Capítulo 1
Di un sorbo a mi vaso y cerré mis ojos al sentir el ardor que me provocaba al deslizarse por mi garganta. Al abrirlos dirigí mi mirada a la pista y pude alcanzar a ver algo. Algo fuera de mi rutina.
Algo que me hizó detenerme para mirar por más de cinco segundos.
«Esto podría ponerse interesante»
Crucé una pierna y me recargué en el respaldo del sillón de cuero, jugaba distraído con el resto de mi bebida y con una mano sostenía mi barbilla, el dedo índice aprisionaba mis labios.
Una rubia bailando en medio de la pista dentro de un conjunto sexy de cuero pegado a su cuerpo como una segunda piel, ahora empezaba moverse al sonar las primeras notas articulando cada letra de la canción que imvadia todo el lugar al mismo tiempo. Sus piernas habían llamado mi atención, la forma de sus curvas y en lo sensual que bailaba al levantar y bajar sus manos para deslizarse por su cuerpo... Sin duda perfectas y... tenía que tenerla, al precio que fuera.
Dejé el vaso en la mesa y me levanté sin dejar de mirarla. Los rayos verdes, azules, rojos de neón la iluminaban de vez en cuando sacando su rostro de la oscuridad. Bajé las escaleras y al estar al final para cruzar hacia la pista, nuestras miradas se conectaron.
Ella sonrió mientras mordía su labio de una manera sensual. No pude evitar arrugar mi entrecejo al sentir como mi piel se erizaba a tal gesto tan familiar.
El cabello rubio en bucles empezó a cubrir su rostro en cuanto ella movía su cuerpo al ritmo de la musica.
Cada paso que deba, ella sonreia y retrocedía eso empezaba a volver loco. Ladeó su rostro y me sonrió de una manera que volvió a erizar mi piel. ¿Pero qué mierdas ha sido eso? Pero antes de intentar acercarme a ella como un depredador en busca de su presa... la música terminó, la oscuridad llego por breves segundos y entonces al regresar los rayos de neón… Ella había desaparecido.
Había pasado ya un mes desde que la vi. Sentía frustración. Nadie pudo localizar a la rubia de ojos verdes del antro. Ni los contactos más cercanos dieron con ella. Solo por ello puso en duda la capacidad de Ben y de Marc, y a Adam-mi socio y mejor amigo-, lo harté con el mismo tema.
Pero venga, ¿Quién mierdas no se obsesiona con alguien así? Nadie. Solo yo. Soy demasiado obsesivo.
— ¿Cuál color eliges?—mi madre me enseñaba las muestras de tela para el evento anual de Industrias GrandChester.
—Ese—señalé una tela en color crema, luego miré hacia el gran jardín de la casa de mis padres. Mi madre hablaba de algo, pero no presté atención. Debería de conformarse con tener mi presencia ahí.
Veinte minutos después llege a Industrias GrandChestet y Celina mi eficiente asistente personal, estaba esperando en la entrada, camina de un lado para otro y puedo ver que está preocupada. No dejo que Baxter me abra la puerta y bajo.
—Terrence...
— ¿Qué ha pasado?
—Tenemos graves problemas. "Graves" se queda corto.
—No me asustes. ¿Qué ha pasado?
—Subamos a tu oficina
Subimos al piso de presidencia y al pasar por recepción, me detengo.
—Louisa, no me pases llamadas a menos que sea urgente de mi madre y no estoy para nadie más. Celina camina... Le hago señas de que camine por el pasillo que nos lleva a mi oficina.
Entramos y me quito el saco de mi traje y desabotono la camisa de mis muñecas y me remango hasta los codos.
—El trato con Sudáfrica nos lo han cancelado y... —la interrumpo cuando suelto un golpe con mi mano en la superficie del escritorio de cristal.
— ¡No! ¡Ese trato me llevó meses conseguirlo! ¿Cómo mierdas pudo pasar?
—Espera, no solamente de Sudáfrica, Reino Unido y Australia...—me separo del escritorio maldiciendo.
--¡¿Qué está pasando?! —...No puede ser. —Exclamo.
—Y lo de Canadá... —me vuelvo hacia ella casi palideciendo—...está en veremos. Adam está en su oficina averiguando el motivo de la cancelación de todos estos tratos. Está peor que tú... Cuando rodeo el escritorio para ir a su oficina, Adam entra como tornado a mi oficina.
—¡Qué bueno que estás aquí! ¿Lo pusiste al tanto?—dijo mirando a Celina. Celina afirmó y comenzó a caminar por la sala que estaba dentro de la oficina mientras intentaba no morderse las uñas.
— ¿Cómo mierdas puede pasar esto? ¡El trato de Sudáfrica
que me ha costado! — ¡Meses!—decimos al mismo tiempo en tono furioso. Pone sus manos en su cintura y niega preocupado. —Sigo investigando... pero todo arroja que es una empresa extranjera. Maldigo entre dientes. Suena el móvil de Adam y me muestra la pantalla en el aire puedo ver que es Benji—Adam Miller. ¿Qué pasa Benji?—exige a nuestro hacker informático. Por la ansiedad, le arrebato el móvil. —Soy yo, dime. Mi frente se arruga y escucho atentamente. —Mis fuentes dicen que las empresas que han cancelado se han pasado a Industrias Turner. — ¿Industrias Turner...?
