Disclaimer: Naruto no es mío, y nunca lo será, aún así lo pida en deseo a cuánta estrella fugaz cruce el cielo. Le pertenece a Masashi Kishimoto, y yo solo lo pido prestado porque sí.
Reto
La Hyūga camina lentamente, con su clara mirada puesta en el blanco suelo del pasillo hacia la salida de la escuela. No puede dejar de sentirse contenta por la llegada de las vacaciones de invierno, lo cual significa que su cumpleaños también está cerca.
Sonríe y recuerda su propósito de año nuevo, con el que prometió confesar sus sentimientos a esa persona especial, a la que lleva conociendo casi toda su vida. Camina más rápido, emocionada, pero se detiene al escuchar una estridente voz gritándole a alguien.
Quizás a ella.
Quizás a alguien más.
Se pone roja, su cuerpo deja de responder y se queda completamente quieta mientras el rubio camina animadamente hacia ella, saludándola con la mano, seguido de su mejor amigo, un pelinegro de su clase.
Los conoce a ambos, han sido sus compañeros desde la primaria, y para ella siempre han sido como el día y la noche. Sonríe ante la comparación, y estudia a los estudiantes con la mirada mientras se acercan.
Naruto es cálido, hiperactivo, despreocupado, animado y cariñoso. Un día soleado.
Sasuke es, en cambio, serio, tranquilo, centrado, frío y tal vez un poco altivo. Una noche oscura y helada.
No hace más caso a sus pensamientos y devuelve el efusivo saludo del chico rubio frente a ella. El Uchiha apenas asiente, pero no le quita la mirada de encima.
Parecen enfrascados en lo que parece ser una conversación bastante animada, aunque Sasuke apenas pone atención a lo que dice su mejor amigo y Hinata permanece callada y sonrojada, asintiendo a lo que el rubio le cuenta— ... Entonces Ino y yo decidimos invitar a unos cuantos del grupo para ir al cine este domingo y celebrar el fin de año juntos... ¿Te gustaría ir, Hinata-chan?— finaliza con una sonrisa enorme y Hinata hace lo mismo. Le encantan esas sonrisas.
— H-hai Naruto-kun, allá estaré.— Naruto sonríe, la abraza y corre a buscar a Ino, quien no ha abandonado la institución por esperar a Sakura.
Los azabaches se quedan parados a mitad del largo pasillo, observando al rubiales y al resto de alumnos salir lentamente, dirigirse a los autos propios o de sus padres, esperar el bus o simplemente caminar hasta sus hogares.
Hinata sabe que no se le puede hacer tarde, seguramente su primo la espera afuera para ir con ella a casa. Sonríe cortésmente y hace un amago de despedida hacia el Uchiha. Agradece que ambos sean de pocas palabras y así no hacer más larga su estadía. Empieza a caminar lenta y tranquilamente hasta la salida.
–Hyūga. –no alcanza a dar media vuelta. Sasuke la tiene agarrada de la cintura y acerca sus caras cada vez más. – Deja de mirar a ese idiota, no tienes nada que hacer con él...– la mira fijamente, pero ella no sabe descifrar lo que sea que quiera decirle- porque, antes de fin de año, serás mía.
Uchiha se va caminando, altivo, mientras la chica de cabellos azulados sonríe levemente.
