Hola a todos. Algunos aquí en el fandom de One Piece quizás me conozcan por mi proyecto "Superagentes Ace y Marco".
Vengo a presentarles este nuevo proyecto que surgió de la necesidad que tuve de escribir un nuevo fic de One Piece, distinto al otro que estoy escribiendo.
Este fic es del género de Aventura, tendrá también un toque de acción y romance, por supuesto teniendo como pairing principal a Luffy y Nami y como pairing secundario el de Zoro y Robin.
Este fic lo dedico a todos los que les gusta el LuNa. Bueno, creo que es todo lo que tengo que decir por el momento, así que los dejo para que lean y espero este primer capítulo introductorio sea de su agrado.
Del odio al amor hay una aventura
Sumario: Luffy es un audaz explorador. Nami es una ladrona de joyas. Cuando Nami arruina tres misiones de Luffy, lo normal es que el la empiece a odiar. Pero en la más importante misión de toda su vida, se dará cuenta de que siente todo lo contrario.
Capitulo 1: Dos personas, un objetivo
Sobre las extensas llanuras del Norte de Siberia, un helicóptero sobrevolaba los cielos; llevaba haciéndolo horas y por más que avanzaba, no se encontraba con un solo indicio de civilización, todo lo que se podía apreciar eran esas interminables planicies sepultadas por la blanca nieve la cual incesantemente descendía cubriendo como un enorme mantel la escasa vegetación de la zona.
El piloto del vehículo era habilidoso para ser capaz de pilotar en condiciones tan adversas, con maestría y frialdad se encargaba de dirigirse con seguridad. Él era un hombre en sus treinta y tantos, fornido y de cabello azulado, su vestimenta y gustos eran extravagantes, ya que a pesar del frio invierno Ruso no portaba pantalones sino una simple tanga roja y además constantemente bebía de un helado refresco de cola, cuando lo más natural sería consumir un café bien caliente para soportar el clima.
El hombre volteó por su retrovisor echándole una mirada a su acompañante, un joven que viajaba sentado en la parte de la cabina de abordaje del helicóptero, en total seriedad y con una mirada perdida en el lejano horizonte azulado que se observaba desde los cielos.
—Lamento mucho lo de tu misión.
—Solo llévame a la base, Franky — con un toque de amargura el pasajero bajó la mirada y suspiró. Él era un joven moreno de apariencia lánguida que vestía una gruesa chamarra roja, guantes blancos, pantalón de montaña y botas de explorador, así como unas orejeras, no obstante lo que más destacaba en su indumentaria era un viejo sombrero de paja sobre su cabeza. A pesar de su simple apariencia y aspecto inocente, este chico ya era conocido por ser muy eficiente en su trabajo; el destacado aventurero Monkey D. Luffy, conocido comúnmente por su alias "Mugiwara".
Franky el piloto sonrió ampliamente al avistar una singularidad a lo lejos —Pues ya se te cumplió tu deseo Luffy, mira que ya vamos llegando a nuestro destino—señaló al frente con su grueso dedo índice, enseguida cogió la radio comunicadora del helicóptero y llamó por esta a la vez que iba descendiendo la elevación a la que volaba —Franky llamando a base, solicito permiso para aterrizar.
Una voz masculina dio contestación a su llamado.
—Te oyes muy feliz desgraciado, no me digas que otra vez te fugaste al Caribe.
—No como crees eso…es solo que me siento, me siento ¡Supaaaa! —exclamó a voz en cuello dejando salir su buen ánimo.
—Franky idiota, si necesito ir con el otorrinolaringólogo a que me atienda por sordera, entonces no solo me tendrás que pagar los gastos médicos, sino también me conseguirás una cita con esa guapa amiga tuya de Cuba.
—Eso y más amigo Sanji, eso y más. Descenderé a la pista de aterrizaje ahora mismo. Cambio —terminó su comunicación al ya estar muy cerca de la pista, pero antes hurgó en las bolsas de su abrigo de piel y de allí sacó una fruta, misma que levantó al aire para ofrecérsela a su pasajero mientras le echaba otra mirada de reojo — ¿Quieres una naranja? La vitamina C es buena para evitar resfriados.
Luffy de inmediato apretó los dientes y cruzó los brazos en una evidente molestia —No me hables de nada que sea color naranja, me trae malos recuerdos —la advertencia era clara, hoy no estaba de buenas para nada.
El piloto sonrió entretenido para entonces maniobrar el helicóptero hacia la pequeña pista de concreto, donde unos sujetos le hacían señalamientos con luces indicándole el procedimiento de aterrizaje —Idiotas, yo puedo hacerlo solo —sujetó fuertemente el volante y con facilidad descendió a su lugar. Por fin el largo viaje de horas y horas de vuelo había terminado.
—¡Al fin! —el mal humor de Luffy pareció esfumarse en cuanto sintió que los patines del vehículo tocaron suelo, rápidamente cogió su equipaje —una pequeña mochila— y desabordó de un ágil salto marcando sus huellas sobre la suave escarcha al aterrizar. Sus ojos negros quedaron fijos en las instalaciones que tenía a unos cuantos metros al frente, esa pequeña base de operaciones que no constaba más que de un pequeño y viejo bunker construido en la Segunda Guerra Mundial por los ejércitos Rusos.
Sin desperdiciar tiempo, el explorador corrió hacia la puerta de entrada del bunker la cual estaba construida de resistente aleación de metal, además de tener un dispositivo de micrófono localizado en una pared lateral a la puerta —Nombre Clave: Monkey D. Luffy. Contraseña: Kaizoku.
