitación, y respiró agitadamente, afectada por su cercanía. Sus alientos se mezclaban y sus labios casi se tocaban, pero entonces parecieron despertar.

—¿Qué estás…? —le empujó Rebekah y Tyler se alejó de ella rascándose la cabeza. Ambos miraban al suelo avergonzados, recomponiéndose tras haber perdido el control de sus cuerpos.

—Habla con Klaus —musitó Tyler, y desapareció.