CAPÍTULO 1

Valentina's POV

- Valentina, es la tercera vez que te llamo, ¡a levantarse!

- 5 minutos mas... - Valentina no podía ni abrir los ojos, con la película de miedo no había podido dormir mucho.

- ¡Arriba! - Su madre le quitó las sábanas de encima y Valentina por fin abrió los ojos.

- Si, si... Ya me levanto... - Valentina se sentó en la cama y vio como su madre salía de la habitación y volvió a tumbarse.

- ¡Valentina! – Era una voz diferente a la de su madre. De repente Valentina sintió mucho peso encima suya - ¡Alfredo! ¡Bájate!

- Hay que levantarse, o si no no podrás ver a Elías - Dijo Alfredo con una sonrisa pícara. Valentina se heló al escuchar eso, ¿cómo sabe él de Elías?- Anoche leí lo que escribíais tus amigas y tu... ¿Elías es el de las gafas verdad? - Seguía sonriendo a su hermana. - Sería una pena que se enterara de repente... - Dijo antes de salir de la habitación de su hermana.

Cuando Alfredo salió de la habitación ella seguía congelada por lo ocurrido, hasta que se dio cuenta de sus últimas palabras. Se vistió corriendo y bajó a la cocina, donde se encontraba su hermano acabando el desayuno.

- ¿A qué te referías con lo de que se enterara de repente? - Preguntó con desconfianza a su hermano pequeño.

- Nada, sólo que no me gustaría que se me escapara por si estoy muy cansado de hacer mi cama y limpiar los platos... Pero claro, si esas cosas las hiciera alguien por mí, yo no estaría cansado y no se me escaparía...- Tras decir esto, se levantó y sonrió a su hermana.

- Pequeño bastardo... - Susurró ella para sí misma.

Al llegar a su clase, era una de las primeras, como siempre. Por suerte, Natalia y Violeta ya estaban allí.

- Buenos días Valen, ¿has dormido mal? - Preguntó Violeta al ver la cara cansada de Valentina.

- Si bueno... culpa de una película – Valentina dejó su mochila en su sitio y se dejó caer sobre la mesa. - Por cierto, mi querido hermano me está chantajeando.

- ¿Con qué? ¿Con decirle a tu madre que no te lavas los dientes todas las noches? - Dijo Natalia con su típico sarcasmo.

- No, con decirle a Elías que me... eso – Bajó la voz al ver que Elías y Sergio entraban en la clase.

- Buenos días – Dijo Sergio. - Todavía no ha llegado Sara... ¿No?

- No... ¿Por qué? ¿Te interesa? - Dijo Natalia alzando las cejas y sonriendo.

- No, es solo... es raro veros a vosotras dos sin ella... sólo eso... - Bajó la cara y se sentó en su sitio.

- Ya, claro... te creemos – Se unió Valentina divertida por la escena.

Poco a poco fueron llegando los demás alumnos y el profesor de la primera clase. Valentina odiaba francés, siempre le entraba mucho sueño con aquel maestro. - Si todos fueran como el maestro de lengua...- Pensó.

Cuando acabó la clase, Mar se acercó a hablar con Valentina, Sara y Natalia, cuyos sitios estaban juntos. Mar se sentaba bastante lejos de ellas tres, junto a Ángela y Violeta.

- Estoy más harta de Elías. - Dijo Mar tras hablar un poco de la clase aburrida de francés. - Siempre me está mirando y no para de hablarme... ¿Por qué le tendré que gustar a los más feos?

- Si Elías es feo, ¿qué es para ti guapo? - Preguntó Natalia un poco molesta por el comentario, Elías era su amigo, y una de sus mejores amigas estaba enamorada de él, aunque eso Mar no lo sabía.

- No se... - Siguió Mar. - Pero valla, primero Alberto, después Elías y por último Fernando... Parece que sólo atraigo a los feos.

- Feos no son para nada. - Añadió Sara. - Además, los tres son muy buenas personas, simpáticos y amables, ¿qué más quieres?

- Bueno vale, tranquila... - Se defendió Mar. - Sólo era un comentario. - Dijo antes de volver a su sitio.

- ¿Estás bien? - Preguntó Natalia a Valentina.

- Sí, sólo me da un poco de coraje... pero no es su culpa.