Tras pronunciarse, la puerta comenzó a abrirse lenta y pesadamente, hasta dar paso a un largo pasillo descendente, el cual era vigilado por dos filas de guardias vestidos con gruesos uniformes y armados con rifles de asalto, todos ellos erguidos y en vigila —Bienvenido agente Luffy —saludaron casi al unisonó saludando llevándose la mano al pecho.
—Que tal chicos —les sonrió tras lo cual se llevó la mano a la nuca —Deséenme suerte, porque puede que hoy me lleve un buen regaño por parte de mi maestro —pasó su dedo índice en dirección horizontal por su cuello, un ademan como de que le cortarían la cabeza, enseguida dio un amistoso palmazo en el hombro a uno de los hombres y prosiguió su camino por las instalaciones, saludando brevemente al personal que se encontraba, recorriendo pasillo tras pasillo hasta llegar al lugar al que deseaba llegar desde hace horas y horas, una puerta con su nombre grabado, misma que abrió para encontrarse con un pequeño y desordenado cuartito que hacía llamar suyo en el que no había más que un viejo sillón, una televisión análoga sobre un buró, un escritorio repleto de figuras de acción y DVD's y un estante lleno de un montón de objetos conseguidos en aventuras pasadas, así mismo predominaban por todas partes restos de comida y basura. En pocas palabras el cuarto parecía el de un adolescente desordenado e irresponsable.
En cuanto puso su pie dentro de su recinto, dejó caer su mochilita al suelo y fue a tirarse de espaldas sobre su sillón y soltó un suspiro —Por fin en casa —levantó sus manos observándose las palmas con un mohín pintado en su rostro —No me gusta fracasar y regresar con las manos vacías.
—No sabes lo triste que es para un maestro escuchar salir esas palabras de los labios de su pupilo.
—Shanks —abrió los ojos por completo y se reclinó en cuanto escuchó esa grave pero amistosa voz procediendo de una poco iluminada esquina de su cuarto, allí estaba sentado sobre el suelo y recargado sobre a pared nadamenos que su maestro y modelo a seguir, Shanks alias "El Pelirrojo", quien fiel a su costumbre de bebedor consumía de una botella de Vodka.
—Y bien Luffy —Shanks de apariencia desharrapada, pero con una fuerte presencia se paró y alzó una ceja, exigiendo explicaciones — ¿Qué sucedió en tu misión en Los Andes?
—Uy, pues fue una gran aventura, tuve que adentrarme al corazón de la cordillera Andina, allí en la cima de una altísima montaña encontré la entrada a las ruinas ¡Fue increíble, estaban dentro de la misma montaña! Aunque lo más genial es que eran como un laberinto. Tardé como tres horas en llegar a la cámara principal —pausó y su inicial emoción al relatar su aventura se apagó súbitamente y de sus labios volvió la amargura que había mostrado al ir en el helicóptero —Pero ella tuvo que arruinarme todo de nuevo…por tercera vez consecutiva.
Shanks parpadeó consecutivamente un par de veces con curiosidad y entonces estalló en una carcajada y le señaló con el dedo índice muy burlonamente —Ja, no me digas que otra vez fue la chica de cabellos naranjas. Hombre, mira que parece que trae algo contra ti.
—Créeme que si he pensado en ello —cerró los ojos y apretó un puño a la vez que se trasladó en sus recuerdos a lo acontecido hace tres días en aquellas misteriosas Ruinas Incas.
El sonido de su estomago hambriento retumbaba haciendo eco en los angostos pasillos de las ruinas Incas localizadas dentro de una montaña, según las leyendas de los indígenas de la zona, allí se encontraba una antigua y valiosa reliquia del imperio Inca.
-Ah me muero de hambre, en estos momentos preferiría ver un pedazo de carne a una reliquia- se quejaba caminando con las manos posando sobre su abdomen, ya llevaba muchas horas buscando y ya se estaba desesperando.
Pero de un segundo a otro su mirada se iluminó, ya que en un momento se encontró con un cámara donde se encontraba un pedestal sobre el cual descansaba un pequeño artefacto que parecía ser un reloj solar —Ese debe de ser ¡Sugoi! —Exclamó corriendo hasta el pedestal, entonces tomó el objeto de su deseo entre sus manos y lo alzó al aire —Todo el sacrificio al fin valió la pena —Se puso a bailar excéntricamente y a cantar una canción ridícula e infantil sobre las bondades de la exploración.
No obstante su festejo fue interrumpido por una vez femenina procedente de sus espaldas, una que se le hizo muy familiar.
— Vaya, no creí que algo que algo tan barato valiera la pena para un explorador tan dedicado como tú, amigo.
Ese tono confiado y sarcástico era imposible de olvidar, se giró a sus espaldas y pudo verla a "ella" saliendo de detrás de una columna: su ahora archirrival. Era una joven de unos veinte años de edad que vestía pantalones de mezclilla, chamarra delgada, tenis de montaña y un sombrero tejano. Su apariencia era atractiva, su curvilínea figura se complementaba con una destacable estructura ósea y un busto bien desarrollado, sus rasgos faciales eran finos pero aun así denotaban cierta fiereza e irreverencia, con una mirada provocadora y directa y una sonrisa retadora, pero lo que más destacaba era su largo y brillante cabello naranja que caía ondulado por sus hombros.
—Tú eres la ladrona que me arruinó mis exploraciones en México y Egipto —su tono ríspido dejó claro como se sintió al verla de nuevo.
—Ay vamos, no te lo tomes tan personal Luffy-kun, no eres el único que se emociona al encontrar un valioso tesoro —su mirada se posó sobre el reloj de sol que él sujetaba protectoramente, esto le hizo sacar una leve risilla —Bueno, aunque por lo que veo también te emocionas con encontrar basura.
