Bueno, bueno ¿a qué no se esperaban esto, verdad? ¡Una nueva historia! O un nuevo proyecto, como quieran decirle xD. Estoy muy contenta por esto, era una idea que andaba rondando mi cabeza y quería publicarla lo antes posible ¿por qué? bueno, como no estoy pasando un buen momento (vamos a decir, un horrible momento)... escribir me hace feliz, además de relajarme un poco más. ¡Bien! Volvamos al tema de la historia...
Como ya saben, nada de esto me pertenece, todo persona que aparezca aquí le pertenece a Togashi (¡Yeah! ¡El manga volverá este año y es oficial! Estoy tan feliz, dos años esperando por este vago y al fin volverá TTuTT) :)
Sin más distracciones, les dejo aquí el primer capitulo. Todo el fic va a ser Pov Gon (con algunos capítulos especiales que los relate Killua xD)
Por cierto, puse directamente M porque más adelante, en este no, van a haber escenas subidas de tono, lenguaje inapropiado y blah, blah, blah. Ustedes entiendo :D así que, ya están advertidos... ¡Ah y otra cosa! Este si es AU, solo porque siempre quise escribir uno así (pero hay algunos detalles que respetaré del manga/anime) *3*
—¡Bienvenidas! ¡Onee-chan! ¡Onee-san!
—¡Kyaaaaaa! Él es tan lindo…
—¡Este niño es una ternurita!
Sonreí, tal como Biske quería que sonriera a las clientas. —¿Ha sido un día difícil para ambas, nee? ¡Por favor tomen asiento!—. Ellas me siguieron hasta una mesa vacía y al sentarse acomodé sus sillas ¡Noté que ambas se sonrojaron! No esperaba que fuera tan rápido. —¿Quieren algo de beber? ¿O prefieren ordenar algo para comer?
—Quisiera un café y un pastel de fresa.
—¡Y yo un postre de chocolate!
Asentí a ambos pedidos, tratando de no olvidarlos ¡ni mucho menos olvidarme a cuál mesa debía llevarlos! —Vendré enseguida con sus órdenes ¡esperen por mí!
Las dos chicas volvieron a sonreír y me fui de allí antes de que escuchara su conversación, después de todo eso sería de muy mala educación y Mito-san estaría decepcionada de mí…
¡Oh cierto! Por poco y lo olvido…
Mi nombre es Gon, Gon Freecss. Tengo catorce años ─casi quince. ¡Yeaaaaaaaah!─., y trabajo en esta cafetería, "Blue Planet", desde hace dos años debido a que tengo demasiado tiempo libre y quiero ayudar a mi tía, Mito-san y a la abuela con los gastos de la casa. ¡Por esa razón dejé mi pueblo natal para venir a trabajar a la gran ciudad! Siempre a fin de mes les envío parte de mi dinero, aunque ellas no quieran recibirlo. Ahhh mi amada Isla Ballena. ¡Cuánto la echo de menos! Uhg, creo que estoy a punto de llorar ¡ah! No, tenía una basura en el ojo… ¿dónde me quedé? ¡ah sí! ¡La gran ciudad! Vaya que es grande. York New City es preciosa pero ¡si uno no tiene cuidado, termina perdiéndose como un tonto! Y no, no es que a mí me haya sucedido… ¡no! Tampoco dos veces… de hecho, fueron más de siete.
—¡Gon, ya está el pedido!—. El grito de Leorio me asustó ¡Vaya tonto! No, no lo digo por él, sino por mí ¡Por poco y arrojo al suelo la vajilla de porcelana fina de Biske!
Uhhh… pobre de mí si algo le sucedía a las vajillas y porcelanas finas de mi jefa.
Acomodé mi traje de estudiante de primeria, ─cortesía de la rubia─., y resolví un poco mis cabellos. —¡Ya voy! —respondí antes de correr hacia la cocina.
Ya que Leorio me habló, hablemos de él, ─no es que no quiera hacerlo, peeeeeero, hay ocasiones en las que me olvido de él ¡pero shhhhhh! No se lo digan─… Leorio es mi mejor amigo en esta ciudad, puede que sea un tanto pervertido y distraído, además de que tiene mal carácter, pero en el fondo es una buena persona ¿Quieren saber cuál es su sueño? ¡Per médico para tratar a las personas enfermas y con bajas recursos, sin cobrarles ni un solo centavo! Es un lindo gesto de su parte. Está en su cuarto año de medicina y gracias a este trabajo puede pagarse los estudios y…. ¿puedo contarles algo más? En un principio, Leorio afirmaba que solo estaba interesado en el dinero para poder comprarse muuuuuuuchas cosas costosas, entre ellas autos, casas ¡hasta licores! Otra cosa que decía era que todos debían decirle "Leorio-san", pero a nadie pareció importarle mucho y él se veía como si estuviera acostumbrado a ello.
¡Pero esa es otra historia!
Lo vi sentado sobre una silla hablando con Palm mientras ella continuaba cocinando con Cookie-chan, al acercarme a mi amigo vi que una sonrisa aparecía en su rostro y terminaba levantándose. —¡Hombre! Por poco y rompes la bajilla de la jefa. Si eso ocurría, iba a comerte vivo ¡y de un solo bocado!—. Se carcajeó mientras que yo lo miraba nervioso ¿cómo no había pensado en eso? —Por cierto, recuerda que esto es para la mesa 7. —mencionó de repente.
—¿Uh? ¿Los atendiste tú?
Sonrió. —No. Ponzu fue quien los atendió y vino aquí de inmediato, pero tuvo que atender una llamada y está en la oficina de Biske—. Dejó escapar un suspiro. —Estar en la caja es muy aburrido, por eso vine aquí para conversar con ellas—. Señaló a Palm y a Cookie-chan.