- Si sigues siendo tan buena con todos acabarás mal. - Continuó Sara. - Hay veces que es mejor insultar que callar.

Valentina y Natalia se rieron de la seriedad con que lo había dicho y se volvieron a sentar cuando entró la maestra de inglés.

Sara's POV

Inglés siempre la cabreaba, la maestra le tenía manía, incluso cuando ella era la mejor en esa asignatura, aunque claro, ahora había un medio inglés sentado a su lado. Ahora que lo pensaba, todavía no se había presentado, ni siquiera le había escuchado hablar.

- Pobre, - Pensó - será tímido y no sabrá con quien puede hablar...

- Hola, yo soy Sara. - Le susurró con cuidado de que la maestra no la escuchara.

Él la miró y volvió a mirar a la pizarra sin cambiar su expresión.

- Vale... ¿Tu eres Max, verdad? - Intentó de nuevo Sara. - ¿Eres inglés no? ¿Entiendes español? - Al ver que éste la ignoraba, paró de hablarle y siguió "atendiendo" en clase. - ¿Pero qué le pasa a este niño?- Pensó molesta.

Por fin ya era recreo, todos los alumnos salieron corriendo al patio. Sara cogió de la muñeca al niño nuevo y lo llevó a la entrada del instituto. Max la miraba con una cara de extrañeza y sorpresa a la vez, pero no se soltó y no se quejó.

- Bueno, como no hablas con nadie, he pensado que no te han enseñado el instituto bien, así que yo seré tu guía. - Dijo Sara con una gran sonrisa y se sorprendió al ver que a él se le escapó una pequeña sonrisa y se dejó llevar.

Le enseñó el salón de actos, las clases a las que tenía que ir, la sala de profesores y las oficinas del director y del jefe de estudios y tras enseñarle el gimnasio fueron a las canchas de fútbol y baloncesto.

- Y por último, las canchas. Aquí todos los recreos los chicos se ponen a jugar al fútbol o al baloncesto, ¿tu juegas a algo? - Preguntó Sara con curiosidad.

- Estaba en el equipo de baloncesto en California. Era el mejor del equipo. – Contestó con una sonrisa.

- Aquí también hay un equipo de baloncesto, no será tan bueno como tu antiguo equipo, pero seguro que están encantados de fichar a una estrella como tú. - Sonrió de vuelta Sara. - ¡Ven! Conozco al capitán del equipo, el entrenador es nuestro maestro. - Sara le agarró de la muñeca de nuevo y le llevó con todos los chicos de su clase, que estaban jugando al baloncesto.

- Sergio, - Dijo Sara – este es Max, quiere unirse al equipo, es muy bueno. - Le dijo a Sergio sonriendo.

Sergio se giró y vio a Sara agarrándole la muñeca al chico nuevo. Eso le molestó. - ¿Ah, si? ¿De verdad sabes jugar o sólo lo dices para ligar? - Dijo fríamente Sergio.

Max sonrió y le quitó el balón a Sergio y canastó sin ningún problema. - No digo que Sara no sea guapa, pero lo de saber jugar iba enserio. - Dijo girando la pelota sobre su dedo índice.

- Muy bien... - Dijo Sergio cabreado.- Tú y yo, quien canaste 10 veces antes gana. Si ganas, entras en el equipo, si pierdes, te largas y nos dejas en paz, a nosotros y a Sara.

Sara estaba sorprendida por lo que habían dicho Max y Sergio. No sabía que decir, ni siquiera sabía si tenía que decir algo, así que se sentó en el banquillo y vio el partido entre Sergio y Max.

El pique fue rápido, ambos eran muy buenos. Sergio canastó primero, pero Max remontó rápido. Sara estaba impresionada, parecían profesionales. Sergio era más alto, pero Max era más rápido. Sara no sabría decir quien era mejor. Al final quedaron 9 – 10 ganando Max.

- Bueno, está decidido, - Dijo Sara rompiendo el silencio que se había hecho. - Max entra en el equipo. - Sonó el timbre y volvieron a clase.

Natalia's POV

Natalia no podía concentrarse, no paraba de mirar de reojo a Alberto, quería hablar con él, pero no sabía que decirle, entonces notó que Sara estaba demasiado callada, Sara siempre hablaba mucho en clase, y fuera de ella.