Frunció el ceño sintiéndose ofendido con las burlas de la chica —No me llames Luffy-kun…un momento ¿Cómo es que sabes mi nombre?
—Te contaría la historia de cómo me enteré de cuál es tu nombre, pero tengo cosas importantes que hacer, como llevar a casa la legendaria reliquia que durante siglos descansó en estos aposentos. Hasta el día de hoy —Dichas las palabras, la mujer sacó de su mochila la única y original reliquia que Luffy había estado buscando; el mítico reloj de sol Inca valorado por su excepcional precisión.
—Ese reloj está más bonito que el que encontré, eso significa que —sus ojos se abrieron y su mandíbula se abrió en un grito — ¡Ahhhhhhh ese artefacto es el que estaba buscando y yo traigo uno falso! —sintió la ira apoderarse de sí, tanto que echó humos por la nariz —No es justo, me costó mucho llegar hasta aquí como para que me lo arrebataras —soltó el falso reloj de sus manos, rompiéndose este en añicos al impactar el suelo.
—Ups, creo que de nuevo tendrás que marcharte con las manos vacías —se llevó las manos a las caderas y le sonrió aun mas retadora —Pero sé que como eres un caballero, me dejarás ir.
—No soy un caballero ¿Acaso me ves cara de caballo o qué? ¡Ah y no pienso ser humillado ni un poco más por ti! — le gritó el hastiado explorador empezando a caminar rumbo a ella con paso acelerado, queriendo ir a quitarle el preciado bien.
—Jeje, eres muy divertido, me agradas Luffy-kun —respondió mientras metía las manos a sus bolsillos para sacar un par de pelotas blancas —La próxima vez que nos veamos podríamos echarnos un cafecito, bye bye —guiñó el ojo antes de estrellar las bolas contra el piso, de modo que explotaron dejando salir un denso espejo de humo que obligó a Luffy a cubrirse los ojos con el antebrazo por unos minutos.
Para cuando el humo de disipó y pudo recuperar la visibilidad, la mujer ya había desaparecido. Una vez más se había escabullido con todo el tesoro.
—Ya no la soporto, la próxima vez que la vea no le dejaré ir.
—¿Y la vas a invitar a tomar un café, eh Luffy-kun? —la travesura era latente en el pelirrojo que parecía estar muy entretenido con la historia.
—Ni loco, ella es mi rival —respondió sin pensarla dos veces, desviando la mirada a un lado y haciendo una mueca —De hecho creo que la odio —añadió cruzando los brazos con amargura.
La expresión divertida en el rostro de Shanks era tan marcada que hasta haría enfadar a cualquiera —Pues es una lástima, pienso que si un hábil explorador y una destacada ladrona se unieran y procrearan un hijo, este sería el más grande aventurero de todos los tiempos —enfatizó a propósito la palabra "todos".
—No se dé que estás hablando —Inclinó la cabeza hacia un lado confundido con las sugestiones de su maestro en la aventura.
—¡Vamos Luffy! —Extendió los brazos expresándose casi con incredulidad de que su alumno no entendía sus indirectas —Por todo lo que me has dicho ella es una belleza, añádele que es de tu edad y comparten los mismos gustos—le señaló con ambos dedos índices y le guiñó un ojo —¡Tarán! Has encontrado tu media naranja —permaneció quieto en su misma posición esperando que él joven mostrara una reacción, no obstante este solo quedó con una cara denotando total ignominia —¡Vaya Luffy! Espero que algún día lo comprendas, espero que sea pronto cuando conozcas que es el amor.
Bostezó ya desinteresado en todas las cosas raras que había dicho el pelirrojo —Como sea, creo que iré a saludar a algunos amigos, en especial tengo ganas de ir a ver a Ace ¡Apuesto a que trae grandes historias de su última aventura!
Entusiasta estuvo a punto de salir corriendo de su cuarto, sin embargo el llamado de su maestro le hizo detenerse en cuanto le dio la espalda a este; su voz ahora sonaba seria y preocupante —Quería decirte esto que te voy a decir en otro momento más adecuado, pero supongo que será mejor que lo sepas de una vez por todas.
—¿De qué hablas? —le confrontó.
—Es precisamente sobre tu hermano Ace.
—Ace —la expresión facial de Luffy se tornó en una de preocupación y se volvió tan serio como quien tenía al frente — ¿Qué hizo Ace?
—Él, tú hermano Ace, no ha regresado de su última misión en el Congo —fue directo y claro sin ocultar nada al explorador —Perdimos todo contacto con él, y no hemos recibido ningún intento de comunicación por su parte —suspiró pesadamente y su mirada se fijó profundamente en el chico —El estado del agente Portgas D. Ace es de "extraviado en servicio".
—Ace —Sintió como si todo diera vueltas a su alrededor, su rostro palideció y sintió su garganta cerrarse. Ace no podía haberse extraviado, él era uno de los mejores agentes jóvenes de la Liga. Presentía que algo malo le había sucedido —¿Qué clase de misión era a la que fue Ace? —Shanks desvió la mirada a un lado como evadiéndole —¡Dime Shanks! —corrió a sujetar a su maestro del cuello de la camisa, exigiendo una respuesta.
El mal presentimiento en su corazón era cada vez mayor: Su hermano mayor podía estar en problemas, o incluso muerto. Solo pensar en ello le provocaba angustia acompañada de escalofríos.
—Vivan la vida loca, aww, aww.
El piloto e inventor Franky se paseaba muy contento de la vida por los pasillos de las instalaciones, soltando mensajes motivadores y despreocupados a aquellos agentes y personal con el que se iba encontrando, además de aventarse de vez en cuando uno que otro paso de baile extravagante. Estaba por dar uno de sus característicos gritos de "Súper", cuando un agente se le interpuso enfrente deteniendo su paso a propósito e interrumpiendo su garganta.