—Oh, entiendo. —dije con una sonrisa. —Enseguida llevaré los pedidos. ¡Palm! ¡Un pastel de fresa, un postre de chocolate y un café para la mesa 9!—. Ella asintió y de inmediato volvió a cocinar. Tomé las dos bandejas sobre mis manos «¡Whaaa! Por poco y lo olvido. » Di media vuelta aun sosteniendo las bandejas ¡si, nada se movió de su lugar! —Nee Leorio ¿Te quedarás en el turno de la noche?
Su expresión cambió y me miró sorprendido. —¿Uh? Bueno… tenía planeado irme temprano hoy para poder dormir más horas—. Me entristecí ¡qué pena! En verdad quería compartir algo importante con él. —¿Por qué lo preguntas? ¿Ha ocurrido algo grave?
¡¿Eh?! «¡Rápido Gon, responde! ¡Sino Leorio terminará preocupándose! » Moví la cabeza de un lado al otro y levanté mis manos, repitiendo las mismas acciones. —¡No! ¡No es eso! ¡No, no, no, no! ¡Estoy bien! ¡Muy bien! En verdad… lo digo enserio…—. Por la expresión de su rostro, no parecía creer en mis palabras. «Ni que fuera malo mintiendo. » Ah no esperen, si lo soy ¡pero eso no es lo importante! —De verdad… no te preocupes—. Al parecer la sonrisa en mi rostro fue capaz de convencerlo ¡porque él también sonrió! —La ve-verdad e-es que… Mito-san me e-entregó una grabación…
—¿Una grabación?
—Aja. Es una grabación de Ging… o al menos eso es lo que dijo ella—. Con solo nombrar a mi padre, mi amigo se mostró furioso. Apretó los puños con fuerza y su mandíbula se tensó ¡vaya que estaba molesto!
¿Por qué Leorio tenía ese tipo de reacciones? Porque él lo detestaba, despreciaba, aborrecía, entre otras palabras no aptas para un niño de mi edad, a mi padre incluso sin conocerlo en persona ¡no había momento en que no lo criticara! Y pensar que todo comenzó al día que contamos nuestras historias personales. Nunca imaginé que Leorio se molestaría con Ging, aunque… ahora que lo pienso, todo quien conoce mi historia termina odiándolo ¿por qué será? Es mucha coincidencia…. La verdad es que no conozco a mis padres. Mito-san dijo que mi padre había aparecido una noche y me traía en sus brazos, según ella yo solo tenía dos años, para que tanto como mi tía y la abuela cuidaran de mí. ¿Por qué? No sé. Él apareció y me dejó ¡así de simple! ¿Estarán preguntándose de mi madre, no? Tampoco sé de ella, quizá esté viva o quizá no, pero de todas formas no me preocupo mucho por ella, después de todo, siempre he considerado a Mito-san como una madre. ¡Ella es mi única madre!
¡Shhh! No se lo digan… quiero que sea una sorpresa para su siguiente cumpleaños.
—No tiendo por qué el bastardo de tu padre podría dejarte a ti una grabación ¡mejor te hubiera dejado el pago de la pensión alimenticia! —dijo de repente, luego de vaaaaaaaarios segundos en silencio ¿será que sabía que estaba recordando algo importante y esperó a que yo terminara? Que amable de su parte. —Pero, debe ser importante ¿no?
Me encogí de hombros. —No sé…—. Mis ojos se abrieron de golpe ante una revelación ¡Maldición, el pedido! —¡Luego hablamos Leorio, tengo que entregar esto primero!
Corrí, tratando de no caerme y esquivar algunos clientes u objetos en el camino ¡ni mucho menos tirar comida!, para entregar el pedido. ¡Uhh! Biske me regañará si no cumplo con mi trabajo, pero bueno puedo usar "la sonrisa" con ella ¿qué es eso, se preguntarán? Me he dado cuenta ¡y lo hice yo solito! que muchas clientas se vuelven amables y lindas cuando les sonrío, así que tal vez esto sirva con mi jefa.
—¡Whaaaaaah!
¡Ay no! ¡Rompí una tetera! Piensa Gon, piensa, piensa, piensa… bu-bueno… puede que Biske me perdone y…
—¡Gon! ¡Ven a mi oficina de inmediato!—. Su grito terminó por asustarme. ¿De dónde había aparecido?
¡Rayos! No esperaba que estuviera por aquí.
Volteé mi rostro y la vi. Traía puesto su vestido rojo estilo navideño ─si digo eso en voz alta se enojará conmigo─., el cabello rubio sujetado en algo que parecía un moño y sus ojos rosados mirándome fijamente.
¡Sí que se ve enojada!
—Eeehhh… Biske…
—Esa sonrisa no funcionará conmigo jovencito…
Oh bueno. Al menos lo intenté.
.
.
.
Exhausto. Esa es la palabra que define el estado en el que me encuentro.
¡Biske me hizo limpiar hasta el más mínimo rincón de la cafetería! Puedo decir con toda honestidad que el primer piso quedó completamente brillante ¡lo digo en serio! Hasta creo que si alguien lo ve quedaría ciego por tanto brillo. Buuuuuaaaaaahhhh, quedé todo sucio por limpiar tanto. Bajo la mirada y miro mi atuendo ¡está horrible! Nunca antes me ensucie de esta manera.
—Supongo que tendré que lavarlo al llegar a casa… —murmuré para mí mismo. «Está más que claro que Biske no me ayudará en esto… todavía no me ha perdonado por romper su tetera. » Tenía deseos de llorar. ¡Ella podía ser muy mala cuando quería! Sacudí mi cabeza e intenté deshacerme de aquella imagen endemonia de mi jefa. —No, no, no Gon… agradece que no te ha obligado a hacer algo horrible…
Suspiré ¡estaba muy cansado! Y con este estado, no creo que pueda hacer el turno de la noche, además de que no estoy de humor. Tomo la escoba y me dirijo, con pasos lentos y pesados, hasta los vestuarios ¡whaaaaah, estoy cansado! Quisiera dormir un poco, lo bueno es que solo debo sacar la basura y podré cambiarme para irme a casa.
