DOS VIDAS SIN DESTINO
Todo había pasado muy rápido, mis padres habían fallecido hace dos años, y solo me encontraba al cuidado de mi tío Albert, el era chef y dueño de uno de los restaurantes mas prestigiosos de toda la región de Washington, por lo regular estaba sola todo el día, mi tío ya estaba lo suficientemente ocupado, se que me quiere mucho, y hace todo lo que pido, según él, era demasiado madura para mi edad, y confiaba completamente en mi, yo me quedaba en casa haciendo mis deberes y los deberes del hogar, tenía 18 años así que no era necesario tener una niñera ni una muchacha de limpieza, eso si, mi tío me llamaba constantemente a mi celular o la casa, así que estábamos muy conectados, estaba súper al pendiente de mi.
Mi vida en la escuela, estaba normal, mis mejores amigas Patty y Annie siempre estábamos juntas, lo se no es una lista larga pero era mas que suficiente, normalmente las otras niñas de mi edad estaban concentradas en otra cosa, como la música de moda y los deportes y los chicos y las fiestas, y por ende no me interesaba en lo mas mínimo, si me gustaba una canción solo la escuchaba, y si me gustaba algún chico… bueno, me lo callaba, era un poco tímida aunque para defender los derechos y las cosas que mis seres queridos quieren, no lo era, siempre me gustó la literatura, el cine, el teatro y el baile, lo se, nada alocado, pero si sabía divertirme.
-¿Ya hicieron la guía para el examen?- pregunté dejando el libro de lado
-¿Para que materia? – dijo Patty
-Matemáticas – dije dejándome caer en la mesa
Nos encontrábamos en casa de Annie, una casa modesta pero grande, era una familia que no le sobraba el dinero pero vivía bastante bien, al igual que todos nosotras.
-Si Candy, aquí tienes – Dijo Patty dándome un pequeño montón de hojas engrapadas
-Gracias Patty
-Chicas, que me dicen si nos tomamos un pequeño receso y nos sentamos en la banqueta de mi casa. – dijo Annie
-Bueno, eso estaría bien
-Además hace una noche preciosa – dije con mucho entusiasmo.
Ni pensándolo dos veces nos dirigimos fuera de la casa, se escucho a la abuela de Annie preguntar a donde iríamos y Annie le respondió, mientras cerraba la puerta de la casa, veíamos las estrellas mientras nos contábamos cosas de la escuela y por que no, haciéndonos preguntas de muchachos.
-¿Candy en serio no te gusta nadie? – dijo Annie sin voltear a verme
-Antes me gustaba
-¿Ahora ya no?- dijo Patty con interés
-Pues no, ahora es novio de una de las de la universidad, me parece que se llama Daniela así que era un amor no correspondido – aclaré - así que me empecé a llenar de talleres ¿recuerdan?
-No me digas que era Alejandro Donovan – dijo Annie mientras se incorporaba de golpe
-Si, ese exactamente – le sonreí
-Pero si se la pasaban peleando todo el tiempo – dijo Patty ahora con más interés
-Pues si, pero había algo en él que me gustaba mucho, su cara, sus labios, es muy listo
-Si siempre estuvo en el cuadro de honor de la escuela – dijo Annie sonriendo
-por eso me empezó a llamar la atención además que de repente platicábamos cosas serias, claro cuando no nos estábamos matando con palabras
-Una relación tipo te amo, te odio – concluyó Patty
-Exactamente – finalicé
-¿Y ustedes?
-Pues a mí si me han invitado varias veces a salir pero, realmente nada que me llame la atención, digo con chicos lindos y muy amables pero, nada que me llene hasta el momento – dijo Annie nuevamente sentándose a mi lado
-yo la verdad nunca lo había pensado, seguramente no le agrado a nadie – se entristeció
-Tranquila Patty seguramente aparecerá alguien pronto, este estanque es muy pequeño para ti – le dije dándole animo
-Si Patty la mayoría de los muchachos están ciegos, y si no saben apreciarte pues entonces no son para ti – dijo Annie dándole unas palmaditas en la espalda
-no puedo creerlo, Annie? – dijo un chico enfrente de nosotras, yo me le quede viendo por un momento pero cuando dijo el nombre de Annie, me le quede viendo ella
-¿Anthony? – Dijo al fin reconociéndolo –¡no puedo creerlo! –corrió abrazarlo – ¿cómo haz estado? ¿Cuándo han llegado?