—Compórtate Franky —su voz era serena y varonil, con un toque de clase y estilo que empataba perfectamente con su apariencia, era un joven de corto cabello rubio peinado de una manera de que cubría uno de sus ojos, su vestimenta era un traje negro de marca, una camisa amarilla y una corbata negra. Además de todo en una de sus manos sujetaba un pantalón doblado —Anda ponte unos pantalones, depravado de mierda.
—Sanji —Franky le dedicó una sonrisa retadora —Creo que tú no tienes los pantalones para llamarme depravado, no después de que la semana pasada encontrase unas revistas de contenido caliente escondidas en tu escritorio.
La serenidad del agente secreto de espionaje Sanji se esfumó transformándose en un joven alterado, nervioso y comprometido —Por lo que más quieras no se lo digas a nadie.
Franky estaba por dar una respuesta, posiblemente un intento de sonsacarlo con algún trato a su favor. Pero la aparición de un tercer elemento se lo impidió, sus pasos que hacían "clac" fuertemente contra el piso lo delataban: pisadas de unos zapatos de madera.
—Seriedad agentes —esa voz madura y autoritativa solo podía pertenecer al único y respetado Jefe Jinbei, de la raza Gyojin, una no muy poblada especie de hombres pez cuyos orígenes eran un misterio en el mundo, pero que a pesar de todo convivían con los seres humanos, principalmente como miembros de sociedades secretas. Pocas personas en el mundo podían presumir de haber visto a uno de ellos en persona.
—Lo sentimos Jefe Jin… —Ni siquiera acabaron de disculparse, por que se percataron de que el voluminoso Gyojin traía una compañía que nunca habían visto antes ¡Y qué compañía era! Estamos hablando de una elegante mujer de alta estatura, pegándole al uno y noventa metros de altura, de tersa piel morena bronceada por sol, un bonito rostro y sobretodo de figura voluptuosa, con pechos y caderas ampliamente pronunciados. Tales rasgos físicos y su vestimenta de blusa y falda ejecutivas negras, medias oscuras, tacones altos y una bata blanca no lograron menos que dejar babeando al par de lujuriosos.
—Permítanme presentarles a la doctora Nico Robin, Químico-Bióloga independiente de extensa carrera de investigación a pesar de su corta edad. Ella estará trabajando con nosotros por un tiempo —la presentó el serio Jinbei con cortesía, para entonces dirigirle la palabra a ella —Doctora Robin, ellos son el agente de transporte Franky Giancoli y el agente secreto de espionaje Sanji Laguerre.
—Mucho gusto en conocerlos agentes—sonrió encantadora. Su voz madura y habla refinada derritió por completo sus corazones.
—El placer es mío doctora Robin —como un tornado, Sanji se transportó a ella y le tomó de una mano con delicadeza —No puede ser menos ante una exquisitez de mujer como usted, aparte de hermosa es inteligente. Mis respetos —Con los ojos en forma de corazón le besó la mano tiernamente.
—Oh doctora, cuando quiera un conejillo de indias con gusto me entrego a usted, sobre todo si se trata del experimento conocido como el amor —lanzó un piropo Franky haciendo una de sus poses de signatura.
—Oh pero que simpáticos —se limitó a reír con discreción Robin, aparentemente no molesta con los avances del dúo, más bien viéndolos con amistad.
Jinbei gruñó molesto por lo corrientes y degenerados que podían ser el par de agentes, por lo que les puso un alto —Suficiente con presentaciones, acompáñenme que tenemos una reunión importante por comenzar. Señorita Robin, pase adelante por favor.
— ¡Dime exactamente que estaba sucediendo con Ace!
—Cálmate Luffy, en la reunión se explicará todo.
Pero Luffy no podía estar tranquilo, el ambiente tan tenso era el indicativo de que algo muy malo había ocurrido con su hermano mayor ¿Por qué lo ocultaban tanto? ¡Necesitaba respuestas pero ya!
Llegaron a una gran puerta —la entrada a la sala de juntas principal— escáneres laser de alta tecnología se activaron en cuanto se colocaron frente a esa entrada, autentificando minuciosamente su identidad como agentes de la Liga. La gran puerta de metal reforzado automáticamente dándoles entrada al evento magno.
La sala de juntas principal era un cuarto extenso de paredes blancas cubiertas por decenas de pantallas de todos tamaños en las cuales aparecían imágenes que iban desde mapas de lugares del mundo hasta análisis estadísticos profundos. Había Guaruras por doquier, tanto pertenecientes a la Liga como de organizaciones extranjeras que se encontraban de visita por medio de sus representantes. En el centro de la sala se localizaba una mesa redonda, alrededor de la cual se encontraban sentados miembros prominentes de la Liga Grand Line y de otras naciones; ministros, militares, agentes secretos.
Rápidamente ambos fueron a tomar lugar a la derecha del jefe Jinbei, les extrañó que le acompañara una mujer morena que por su vestimenta de bata blanca pareciese ser una científica.
—Luffy-kun, me da gusto regresaras con bien de tu misión.
—Solo quiero saber que sucedió con Ace —le respondió a su amigo Gyojin.
El hombre que presidia la junta hizo sonar un martillo pidiendo orden, era nadamas y nadamenos que el imponente fundador de la Liga Grand Line: Edward Newgate "Shirohige", conocido por ser uno de los más grandes aventureros de todos los tiempos, respetado por todo explorador, aun temido por muchos criminales. Su alta estatura y su señorial bigote blanco le daban un aura de autoridad —¡Atención! Ahora que estamos todos reunidos, la junta está por comenzar.