—¡Gon!—. Al oír que decían mi nombre detuvo mis pasos y volteé el rostro para saber quién era.
Oh, es Ponzu. —¡Ponzu-san!
Ella sonrió. —¡Gon! No te visto el resto del día ¿acaso no viniste a trabajar?
—E-etto… ehehehehe… e-eso pu-puede explicarse—. Llevé la mano libre hasta mi nuca y poder masajearla. —D-digamos que… romí una de las teteras favoritas de Biske…
—¡¿Qué?! ¿La rompiste?
—S-sí… Ella me castigó por ello y tuve que limpiar toda la cafetería, por más que ésta se encontrara limpia…
—Vaya, eso debió ser duro…
—Sí, ya quiero irme a casa. ¡Oh cierto! Hoy no podré quedarme al turno de noche ¿puedes quedarte tú?
Ponzu sonrió y asintió. —No debes preocuparte Gon. Pokkle, Palm, Biske y yo nos quedaremos en el turno de noche, pero en compensación deberás estar aquí mañana.
Asentí estando de acuerdo. ¡Ah es verdad! Las bolsas. —Lo siento Ponzu, ya debo irme. ¡Nos vemos mañana!—. Solo la vi sonreír y despedirse de mí con su mano ¡a ponerse en marcha! Tengo que sacar la basura lo más pronto posible para poder irme… «¡Falta poco Gon! ¡Falta poco y podrás dormir muuuuuucho hoy! », me decía a mí mismo, alentándome.
Llegué a la cocina y vi las bolsas perfectamente acomodadas en un rincón. ¡Que lindas! ¿Esperaban por mí, no? Reí ante mi broma, no estoy seguro si rio por la situación o porque estoy cansado y aún tengo que hacer, ni modo, tengo que hacerlo o Biscuit se enojará conmigo y me dará un castigo mucho peor. Me encogí de hombros y limpié el polvo de ambas manos, es algo tonto teniendo en cuenta mi estado, pero es poco higiénico agarrar la basura con las manos sucias, o al menos eso me enseñó Mito-san. Tomé las tres bolsas con facilidad, ¡es genial esto de tener mucha fuerza!, y me dirigí hacia la puerta trasera, al salir al callejón que daba a esa entrada miré el cielo ¡Vaya, no esperaba que fuera de noche! El cielo nocturno se manifestaba sobre los gigantescos edificios.
«Eso es el encanto de la gran ciudad…» Pensé para mí mientras mis labios se curvaban hacia arriba. «Muy diferente a mi hogar. » Con solo estar aquí, podía oír el bullicio de todo el lugar. Los ruidos de los autos, el habla de la gente y sus pasos retumbando en el aire; incluso estando aquí durante dos años no me he podido acostumbrar a este cambio. Tal vez deba enviarle una carta a Mito-san, la semana anterior no lo he hecho y debe estar preocupada por mí ¡Yosh! «La próxima semana, iré a Isla Ballena. Después de todo no tengo nada por hacer y puedo pedirle unas pequeñas vacaciones. » Pensaba con alegría y asentí estando de acuerdo con mi idea. ¡Ese era un excelente plan!
Dejé ambas bolsas y las metí en el basurero. ¡Yeaaaaaah! La tarea estaba lista. Sacudí el polvo de mis manos y parte de la camisa blanca ─será una tarea difícil quitar las manchas de esta prenda─., y tararee alegremente. Esto impedirá que Biske se enfade conmigo…
Cerré mis ojos mientras tenía una sonrisa en mi rostro. —Vaya… esto es muy agotador. —dije entre suspiros de cansancio—. Quiero darme un baño, comer algo y dormir unas cuantas horas… Sí que estoy muerto, me duele todo…—. Estiré mis brazos y desperecé mi cuerpo ¡aaah! ¡Esa punzada en mi espalda dolió! «¡Hey! No te quejes. La abuela tiene muchos años y no se comporta como tú… » Oh, eso era cierto. ¡Debería seguir su ejemplo!
Estiré mi cuerpo por última vez. ¡Bien! Ya era momento de entrar, cambiarme e irme lo más pronto de aquí. Camine a la puerta y con mi mano sostuve la perilla, pero al hacerla girar, sentí algo extraño… una presencia que apareció de repente, cerca de mí. Volteé mi rostro, al igual que todo mi cuerpo, y busqué con la mirada a esa persona. Y lo vi. A unos metros de distancia, alejándose de mí por cada paso que daba.
Pero… lo más peculiar de todo esto fue que… cuando yo lo miré, él detuvo sus pasos y me miró por encima de su hombro.
Solo ver esa mirada color azul me hizo sentir raro, pero era un "raro" diferente… que no había manera en que pudiera describir con palabras concretas como me estaba sintiendo. Solo ver a esa persona, solo ver esa mirada azulina hacia que todo a mi alrededor perdiera sentido.
De un momento a otro, volteó su rostro pro completo, enfrentándome y así, al fin, pude verlo mejor. Vestía de ropa negra, si no fuera porque había un foco de luz él podría camuflarse en la oscuridad, y la capucha de su chaqueta me impedía ver el color de su cabello, pero el resto si podía apreciarse… su piel era pálida, los ojos de un azul oscuro, la expresión seria e indiferente en su rostro. Pero lo que más, más, lo que más llamó mi atención fueron sus ojos…
¿Por qué ambos parecen estar cubiertos por un velo de tristeza?
