Capítulo 1: En el mundo de Piffle
Notas de la autora: Este fanfic sólo tendrá dos capítulos el segundo no tiene nada que ver con la serie pero no lo subiré aun, tomé el mundo de piffle como referencia porque siento que Kurogane cambió un poco ahí.
Parejas: Fye x Kurorin
Todos se encontraron dentro de aquel lugar de nuevo, después de la desaparición del Dr. Kyle y la breve explicación de Tomoyo sobre lo que la Princesa Tomoyo le había dicho Kurogane ya no sabía que pensar, ya no sabía en realidad lo que sentía hacía tiempo que no veía a su Princesa y aunque la muchacha que tenía frente a sus ojos era su vivo retrato la atracción que había sentido al verla en otros mundos ya no era igual.
- ¿Estás diciendo que la princesa Tomoyo vino a ti en un sueño? - preguntó mirándola con ojos entornados.
- Sí - respondió ella dulcemente.
-También puedo decir que ustedes dos nos engañaron ¿eh? - intervino Fye.
Kurogane volvió a aislarse por unos momentos de la conversación con la mirada perdida en aquella Tomoyo que se excusaba de su actuación. Él no sabía cuando la vería de nuevo pero algo dentro de él cambiaba, siguió observándola arrugando la frente, sólo quería regresar a casa ¿no? Para volver a verla de nuevo. ¿O ya no quería? Se dió la vuelta y salió, el aire le refrescó la cara, cerró los ojos brevemente y el rostro de Fye apareció en su pensamiento. Algo hacia él cambiaba, algo como un sentimiento o algo parecido, pero que él no quería aceptar.
El sonido de pasos lo hizo abrir los ojos para dirigirlos al frente mientras Tomoyo en el silencio se acercaba a él.
- ¿Te duele? - preguntó ella al llegar a su lado y tomar asiento en una cajara cercana.
- ¿EH? - preguntó él saliendo de su ensimismamiento - Tu mando izquierda - aclaró Tomoyo.
- No es nada - murmuró algo enfadado - Sobre tu sueño...
Tomoyo lo miró.
- No, olvídalo - musitó Kurogane y de nuevo Fye entró en su mente.
- ¿Te interesa?
- No es nada - repitió con firmeza.
- Por favor, termina lo que ibas a decir - pidió ella.
Kurogane permaneció en silencio unos momentos, si le decía a su princesa que ya no le amaba ella se derrumbaria seguramente, parpadeó y trató de sacra eso de su mente, y para hacerlo preguntó:
- -¿Cómo se veía la princesa Tomoyo en tu sueño?
- Ella estaba muy alegre - respondió Tomoyo tratando también de sonreír- Parecía feliz al hablar sobre ti - continuó sin darse cuenta del impacto que esas palabras le producieron.
- Seguro se le olvidó mencionarte cómo me jodió - comentó él enfadado, no refiriéndose al hecho de que lo mandara lejos sino el hecho de que por su culpa él no podría amar a nadie más que no fuera a ella, ni a Fye.
- No, ella dijo "ahora él será capaz de entender la verdadera fuerza" - volvió a hablar, sin saber a qué en realidad se referia +el.
Kurogane volteo a verla con un aire un tanto melancólico, y cuando ella tocó su mano al escuchar la ligera advertencia que le lanzó lo supo de una vez, su princesa Tomoyo jamás lo dejaría libre; las personas tienen la misma alma ¿no? ahora no era Tomoyo la que lo tomaba de la mano, no, era su princesa y con sólo sentir su calor se había dado cuenta de todo, menos mal que Fye no estaba ni enterado de sus verdaderos sentimientos.
- La misma alma ¿eh? - dijo en voz alta al tiempo que se soltaba de ella y se guardaba la mano en el bolsillo.
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A la mañana siguiente todos se despedían, Kurogane deseando pronto llegar a su mundo para así separarse de Fye y ver hasta qué punto lograba olvidarlo, conociéndose como se conocía si seguía viajando con él... algún día haría una locura. Después de que todos se despidieran y el remolino de colores los tragase enteros Kurogane mencionó algo importante.
"Regresaré a casa"