—Por favor, mantengan el orden todos —recalcó un joven que estaba sentado a un lado del gran líder, era su mano derecha; Marco "El Fénix", poderoso agente que a pesar de su edad tenía ya una gran experiencia como agente secreto. También era conocido por ser uno de los mejores amigos de Ace.
—Esta reunión es para discutir sobre la gran problemática del robo en París —explicó Shirohige mientras el techo se abría y dejaba bajar lentamente seis grandes pantallas que por su orden hexagonal permitían la visión a todos los alrededor de veinte personas reunidas alrededor de la mesa; en estas pantallas se mostraba un mapa de Francia con un punto de luz intermitente roja sobre la localización de la capital francesa —Dejemos que el ilustre embajador francés, Dracule Hawkeyes Mihawk nos explique a detalle lo acontecido.
De entre los presentes se puso de pie un hombre alto y de apariencia refinada, pero más que nada llamaba la atención por poseer unos penetrantes ojos dorados. Por otro lado, era de los pocos presentes extranjeros que no contaban con un guarura personal a sus espaldas —Como acaba de mencionarles Edward, hace unas tres semanas se llevó a cabo uno de los peores robos a mi nación; un grupo de ladrones altamente capacitados robó de los depósitos de tesorería nacional la cantidad de quinientos millones de dólares en oro puro, pero más catastrófico fue que se llevaran consigo el tesoro nacional; el diamante real francés conocido como "El Poneglyph". El incidente se trató de manera confidencial, evitando a toda costa que se filtraran las noticias al resto de mundo, sería una desgracia, ya que mas allá de la gran humillación, muchos enemigos podrían considerar que las defensas francesas se encuentran debilitadas o vulnerables lo cual abriría paso a la posibilidad de convertirnos en blanco de terroristas oportunistas.
Luffy jugaba con sus dedos inquietos, lo único que quería saber en estos momentos era sobre Ace.
—Debido a tal acontecimiento, Francia decidió acudir a la organización secreta de "La Liga Grand Line", así como a sus invaluables aliados con el objetivo de recuperar la joya real con la mayor secrecía posible y con el menor riesgo de contratiempos. Estoy seguro de que su personal de exploración, investigación, logística y ciencia tiene la capacidad y la experiencia para completar la misión.
Shirohige prosiguió con la investigación —Hace dos semanas, nuestro equipo de investigación y espionaje trabajaron mano a mano y en base a sus esfuerzos lograron determinar la localización de la joya, rastreando movimientos monetarios supieron que todo el oro robado fue llevado al Congo. Tras días de arduo trabajo se identificó que podría estar oculto en el corazón de la selva del Congo, territorio relativamente virgen y desconocido. Con el fin de generar la menor atención posible, enviamos a unos de nuestros mejores hombres, el agente Portgas D. Ace a investigar. Marco les pondrá al tanto de su misión —tosió y dejó el mando a su mano derecha, eran conocidos sus problemas de salud debidos a la edad avanzada.
—Gracias Oyaji. Prosiguiendo con la misión, Ace se internó por si solo en la selva en búsqueda de información, manteniéndonos comunicados con la red de comunicación de la más alta tecnología. Al entrar al área mas inhóspita informó que se encontró con una tribu aborigen que le informó de actividades sospechosas en la selva por parte de hombres de procedencia Europea y Asiática.
Luffy ya no soportó mas la intriga y se puso de pie, soltando un grito —¡Solo digan qué diablos ha pasado con Ace!
Todo mundo quedó en silencio observándole, debido a ello Shanks tomó la batuta.
—El explorador Ace emprendió la búsqueda de la base de operaciones de los sospechosos, quedando pendiente a enviar las coordenadas de estos en cuanto les localizase. Pero esas coordenadas nunca llegaron, perdimos por completo la comunicación con él, se volvió imposible contactarlo. Tememos haya sido capturado por los posibles contrabandistas.
Luffy apretaba los puños y los dientes, su mirada tensa pasó de Shanks a Shirohige, entonces se expresó con una seriedad no característica en él —Dejemos de perder el tiempo, todos sabemos para qué es esta reunión… ¡Yo iré al Congo!
Un murmullo se alzó entre los presentes ante la atrevida declaración del muchacho. Shanks y Jinbei intentaban razonar con él sin ningún éxito.
—¡Inconcebible! —Mihawk se alzó de pie indignado —un amateur no tiene la capacidad para encabezar una misión de tal magnitud, si el mismo Portgas D. Ace no logró completar su investigación, mucho menos un principiante como usted.
Luffy se mostró desafiante ante el embajador —Usted no me conoce, la aventura es mi vida, no le temo al peligro, estoy listo para lo que sea.
—Monkey D. Luffy —Mihawk comenzó a buscar en los expedientes información sobre el irrespetuoso muchacho —Los reportes indican que has fracasado en tus últimas dos asignaciones, las cuales eran de una dificultad relativamente fácil. La causa de tus fracasos se cita como "intervención externa de una ladrona particular".
Esa maldita ladrona ¿¡Por qué ella de nuevo!?
—Me opongo a su idea agente, si no pudo usted contra una ladrona amateur, no hay nada que pueda hacer frente a unos profesionales.
Jinbei no tuvo reparos en dirigir la palabra a Mihawk —Quedo en desacuerdo con usted embajador. A pesar de su corta experiencia, considero al agente Luffy capaz de realizar cualquier misión con éxito.
—¡Orden! —Shirohige se impuso con su potente voz —El agente Luffy se ha ofrecido para encabezar la misión y las reglas de la organización indican una votación para decidir sobre si su solicitud será denegada o aceptada. Yo por mi parte expongo mi voto en contra de que sea enviado al Congo, a mi punto de vista se necesita un agente de mucha experiencia.