La curiosidad se apoderó de mí, y era mucho más fuerte que cualquier otra cosa, incluso la razón. —¿Quién…?—. No lo entendía… pero mi mano estaba moviéndose sola. Se estiraba hacia él, como si quisiera tocarlo. —¿… quién eres…? —pregunté en un murmullo. El tono ronco en mi voz no lo esperaba; me oía asustado, pero no lo estaba ¿entonces, por qué…?
Su débil y casi imperceptible risa, que por poco no oigo, me trajo a la realidad. —¿Yo? Creo que eso es algo que no deberías saber. —respondió con un tono de voz tranquilo, pero un atisbo de odio y asco—. Si eres listo, ignorarás mi presencia y te largarás de aquí… ya en sí, es una gran hazaña que pudieras notar mi presencia. Eso es algo para el recuerdo…—. Una atmosfera tensa nos envolvió ¿pero por qué…? Si hasta hace solo unos momentos… todo parecía ser tan diferente. —De cualquier forma… estoy perdiendo el tiempo aquí.
—Pero…
—Nos vemos.
—¡Espera! —grité y corrí hasta él ¡no iba dejarlo ir! ¡No en ese estado! —Espera… no te vayas todavía…—. Lo vi retroceder unos pasos. «¡Tonto Gon! ¡Estás asustándolo! ¡Tonto! », me reprendí a mí mismo ante esa decisión precipitada. —…Al menos… déjame curarte.
—¿Eh? ¡¿Pero qué…?!—. Guardó silencio cuando mi mano atrapó su muñeca y la sostuvo con delicadeza. —¿Q-qué… haces?
No respondí, solo me concentré en ver el corte. ¡Por Dios Santo! Su mano derecha estaba sangrando, no parecía ser un corte profundo, pero tampoco era bueno que tuviera una herida abierta expuesta ¡y mucho menos sin vendar! Una mueca de desagrado apareció en mi rostro. No podía imaginarme como podría haberse hecho ese tipo de herida, pero ese ya no era mi asunto.
Saqué el pañuelo de mi bolsillo derecho y con él comenzó a cubrir la herida. ¡Al menos eso serviría por el momento! Intentó luchar, pero mi agarre ─por el momento─., era capaz de retenerlo, finalmente se rindió. ¡Eso es un alivio! Aunque no se hubiera rendido, no habría dejado su mano así como así. —Deberías tener más cuidado la próxima vez… —murmuré al terminar de hacer un nudo con los extremos de la tela. —Y procura vendar tu herida lo más pronto posible ¿sí?
Al levantar la mirada nuestros ojos se encontraron, y vi algo extraño ¿por qué se ven diferentes a los de hace unos momentos?
—¡Y-ya su-suéltame…! ¡I-i-idiota!
Mi mano quedó flotando sobre el aire cuando él se liberó de mí. —Eh… yo…
—N-no m-me mires así…—. Volteó su rostro luego de murmurar esas palabras. ¿Es mi impresión o él acaba de sonrojarse? —Yo… —dijo de repente al tomar una gran bocanada de aire. ¿Le estará sucediendo algo? —…gracias…
—Oh. —fue lo único "coherente" que pude decir. ¿Estaba agradeciéndome… a mí? Eso hizo que en mi pecho se situara un sentimiento cálido y agradable. «No sé lo que es… pero me gusta. Quiero sentirlo siempre. » Sonreí sin poder evitarlo. —No tienes que agradecerme. ¡Ha sido un placer ayudarte!
Antes de que el pudiera decir algo, el rechinido de la puerta se escuchó.
—¿Gon? ¿Estás por aquí?— ¡Esa es la voz de Leorio!
—¡Leorio! ¡Estoy aquí! —respondí de inmediato, viendo como mi amigo buscaba con la mirada en dirección opuesta de donde yo me encontraba. «Ese niño…» Recordé a la otra persona en el lugar y cuando volteé a verlo, él había desaparecido. «¿A dónde habrá ido? » Pensé para mis adentros.
—¡Gon! Conque aquí estabas ¿eh? ¡Estuve buscándote por todo el lugar! Creí que continuabas limpiando el primer piso de la cafetería… —decía al llegar a mi lado; vi que él ya traía su ropa normal, y no ese traje de mayordomo de Biske le obliga a usar. —Para mi suerte, Ponzu me dijo que estarías sacando la basura del día…
Asentí un tanto confundido. —E-eh si-si… era mi turno.
—¿Y bien?
—¿Bien qué?
―¿No deseabas enseñarme la grabación que te dejó tu padre?
―A-ah eso… no la tengo aquí.
Suspiró. ―¿Por qué no me sorprende eso?―. Recostó su mano sobre mi cabeza y revolvió todos mis cabellos. ―Déjame decirte algo primero, no es necesario que preguntes si puedo acompañarte para escuchar esa grabación. Está más que claro que voy a darte mi apoyo en un momento como este…
Guardé silencio por varios segundos mientras mi cabeza trataba de entender cada una de esas palabras y de repente, una gran sonrisa surgió en mí, junto con una indescriptible alegría. ¡No cabía la felicidad en mi pecho! «Soy muy afortunado de tener un amigo como Leorio. » Pensé con una sonrisa en mi rostro, pero no iba a decirlo en voz alta, sino él terminaría avergonzándose. ―Entiendo… gracias por todo. ―le dije al retirar su mano de mí―. ¿Vendrás al turno de mañana?
―De hecho, mañana tengo el día libre porque debo atender unos asuntos en la universidad.
―Oh, ya veo.
―Pero… puedo trabajar el viernes, aunque es una pena porque es noche de salida nocturna ¡ni modo! Sacrificaré una noche de bebidas por un amigo.
Reí ante ello. ―Espero que la grabación de Ging logre compensarlo…
―Yo creo que no. Todo lo que venga de ese bastardo es una mierda.
