Disclaimer: Los personajes de Ranma ½ son propiedad de Rumiko Takahashi; Esta historia está hecha sin fines lucrativos, solo para el disfrute de posibles lectores.
Detective Papá.
Por: Daioz
El llanto se hacía cada vez más fuerte, casi sentía su cabeza explotar. ¡Rayos!, ¡Esta vez sí que se quedaría sordo!
—¿Qué pasa?-la voz de Akane inundó la sala.
—Perdí a P-Chan—explicó la pequeña entre sollozos. En efecto, hacía varios minutos que lloraba desconsolada por haber extraviado, de nuevo, su muñeco con forma de cerdo, cortesía del tío Ryoga—¡Y papá no quiere ayudarme a buscarlo!—acusó; el aludido sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, y, a paso lento comenzó a alejarse de las mujeres.
—¡Ranma!—Akane gritó haciendo que su esposo se detuviera en seco y riera nervioso respondiendo con un: "¿Si, linda?"—Ayudarás a Meiko a buscar su juguete, ¿Entendido?
—Pero, amor…— intentó buscar una excusa válida, claro que su "enérgica" mujer no lo permitió.
—¡Ahora!—Sentenció. Besó a su hija en la frente para después retirarse a la cocina a seguir con lo suyo.
Ranma suspiro, amaba a su princesa, pero tener que hacer de detective tres veces al día para buscar a ese endemoniado peluche, era tedioso.
—Así que, Señor Conejo, ¿Puede usted decirme en dónde se encontraba ayer a la 01:30 pm?
El peluche permaneció callado, sentado en una silla siendo apuntado con la luz de la lámpara que Ranma sostenía.
—¡Conteste!—exigió Meiko golpeando la mesita de té con histeria, tan parecida a su madre en personalidad, si no fuera por su cabellera negra y ojos azules, sería una copia de Akane.
—Princesa, no creo que el Señor Conejo sepa algo—opinó el pelinegro. La mirada de la niña se ensombreció, mentiría si dijera que Ranma no tuvo miedo.
—¡Soy la detective Saotome, resolveré este caso a como dé lugar!—se irguió con orgullo, y tomó a su padre de la mano—¡Vamos Detective papá!
Debajo de las camas, detrás de los muebles, en el techo, los armarios, en cada rincón de la casa, y nada. ¡El jodido muñeco no estaba!.
Los ojos de Meiko se cristalizaron. Ranma se mordía las uñas, sería su fin si ella lloraba. Y allí venia su mujer con mazo en mano.
Ding Dong
¡Bendito timbre!
Ranma batió su record de velocidad en huídas. Al abrir la puerta se encontró con una mujer sonriéndole.
—Maestra Hino, Buenas tardes—saludó—¿Qué la trae por aquí?
—Buenas tardes señor Saotome, vine a entregarle esto—explicó buscando dentro de su bolso—Meiko lo olvidó ayer en el salón. La cara del ojiazul se iluminó y sintió ganas de saltar de la felicidad, pero se contuvo, no haría tal cosa frente a la profesora.
—Ya Meiko, tranquila, te compraré otro muñeco igual
—No, ¡Yo quiero ese!— Akane suspiró. No podía aparecer a P-chan por arte de magia
—¡P-chan!—el gritó de Meiko la sacó de sus pensamientos, no se dio cuenta en qué momento Ranma llegó con el dichoso muñeco haciendo sonreír a su hija—¡Gracias papá!
—De nada, princesa—sonrió colocándose al lado de su esposa.
—¿Cómo lo encontraste?—curioseó Akane.
—Nada es imposible para "Detective Papá—fue la respuesta de él , recibiendo un beso de Akane, quién, con tal final feliz se olvido de preguntar sobre el reciente llamado a su puerta.
Fin.
NOTAS DE AUTORA:
Editado el 22 de Julio de 2014.
Corregidas faltas ortográficas, y uso de la raya (—)