—Reitero mi voto a favor de que sea enviado en la misión —mencionó Jinbei, depositando su confianza total en alguien de quien constataba su capacidad.
—Me opongo totalmente a la idea. No pienso dejar la seguridad nacional en manos de un novato de historial dudosos —era claro que Mihawk no iba a cambiar de opinión.
Marco fue el siguiente —Luffy es el hermano menor de Ace, considero que su motivación para la misión es de más peso que la de cualquiera de los presentes aquí. Alguien que no se rendirá hasta lograr su cometido. Voto a favor.
Era un empate dos a dos, pero faltaba el voto de uno de los implicados —Shanks, tu voto decidirá el resultado.
—"Vamos Shanks, tienes que dejarme ir".
El pelirrojo se puso de pie —Monkey D. Luffy es mi pupilo, lo entrené desde pequeño, así que nadie aquí sabe más que yo sobre él. Nadie más sabe cuando impetuoso, descuidado y cabeza hueca es —a cada palabra, Luffy sentía que le caía una roca a la cabeza y sus esperanzas se desvanecían —Pero si algo les puedo asegurar es que su espíritu de perseverancia es segunda a ninguno, sea cual sea la circunstancia jamás se rinde ante las dificultades, por mas imposible que parezca lograr algo, nunca dará un paso atrás. La vida de su hermano está en juego y considero que esa presión personal lo volverá imparable. Señores…él debe ir al Congo ¡Voto a favor de Luffy!
Un escándalo estalló entre los presentes alrededor de la mesa, todo discutiendo entre sí, unos apoyando la decisión y otros oponiéndose rotundamente. Shirohige se vio forzado a recuperar el control.
—¡Orden en la mesa! La decisión ya ha sido tomada y es irrevocable. Luffy, contamos contigo en esta misión.
—¡Gracias Shirohige! Recuperaré el Poneglyph y traeré a Ace de vuelta, doy mi palabra —determinado y ansioso, veía el futuro con optimismo, no se permitiría fallar de nuevo —¡Quiero partir de una vez, prepárenme el transporte…entre más rápido mejor!
Jinbei le puso la mano en el hombro —Espera Luffy-kun, no tan rápido, en esta misión vas a tener un tercer objetivo.
—¿Cómo? —el Mugiwara quedó extrañado y se percató que la misteriosa mujer morena que acompañaba al Gyojin le estaba dedicando una amable sonrisa —¿Pero qué?
A diferencia de las gélidas planicies soviéticas, al otro lado del mundo, en Venezuela, el clima era cálido y agradable lo que permitía usar ropa ligera. En un pueblo recóndito del país los habitantes efectuaban sus labores diarias con arduo esfuerzo, aprovechando que el buen tiempo estaba de su lado.
Apenas hace poco que acababa de amanecer y en una de las tantas humildes casas, un par de mujeres jóvenes se encontraban ocupadas en su patio, pero a diferencia de la mayoría de la población no se estaban dedicando a las labores matutina de la casa, sino que sentadas en sillas y con una mesa de por medio, contaban con cuidado una cantidad exorbitante de dinero en billetes de Euros. Cabe señalar que en vista del buen clima, ambas vestían solo en bikini para darse un buen bronceado de piel.
Una de las hermanas, que por su apariencia parecía ser la de mayor edad estaba más que sorprendida con el valor monetario que tenía ante sí —Hermana te luciste esta vez ¿Cómo le hiciste? —es de destacar que su piel morena contrastaba con su cabello de color azul.
—Sencillo, en primer lugar obtuve una reliquia Inca y de pasada hice escala en New York y allí robé un gran diamante rosa a los Tenryubitos, una familia de opulentos coleccionistas, dudo que el robo les haya molestado mucho en vista de la fortuna que poseen —explicó la menor, de piel blanca un poco bronceada por el sol y de largo y brilloso cabello naranja.
Tomó un fajo de billetes y lo contó —Nami, con este dinero ya casi estamos listas para liberar al pueblo del sufrimiento, pronto recompraremos las tierras de nuestros campesinos, nos quitaremos de encima la presión del extorsionador Arlong y mejoraremos nuestra pobre infraestructura, diría incluso yo que sobrará dinero hasta para que te tomes unas merecidas vacaciones.
Nami, la audaz ladrona, negó con un movimiento de cabeza —No. Que todo el dinero se quede con mi gente, que tengan medicamentos, servicios públicos y seguridad. Yo no robo para mí las cosas valiosas, robo por ellos.
—La Robin Hood de Venezuela, eh.
En eso escucharon unos sonidos provenientes de la barda, un hombre rubio de amplia sonrisa se estaba asomando por encima de la barda de roca —Yeah, Nami es el orgullo del pueblo.
Nami enfureció y quitándose la sandalia se la lanzó con todas sus fuerzas directo a la cara, haciéndolo caer de regreso hacia tu terreno —¡Bellamy odio que andes espiando, respeta nuestra privacidad por Dios!
—Ouch, está bien lo siento —se escuchó la respuesta del pueblerino Bellamy desde el otro lado de la barda.
La hermana mayor rió por el fuerte carácter de su querida hermana menor —Supongo que se lo merecía. Pero bueno, retomando el tema, yo creo que no solo robas por dinero, sino que también lo haces por la emoción que te brinda hacerlo y las intensas aventuras que vives en todo el mundo, te gusta la vida a la máxima intensidad, mi libre y salvaje hermanita.
—No te equivocas Nojiko, este estilo de vida es adictivo para mí.
—Aunque me preocupas Nami, entre mas robas más buscada te vuelves, cada vez mas gobiernos y organizaciones te tienen en la mira. A veces quisiera que pararas con todo.
