Tiempo

Por: Estelaluna

NI BAKUGAN NI SUS PERSONAJES ME PERTENECEN

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Todos saben que después de que Alice descubrió que era Masquerade desapareció y después apareció en casa de sus tíos a media noche, pero ¿quién sabe lo que pasó durante esas horas? El tiempo es sólo el enemigo natural del hombre, pero en poco tiempo se puede hacer muchas cosas.

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Alice POV

Alice aun no podía procesar lo que había pasado, ella en realidad era Masquerade. Todo este tiempo estuvo peleando contra sus amigos y ella ni siquiera lo sabía, el sentimiento de culpa era intolerable, simplemente ya no podía con el.

– ¿Cómo podrían confiar ahora en mi? – esa pregunta la atormentaba.

Sin duda ahora nadie podría confiar en ella, ni siquiera él. Aún en su memoria está su imagen de cuando la verdad salió a la luz. En su rostro una mueca de asombro se mostraba, él no permitía que las cosas lo tomaran por sorpresa pero eso era más de lo que esperaba. Ni en un millón de vidas sería capaz de perdonarla y ella lo aceptaba.

– Perdóname Shun, perdóname – pedía a la nada en su habitación. Su abuelo la había transportado a su antiguo laboratorio para que ella pudiera llevarse sus pertenecías. ¿A dónde iría? Aun lo desconocía, sólo entendía que no se podía quedar ahí. Tomó su pequeña maleta y guardó sus cosas, ese lugar ya no era su hogar y ella lo sabía.

Sin pensar más, salió del laboratorio y saco la carta de Masquerade – y de nuevo esa pregunta llegó a su cabeza– ¿A dónde ir?.

Shun POV

Cuando Dan venció a Masquerade pensé que al fin el sol brillaba para nosotros, pero entonces me di cuenta que como siempre la vida estaba en mi contra. Masquerade, el enemigo que más odiaba era Alice. Simplemente no lo podía creer, Alice no podía ser Masquerade, ¿cómo rayos podía ser eso posible?. Una rabia inmensa brotó por todo mi cuerpo, había sido engañado. Yo – Shun Kazami– había sido engañado por un par de ojos chocolate.

Pero al tratar de querer obtener respuestas me di cuenta que Alice sufría mucho más que nosotros.

– Eso es razonable; por eso Masquerade sabía de todos nuestros movimientos – argumenté sin darme cuenta lo mucho que mis palabras lastimaban a Alice. – Idiota – pensé al verla llorar por mi culpa

Y antes de poder enmendar mi error – ella– Alice se había marchado. Runo lloró tendida en el suelo mientras que Dan trataba de consolarla – a lo lejos– Julie, Marucho y Joe simplemente trataban de digerir lo que había pasado.

– ¿Shun a dónde vas? – me preguntó Julie al verme alejarme.

– Tengo cosas que hacer – fue mi respuesta y sin más me alejé.

No voltee a despedirme – decía la verdad– tenia cosas que hacer y el tiempo se agotaba. Sólo le rogaba al cielo tener la razón. Así que empecé a correr tan rápido como mis piernas me lo permitían, daba gracias por mi entrenamiento ninja – ya que con una condición normal jamás hubiera podido llegar tan rápido– .

Diez minutos me tomó llegar al centro del parque en donde me solía ver con ella, 10 minutos que fueron eternos para mí.

– ¡Alice! – La llamé tratando de ocultar mi nerviosismo– ¡Alice! – Llamé de nuevo– Alice, por favor… – supliqué– lo que jamás había hecho.

Al ver que mis intentos habían sido inútiles, me tumbé en el suelo y cerré los ojos. Tenía la esperanza de poder verla aquí – y no había sido así– me había equivocado. Se había ido y no conocía a dónde. Podría buscarla – pero– ¿Qué le diría?.

– Alice…– susurré a la nada.

Alice POV

No sabía a dónde ir, sólo sabía que tenía que salir de ahí. Pero cuando estaba a punto de marcharme de vuelta con mi abuelo, mis pensamientos se dirigieron al lugar donde me veía con Shun – ese parque cerca del restaurante Misaki– en donde todo lo que nos rodeaba era tranquilidad y sin darme cuenta, la carta de Masquerade me llevó ahí.

Todo estaba tranquilo; el viento jugaba con mi cabello y los pájaros cantaban – como si estos quisieran que me olvidara de mi dolor– . Voltee a ver mi reloj y vi como solo habían pasado 20 minutos desde que mi vida había cambiado – desde que mi secreto salió a la luz– El tiempo pasaba tan despacio frente a mis ojos pero tan rápido para mi cuerpo.

