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*Prologo*
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Todo la culpaba, las evidencias eran claras, la venganza seria dulce.
La busco hasta encontrarla.
La enamoro.
Y lentamente la hizo sufrir lo que se merecía… como claramente lo juro.
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Pero qué hacer cuando su corazón se interpuso en aquel juramento
Cuando ella resulto ser alguien quien provocaba en el sensaciones que no debía sentir.
Ella se volvió su pecado
Ella era la culpable de su dolor y debía pagar pero…
Ella también era la culpable de que nuevamente se sintiera vivo
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Una situación complicada
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Una decisión que interferiría en su futuro.
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¿Cuál elegirías?
El amor o el juramento.
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Genero: (Romance, Drama)
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Clasificación: (+18)
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Advertencias: (Lemon, Lime, Lenguaje obsceno, etc.)
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Diclaimer: Naruto y sus personajes NO me pertenece
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Nota: Esta historia es completa y absolutamente MIA, y no es permitido tomarla sin mi autorización
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Resumen: "¿Por qué me odias?" "Ella es la culpable de su muerte" "¿Quién es Itachi?" "Yo te amo" "Debo odiarla" "Quiero hacerte el amor" "Me he equivocado" "Aléjate no te quiero volver a ver".
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El juramento
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*Capitulo 1*
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"Engaño"
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Siempre pasaba lo mismo y por mas que se repetía no dejaba de doler… porque amar también es sufrir… sufrir hasta un punto en que tus lagrimas se agotan pero tus ojos aun arden queriendo derramar mas o cuando tu corazón duele; oprime y quema tu pecho, un dolor tan intenso que por un momento prefieres morir para por fin dejar de sentir… dejar de sufrir por alguien que parece odiarte.
Una presión en tu pecho te hace difícil respirar frente a tus ojos hay una escena que no hubieras querido presenciar.
La costumbre no puede más que el dolor.
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Sientes ese molesto picor en tus ojos pero no te permites llorar.
Sientes tu cuerpo flagear pero no te permites caer.
Porqué harás frente a todo esto.
Perdiste tu dignidad por el pero no dejaras que pase lo mismo con tu orgullo.
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Miras a la mujer a su lado, su "asistente personal" se viste rápidamente y eso te causa gracia pues que trata de ocultar.
Sonríes con ironía contraria a lo que tu corazón siente, pues este duele… duele mucho.
Desvías tu mirada a él y como siempre te ignora se viste sin vergüenza, ni pudor alguno.
Por fin te da el "honor" de verte a la cara pero su mirada solamente te muestra ira y reproche pues acabas de hacerle pasar una vergüenza como siempre el te hace ver y aquello te parece nuevamente irónico porque tu eres la que estará en boca de todos los empleados, empresarios y accionistas.
Tú eras la engañada.
La cornuda no él.
Ves como su asistente sale de la oficina no sin antes dirigirle una mirada, sin importarle que estés tu.
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Los murmullos a tu alrededor te hacen sentir estúpida y por un momento piensas salir corriendo de ese lugar.
Sientes un gran dolor en tu corazón y un nudo en la garganta pero no te permites ver afectada aun por dentro estés destrozada.
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Por fin todo acaba, oyes el sonido de la puerta cerrar después de estrictas ordenes hacia lo empleados de alejarse.
Caminas hacia la ventana de la oficina dejante llevar por la hermosa vista de la ciudad. Te cruzas de brazos y te paras frente al gran ventanal.
Pronto las imágenes de hace un rato se repiten en tu mente y te parece incluso escuchar esos asquerosos y repugnantes sonidos emitidos por la mujer.
Martilla en tu cabeza el rechinido del escritorio ante los empujones de ambos cuerpos… pero tú sigues apacible, con el rostro imperturbable a pesar del dolor palpitante en tu pecho, solamente con esa mascara falsa de fuerza que usas con frecuencia.
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Respiras profundamente tratando de tragarte el dolor que sientes, ahogas un sollozo y pestañeas continuamente hasta alejar esas gotas cristalinas que se empeñan en querer salir de tus ojos.
-¿Qué demonios haces aquí?- oyes y sin tiempo de reaccionar sientes un fuerte jalón del brazo, volteas a mirarle por un segundo e inmediatamente apartas la mirada a un punto indefinido.
-Te he dicho que no te aparezcas en mi oficina.- expecta él fuertemente apretando mas el agarre en tu brazo, lastimándote.
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Tu respiración se hace irregular y aunque tratas de evitarlo las lagrimas se juntan en tus ojos
-Maldición, mírame.- ordena con ira contenida halándote hasta quedar frente a él.
-Suéltame, duele… suéltame.- expresas empujándolo, lo miras a los ojos encontrando nuevamente ese odio que siempre enmiendan hacia ti y que aun no logras comprender, apartas tu mirada de la suya rápidamente evitándote más dolor.
-Maldita sea.- gruñe por lo bajo pasando un mano por su cabello, desordenándolo.
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-¿Por qué me odias?- preguntas mirándole, el se sienta en su escritorio ignorándote como siempre, sientes como el nudo en tu garganta se hace más intenso dificultando tu respiración y no puedes evitar que algunas lagrimas mojen tus mejillas.
-¿Por qué Sasuke?… ¿Por qué me ha-ces es-to?- preguntas con voz quebrada, te paras frente a su escritorio y le miras esperando una respuesta que sabes no va a llegar.