-Hace dos días pero no creí que siguieras viviendo aquí – dijo Anthony cuando la termino de abrazar – lo siento ¿interrumpo algo?
-No claro que no, mira te presento – y lo acercó a nosotros – mira, ella es Candice, - y cuando mencionó mi nombre le di la mano, cuando lo toqué, pude darme cuenta de los ojos tan azules que tenía y un cabello rubio como el sol, tenía una sonrisa amable, bastante buenmozo, con su toque pude sentir una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo, mi cuerpo poco me hacia caso, hasta que al fin pude esbozar una sonrisa tímida – Candy el se llama Anthony, es mi vecino recién llegado de Londres
-Mucho gusto Anthony, llámame Candy, un placer conocerte – lamentablemente tuve soltarlo.
-Muchas gracias Candy, espero que podamos ser amigos también –
- Y ella es Patty, ellas dos van en la universidad conmigo,
-Mucho gusto Patty, - la soltó enseguida
-Igualmente Anthony, y bienvenido –
-Gracias
-Siéntate dime cuando llegaste? – Dijo Annie interesada
-Hace dos días, vine a ver la casa y alistarla para la llegada de toda la familia
-volverán a vivir aquí? – dijo emocionada
-Si – dijo Anthony sonriendo
-Y Archie como ha estado? – dijo con mas entusiasmo
- bien, todo un rompecorazones ya sabes – le sonría tiernamente
Patty y yo nos quedamos calladas mientras ellos dos charlaban.
-Dime Candy, tu siempre haz vivido aquí?- me pregunto de repente
-EH? A si, siempre he vivido aquí,
-Vaya, yo también viví aquí hace mucho tiempo, estuvimos la mayor parte de nuestra niñez pero a mi padre lo trasladaron a Londres por trabajo así que nos fuimos, desde entonces no veo a Annie
-Vaya, pues Annie, Patty y yo somos amigas desde la secundaria. – no podía quitarle la vista de encima – y como es Londres?
-Frio, y mayormente nublado todo el tiempo, - me dijo esto aunque lo decía con una media sonrisa -
-Debe ser hermoso – dije de repente
-Si, hermoso y muy turístico
-Me encantaría ir alguna vez –
-Bueno cuando vayas yo ire contigo para ser tu guía y llevarte a los mejores lugares de Londres
-Me parece, - le sonreí, era como si solo nosotros dos existiéramos, obviamente mis amigas se dieron cuenta pero yo me hice la loca.
- y cuando llega tu familia – dijo Annie sacándonos de nuestros pensamientos
-Mañana, primero vendrán mis hermanos y luego vendrá mi madre
-y tu papá? – le dije
-El… Falleció hace unos meses – su tono era serio –
-Lo siento, no debí preguntar, - me tape la boca con mis manos
-No te preocupes, el estaba un poco enfermo así que por lo menos ya no esta sufriendo, por eso regresamos aquí, a mi mamá le entristece un poco estar en Londres,
-Lo lamento amigo, era un buen hombre – lo reconforto Annie
-Yo también lo siento – dijo Patty al fin
-Gracias – le sonrío a la castaña, volvió a mirarme, y con esa mirada tal vez me quiso dar a entender que realmente todo estaba bien le devolví la sonrisa.
Desgraciadamente ya era muy tarde, y tenía que irme a casa, mi tío no tardaría en llegar.
-Bueno chicos me tengo que ir, mi tio no tardara en llegar a casa y todavía tengo tarea
-Si quiero puedo llevarte - se ofreció Anthony, con un distinguido brillo en los ojos
-Gracias – sonreí – nada mas paso por mi mochila – voltee a ver a mis amigas para que me siguieran
-claro aquí te espero – no me quitaba la vista de encima
Una vez entrando a la casa…
-Ese chico esta muy guapo Annie – empezó a decir Patty
-Lo se, pero el que me gusta se llama Archie, digo tiene mucho años que no lo veo pero de niña me gustaba mucho
-pero es un lanzado, mira como se ofreció luego luego para llevar a Candy a su casa,
-No Patty, Anthony no es así, esta acostumbrado a la vida en Londres, todos allá manejan un nivel de educación y moral demasiado alta, su madre se los inculcó a todos cuando eran niños, es una mujer muy estricta, sobretodo con Anthony, ella siempre quería que el fuera perfecto, y lo educó para comportarse como un completo caballero.