—Sabes bien que nada ni nadie será capaz de frenarme en mi proceder.
—Yo no estaría tan segura —Nojiko apoyó ambos codos sobre la mesa y le miró con un mirar picaresco.
—Oh conozco esa mirada —Nami igualmente apoyó sus codos en la mesa y le dedicó una mirada retadora —Tú que tanto sabes ¿Dime que es capaz de cambiarme la vida? —le entretenía el pensar en que respondería su hermana mayor.
—Un hombre.
Estalló en carcajadas ante tan burda idea —Jajaja vamos Nojiko eso es ridículo —hasta le dolió el estomago de tanta risa, le costó controlarse —Pero que broma, yo soy autosuficiente, lo que menos necesito es un hombre, yo puedo con todo por mi sola, soy feliz por mi cuenta.
—Podrás ser rica, talentosa y vivir muchas aventuras, pero al final sigues siendo una mujer. Sé que intentas evadir el tema, pero tienes necesidades emocionales y sexuales…y no me puedes negar que esas necesidades no podrás satisfacerlas por tu cuenta.
Quedó en silencio por unos segundos —Umm bueno ¡Vaya Nojiko! —Se puso una mano en la frente —Yo puedo sola, no necesito de nadie, se lo que te digo.
—Bueno, si tú lo dices.
—Sí.
Nojiko sonrió otra vez con travesura —¿Y qué piensas de ese chico del que siempre hablas? ¿Cuál era su nombre? Ah sí, Luffy.
—¿Luffy el idiota? ¿Qué hay con él?
—No sé, siempre lo mencionas, dices que te lo encuentra en cada misión ¿no se te hace que el destino los quiere juntos?
Su rostro era de total incredulidad —¿Ese bobo y yo? Ni me llega a los tobillos, tendría que estar loca para que me interesara alguien como él.
—Está bien no te alteres, tranquila, tranquila, mejor cambiemos de tema, platícame sobre que tienes planeado para tu próxima aventura. Te he visto haciendo trazos en un mapa.
Nami se emocionó —¡Qué bueno que me lo preguntas! Voy a viajar al África salvaje, hace unos días conseguí una información proveniente del bajo mundo que me costó mucho dinero, pero valió la pena; la joya nacional francesa ha sido robada y se dice que los ladrones la tienen oculta en lo más profundo de la selva del Congo. Si logro obtenerla, todos nuestros problemas terminarán.
—Se ve que estas muy decidida, pero ten cuidado, los tipos que robaron esa joya deben de ser extremadamente peligrosos —advirtió con bastante preocupación.
—Vamos, estás hablando con la ladrona más escurridiza del mundo. Al final de seguro solo me voy a topar con ese simpático pero incompetente explorador Luffy— dijo con confianza imaginándose a Luffy haciendo un berrinche tras haber sido derrotado por ella por tercera ocasión —"Ah el dulce sabor de la victoria" —pensó dejando salir a la vez un suspiro, dejando claro que disfrutaba hacer quedar como idiota al explorador.
Nojiko se complació en esos suspiros —Te pillé Nami, mírate otra vez hablando de ese tal Luffy. No será que esos suspiros son debidos a que de verdad está poniendo a soñar tu corazoncito.
—¡Ridículo! —Nami se puso roja y le lanzó un fajo de billetes a la cara al ver que estaba riéndose —¡De verdad que no es lo que crees!
Pronto la ladrona conocida como el orgullo del pueblo se le echaba encima a su hermana para agredirla amistosamente mientras que aquella solo reía contenta.
Pero no todo mundo aprecia la ayuda, aun en un pueblo azotado por las desgracias y sumido en la pobreza extrema, no falta quien tiene un corazón avaro y malagradecido:
Oculto ya en su casa, Bellamy hablaba por teléfono en voz baja, vigilando muy bien que nadie estuviera escuchando su conversación —Señor Tenryubito, le tengo un par de noticias. La primera es que la ladrona Nami ya ha vendido su diamante rosado en el mercado negro.
—"¡Maldita perra! Ahora será difícil recuperarlo".
—No se altere señor. Le tengo otra noticia que le agradará —Bellamy sonrió con malicia —Acabo de descubrir que ella viajará al corazón del Congo en busca de una joya francesa robada de muy alto valor.
—"¡Excelente Bellamy! Investiga exactamente a qué zona del Congo viajará y sin duda recibirás un jugoso cheque. Esa inmunda gata ladrona por su parte pagará caro haberse metido con la familia Tenryubito…pagará su error con su propia vida".
Bellamy conocido como "La hiena" por sus hábitos usureros, acababa de vender a la heroína del pueblo.
Abría los ojos regresando a la conciencia, sus pensamientos eran difusos y su mirada aun borrosa tras haber sido sometido a terribles torturas horas atrás. Podía sentir que estaba atado a una silla de manos y pies, por lo que muy apenas podía moverse. Se percató de que tres hombres estaban de pie frente a él, observándole con fijeza.
—Nunca debiste haber venido aquí —le mencionó uno que resaltaba por tener un garfio en lugar de una de sus manos.
—Ahora que sabes nuestro secreto, no podemos dejarte ir —le dirigió la palabra un hombre rubio cuyos lóbulos de las orejas eran extremadamente largos.
Un tercer hombre alto y obeso dio un paso al frente —Pero veo más que muerte en tu futuro, tienes un gran potencial.
A ese último lograba reconocerlo con claridad —Teach ¿Cómo pudiste traicionar a la Liga Grand Line? —le cuestionó con voz débil.