―Leorio.
―¡Ya entendí, ya entendí! Es tu padre y debo respetarlo, blah, blah, blah, blah… ―decía con una mueca graciosa en el rostro, que solo me hizo reír. ―Dejemos de hablar del bastardo de tu padre, además se está haciendo tarde y no es bueno que deambules a altas horas de la noche.
―Pero… son las nueve.
―Eso no interesa, es de noche.
Esta vez fui yo quien suspiró. ¡Leorio se comporta como mi padre! «O al menos, como se supone que debe comportarse un padre… porque si él fuera como Ging, ya tendría que haberme dejado…» ―Iré a cambiarme.
―Está bien, te esperará así vamos juntos a la estación de trenes. Ni creas que dejaré que te vayas solo esta ese lugar―. Asentí ante sus palabras. ―Además… lo mejor es que te quites ese traje extraño lo más pronto posible.
¿Traje extraño? ¿Cómo que traje extraño? ―¿Qué tiene de mano? ―pregunté al mirar mi ropa ¡para mí es bonita! Salvo por el hecho de que está llena de polvo, es muy linda. Aunque, al comienzo de usarla me sentía muy raro ¡pero es por orden de Biske!
―Gon, Biske te obliga a usar un uniforme de escuela de primaria ¿y me preguntas que tiene de malo?
«Sigo sin entender… » Quería decir en voz alta, pero sabía que sería en vano. Volví a admirar mi traje de trabajo: una chaqueta blanca de estilo marinero con lazo en el frente y unos pantalones cortos, junto unas medias negras hasta la rodilla y unos zapatos negros. «Lo único que puedo decir… es que el azul no me gusta mucho… bueno, hasta hoy… pero, preferiría usar ropa verde. » Pensaba, y de repente la voz de mi jefa se manifestó en mi mente. «¡Gon! Tú tienes un potencial increíble para convertirte en lo que desees en la vida, pero más allá de él ¡Posees una apariencia que debemos explotar! ¿A cuál me refiero? ¡A la de un niño dulce, tierno, bueno y caballeroso! A las mujeres les da ternura verte ¿y qué queremos nosotros además de que sean felices? ¡Su dinero! Así que, tú usarás este traje quieras o no quieras. ¡PERO LO USARÁS! » Creo que… a partir de ese momento, comencé a respetar a Biske. ―…puede que tengas razón… ―murmuré luego de recordar tal acontecimiento.
―¡Por supuesto! Ahora ve antes de que anochezca más.
Leorio me empujó hacía dentro del edificio, y luego cerró la puerta detrás de sí. Mientras que yo me dirigía a los vestidores, él dijo que iría a hablar con alguien para entretenerse hasta que terminara… al menos la espera no se aburrida. Ahora solo debía cambiarme e irme a casa lo más pronto posible para poder descansar un poco, pero, hay algo que no parece querer salir de mi cabeza.
Y era ese niño de ojos azules.
.
.
.
« Si eres listo, ignorarás mi presencia y te largarás de aquí… ya en sí, es una gran hazaña que pudieras notar mi presencia. Eso es algo para el recuerdo… » Oí de repente en mi cabeza la voz de ese niño. Ya han pasado dos días desde que lo vi. Él sí que era extraño, primero se comporta indiferente hacia mí, luego muy groseramente y por último habla normal conmigo ¡sí que es extraño! Aunque… fue mucho más raro cómo me sentí a su lado. «¡Ya basta Gon! ¡Deja de pensar en ese niño! Tu prioridad ahora es trabajar. » Crucé los brazos sobre mi pecho y asentí ¡eso debía hacer! Trabajar, trabajar y trabajar, dejando a un lado cualquier pensamiento que tenga relación con ese niño. ¡Eso es! Además… «… además no ha vuelto a venir aquí o a pasar el callejón. » Ese pensamiento me sorprendió. ¿Desde cuándo llevo la cuenta? Ugh, mi cabeza… ¡Mejor dejo de pensar en esas cosas!
―¡Gon-kun! ¿Podrías traerme un lemón pie y un jugo de frutas?―. La voz de una de las clientas habituales me sacó de mis pensamientos.
¡Ah claro, el trabajo!
Volteé el rostro en su dirección para poder sonreírle. ―¡Enseguida, Onee-sama! ¡Prometo no tardar!
Esto es lo que debo hacer. Recordar en donde me encuentro y por qué ¡no es nada productivo pensar en ese niño de ojos azules que vi la noche anterior! ¡No, no y no! ¡Es una pérdida de tiempo! Y yo tengo cosas más importantes que hacer, no puedo darme el lujo de perder valioso tiempo con él. ¡Eso es! No voy a pensar en él. No señor. No… señor…. No… «Él seguía viéndose triste… ¿será por algo en especial? » Mi pecho se siente incómodo al recordar esa mirada, no entendía por qué, pero no me gustaba ver esa mirada. «No tendría que estar preocupado, pero no puedo dejar de hacerlo…» Pensaba al sentir que mis dedos se afianzaban más y más a la bandeja de plata. «Solo espero… que él se encuentre bien. »
―¡Gon, el pedido!
―¿E-eh? ¡Ah sí! ¡Ya voy!
El resto del día transcurrió normal. Entre pedidos y pedidos. Los mismos clientes de siempre, algunos que llegaban aquí por primera vez y otro que solo buscaban una cafetería, la más próxima posible. ¡No puedo negar que fue un día bastante agradable! Aunque… continué pensando en ese niño. Esto era extraño. Muy pocas personas estaban en mi mente durante tanto tiempo, a excepción de Ging claro o Mito-san, pero ese muchacho era un caso especial.