-¿Qué te hice?- preguntas débilmente en un susurro, pero nada, ninguna disculpa… ninguna palabra… ninguna mirada… simplemente nada.
Suspiras liberando todo, finalmente te rindes y dejas que las lagrimas bajen con libertad de tus ojos y mojen tus mejillas, algunos sollozos escapan de tus labios y no lo evitas.
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¿Para qué?
Él es consciente de que lloras.
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¿Y no hace nada?
Nunca lo ha hecho
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¿Por qué?
Es una respuesta que jamás obtendrás
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¿Eso crees?
No, esa es la realidad…
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Pero esta realidad parece dolerte
¿En serio? porque en verdad es así.
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Te duele ¿cierto?, te duele mucho
Demasiado.
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Lo observas pero él ni siquiera te mira parece más interesado en esos papeles que sostiene con sus manos. Desvías la mirada nuevamente
¿Por qué es así?
¿Por qué cada mirada que te dedica refleja ese inmenso odio hacia ti?
Llevas tus manos a tu rostro tapándolo con ambas mientras tu cuerpo tiembla levemente… es tan difícil comprender porque te odia tanto cuando él fue quien se acerco a ti.
Eres estúpida y masoquista por amar a alguien que te odia, que te desprecia, que te pisotea, pero que hacer cuando sientes ese sentimiento que quema tu pecho cada vez que lo miras.
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Tus lágrimas ocultas surgen cada día más
Ya no llores más
El tiempo curara el engaño y el dolor.
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Pero ¿crees poder aguantar?
Sonríes con tristeza, esa es la pregunta que últimamente ha estado dando vueltas en tu cabeza
¿Podrás aguantar?
Ahora no estas tan segura, porque después de sentir ese vacío… después de ver engaño tras engaño, después de observar cada día ese odio en su mirada, después de sufrir tanto, esa ilusión de sentirte querida, de formar una familia con la persona que te lleno nuevamente de vida… con la persona que mas amas en este mundo se rompió.
Lo amas tanto que dejaría todo por él, pero… eso ya lo hiciste
Entonces ¿Qué queda?
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Ella está en un momento especial
Buscando su felicidad
Porque la vida la golpeo
Se escapo cuando ella menos la espero.
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Tus sollozos paran y estancas tus lagrimas, pasas tus manos por tus mejillas limpiando el rastro en estas.
Aún te sigue doliendo pero vale la pena llorar por algo que se seguirá repitiendo.
Sabes que no puedes terminar con todo esto… tu corazón aun no te lo permite, es algo más fuerte que tu, solamente esperas agotarte de todo esto y dejar de amarlo.
Le ruegas a Dios que suceda
Mientras ¿qué harás?
Amar y sufrir, pero eso solamente lo harás cuando él te pueda ver o entre las cuatro paredes de tu habitación .
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Trata de sacar espinas que ya eligió
Desangran fuerte y sin temor
Y le recuerdan su error
Miro hacia atrás y no encontró la explicación.
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Tus orbes arden, sientes aun ganar de llorar, pero, no lo permites pues deseas con todo tu corazón salir de ahí y no dejaras a nadie vea que eso te afecto
Claro que no
Sales de la oficina sin dar una mirada atrás, caminas por los pasillos sintiéndote observada por todos, pero no dejas que te vean destrozada, te encaminas tranquilamente con la barbilla levantada.
Paras frente a uno de los elevadores, presionas el botón y esperas pacientemente a que este llegue.
Para todos parece que nada te afecto que incluso fuiste indiferente a lo que viste pero solo tú y el saben lo que sufres
Entras al elevador cuando este llega y después de breves segundos se cierra, guías tu mano al botón que te llevara a la salida donde toda esta farsa acabara.
Miras tus manos temblar, sientes nuevamente ese molesto picor en tus ojos y el nudo en tu garganta, la agonía y el dolor que escondes queman tu pecho haciéndote arduo en trabajo de respirar.
Todo empieza de nuevo y sabes que no lo podrás ocultar por mucho tiempo.
Tienes que salir de ahí.
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Respiras profundamente tratando de tranquilizarte y agradeces conseguirlo, el elevador se abre y tu sales de él.
Miras la puerta de entrada y salida y una vez mas agradeces a Dios.
Oyes los susurros a tu alrededor comentando lo sucedido al presidente de la corporación, te repites una y otra vez que eso no te afecta y sigues caminando con la cabeza en alto, pero cuando menos lo imaginas por la puerta entra su mejor amigo, Naruto.
Tu mirada se nubla y un nudo se formo en tu garganta pero tú sigues luchando con las inmensas ganas de llorar que sientes, no lo puedes evitar y un par de lagrimas ruedan por tus mejillas.
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Bajas levemente la cabeza, ahogas un sollozo y tu labio inferior tiembla.
-Hola Sakura-chan.- te saluda el rubio alegremente, levantas el rostro y su sonrisa se desvanece… sabes que perdiste la batalla pues sientes tu rostro humedecido.
-Adiós Naruto.- dices saliendo rápidamente del edificio.
Te fallaste a ti misma otra vez… permitiste que te vieran llorar.
Te reclamas mentalmente una y otra vez por ser tan débil.
Naruto no es nadie en realidad solamente es un conocido el mejor amigo de tu esposo, pero, lo que te hace sentir mal es el hecho de que te haya visto llorar porque sabes que se enterara de todo y te tendrá lastima una sensación que no quieres volver a sentir.
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…::Fin del capitulo::…
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