Caminé por unos minutos cuando algo llamó mi atención. Mi nombre – alguien lo había pronunciado– al acercarme más me di cuenta de que esa voz la conocía. Sin darme cuenta mis pies me llevaron hasta ella, fue entonces cuando lo vi.

– Shun – su nombre salió de mis labios sin esfuerzo. Éste yacía en el suelo, sus ojos estaban cerrados y en su rostro una mueca tristeza se mostraba – ¿Acaso estaba preocupado por mi? – No lo sabía, pero cuando estaba a punto de marcharme lo escuché.

– Alice... – pronunció mi nombre, él había pronunciado mi nombre.

Y sin saber por qué, me dirigí hacia donde estaba él.

– Shun – llamé sin poder disimular mi alegría por verlo.

Shun POV

La brisa me hacía sentir más relajado – más tranquilo– justo lo que necesitaba para apaciguar mi humor. Pero fue entonces que me di cuenta que el aroma del aire había cambiado – era un aroma familiar, inconfundiblemente familiar– ¿sería posible? Me negaba a decepcionarme así que decidí no abrir los ojos – me quedaría así como estaba ahora– eso pensé hasta que oí su voz.

– Shun – era ella, no tenia duda.

Lentamente abrí mis ojos y la pude observar – ahí estaba ella de pie frente a mí– en sus manos tenía una pequeña maleta y en su rostro una sonrisa manchada de tristeza.

– Alice – su nombre era tan dulce aún en mis labios– pensé que ya te habías ido – admití sin dejar de verla.

– Tenía que recoger algunas cosas – dijo mirando su maleta

– ¿Te vas entonces? – le pregunté sin dejar de verla –parecía que en cualquier momento su fuerza se acabaría y se desplomaría–.

– Sí, es lo mejor – asintió sin mirarme a los ojos.

"No te vayas" quise gritarle, pero me abstuve de hacerlo. En sus ojos se veía la determinación que tenia –y sabía que con que yo se lo pidiera ella rompería a llorar; y era lo que menos quería–.

– ¿A dónde vas? – Interrogué con un tono neutro –típico de mí–.

– No lo sé – respondió mirándome –con esas orbes que me acosaban entre sueños–.

– ¿Regresaras? – en ese momento pedí al cielo que dijera que sí.

– ¿Quieres que regrese? – esa cuestión no me la esperaba, ¿quería que regresara? Por supuesto que sí.

– Si te respondo ¿aún te irás? – pregunté tratando de saber hasta dónde podía llegar.

– Sí, aún me iré – eso me dolió, no me esperaba esa respuesta, pero la acepté.

Alice POV

Claro que me iría. No podía quedarme, no ahora que necesitaba redimirme. Pero si él me lo pedía me quedaría –él lo sabía– pero no lo haría.

– Entonces no te diré – me dijo Shun mirando el cielo–

– ¿Por qué no me dirás? – le cuestioné con un tono triste.

– Porque así tendrás un motivo para regresar – respondió con una leve sonrisa.

Él quería que regresara –en verdad quería– Ante esas palabras no pude evitar sonreír pero una duda me asaltó.

– ¿Me esperarás? – pregunté sin pensar. Al escuchar mi pregunta pareció causarle gracia, su sonrisa se hizo un poco más grande y volteó a verme.

– Hasta que Dan deje de pelear con Runo – respondió.

Sin duda me esperaría –su respuesta me había hecho feliz– pero aún seguía siendo la chica insegura de siempre y había una pregunta más que hacer.

– ¿M-Me perdonarás algún día? – Esa era la pregunta final, la prueba de fuego había sido puesta. Y sólo esperaba escuchar la respuesta.

Shun se quedó serio mirando el horizonte. Sus músculos parecían relajados al igual que las facciones en su rostro, pero él era muy bueno escondiendo sus emociones no por nada era –un gran– ninja.

Shun POV

En su mirada podía ver que aún sentía culpa –a pesar de que todos le dijeron que no debía de sentirse culpable– ella no podía llevar esa carga en sus hombros. Cuando me preguntó no le contesté inmediatamente –al contrario– voltee a ver el horizonte pensando muy bien que palabras utilizaría. ¿Yo perdonarla? Era verdad que me había sentido traicionado –pero ella en verdad no tenía la culpa de lo que le había pasado– me quedé en silencio unos minutos sintiendo la brisa en mi rostro.

