Los personajes no me pertenecen son propiedad de Stephenie Meyer solo la trama es de mi autoria.


Capitulo : la huesped

No se como habíamos llegado a dar vueltas en este espiral sin control. Ella era la tentación hecha carne y yo un esclavo de sus angelicales curvas. Un desesperado hombre dispuesto a morir por ella. Cada gesto y risa de mi ninfa me completaba me hacia sentir un hombre nuevo...
La escuche entrar y mi cuerpo reacciono mis manos sudaban y mi corazón bombeaba sin control...

- Amor- reclamo la atención mi esposa. Estas escuchándome?
- Si, pero creo que estas loca si crees que voy a dejar que pase.
- Edward seria una compañía excelente para Jake.
- No, tu primo ya vive aquí y no quiero que se alborote, además, que sabemos de ella?
- Pero cariño ella no tiene a nadie quiero ayudar, por la memoria de nuestra nenita.
Mi estomago se contrajo al recordar a mi niña, solo tenia dos años cuando falleció victima de una enfermedad que la llevo a la tumba.
- No creo que sea buena idea, tu casi no estas en casa y yo apenas puedo con los horarios de Jake.
- Ayudare en lo que mas pueda, te lo prometo.
- Esta bien mi amor, esta bien.
Mi esposa daba saltitos a mi alrededor argumentando que mañana mismo iría por ella y que debíamos acondicionar el cuarto de huéspedes.
- Si quieres le hago un espacio en mi cama – sugirió Jake en broma.
Ambos reímos mientras Emily nos mataba con la mirada.

Toda la tarde estuvimos con Jake pintando la recamara de la nueva integrante. Emily se fue al trabajo como de costumbre y cuando nosotros terminamos nuestro trabajo de "hombres" nos hicimos unos sándwiches.
- Crees que este buena la chica?
- No lo se pero mas vale que te vayas con cuidado a Emily no le gusta nada ese tipo de bromas.
- Pero quiero una novia, Técnicamente no somos familia.
- No, pero Emily quiere que sea nuestra "hija".
- Vaya es complicado.
- Es un poco descabellado.
- Bien me voy al gimnasio "Papa" - dijo Jacob riendo.
- cállate! Y no entrenes tanto chico bíceps – dije riendo.

Jacob entro a la casa pasada las once y Emily llego casi a las tres, recuerdo eso por que fueron las horas en que escuche la puerta abrirse.
Me costo abrir los ojos a la mañana siguiente pero la voz de mi esposa y el tropel que dejaba tras sus pasos no me dejaron seguir durmiendo.
- Que pasa?
- Pasa que tu y Jacob no se han levantado aun...
- Pero...es domingo – proteste.
- Hoy vendrá Bella a casa y ustedes par de desconsiderados ni siquiera se molestaron en despertarse...como sea voy por ella.
- Dame un segundo, Voy a la ducha y...
- No, yo iré por ella, tu y Jake preparen el desayuno y asegúrense de estar despiertos y listos cuando nosotras lleguemos.
Emily se fue y me dejo a mí a cargo del holgazán de Jake y de todo el desayuno.

Escuche el auto cerca cuando ya tuve todo listo, Jacob me ayudo en lo que pudo y en mi opinión todo se veía mas que bien.
Emily entro y tras de ella entro aquella cosa que podía ser cualquier diosa mitológica pero no una niña como Emily había mencionado.

