Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer salvo los que yo invente para la historia. La historia es mia.
Tenían el romance perfecto, ambos eran felices en su burbuja. Bella estaba feliz, segura del amor que Edward sentía por ella, pero algo la hizo dudar. ¿Conseguirá Edward ganarse su confianza de nuevo? ¿Aún cuando incluso él esté sufriendo?
Capítulo 1
Se había preparado mentalmente durante mucho tiempo para ese momento, ella sabía lo que quería, a quien quería y estaba dispuesta a todo si con eso lo tenía asegurado para siempre.
Los días previos a la fecha lo había notado igual que cada día, despertando a su lado con una sonrisa, compartiendo el cuarto de baño por las mañanas así como también disfrutar hacer el desayuno juntos para después verlo partir a su trabajo. Nada parecía estar alterado en su entorno, no sabe cómo no lo vio venir.
—Eres muy bonita.— le dijo una niña que se encontraba sentada a su lado comiendo una paleta de caramelo. Bella le sonrió, sin saber qué responderle, no podía decirle ni "gracias" siquiera porque aunque llevara puesto un vestido de novia en plena terminal de autobús no se sentía para nada bonita.
No tenía dinero para un boleto de autobús, tampoco tenía bien definido a dónde iría sólo quería alejarse de ese lugar en el que creyó que alguna vez sería feliz.
Conteniendo el llanto vio como la niña iba con su madre y ambas subían al autobús que acababa de llegar. Se preguntó a sí misma cuánto tiempo llevaría sentada allí, no quería ser encontrada por lo que debía pensar en algo rápido, más aún con un vestido puesto.
—Mejor no ensuciar el vestido.— levantó la mirada y aceptó el pañuelo que la desconocida le ofrecía. Esbozó apenas una sonrisa por el gesto.
—Gracias.— se secó las lágrimas del llanto que no se había percatado y trató de recomponerse.
—Sé que tal vez no sea de gran ayuda, pero estar aquí me parece algo descuidado de tu parte. ¿A dónde pensabas ir?
Bella miró a la desconocida, su cabello rubio estaba recogido en una coleta alta con varios mechones sueltos y sus ojos eran claros, la forma en la que estaba vestida le dio a Bella un indicio de que tal vez la desconocida también estuviera huyendo.
—No lo sé, no tengo dinero encima…
—Me imagino.— la rubio dirigió su mirada hacia otro punto alejado de ellas y volvió a dirigirse a Bella— Me llamo Rosalie. Ese niño de allá es mi hijo, Tayler, puedes acompañarnos si quieres.
—Isabella, Bella— respondió— No quiero ser molestia, ya se me ocurrirá algo, gracias.
—No serías problema, en serio. Bella, me gustaría ayudarte, sé lo que es andar con el corazón roto.
—¿A dónde se dirigen?
—Oh no, acabamos de regresar. Hemos ido a casa de mi madre unos días. Además, este es un consejo— aclaró— creo que lo mejor que puedes hacer es quedarte. Dudo que te encuentren de todas formas, y si tienes alguien a quien llamar mejor mantenerte aquí.
—Diablos.— Bella cubrió su rostro con ambas manos— No he planeado bien esto.
—Linda, ni siquiera lo has pensado.— Rosalie le sonrió y acarició su espalda. Se quedó con ella consolándola un momento hasta que Bella accedió ir con ellos.
Rosalie vivía en un pequeño departamento en el centro de la ciudad, el sofá se hacía cama por lo que podía dormir allí, cosa que fue lo primero que hizo luego de que Rose le mostrara la casa y le explicara a su hijo que una desconocida iba a quedarse con ellos y le ofreciera una taza de té.
—Papá puede molestarse—susurró el pequeño Tayler, Bella apenas llegó a escucharlo cuando cayó dormida.
Soñó nuevamente con él. Llevaba teniendo ese sueño hace bastante tiempo, era tan repetido que se había aburrido de vivir lo mismo inconscientemente una y otra vez. Sólo que esta vez, algo cambió. No solo era él. Una cabellera rubia llamaba la atención y ella la conocía muy bien, aunque no llegó a ver su rostro sabía que la había visto antes.
Despertó sobresaltada, las luces del departamento estaban apagadas y las cortinas que cubrían la ventana le hizo saber que era de noche, tal vez incluso era de madrugada.
El pecho le dolía, el nudo en la garganta parecía ser más fuerte que ella, se sentía atada en angustia. ¿Había hecho bien en escapar? ¿Volvería a ser feliz? Claramente que sí, ella siempre creyó que la felicidad no depende de un hombre ni de nadie. Solo que en esos momentos sentía que aquello tal vez no fuera posible.
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Hola! Se que es corto, pero espero que les haya gustado. No tengo bien definido de cuántos capítulos tendrá la historia aún, sólo sé que no serán tan largos. Déjenme un review comentándome qué les pareció y si tienen algún comentario y/o sugerencia, son bienvenidos!
En mi perfil de fanfiction tengo el link de mi grupo de facebook donde subo imágenes y adelantos de la historia, pueden unirse si quieren! Sin más que decir, nos leemos en el próximo capítulo.