- ¿Qué te pasa? - Susurró preocupada.

- Creo que Sergio está enfadado conmigo. - Susurró de vuelta Sara.

- ¿Por qué? ¿Le has hecho algo? - Preguntó Natalia un poco confusa, era muy raro que Sergio se enfadara con Sara, era su mejor amiga desde el primer año del instituto y además, ella creía que estaba enamorado de ella, pero no se atrevía a decir nada por si se equivocaba y empeoraba la relación de Sara y Sergio.

- Creo que le molestó que animara a Max antes que a él, pero Max es nuevo, no tiene amigos, sólo quería que encajara.- Contestó Sara cabizbaja.

- No se... ¿Quieres que le pida a Alberto que le pregunte a Sergio si está enfadado? Y de paso le pregunto quien le gusta. - Dijo Natalia sonriendo. En realidad era ella la que quería hablar con Alberto y ahora tenia un motivo.

- Vale... - Dijo Sara mirándola al fin. - Espero que no le guste otra...

Cuando acabó la clase se levantó y se dirigió al sitio de Alberto.

- Hola Alberto, ¿qué tal? - Dijo un poco tímida.

- Bien gracias. - Contestó éste con una sonrisa.

- ¿Te puedo preguntar algo? - Le preguntó mirando al suelo.

- Claro, ¿qué pasa? - Preguntó Alberto curioso.

- ¿Sabes si Sergio está enfadado con Sara? Ella dice que cree que lo está. - Le dijo Natalia mirándole a los ojos, le encantaban esos ojos.

- ¿Con Sara? Que va, sólo está celoso del chico nuevo. - Contestó mirándola de vuelta a los suyos.

- ¿Celoso? - Preguntó confusa? - ¿Por qué?

- Porque Sara le estaba cogiendo del la mano, y parecía que a él le gustaba. - Sonrió Alberto.

- ¡¿Qué?! - Gritó Natalia. Al ver que todos la miraban se acercó más a Alberto y continuó mas bajito. - ¿Le estaba cogiendo de la mano? ¿Al nuevo? ¿Sara? ¡Pero si le gusta Sergio! - Al darse cuenta de lo que había dicho se tapó corriendo la boca con las manos.

- ¿Qué? ¿A Sara le gusta Sergio? ¿Y por qué no se lo dice? Él está loco por ella desde hace dos años. - Contestó rápidamente Alberto.

- ¡Lo sabía! - Sonrió Natalia – Mmm, ¿qué te parece si hacemos un favor a nuestros amigos y los juntamos? - Preguntó con una sonrisa pícara.

- Me parece genial. - Devolvió la sonrisa él.

Tocaron las 3 y todos se fueron a sus casas. Esa tarde fue muy ajetreada, había mucho que estudiar ya que era la época de exámenes del primer trimestre. Esa noche las tres se conectaron al chat, como siempre. Empezaron hablando de los deberes y tras hablar de un par de tonterías más, Sara preguntó lo que llevaba toda el día queriendo saber.

Sara: Y bueno, ¿sabes algo de Sergio?

Nati: Se bastante más de lo que esperaba.

Sara: ¿Me lo vas a decir o qué?

Valen: ¿De qué habláis?

Nati: De Sergio. No está enfadado contigo, Sara, sólo está celoso del nuevo.

Valen: ¿Celoso por qué?

Nati: El nuevo le ha ganado al baloncesto y Sara animó al otro en vez de a él.

Sara: ¿Entonces no está enfadado conmigo?

Nati: No. Pero la próxima vez anímale, es muy importante para él Después de todo eres su mejor amiga.

Valen: Ya te vale... animar a un desconocido antes que al chico que te gusta...

Sara: Bueno, bueno, perdón. Cambiemos de tema anda...

Estuvieron hablando media hora más de lo cerca que estaba Navidad, y de que por fin se habían acabado casi todos los exámenes. Sólo quedaba una semana más de instituto, y las ganas de unas esperadas vacaciones iban en aumento. El espíritu festivo era cada vez más notorio, las calles ya estaban adornadas con guirnaldas y luces de colores. En la plaza principal del pueblo se encontraba uno de los mayores árboles de Navidad de toda la comunidad, decorado con bolas de colores, luces y una gran estrella dorada en la cima.