¿Por qué les había sucedido esto?
Seto, Shintaro, Momo...
¿Por qué tuvieron que morir?

El que antes había sido el noveno miembro del Mekakushi-Dan, ahora se había convertido en un monstruo, que destrozaba cruelmente la vida de todos los miembros.

Los gritos de la chica medusa,
Los intentos desesperados de la chica peliazul por llamar la atención del chico,
mezclados con aquel desparramado carmesí de los miembros muertos.

Aquel tipo, se acercaba lentamente hacía Kido, quien no hizo mas que alejarse asustada.

-¡A-alejate!

Repetía la líder de aquel grupo de chicos que había sido destrozado, quien tenía varias heridas y lloraba.

Kano estaba observando eso, viendo como el chico de ojos de serpiente sacaba un arma con la intención de matar también al miembro numero 1.
El rubio no dejaría que destruyan a su familia, ya que lo que el quería era protegerlos.
Aunque se tenga que volver un mentiroso por aquello, no le importaba, lo único que le interesaba, era que su familia este sana y salva.

El chico de cabellos oscuros formo una pequeña y aterradora sonrisa en su rostro, mientras le disparaba a la peliverde, para después darse cuenta que el chico con ojos de gato, estaba abrazando a Tsubomi para protegerla.
El disparo le llego a él, manchando de sangre la capucha de la chica.
Kano le sonrió, mientras el monstruo se reía.

-Eso te pasa por ser un mentiroso.

El chico que antes era Konoha les dio la espalda alejándose, dejando a un Kano herido y a una Kido llorando.

-Hey, no llores, ¿okey?

El rubio trataba de consolarla, mientras sonreía y caía al suelo.
Aquella chica que antes fue la líder de un grupo de chicos, ahora era una indefensa chica que lloraba mientras abrazaba a su miembro numero 2°.
Él, con sus últimas fuerzas, le sonrío una vez más para tranquilizarla, diciendo,

-Te quiero.