N/A: ¡Hola! Bienvenidos a un nuevo fanfiction Laylor. Espero vuestra opinión al respecto de esta historia.

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SINOPSIS

Como por arte de magia un viaje de trabajo a Londres se convierte en el mejor aliado para Laura Prepon y Taylor Schilling. Ambas fueron novias por cuatro años pero desde hace dos años su relación se terminó. Ahora ambas son buenas amigas y compañeras de trabajo en la misma serie de televisión.

Actualmente, y desde hace siete meses, Laura está embarazada mediante inseminación in vitro y espera un barón.

¿Qué sucederá entre Taylor y Laura durante su estancia en Londres ahora que ambas están solteras? La promoción de la serie les llevará a convivir veinticuatro horas diarias durante dos semanas... ¿Recordaran todos los momentos maravillosos que compartieron juntas cuando vivían en la misma casa siendo felices en pareja durante cuatro años?

Capítulo 01:"Algunos detalles siempre permanecen".

Londres, primer día...

Después de ir al dormitorio en busca de las golosinas que tenía en el bolso, Taylor regresó a al salón. Allí estaban Laura y Natasha sentadas en el sofá. Schilling caminó hasta ellas y se sentó dónde estaba anteriormente, es decir, junto a Laura.

— ¿El bebé se mueve mucho? —quiso saber Natasha mientras abría la bolsa de golosinas que arrebató de entre las manos de Taylor después de que esta última no pudiese deshacer el nudo de dicha bolsa.

—Sí —respondió Laura con una sonrisa—. A veces se pone travieso y no deja de dar patadas por un buen rato.

—Ya quiere salir —dijo Taylor con una amplia sonrisa mientras acariciaba de manera tierna e inocente la panza de Laura por tercera vez en menos de una hora. Taylor no podía evitar acariciar las barrigas de las embrazadas, y mucho menos si se trataba de la de Laura.

—Estoy deseando salir de cuentas, cada vez se me está haciendo más pesado el embarazo.

—Todavía quedan dos meses para que eso suceda, así que ten paciencia Prepon —dijo Natasha quien después de abrir la bolsa les ofrecía golosinas a Taylor y Laura.

—Por cierto Natasha... ¿Vas a hacerle a Yael la proposición esta misma noche? —Preguntó Taylor.

—Creo que sí —respondió—. Estoy nerviosa pero creo que no esperaré más y hoy mismo le preguntaré que si quiere ser mi pareja.

—Te advierto de algo... —dijo Laura con un tono de voz autoritario después de masticar y tragarse una golosina—, quiero información después de tu conversación de esta noche con Yael.

—De acuerdo, pero si esta noche escuchas gemidos...date por informada —dijo Natasha quien guiñó un ojo de forma picara—. Y al respecto sobre eso, quería pediros un favor. Bueno, más bien tengo una pregunta para ambas...

— ¿Qué pasa? —preguntó Laura.

— ¿Hay algún problema en que esta noche ustedes dos compartan dormitorio? —Preguntó Natasha—. Sé que a mí me tocaba compartir dormitorio contigo Laura... Pero es que hace mucho tiempo que no veo a Yael y estoy impaciente por estar con ella.

Laura miró a Taylor.

—No hay problema, por mi está bien —dijo Laura—. Pero no sé si Tay tendrá problemas para conciliar el sueño a mi lado debido a las grandes dimensiones de mi panza y de lo mucho que me muevo... —dijo Laura entre risas mientras se acariciaba la barriga de siete meses de embarazo.

—Por mi perfecto. No tengo ningún problema —dijo Taylor.

— ¡Gracias chicas! —Dijo una feliz Natasha— Voy a cambiar mi maleta al otro dormitorio —dijo justo antes de desaparecer a lo lejos del pasillo.

La organización de la serie de OITNB asignó una amplia casa dúplex en Londres al reparto de actrices que promocionaban la serie. El dúplex contaba con tres dormitorios los cuales tenían dos camas sumando así un total de seis camas. Ninguna de las seis actrices puso inconveniente por tener que compartir cama ni dormitorio ya que el grupo de actrices Laura Prepon, Taylor Schilling, Natasha Lyonne, Yael Stone, Uzo Aduba y Danielle Brooks se llevaban tan bien entre sí que se consideraban como parte de una gran familia.

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Eran las once de la noche de ese mismo día y el vuelo de Yael se retrasó. Mientras eso sucedía, Natasha se desesperaba por momentos debido a que ya se había hecho a la idea de recibirla horas antes.

Ahora las únicas personas que estaban despiertas eran Natasha y Taylor.

—Por favor Taylor, mira sí Yael se puso en contacto contigo —pidió Natasha después de ir al salón donde estaba Taylor viendo la televisión—. Hace más de hora y media que debía estar aquí y ni siquiera ha dado señales para informar el motivo de su retraso.

Con esta, era la tercera vez que Natasha había pedido lo mismo en menos de veinte minutos.

—Te lo dije la primera y la segunda vez, pero te lo repito nuevamente... —explicó Taylor— Tal vez Yael tenga el teléfono descargado, ten paciencia. Seguro que su vuelo se retrasó y no ha podido avisar.

