Que hubiera sucedido si…
-Kouga, el jefe de los hombres lobos ha decidido no casarse –susurro un lobo blanco, perteneciente a la manada del antiguo gran sabio-
Ya se habían cumplido unos meses del fallecimiento del abuelo de la pelirroja, ¿Pero y eso tiene que ver? Diría, en estos momentos claro que importa pero solamente a ella, ya que los demás, están empeñados por saber quién es el tomaría el puesto. Y sería el jefe de todos los hombres.
-Ya no importa… -murmuro Ayame- Ya no ha… de importarme. No es algo que le tome mucha importancia.
Han desterrado a un gran lobo
-El consejo y yo, ha decido desterrarte de la manada, no eres digno de pertenecer a nuestro clan, eres una deshonra al enamorarse de una humana común.
-Eso no tiene nada que ver, el enamorarme de una humana, ¡No tiene porque importarles! ¡Soy el más capacitado para tener el puesto de jefe! ¡Tengo mi propia manada, maldita sea!
-Manada de la cual. Ya tiene un nuevo jefe –susurra el gran lobo blanco.
-Imposible… -carraspeo en medio de un gruñido.
Aventura
-Voy a emprender mi viaje solo. Ayame, volveré por ti. No me importa, si tienes que estar conmigo a la fuerza –grito, mientras la muchacha pelirroja desviaba la mirada.
Separación de los clanes.
-Kouga… no podemos dejarte ir solo –susurra un amigo inseparable de kouga-
-Ginta, por favor. No es nada, quédense aquí, verán que pronto vendré. Y recuperare lo que me pertenece. Lo juro. Por lo pronto. Necesito que estén atentos, a cualquier movimiento sospechoso.
¿Lo jura? Pues, eso será un poco, difícil. Sucederán muchas cosas y algunas a nuestro querido amigo lobo le hará tragarse su orgullo y palabras…
(*)
-Los clanes están impacientes, peleas dentro de ellos. Deshonra, cosas que no son debidas. –Susurra una amiga de Ayame.- Todo está muy mal. Necesitamos a kouga. El es el único que puede hacer algo
Llega corriendo un lobo viejo herido susurrando entre jadeos.
-Ha surgido una nueva manada… están por atacarnos –cae en los brazos de la loba blanca.
Kouga estaba con un tic en su ceja derecha, bueno cualquiera. Si tiene que pedirle a su peor rival que…
-Tu… Lobo apestoso, ¿Quieres que te enseñe a ocupar una espada? –dijo entre risas el hanyou-
Kagome, solamente le dio un codazo, del cual Inuyasha se quejo y la miro con el seño fruncido.
-¡Se mas cortes! –lo regaño.
Decisión.
-Ayame, enserio lo siento. Quiero casarme contigo, te necesito a mí…
-Ya es tarde. –lo interrumpió la muchacha. Sin ninguna duda en sus palabras- ¿Sabes cuánto, tiempo estuve esperando que me dijeras que me necesitabas? Y ahora cuando… cuando ya no te necesito se dan vuelta los papeles. ¿Qué irónico no?
-Es que… todavía estamos a tiempo, ¡No es demasiado tarde!
- Lo es… -susurra sonriendo- Yo… he de comprometerme con otro lobo.
Nuestro gran amigo kouga no podía hacer nada más que gruñir (se le pego de Inuyasha, al parecer). Presiono los puños
Nuestro amigo, tiene de maestro a su peor rival en el amor.
-Haber apestoso. Para manejar una espada, debes sentirla, pensar que son solamente uno ¿comprendes? –dijo Inuyasha mientras sacaba una espada común y corriente, claramente no quería que el lobito estuviera en desventaja.
-Inuyasha, eso sonó muy cursi. –dice poniéndose en posición.
Inuyasha gruño y lo golpeo. Mientras ambos practicaban, Kagome los estaba observando de lejos. A simple vista, tenían muy buena relación o al menos eso creía. Combatieron, Inuyasha llevaba la delantera. Pero kouga no se quedaba atrás.
-Ha acabado por hoy. –dijo el hanyou.
-Qué alivio –susurro el youkai lobo levantándose y dándole la espalda.
Inuyasha sin pensarlo dos veces, pateo las piernas del lobo haciéndolo caer al suelo.
-Y… una cosa más –susurro colocando el filo contra la garganta del chico.- Nunca le des la espalda a tu enemigo. –dijo guardándose la espada y yéndose con Kagome.
-Maldición… -susurro levantándose.
Pero solo con ayuda del…
-¿Estás dispuesto a pelear, y ayudarme? –pregunto extrañado el lobo mientras colocaba la espalda contra la del hanyou.
-Supongo que sí. Por ahora, procura sobrevivir, soy el único que puede matarte.
Rivalidad
-¡Maldito seas! –Golpea a kouga en el rostro- Por tu culpa Kagome está totalmente herida, ¡nunca debimos volver a ayudarte!
-Inuyasha de verdad lo lamento. ¡No pensé que la situación se me fuera a salir de mis manos! Pero lamentablemente necesito tu ayuda-
El hanyou, tomo el cuello de su traje a kouga y lo zarandeó un poco.
-Ellos te abandonaron, abandónalos tú a ellos, no los necesitas.
-Eso jamás.
A contra luz.
Proximanete…
Un FF dedicado con mucho cariño a mi hermanita Ayame Cullen. Espero que les guste. :D
