Hot honey

Ningún personaje me pertenece, sin embargo la historia es mía.


El tiempo cura las heridas de los corazones rotos, eso es lo que nos dicen y eso es lo que pasa, superamos los desamores y seguimos adelante, pero con cada decepción una parte de nosotros va muriendo, lo pero de eso es que no hay manera de revivirla. Supongo que todos pasamos por algo así, crecemos, maduramos y llegamos a un punto de nuestra existencia en que la vida es gris, perdemos la capacidad de confiar y nos da miedo abrirnos al amor.

Mi historia es como la de muchos, me enamoré de alguien quien terminó por engañarme, me aferré a la idea de un futuro juntos y dejé de vivir mi presente, perdí a mis amigos, a mi familia, incluso me perdí, no sabía donde estaba o si lo que hacía era correcto. Se suele decir que los tiempos de Dios son perfectos y que él sabe la razón por la que nos envía pruebas tan grandes, ahora puedo decir que llegué a recuperar a todos aquellos a quienes perdí, pero yo sigo sin encontrarme.

—¿En qué piensas T.K.?

— En nada — Llevo el cigarro a mi boca e inhalo un poco. Comenzó a fumar en el peor momento de mi vida y desde ese momento no he podido dejarlo, de alguna manera me tranquiliza.

—¿Cuantos llevas hoy?— Pregunta mi castaña amiga con un poco de preocupación en la mirada, le muestro mi cajetilla, la compré ayer y ya me queda sólo la mitad, tengo un descontrol con el cigarro, lo sé y no me molesta. — Ya no fumes tanto, ya no tienes razón. ¿Vienes al rato a beber algo con nosotros?— Mi vida se ha resumido a la universidad, salir con mis amigos y estar un rato con mi familia, me gusta, me divierto y la verdad es que ya no tengo razón para fumar, sólo me ha quedado el vicio. —¿Ya no has hablado con él?.

— Sí, platicamos ocasionalmente, cuando él quiere.

— Sé que es difícil superar un desamor, pero debes entender que es por ti.

— Ya lo superé, pero hay algo raro, pese a todo, aun nos tenemos confianza y…

— ¡No, T.K! — Grita

— No ha pasado nada — Su reacción me causa risa, es divertido ver a tu mejor amiga alterada por tus problemas del amor, pero la verdad es que si hablo o no con él me es indiferente. Kari sólo sonríe al verme reír y se para, quedamos de vernos en la tarde, iremos por unas copas.

Apago el cigarro y me levanto, las clases han terminado y nada me puede poner más feliz, comeré con mi familia y quizá me bañe antes de ver a mis amigos.

De camino a casa veo la gente caminando por las calles, mis audífonos y mi música se han convertido en un método de escape a la realidad, supongo que no soy en único y habrá quienes se desconectan por momentos grandes. Un mensaje llega a mi celular, mi mejor amiga, quizá mi madre que pregunta por dónde voy, posiblemente mi mejor amigo, tiene unos días que no lo veo o quizá…

Hola T.K. :) — Dice el mensaje en mi celular, el remitente, un chico de ojos azules y cabello rubio. Mi día iba bien, siempre hay alguien que la caga.

— Hola, buena tarde, ¿cómo te va? — Siempre es la misma historia desde que volvimos a hablar, nos tratamos como amigos poco recurrentes.

Deprimido, peleamos de nuevo. — Y ahí voy de pendejo a darle consejos de amor y de cómo subsanar la relación que tiene, sé que nunca me dará crédito por ello y ha de pensar que lo que le digo es para que deje a su novio, pero realmente lo quiero y aunque sé que no es para mi, me gustaría verlo feliz.

La tardé pasó muy rápido, vi a mi mamá, comimos juntos, le dije que saldría con mi hermano y otros amigos y que quizá llegaría tarde, se fue y me pidió que me cuidara. La rutina ha sido la misma desde hace unos meses, decirle mis preferencias supongo que fue fuerte, pero lo aceptó y hasta consejos me da.

Matt vino por mi, desde el incidente en el último viaje han estado al pendiente, en las fiestas dejan que beba, pero me alejan del celular, es gracioso como los altos nivel de alcohol te hacen pensar que nada es tan grave.

Cerveza tras cerveza, preparado tras preparado y copa tras copa todos estamos más que felices, Matt está muy pegado a Sora, Tai parece sólo echarle la mirada, pero ya no está más con nosotros, creo que lo perdimos hace dos rondas de shots; Mimi e Izzy, pobre, siempre tiene que cuidarlo, Kari como siempre se da a respetar y aleja a Davis de ella, pero si los hombre somos necios, borrachos somos el doble.

— ¿Cómo te la estas pasando? — Me pregunta Tai en voz baja y poniendo su mano en mi hombro.

— Bien, ya me hacía falta algo así

— Me dijo Kari que estás hablando con él — Asentí, no tengo por qué ocultarlo, pero aún así Tai no está feliz con mi declaración. —Suelta eso y vive, estamos aquí para disfrutar un rato con los amigos, no para pensar en lo que no fue— Está pedo, pero tiene razón en lo que dice.

El tiempo pasa rápido con los amigos, todos ya estamos en las últimas, las fiestas en casa de Mimi son a morir y bueno, pocos nos mantenemos de pie. El recuento de los daños arroja que mi hermano y Sora se fueron a un cuarto, Mimi golpeó a Izzy y en un juego de shots me besé con Kari. Ya son las 5 am y mi en mi celular hay unos cuantos mensajes, sí, todos de él.

Estoy ebrio T.K., hoy aprendí a fumar y mi novio no vino. No me sorprende —Me caga que estemos tan lejos… me encantas.

Suspiro al leer eso último, ya no me afecta, no siento nada ¿está bien no creer en las palabras alcoholizadas de un ex amor?

— Te extraño — No, no fue el alcohol, fueron mis sentimientos en un momento oportuno de soledad, pero ya no es sano extrañarlo.


Prometo que no será muy largo y espero que les guste, cualquier cosa ya saben que me pueden decir :3