¡Hola a todos! :D Esta vez traigo un fic Uk x Fem!Us. Hace bastante tiempo que quería escribir una historia relacionado con ellos dos y bueno, al fin me vino la inspiración y las ideas. Espero les guste. Lo pensé lo mejor posible, lo mejor que me puede permitir mi cerebro medio dañado (?).

Bueno, sin más bla bla los dejo con el capítulo.

Hetalia no me pertenece, desgraciadamente.

¡Aquí va!


Siempre vieron a su padre como el ser más maravilloso. A su madre, como una de las mejores.

Crecieron junto a las sonrisas de ambos, padre y madre, quienes con esfuerzos sobrenaturales intentaban hacerlos felices. Ese era el propósito que los progenitores compartían.

Nunca los vieron tristes ni apenados, siempre se mostraron alegres junto a sus dos hijos. Emily y Alfred crecieron llenos de cariño, sin mucho dinero, pero llenos de amor.

Para ambos, su padre era un ejemplo a seguir. Siempre bondadoso y amable. Un hombre decidido y que siempre entregaba una sonrisa, la cual, se vieron obligados a dejar de ver. Y no fue solo aquello lo que les arrebató el destino y cierta decisión, sino que nunca más los vieron a ver, ni Alfred, ni Emily, a sus padres.

Fue de esa forma que tuvieron que comenzar a vivir con rostros nuevos el día a día, en un país que no conocían, con personas de distinta cultura y carácter. Así fue como comenzó lo que los hermanos llamaron ''mala suerte'': La llegada a la mansión Kirkland.

Ambos hermanos se hallaban fuera de la mansión frente al gran portón, el cual les daría acceso al jardín y luego a la ya mencionada vivienda. Aquel era inmenso y tenía decoración en forma de flor, la cual estaba muy bien forjada.

El hermano mayor, Alfred, tomó la mano de su hermana pequeña, Emily, quien parecía no estar lista para el gran cambio que les esperaba una vez atravesaran la puerta.- ¿Lista?- le preguntó con una sonrisa, pero lo único que obtuvo como respuesta fue la rotunda negación de su hermana.

-No quiero entrar-

-Vamos Emy, hazlo por nuestro padre- Mala idea la de Alfred darle aquella razón.

-¿Él, quien me envió aquí?- preguntó mirando directo al suelo, con cierta frialdad- No gracias.

-Sabes que si no hacemos esto no tendremos de qué vivir, ¡Por favor!. Si no quieres hacerlo por mi padre, hazlo por mí- y se quedó mirándola, por si conseguía respuesta, pero la chica no podía dejar de pensar en la discusión que había tenido con su padre y la manera en que había terminado…

-Emily, sabes que quiero lo mejor para ti y para Alfred…-

-¡Entonces déjanos aquí!-

-Si se quedan conmigo no vivirán. Ya no tenemos dinero, todo fue destruido, y lo único que quiero es que sigan vivos y estén seguros. Por eso, deben partir…-

-¡No no! ¡Me quedaré!-

-Querido, deberías contarle la verdad- quiso intervenir la madre.

-¿Verdad sobre qué?- preguntó Emily mirando algo molesta a su padre.

-Está bien…-

Un joven de cabello rubio algo nítido, peinado hacia atrás, y ojos celestes, los cuales al verlos se podía notar claramente que aquel que los poseía era alguien decidido, correcto y frío, fue quien los recibió con una reverencia y les dio paso para que se adentraran a la mansión.

Un largo camino los unía a ambos, a la residencia y al portón, pues en aquella zona se hacía ver lo que era el jardín. Un gran, enorme y bello jardín. Bien adornado con piletas de distintos tamaños, rosas rojas y de otros colores. Todo estaba muy bien cuidado e inspiraba aire de realeza. Alfred observaba todo con curiosidad, mientras que Emily mantenía sus ojos clavados al suelo, mirando como sus pies daban el paso a paso que cada vez acortaba más el camino y la acercaban a su destino no deseado.

Desde siempre han sabido que somos pobres, y a nadie le gusta ese estilo de vida. Aunque siempre se han criado de esa forma considero que no es justo para ustedes. Junto a tu madre hicimos todo lo posible por cambiarlo, pero todos los trabajos nos fueron negados y no teníamos un peso. Un tiempo después nos llegó la segunda bendición. Tú Emily, y no podía permitir que mis dos hijos no tuvieran qué comer…

- Hermano, ahí viene Ludwig- comentó algo animado en una especie de susurro, habiendo corrido la cortina para mirar a través de la ventana, uno de los hermanos de cabello castaño, el cual en aquella zona tenía un rulo misterioso que no se bajaba por nada del mundo.

-Tsk, qué molestos…- Se quejó el hermano mayor, el cual de mala gana fue hasta el portón de la mansión para tomar la manilla del lado izquierdo, mientras que su hermano, siempre con ánimo, tomó la del lado derecho.- Vamos, anímate- le dijo Veneciano, a lo que sólo recibió un suspiro molesto por parte de su hermano ante su petición.

-¿Ya están aquí?-Apareció de la nada, preguntando entre ansioso y malévolo, cierto personaje el cual sus rasgos físicos eran particulares. Ojos de un rojo muy fuerte y cabello plateado.

-¡Así es~!- Respondió el menor de los otros hermanos.

Por eso, tuve que tomar una decisión. Una que quizás no les guste saber, pero ténganlo por seguro que fue por el bien de ustedes…

Emily, sujeta a la mano de su hermano, con su vestido negro el cual, si bien no tenía mucho adornos y estaba algo desteñido y sucio, estaba ''diseñado'' a su manera, pues no tenía mangas, porque se las había arrancado, y el largo le llegaba hasta un poco más arriba de la rodilla porque lo había cortado. Alfred, quien vestía unos simples pantalones negros, los cuales le quedaban algo pequeños, junto con una simple camisa la cual llevaba suspensores, dio un apretón a la mano contraria antes de que las puertas se abrieran.

Tuve que…

Provino un sonido fuerte.

Robar…

Y las puertas se abrieron…


Y... ¿Qué tal? ¿Bien, mal? Me gustaría recibir reviews para saber si debo o no subir el segundo cap. Quizás haya sido medio latero pero después se pondrá bueno, lo aseguro.

Espero les haya gustado, Bye :D