Natasha se sentó en el mismo sofá donde estaba Schilling.

—Taylor... ¿Puedes responderme a algo? —dijo creando intriga.

—Sí, claro.

— ¿Habló en chino y por eso no haces lo que te pido?

Taylor no tardó en percatarse de que Natasha estaba ironizando y al fulminó con la mirada.

— ¿¡En serio!? —dijo suspirando profundamente.

— ¿Hablo en chino sí o no? —insistió Natasha.

—No —respondió Taylor de mala gana ante el insistente tono irónico de su amiga.

—Entonces, por favor, consulta tu teléfono y dime si Yael te escribió o te llamó. Además —dijo adoptando un dramático tono de voz—. Ten en cuenta que si tú estuvieras en mi situación y Laura fuese la implicada, seguro me pedirías ayuda y sin dudarlo yo te ayudaría.

Taylor se mordió el labio inferior mientras negaba con la cabeza ante la agilidad que tenía Natasha para hacer sentir culpable a las personas.

— ¡Está bien! Voy a buscar mi teléfono y regreso.

— ¡Te quiero rubia! —dijo con una amplia sonrisa mientras seguía a Taylor con la mirada mientras esta última desaparecía por el pasillo de la casa.

Taylor entró en el oscuro dormitorio en busca de su teléfono pero de inmediato se percató de que Laura dormía. En silencio, Schilling, avanzó hasta la mesilla de noche que había junto a la cama y cogió su teléfono.

Después de contemplar por unos segundos a Laura mientras dormía, para Taylor, fue inevitable acordarse de algunos de los momentos que vivió con Laura cuando esta última era su novia.

Cuando ellas eran pareja, Taylor siempre le deseaba a Laura las buenas noches añadiendo un cariño, esas palabras siempre iba acompañadas de un tierno beso en la cabeza de Prepon. Y daba igual si Laura ya estaba dormida, en voz baja Taylor le deseaba las buenas noches aun sabiendo que no la escuchaba, y depositaba un tierno beso en la cabeza de Laura.

Taylor abandonó todos los pensamientos bonitos que por un instante inundaron su cabeza y luego decidió salir del dormitorio no sin antes hacer lo que tanto deseaba en ese preciso momento...

Con sumo cuidado y en silencio, caminó hasta la cama por el lado donde estaba acostada Laura.

—Buenas noches cariño.

Dijo Taylor para acto seguido inclinarse y depositar un tierno beso en la cabeza de Laura. Finalmente se incorporó y en silencio abandonó el dormitorio.

01:15.h. De esa misma noche.

Mientras Taylor comía pipas en la terraza del dúplex, alguien se acercó a ella por su espalda y con las manos le tapó los ojos. De inmediato Taylor alzó ambos brazos y llevó las manos hasta la cabeza de la misteriosa persona para tocar su cabello y luego olerse las manos.

—Eres Laura —dijo sin duda alguna a tiempo que dibujaba en sus labios una sonrisa.

— ¡Mierda! —Exclamó Laura después de destapar los ojos de Taylor. Luego se sentó a su lado— ¿En serio lo has adivinado de esa forma?

Taylor sonreía ante la incredulidad de Laura.

—Todavía me acuerdo del olor de tu champú preferido. Por cierto, gracias por seguir utilizando, eso me ha sido de gran ayuda ahora mismo —dijo burlándose de ella.

—Muy graciosa —ironizó Laura.

— ¿No puedes dormir? —preguntó ofreciéndole el paquete de pipas que sujetaba en una de sus manos.

Laura abrió la palma de su mano y esperó a que Taylor depositara un puñado de pipas.

—No puedo, y veo que tú tampoco. ¿A qué se debe? —quiso saber Laura mientras con la ayuda de los dientes y los dedos pelaba las pipas y tiraba las cascaras al interior de una bolsa de plástico que tenía Taylor.

—No sé, demasiadas emociones. Tenía muchas ganas de que llegase junio para el estreno de la quinta temporada y ese día por fin llegó —se inventó Taylor sobre la marcha para mantener en secreto el verdadero motivo de su insomnio.

—Hace tres meses que finalizaron las grabaciones de la serie y extrañaba esto de estar todas juntas como una gran familia —admitió Laura.

—Cierto, y gracias a este viaje podemos volver a pasar muchos ratos maravillosos.

Hubo un breve, y cómodo, silencio en el que ambas se limitaron a comer pipas.

—Por cierto —Prosiguió Taylor rompiendo el silencio—. ¿Se puede saber por qué no puedes dormir? —Preguntó para seguidamente llevar su mano hasta la barriga de Laura y acariciarla delicadamente— ¿El bebé tiene ganas de jugar? —preguntó con una tierna sonrisa.

Laura adoraba cada momento en el que Taylor le acariciaba la barriga con tanto cariño. Desde que está embarazada todo el mundo le acaricia la barriga, pero Taylor lo hacía de manera única y especial.

—Sí, parece que el bebé no quiere que su madre descanse...

Dijo Laura quien también mintió ocultando el verdadero motivo que la mantenía despierta.

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N/A: Gracias por leer el capítulo, os espero en el siguiente.