Biske se aproximó a la salida y dio vuelta el cartel de abierto. ―¡Listo! ¡Gracias a todos por el esfuerzo! Han trabajado muy bien chicos. ¡Estoy muy feliz por ello! ―exclamó en un tono alegre, muy característico en ella.
Suspiré satisfecho. ―Oye Gon―. Vi a Leorio acercándose a mí y me saludó con su típico gesto con los dedos. ―¿Trajiste esa grabación? ―preguntó en un tono bajito, para que solo yo lo escuchara.
―S-sí. L-la tengo en mi mochila.
―¿Qué grabación?
Mi amigo grito y todo su cuerpo se puso tenso. ―¡A-a-ah! ¡Bi-Biske! ¡¿D-d-d-de d-donde has salido?!
―Grosero. Recuerda que sigo siendo tu jefa, Leorio ¡Yo tengo el poder aquí! ―exclamó llevando ambas manos a sus caderas y riendo a carcajadas; no era de extrañar que ella actuara de ese modo.
«Biske da miedo cuando quiere…» ―Uh… respondiendo a la pregunta, Biske. Es una grabación que Ging me dejó… Mito-san me la entregó hasta hace unos días, dijo que mi padre dio la indicación de que debía escuchar la cinta antes de cumplir los quince años. ―dije un tanto nervioso, esperando que eso fuera suficiente para ella.
―Oh, ya veo. ¡Eso es estupendo! ¿No? Tú padre pensó en ti―. Cruzó los brazos a la altura de su pecho. ―Pero, no pareces estar feliz Gon.
Rasqué un tanto nervioso la parte baja de mi cabeza. ¡Incluso podía sentir que mi corazón latía muy, muy, muuuuuuuy rápido! Mucho más rápido que en otras ocasiones. «¿Esto se debe a algo en especial? » Para evitar confundirme más, sacudí mi cabeza y deshice cualquier pensamiento que no sirviera en este momento. ¡Esto es peor que resolver un problema de matemáticas! ―E-eh bueno… e-es solo que todo es tan extraño p-para mí.
―¿Extraño?
―Nunca supe nada de Ging y… y saber que él dejo una grabación para mí, es algo difícil de digerir.
―Ese bastardo solo te ocasiona problemas.
―Leorio.
―¡Está bien! ¡Está bien! No diré lo bastardo que es tu padre, aunque todos sabes que si lo es…
―Leorio, deja en paz a Gon.
―Bien, bien. Gon ¿quieres escucharla aquí?―. Asentí en silencio, sin entender por qué no podía expresarlo en palabras. ―Biske ¿No te molesta que…?
Lo interrumpió. ―¡Para nada! Ni que fuera una vieja bruja malvada que solo hace sufrir a sus empleados―. Cuando dijo esas palabras todos, ABSOLUTAMENTE TODOS, guardaron silencio, y ello solo hizo enfurecer a Biske. ¡Whhaaaaa! ¡Su lado malvado está por aparecer?! ―¡¿E-ESO PIENSAN USTEDES DE MÍ?!
Levanté amas manos delante de mi rostro, no solo para protegerme de un posible ataque, sino como señal de paz. ―N-no t-te enfades, Bi-Biske… e-ellos s-solo e-están bromeando. ¿ve-verdad?―. Todos asintieron estando de acuerdo. «Eso era de esperarse… nadie quiere ser víctima de la ira de Biske. »
Antes de que ella se enfureciera más, le expliqué la situación con mayor detalle y al parecer eso fue capaz de calmarla. ¡Qué alivio! Creí que sería capaz de golpearme y enviarme a volar por varios metros en el aire. ¡Y créame que ella sería capaz de hacer! Pero no conmigo ¿no? En fin. También les comenté lo que estaba sucediendo a los demás, Ponzu, Pokkle, Spin, Banana, Cookie, Palm y Leorio parecieron estar de acuerdo con esto y aceptaron acompañarme. Busqué la grabadora y la cinta de mi mochila para ubicarlas sobre una de las mesas vacías, con el mayor de los cuidados, sintiendo además que mi corazón estaba latiendo mucho más rápido que en otras ocasiones.
Había llegado el momento. Por fin sabría algo de mi padre.
Sabría un poco más de Ging.
Biske dio un paso hacia adelante y colocó su mano sobre mi hombro. ―Gon ¿estás seguro que deseas seguir con esto? Existe una posibilidad de que el contenido de esa cinta solo termine perjudicándote.
No aparté mis ojos de la grabadora, y asentí ante la pregunta de ella. ―…Ya no hay tiempo para arrepentirse… ―murmuré más para mí que para ella. Mi dedo presionó el botón de encendido y aguardé pacientemente a que algún sonido pudiera escucharse; podía ver que los demás tomaban alguna silla y se aproximaban a la mesa.
«Ellos también se preocupan por ti. » Pensé sintiéndome feliz de tenerlos a todos ellos cerca de mí. «Espero que esto… sea como alguna vez lo imaginé. »
―"Hola, Gon". ―dijo una voz profunda y grave. Mi garganta se secó con tan solo oírla. «¿Realmente es él? ¿Realmente… es Ging? » Podía sentir como los latidos de mi corazón se estrellaban con fuerza y a gran velocidad contra mi pecho. ¡Todo mi cuerpo se sentía extraño! ―"Sé que esto puede ser un poco sorpresivo para ti, pero, me gustaría aprovechar esta oportunidad para presentarme ante ti, hablando figuradamente… Yo soy tu padre, Gon. Aunque soy plenamente consciente que no merezco ser llamado de ese modo por ti".
―¡Vaya! No creí que estaría de acuerdo en algo con ese sujeto―. Leorio se carcajeó ante su broma y se acomodó más sobre su asiento. ―Que agradezca no estar aquí, porque si no yo ¡Hphm!―. Biske apareció detrás de él y le cubrió la boca con una de sus manos. Ella me miró y dio un guiño de complicidad.