—La empresa es el próximo líder global en tecnologías de la comunicación, economía sostenible y soluciones para de la próxima generación en Europa y ha emergido en estos últimos seis.
— ¿Qué pasa?—pregunta ansioso Adam por escuchar. Y le detengo con una mano en el aire para que espere. —...es la empresa que su padre y el padre de Adan borraron del mapa hace años. Parece ser que ha salido de las cenizas hace seis meses y se ha dado a conocer en todo Europa, Oriente como espuma y está vez intenta hacer lo mismo con Industrias GrandChester.
-¡¿Qué mierda?!
Seguiré investigando más a fondo señor.
—Gracias Benji. Cuelgo y le entrego el móvil a Adam. Adam comienza a murmurar algo, pero no presto atención. La sangre me hierve.
—Adam espera que diga algo, y puede ver la ira en mis ojos azules.
—¿Recuerdas la empresa que destruyó tu padre y mi padre en su juventud? ¿La misma que le arrebató todos los contratos, la llevó a la quiebra, la compró por una miseria y la destajó parte por parte y la vendió al mejor postor, y de ahí se hizo más poderosa nuestra empresa familiar?
—camino por la oficina hasta quedar de espalda a la pared, me recargo y me paso ambas manos por mi rostro. Asiente en espera de que venga algo más que responda la pregunta que se está formulando mentalmente.
—Si. Sé cuál...
Suelto puño en la pared furioso.
—Terrence, calma...
—¡No me pidas que me calme cuando el hijo de puta nos está regresando la jugada! ¡Esa empresa se lo merecía por lo que le hizo a nuestros Abuelos y Tatarabuelos!
Adam sé queda callado. Atónito.
—¿Estás seguro qué es la misma empresa?—apenas puede contenerse.
—Si...
—¿Y sabes quién está al mando de la empresa? Niego furioso.
—Esperaré más información... «Solo necesito el nombre...el nombre para borrarlo del mapa»
—Hay que armar un plan...—suelta Celina.
Me había olvidado de su presencia.
—Enlista todos los contratos que tenemos y los que son prospecto y envíala a mi correo. Voy a estudiar y averiguar su siguiente paso...—dije intentando controlarme. Adam sale de la oficina para hacer llamadas y convencer de que se queden con nosotros.
Celina se encarga de hacer lo que le dije. La cabeza comienza a doler como nunca ha dolido. Maldigo entre dientes.
—Nunca en mi mando ha pasado tal cosa. Nunca...y así seguirá siendo o me dejo de llamar…Terrence GrandChester.
Había salido de la oficina pasada de las once de la noche, el dolor de cabeza se había calmado cuando Benji me pasó más información que no me servía, solo le pedí el nombre de la persona detrás de todo esto pero mañana me seguiría preocupando y armaría un plan, hoy no podemos hacer nada.
Necesitaba sacar todo este estrés y tensión. Así que era viernes por la noche...necesitaba adrenalina.
Me detuve en el lugar donde estuve hace un mes. Lamí mis labios al recordar esa noche que la miré. Solté un suspiro irritado. Ya era hora de que dejara mis alucinaciones. —Necesitas distraerte de toda la mierda de hoy, GrandChester.
Caminé hasta la puerta VIP y entré. Aflojé mi corbata y el corazón por alguna manera extraña comenzó a latir a toda prisa.
El lugar era solo para personas de dinero, lo mejor de lo mejor de la ciudad.
Quité mi corbata mientras el mesero entra en mi lugar privado y toma mi orden, a sabiendas que siempre pido lo mismo.
Miro por la gran ventana y observo a mis pies...toda la gente en su propio mundo. Inspecciono el lugar, la luz es tenue y los rayos que inundan el lugar son amarillo neón. Minuto después entra el mesero dejando mi pedido en la mesa.
Se retira sin esperar un "gracias" o "¿Algo más señor GrandChester?" Se han acostumbrado a mí.
El móvil vibra, y la pantalla me muestra a mi socio y amigo Adam, contesto.
— ¿Qué pasa?—levanto un poco la voz.
— ¿Dónde estás? —Pregunta agitado—He conseguido la información que necesitábamos para...—comienza a distorsionarse la llamada. Le pido que me espere así que salgo del reservado con el móvil en mi oído, con la otra mano me cubro la oreja para escuchar mejor. Pero al cruzar para la salida me detengo en seco.
— ¿Terry?—la voz de Adam grita diciendo que la llamada se corta. Pero no puedo moverme.
La mujer que me ha traído loco por todo el puto mes, está frente a mí dentro de un grupo de personas. Ríe.
Un hombre le susurra algo que la sigue haciendo reír. El nudo en mi estómago se contrae. Trago saliva.
Sigue riendo, supongo que siente mi mirada, ya que nos encontramos con la mirada segundos después, a pesar de la poca luz que hay, puedo verla. Se muerde el labio. Le dice algo al hombre de su lado y baja de su silla. Camina hacia mí... -mierda, viste una falda negra, zapatillas de aguja y una blusa negra con lentejuelas que la hace ver tremendamente sexy, Bueno, sería para mí al parecer. Camina más de cerca... Sí, es ella.
—Hola. Dice acercándose un poco más. Invadiendo mí espacio personal... La observo detenidamente. El olor a rosas inunda mis fosas nasales.
Continuará... Hola me extrañaron. Bueno ya regresé con esta nueva historia espero les agrade época moderna y totalmente diferente.Saludos.JillValentine