—Por que descubrí que afuera de la Liga, existía un mundo de grandeza a mis alcances —respondió el hombre, conocido como Marshall D. Teach, efectivamente un ex miembro de la Liga Grand Line —He ampliado mis horizontes, por fin el mundo verá mi potencial. Pero respecto a ti, observa bien a tu izquierda y contempla lo que mi talento, el dinero y la ciencia son capaz de hacer juntas ¡Mira bien porque en eso te convertirás tu, Ace! Zehaha.
Portgas D. Ace giró el cuello con dificultad hacia su izquierda y contempló tres figuras apareciendo en medio de la oscuridad del cuarto, conforme se iban revelando su mirada se volvía una llena de terror.
—Teach…u-ustedes son… ¡Son unos monstruos!
Continuará…
Que tal les pareció la historia. Como vieron Luffy es un explorador que se encarga de buscar antiguos artefactos y joyas, pero que ahora tendrá una misión realmente seria que involucrara muchas cosas importantes.
Nami por su lado es una ladrona que roba para salvar a su pueblo natal de la pobreza y las deudas, buscando darles un futuro y como se ha notado, le ha hecho la vida de cuadritos a Luffy en más de una ocasión.
Pero ahora surgen las preguntas
¿Qué es lo que quiere Robin? ¿Qué apoyo recibirá Luffy en si misión? ¿Cómo piensan acabar con Nami los ambiciosos Tenryubitos? ¿Qué es lo que el preso Ace ha visto y porque teme tanto?
Les adelanto que en el siguiente capítulo casi todas estas preguntas se contestaran y aparecerán más personajes que tendrán un papel activo en este fic.
Si les interesa este proyecto o les aburre, pueden decírmelo en un review, que es el alimento de un escritor para así inspirarse.
Hasta la próxima.
Biografías:
Monkey D. Luffy
Edad: 19 años
País de nacimiento: Portugal
Ocupación: Explorador y aventurero
Gustos: Comer, ver películas de indiana Jones, obtener piezas antiguas, reliquias, joyas, etc
Disgustos: El alcohol, las matemáticas, la ladrona de cabello naranja.
Hijo de un mercader brasileño y una medico italiana. Creció con sus hermanos adoptivos en Portugal donde los tres siempre soñaron con ser aventureros, inspirados en legendarios exploradores como Shanks y Shirohige. Se preparó en Holanda y Serbia para convertirse en un explorador profesional. Poco después de terminar con su entrenamiento fue aceptado por la organización de investigación y recuperación de piezas arqueológicas conocida como la liga Grand Line. Hasta el momento ha demostrado ser intrépido y ha dado buenos resultados en su trabajo, aunque últimamente su autoproclamada rival le ha puesto en aprietos en sus más recientes misiones.
Prefiere trabajar solo en sus misiones y todo el mundo está sorprendido por su falta de interés en el sexo opuesto.
Nami
Edad: 18 años
País de nacimiento: Venezuela
Ocupación: Ladrona
Gustos: El dinero, viajar, las naranjas, fastidiar a su rival Luffy,
Disgustos: Los políticos, los ricos que abusan de los pobres, las autoridades
Mujer de apellido desconocido, nacida en un humilde pueblo de Venezuela. Sus padres biológicos murieron cuando ella tenía apenas unos meses, por lo que fue adoptada junto con Nojiko por un ex soldado americana de nombre Bellemere.
Su pueblo fue azotado por una guerra civil, un huracán y una sequia por lo que está sumido en extrema pobreza y para colmo un funcionario de gobierno corrupto de nombre Arlong se la pasa extorsionando a su gente.
Por tales motivos Nami se decidió a convertirse en una ladrona independiente y así ayudar a la gente de su pueblo a salir adelante. Hasta el momento ha juntado una gran cantidad de dinero, a costas de gente rica o incluso de un simpático explorador de nombre Luffy.
Nami no esta baja en confianza, está muy segura tanto de sus capacidades como de su belleza, aptitudes que usa a su favor para salir de las situaciones más difíciles.
Shanks Luján
Edad: 45 años
País de nacimiento: España
Ocupación: Entrenador de exploradores de la liga Grand Line
Gustos: Las fiestas, el alcohol, entrenar a las nuevas generaciones, la paz
Disgustos: Marshall D. Teach "Kurohige", la guerra
Ex explorador español que durante la década de los noventas se hizo famoso en todo el mundo por sus proezas, llegando así a convertirse en una leyenda viviente.
Perdió un brazo durante una dura misión en Alaska, misma que terminó con su carrera de aventurero.
Tras un periodo de inactividad de cinco años, se afilió a la organización de la liga Grand Line y empezó a dar preparación a los nuevos aspirantes a explorador. En Holanda conoció a Luffy con quien se encariñó tanto que le ayudó a entrar a la organización, donde personalmente le entrenó.
Sus esperanzas están puestas en Luffy, está firmemente convencido que tiene el potencial para superar todo lo que él hizo con su vida.
Edward Newgate
Edad: 72 años
País de nacimiento: Inglaterra
Ocupación: líder supremo de la liga Grand Line
Gustos: Ver crecer a la nueva generación de exploradores, la cerveza
Disgustos: La traición
El más grande aventurero de todos los tiempos, el máximo exponente de lo que es ser un explorador. Historias de sus hazañas son relatadas por todo el mundo.
Durante cuarenta y ocho años viajó por el mundo, descubriendo tesoros, resolviendo enigmas e incluso de vez en cuando deteniendo organizaciones criminales en países en vías de desarrollo. Solo la edad pudo frenarlo.
Su gusto por la aventura nunca cesó, motivo por el cual creó la liga de exploradores "Grand Line" la cual hasta la fecha preside siendo auxiliado por sus mejores hombres, Shanks, Jinbei y Marco.
Afirma que el día en que muera lo hará con una gran sonrisa en su rostro y satisfecho con la vida plena que vivió.