Vi que Jake estaba igual de idiotizado por que su mandíbula estaba desencajada de su moreno rostro.
Ella nos miro con pánico en sus ojos, probablemente a ninguna persona le gustaba que se le quedaran viendo como bicho raro. Iba a presentarme pero Jacob se me adelanto.
- Hola Bella soy Jacob.
- Mucho gusto – dijo incomoda.
- Edward ella es mi prima Bella, hija de mis tíos Charlie y Rene – la introdujo mi esposa.
- Mucho gusto Bella soy Edward Cullen – dije tratando de sonar normal
- Bella espero que mi primo y mi esposo te hagan sentir a gusto.
- Seguro que si Emily, gracias por acogerme en tu casa ya que si no fuera por ti estaría sin rumbo, ya sabes desde que mis padres…. – sus ojos se llenaron de lagrimas.
- Oh cielo, tranquila, ya se que Edward y yo somos tus tíos pero trataremos de ser como una especie de padres.
Bella desayunó con nosotros, Jake no le saco la vista de encima en lo que duro el desayuno, lucia tranquila, parecía una niña que no Daria problemas.
- Cuantos años tienes? – le preguntó Jacob.
- Diecisiete recién cumplidos – afirmó.
- Yo tengo dieciséis casi, es decir los cumplo en una semana.
- Ah que bien – dijo sonriendo.
- Edward y Emily ya me dieron mi regalo, es un auto, en cuanto saque la licencia podremos ir a pasear – le ofreció.
- Si, claro – respondió sin darle demasiada importancia.
Parecía que a bella no le entusiasmaba demasiado la compañía de Jacob.
- Cariño mira la hora, debo abordar el próximo vuelo – grito Emily poniéndose de pie.
- Viaja mucho? – me preguntó la niña.
- Se podría decir que si, ella es azafata.
- Oh, que interesante, y tu?
- Bueno, yo soy profesor en la escuela donde Jake y tu asisten, enseño matemáticas
- que asisto? – sus ojos color chocolate me atravesaban hasta lo mas profundo.
- No aun, pero a partir de mañana si, es un instituto privado demasiado respetable, te gustará.
- Ojala, puedo levantarme de la mesa? – preguntó.
- Si, Jake acompáñala a su cuarto – le pedí al primo de mi esposa.
No me gustaba la manera que mi cuerpo reaccionaba a aquella mocosa, sus ojos eran atrevidos y sensuales pero no dejaban de pertenecer a una niña, así que supuse que sería mejor poner distancia hasta que el sentimiento de curiosidad se esfumara.
- Te gusta tu cuarto? - escuche a mi esposa preguntarle.
- Esta bien…para una niña, es rosado, a mi en verdad me gustan otros colores, como el crema.
- No hay problema, le pediré a Edward y a Jake que lo vuelvan a pintar para ti.
- Que!? – interviene – de ninguna manera, sabes el tiempo que nos tomo pintar los muros Emily?
- Cariño! Ella es una invitada ahora! Compórtate.
- No, no es problema, no quise incomodarlos.
- No es problema – exclamo Jacob – pasa que Ed esta un poco cansado, pero te pintaremos el cuarto del color que tu quieras.
Sin duda, Jacob había caído rendido ante los pies de Bella…y ella estaba que ni lo registraba, sentí un poco de pena pero sería bueno que no lo ilusionara para después tener que romperle el corazón. Me calme y traté de razonar con Emily pero por supuesto no me escuchaba por que tenia demasiada prisa en abordar el próximo vuelo.
Suspiré frustrado, debía encargarme de los chicos yo solo, por suerte me dieron una mano y ambos se encerraron en sus respectivas habitaciones, Me relajé prendiendo la televisión, pero no había nada bueno, de modo que me aventure por el pasillo para llegar a los cuartos de los chicos para preguntarles que les apetecería almorzar, pase por el cuarto de Jake y estaba durmiendo como un tronco, la puerta del lado era la de Bella, estaba un poco abierta, iba a tocar cuando mi vista captó aquel cuerpo en brasier, parecía estarse cambiando, mi mente me ordenaba a gritos retirarme de ahí, lo que estaba haciendo no era correcto, pero mis pies se sentían clavados al suelo, mis pupilas se ajustaron a las tenues curvas de adolescentes y mi masculinidad respondió con la rigidez automática, mi cuerpo sudaba frío, era mas hermosa de lo que percibí cuando llego, despreocupada elegía entre un montón de playeras tendidas en su cama, de sus labios salía el tarareo de alguna canción, se apoyaba las prendas a la altura de sus hombros y luego las quitaba para hacer lo mismo con una nueva tanda de ropa, me sentí hambriento, mis bajos instintos reaccionaban ante aquella ofrenda divina, pero me recordé que era una niña y era un crimen mirarla de esa manera, ella estaba en su plena inocencia apenas tenia 17 y yo ya pisaba la adultez madura a mis 25 años, avergonzado de mi comportamiento me dispuse a irme pero cuando estaba por dar media vuelta la madera del suelo crujió llamando la atención de la jovencita y haciendo que esta me viera abriendo los ojos como platos…en ese preciso instante el calor de mi cuerpo fue remplazada por una oleada polar haciéndome saber que me había metido en problemas


N/A: Hola lectores aqui me presento con una nueva historia, espero que les guste, tenia la idea dando vuelta por mi cabeza hace tiempo, si les gusto por favor comenten, ire actualizando junto a mis otras historias, saludos Alicerose.