Disclaimer: You already know. La trama mía, blehbleh, las muchachas a Steph, blehbleh.

Claim: Alice/Bella.

Advertencias: Femslash

Notas: This goes to my beautiful wife, Sopheeee, 'cuz I love her. Además, vos me lo pediste hace boooooocha, y recién ahora te lo tengo listo. Amame, Sop, amame xD Hope you like it (: Trozo de la canción Sands Of Timede Edguy.

-

-


Sands Of Time


`But, have you see the sands of time?
Every day is a moment in past
Every heartbeat a step to my last
I won't survive´

-

Cuando la vio allí en el centro del vestíbulo, hermosa, pálida e inmóvil, con los ojos negros como el carbón mirándola fijamente, todo su mundo se vino abajo. Se desmoronó y le pareció estar flotando en el aire para luego bajar abruptamente, mientras la sangre se le agolpaba violentamente en el rostro.

Todas las emociones le invadieron al mismo tiempo, formando aquel torbellino que no sentía hace tiempo. Alivio, confusión, sorpresa, alegría. Cariño, mucho más cariño del habitual. Todo era un caos, una confusión, muchas coas al mismo tiempo.

No supo qué hacer primero: si respirar, gritar de la alegría, abrazarla o desmayarse. Se decidió a arrojarse sobre ella, abrazarla siendo consciente de que no le haría daño en absoluto.

— ¡Alice!, ¡Oh, Alice! —gimoteó, alegre, contra su cuerpo, amoldando instintivamente su cuerpo al de ella, adaptando cada curva a las suyas de granito.

Le recorrió una ola de ansiedad por todo el cuerpo mientras la abrazaba fuertemente y le oía decir su nombre. Oh, le resultaba tan reconfortante oír su nombre de aquella voz melodiosa, oler aquel aroma delicioso que no tenía nombre, no tenía clasificación, y que era perfecto para ella (y comenzaba a creer, difícilmente, que podía superar el de él).

No supo bien cuando la ansiedad se transformó en desesperación, pero sus hormonas humanas claramente actuaron antes de que su cerebro diera la orden y sus manos ya se encontraban recorriendo el cuello frío y rígido de la inmortal.

Y la besó. Torpemente, con miedo y demasiado apuro.

Algo explotó dentro de ella cuando se percató de que sorpresivamente Alice correspondía. Algo que le hacía dejar de doler el pecho y a la vez la hundía más, porque los labios de ella se movían exactamente igual que los de él, con cuidado, tranquilidad y precaución, porque sentía en los labios de ella y en su respiración, que a cada segundo la vida de Bella corría mayor riesgo.

Pero a la humana no le interesó. No le preocupaba, siempre y cuando aquello le mantuviera un paso más cerca de él, de su recuerdo y su familia.