En verdad lo estoy agradecido por ello.
―"Yo…"―. Hubo un momento de silencio antes de que él continuara. ―"…lo siento. En verdad lo siento Gon. Discúlpame por no haber estado a tu lado en todos estos años. Soy una persona muy egoísta ¿no crees? Tener que abandonar a mi propio hijo por un capricho, esa es una actitud despreciable que no merece ningún perdón… Tu madre siempre pensó eso de mí y tuvo la oportunidad de decirme antes de que nos fuéramos por caminos diferentes. Había deseado que te quedaras a su lado, pero ella se negó rotundamente y no tuve otra alternativa que dejarte con mi prima, Mito, estaba seguro de que ella haría un buen trabajo al criarte ¿Estoy equivocado? Creo que no"―. El tono de su voz parecía triste, o al menos esa era mi impresión, pero de repente pude llegar a percibir una leve carcajada. ― "No lamento lo que he hecho. Fue la elección correcta."
―¡¿Elección correcta?!―. El grito de Leorio me asustó ¿cómo pudo liberarse de Biske? ¡Si ella es realmente fuerte! ―¡Este tipo es un idiota!
Mi jefa detuvo la grabación antes de que continuara. ―¡Leorio, guarda silencio! Si no te controlas, te obligaré a esperar fuera de la cafetería hasta que terminemos de escuchar la cinta, y créeme que lo haré.
Debía agradecer que la grabación hiciera unas constantes pausas, sino por culpa de los gritos ajenos no podría oír nada.
―"….Cuando tenía tu edad, quería ver el mundo, quería vivir el peligro en carne propia, quería aventurarme en lo desconocido e inimaginable, y supe que en Isla Ballena no podría encontrar lo que buscaba. Estoy seguro de que tú me entiendes, eres mi hijo después de todo"―. Eso me hizo sonreír. ¿Me está reconociendo como su hijo? ―"Nada era suficiente para mí y seguí emprendiendo mi búsqueda hasta poder encontrar algo que me hiciera sentir satisfecho, pero creo que nunca seré capaz de encontrar aquello que busco. ¿Debo oírme patético, no? Me he perdido catorce años de tu vida, casi quince, y lo único que logro decirte son excusas y más excusas"―. Se podía oír una débil y ligera risa. ―"Gon yo… no merezco ser tu padre, cualquier persona puede pensarlo ¡y estarán en lo correcto! Soy un bastardo, un mal nacido, un imbécil, como quieras referirte a mí, y me temo que nada en el mundo podrá cambiarlo…"
Sentía como si mi corazón se estrujara, hasta estaba seguro de que en cualquier momento rompería en llanto. «Entonces es verdad… Mito-san tenía razón, mi padre me abandonó porque quiso. » Bajé la mirada hasta mi regazo ante la aparición de un nudo en mi garganta. ¿Cómo la felicidad podía desaparecer tan pronto? ―Ging.
―"….yo era un miserable y lo único bueno… y lo único bueno que había hecho en la vida eres tú"―. El aliento se escapó de mi pecho. ¿Qué es… lo que dijo…? ―"Tú eras lo único bueno que me pasó en el mundo entero, y yo no podía, no podía permitir que por mi egoísmo tuvieras llevarás una vida a mi lado. No podría perdonármelo ¡N-no podría perdonarme que mi hijo, lo más importante para mí, se viera envuelto en un mundo nefasto al que yo pertenezco. Porque tú Gon… tú si vales la pena, no como yo… no quería que tú vivieras esto. Por eso te alejé de mí, para asegurarme de que tuvieras una buena vida, la mejor vida de ser posible y estoy seguro de que volvería a realizar las mismas acciones con tal de que tú tengas una vida mejor. Una vida en la que yo no esté presente ¡pero créeme que es mejor así!"
«¿Por qué me dice esto? » Había cierta angustia en mi pecho. ¿Cómo él podría decirme esas cosas? ¡Si lo que yo más deseaba era tenerlo conmigo!¡Y así…! «Y así… poder entender el por qué me abandonó…»
―"Tengo muchas ganas de conocerte, sin embargo… cuando tú recibas esta grabación por parte de tu tía, yo ya me habré ido de este mundo Gon. Lo siento mucho".
Con esa última frase mi mundo terminó por derrumbarse. ¿Eso era todo? ¿Ahí terminaba el misterio del abandono de mi padre?
―"Espero que un día puedas perdonarme. ¿Crees que será posible que entiendas mis acciones? Si yo estuviera en tu lugar, probablemente no lo haría pero eso ya depende de ti… Gon"―. La voz de mi padre se quebró al final, pero a pesar de ello… pretendía utilizar un tono alegre y feliz. ―Quisiera que me prometas algo, conviértete en una mejor persona que yo ¿sí? Tal vez sea una corazonada pero, creo que tendrás una vida mejor que la mía…. Es mi mayor deseo… Hasta siempre… Gon…. Mi hijo…"
Algunas lágrimas se abrieron paso en mis mejillas y aunque intentara deshacerme de ellas con mis dedos temblorosos, otras terminaban por aparecer. No debería de sentirme así, lo sabía, no había motivo porque llorar. ¡Ging era un completo extraño para mí! Pero, no podía detener este sentimiento, este dolor que sentía en mi pecho y me dificultaba respirar. «¿Cómo puedes sentirte así por alguien a quien nunca le importaste? » decía una voz en mi cabeza, sin embargo, una parte de mí solo deseaba que continuara llorando. «Creo que… algo en mí acaba de morir. » pretendí sonreír pero mis labios terminaron convirtiéndose en una mueca de desagrado.
Sí. Es así. Una parte mía acabada de morir… junto con mi padre.