-Eso es lo que parece ser – dije mientras que no quitaba mi estúpida sonrisa de mi cara
- bueno como yo no tengo un príncipe ingles esperando para llevarme a casa, yo también me iré,
-No te preocupes Patty, quédate a dormir y así terminamos pronto los deberes
-Pero… y Candy? – volteo a verme
-No te preocupes, me iré con el príncipe ingles, además no quiero que se hagan ilusiones, no digan que es mi príncipe,-
-Si claro como tu digas, pero es obvio que le gustas
-Eso si Candy pero no te preocupes, nunca te faltara al respeto, claro si eso es lo que quieres – sonrió maliciosamente Annie y yo puse mis ojos en blanco.
-Ya me voy chicas, cuídense mucho- les di un beso en la mejilla y me retiré a donde estaba Anthony esperándome
-Estoy lista – le dije y otra vez mi estúpida sonrisa innecesaria.
-Annie, mañana estarás en casa temprano? – preguntó Annie
-Claro, tengo clase a las 11 am asi que estaré en casa hasta esa hora
-Vendré a las 7 – le sonrió y me encaminó a su coche que estaba estacionado a unas cuantas casas de donde vivía Annie, por un momento había olvidado que Annie comento que eran vecinos, el coche de Anthony era precioso, se le veía en la cajuela el letrero de LEON rojo, no era muy grande pero se acoplaba con lo que era su edad, por cierto y a todo esto, ¿Qué edad tenía?
- Bien Candy, puedes guiarme a donde es tu casa? – dijo Anthony en un tono divertido, pareciera que su sonrisa no desapareciera.
-Claro, por el momento sal a la avenida principal y da vuelta a la derecha y después todo derecho hasta nuevo aviso – sonreí
-como usted ordene – encendió el auto y comenzó a manejar
-¿y planean establecerse aquí mucho tiempo? – dije sin pensar
-Eso espero, bueno, eso es lo que queremos mis hermanos y yo, - dijo sin mas
-Cuantos hermanos son?
-Somos 4, casi tenemos la misma edad
-Como es eso posible?
-Mi hermano Terry y yo somos cuates, Archie y Stear también lo son, pero son dos años mas chicos que nosotros, aunque parece que somos adoptados
-Por que? – me entró la curiosidad
-Terry y yo nos parecemos pero el tiene el cabello castaño y es mas fornido, sin contar que su personalidad no siempre se compagina con la mía, el es mas rebelde, y Archie y Stear se parecen pero Archie tiene el pelo marrón y es todo un don juan y Stear tiene el pelo negro y usa lentes, y le encanta la ciencia
-y tu como eres? –
-Bueno, a mi me gusta leer, me gustan las plantas y los animales, soy mas tranquilo, me gusta seguir normas pero también tengo mi lado rebelde y desordenado.
-y tu como eres Candy? – le intereso
-Bueno, soy muy alegre, me gusta leer, el baile, el teatro y me encanta los animales y los chocolates –dije con mas énfasis lo que causo una risa por parte de el – en serio, amo los chocolates y ellos me aman a mi
-te creo –
-da vuelta a la derecha otra vez y todo derecho, así como van los otros – le dije
-bien… y tu Candy no tienes hermanos? –
-No, solo somos mi tio Albert y yo –
-ya veo ….
-mi casa esta en plena curva si quieres ve desacelerando, esta es mi casa, si gustas puedes venir cuando gustes – dije con un poco de vergüenza
-Te tomaré la palabra, en serio me dio mucho gusto conocerte, espero que podamos ser amigos y salir a dar una vuelta –
-Claro por que no, me gustaría verte mas seguido-
- claro, - no dejábamos de vernos, hacía mucho tiempo que no me sentía así, nos despedimos en lo que pareció ser una despedida lo mas larga posible.
Continuará…
P:D
Así es como inicio esta historia, quien iba a pensar que mientras unas amigas que solo se juntaban para solucionar guias escolares, se iba a presentarse el suceso marcó mi vida para siempre, elegir a la una persona siempre va hacer que matemos a otra, asi es como me pasó, así fue como sucedió