―Nunca creí que la historia de tu padre fuera tan triste…
―En verdad se arrepintió de haberte dejado.
―Pobre Ging. ¿Ese era su nombre, no?
― ¡Ya, ya, chicos! Absténganse de todos sus comentarios. ―gritó Biske―. Gon―. La vi arrodillarse sobre el suelo solo para que yo pudiera ver su rostro. Me sonrió, pero no pude corresponder esa acción… sentía que no podía hacerlo. ―Gon, cuanto lo siento. En verdad… lo siento. ¿Pero sabes una cosa? Nosotros siempre estaremos contigo. Tus amigos siempre permanecerán junto a ti, esa es una promesa.
―Bi-Biske… gracias. ―murmuré bajito con un tono de voz que no logré reconocer. ¡Vaya! Lo que le hacían a uno las lágrimas, ¿no? ―Chi-chicos… muchas gracias, a todos.
Leorio sonrió al quitarse las gafas y luego restregó el antebrazo sobre sus ojos. ¿Eh? ¿Por qué lo habrá hecho. ―Oye, basta de llantos. No creo que a tu padre le gustaría verte en este estado ¿no? ―dijo al terminar su tarea y volver a la normalidad. Estiró una de sus manos solo para revolverme el cabello, como siempre lo hacía. ―Vamos Gon sonríe.
― "¡Por cierto, Gon!"―. Escuché la voz de Ging. ¿Eh? ¿Qué no se había acabado la grabación? ― "Olvidé decirte algo importante. Todo lo que he dicho es falso, excepto lo de mi muerte. Ehehehe ¿fue gracioso, no? La verdad es que tengo una enfermedad terminar y no hay cura para ello ¡pero eso no era a lo que venía! Debo dejarte algo, y no, no es algo material… sino más bien un derivado de ello. Verás, tengo una deuda de 5.8 mil millones de yenis y he acordado que mi hijo, es decir tú, será quien la salde antes de cumplir los dieciséis años. Como me estaba por morir no tenía sentido que la pagase ¡hasta que recordé que, si el pago no se efectuaba tanto tú como Mito y la abuela tendrían que pagar las consecuencias!, y eso no era bueno". ―decía entre risas―. "Ahora es tu deber salvar a la familia, tienes un año para reunir el dinero. ¡Te deseo mucha suerte en esta aventura y blah, blah, blah, blah! Solo asegúrate de pagar hasta el último centavo ¿entendido? ¡Bien Gon, debo irme! La sexy enfermera que tengo vendrá pronto. Muchos besos, cuídate bien ¡y trabaja muy duro para conseguir el dinero! Te quiero hijo ¡adiós!".
…
…
…
¿Eh?
¿Qu-qué fue… eso?
…
…
― "Ahhh, que despistado soy. Olvide decirte a quienes debes pagar el dinero. ¿Has oído hablar de la familia Zoldyck? Son personas muy peligrosas, ten cuidado de ellos. ¡Pero mientras les entregues el dinero no creo que te hagan daño! Bien, eso es todo por ahora. ¡Nos vemos en el cielo Gon! Solo asegúrate que ningún Zoldyck te mande a él antes de tiempo…"―. Eso fue lo último antes de que la grabación terminara.
Un silencio incomodo se formó en toda la habitación.
«¿Eso era el sonido que hacen los grillos?» Vaya, no esperaba que un grillo apareciera aquí.
―¿Él dijo… la familia Zoldyck?
¡Adiós silencio! ¡Hola tensión en el aire!
―¡Si, si! Eso dijo.
―¿Qué los Zoldyck no son una familia de asesinos?
―¡Así es! Y no solo eso, ellos controlan a las diez mafias. ¡Es sorprendente!
―¿El padre de Gon les debe dinero a los Zoldyck? ¡Entonces Gon está muerto! No creo que sea capaz de pagarles… eh. Lo digo sin ofender Gon… n-no t-tengas esa expresión en tu rostro.
―Agradezco que ese bastardo está muerto… sino yo mismo lo mataría con mis propias manos―. Por el rabillo de mi ojo pude ver un aura maligna envolviendo a Leorio. ―¡Sabía que ese tipo solo podría traer problemas!
―¡Ya cállense todos!―. Biske golpeó con su puño la mesa, y eso fue suficiente para que el silencio volviera a la habitación. ―Gon. ¿Te encuentras bien?
….
…
..
Bajé la mirad hasta mi regazo y sin poder evitarlo, comencé a carcajearme ¡no podía ser más descabellada la historia! ―¿q-qué fue…?
―¿Gon?
Podía sentir mis hombros temblar, al igual que mis manos y el resto de mi cuerpo. ―¿Q-que fue…?
―¿G-Gon? M-me e-estás asustando…
Y algo en mi interior terminó por explotar.
Velozmente me levanté de mi asiento y dejé que la furia se apoderada de cada parte de mi cuerpo. ―¿Q-qué fue…? ¡¿QUÉ MIERDA… FUE TODO ESOOOOOO?!
¡GING FREECSS, ME LAS PAGARÁS CUANDO TE VEA! ¡MALDITO INFELIZ!
Estoy feliz con todo esto, feliz y satisfecha. Espero que lo hayan disfrutado y que al menos les haya sacado una sonrisa (porque a mí sí...).
Bien. Eso es todo por ahora, nos veremos en otra actualización que, si soy sincera, no sé cuando será, pero en compensación les deje publicado varias historias ¡ahora, no pueden decir que soy mala! o en caso contrario, si pueden seguir diciéndolo/pensándolo xD .Como ya saben, todo tipo o clase de comentario es aceptado, o si quieren me manda un PM ¡eso es a su gusto! En sí, muchas gracias por leer esto...
¡Nos vemos luego! Pórtense bien/mal ;D
Atte: Canciones de Cuna.