– ¿Yo perdonarte? – dije mientras me ponía de pie para detenerme frente a ella.

Ésta tenía el rostro cabizbajo –me acerqué más a ella y con mi mano le hice levantar el rostro– hasta que sus ojos dieron con los míos.

– No Alice – le confesé mirándole.

Mis palabras parecierón haberle impactado –pues sus ojos amenazarón con llenarse de lágrimas– me maldije por torturarte de esta manera y dejé de dudar.

– No tengo nada que perdonarte Alice – declaré apretándola contra mi cuerpo en un fuerte abrazo–

– Shun… – susurró aceptando el abrazo.

Alice POV

Escucharlo me hizo sentir de nuevo viva, de pronto sentí como el tiempo se volvía lento a nuestro alrededor. En sus brazos me sentía segura –sin dudar acepté el abrazo– el silencio reinó a nuestro alrededor, no quería que ese momento terminara. Lo único que escuchaba era su corazón latir, con un ritmo tranquilo.

– Cuídate – me pidió. Su tono de voz era dulce y embriagante.

– Lo haré – esas fueron las últimas palabras que pronuncié para él.

Estuvimos así en silencio durante horas, a mí simplemente me parecieron minutos –el tiempo es diferente para cada ser vivo– la noche nos abrigó con las estrellas y entonces él se separó de mí. Yo –tomé mi maleta y saqué la carta de Masquerade– estaba lista para irme y él lo sabía.

Shun POV

La vi dar unos pasos atrás sin despegar su mirada de la mía. Levantó la carta de Masquerade –ésta empezó a destellar– para segundos después desaparecer junto con Alice. Me quedé ahí unos minutos –esperando–.

– Shun, deberíamos irnos – me sugirió Skyress. La cual había estado en silencio hasta ahora.

Así que empecé el camino a la casa de Marucho. Al llegar le pedí a Kato que no me molestaran, no quería cenar ni recibir visitas. Fui directo a mi habitación y tome una ducha. El agua tibia logro relajarme, al salir caminé hasta el balcón divisando el cielo estrellado.

– Ella estará bien, Shun –aseguró Skyress a mi lado

– Lo sé – afirmé sin dejar de ver el cielo– lo sé…

Alice POV

Shun no me dijo adiós –no me dijo quédate– sólo me miró alejarme con sus pupilas ámbar. Yo tampoco le dije nada –simplemente le sostuve la mirada–. Saqué la carta de Masquerade y desaparecí rodeada de un destello. Al ver a dónde había llegado me di cuenta de que era una pequeña ciudad –rodeada de por un enorme bosque–. Yo conocía ese lugar, era donde vivían mi tía y tío.

De pronto la lluvia empezó a caer mojando todo a su paso, recordándome el trago amargo que había vivido hace unas horas. Cabizbaja empecé a recorrer las calles solitarias de la ciudad –no tenía prisa por llegar– mis pies me llevaron a un parque y me senté en uno de los columpios. La lluvia caía sin cesar –como si quisiera limpiar mi culpa– yo se lo permití. Mis ropas estaban empapadas pero no me importaba, nada me importaba ahora. Y de la nada su recuerdo llegó a mí.

– Shun… – susurré a su recuerdo. Toda nuestra conversación pasó por mi memoria. Mire mi reloj y vi lo tarde que era –sin duda el tiempo me había jugado sucio– seguí mi camino aun con la lluvia cayendo sobre mí.

La culpa aún seguía sobre mí –pero en menos peso que antes–. Necesitaba estar lejos de ellos –reencontrarme conmigo misma– saber quién era yo en realidad. Con paso lento llegué hasta esa casa –en donde viví tantas alegrías como penas– toqué tres veces y esperé a que alguien abriera.

– Mi abuelo desapareció – fue lo único que pude formular.

Mis tíos me hicieron entrar, me llevarón a la regadera y tomé una ducha con agua tibia. Los minutos bajo el agua me parecían años –perdida en mis pensamientos–. Al salir mi tía me recibió con un abrazo, depositó una bandeja de comida en una mesa a un lado de la que sería mi cama, besó mi frente y se retiró. Tomé una rebana de pan con mermelada y me senté a ver por la ventana. Según mi tía ya era media noche –que rápido pasa el tiempo– me parecía aún tan irreal todo lo que había pasado en tan sólo unas horas. Limpié las migajas y me puse a ver las estrellas. Cuando llegó a mí la pregunta de Shun "¿regresaras?".

– Sólo el tiempo lo dirá – respondí.

Fin

Corregido 31/01/18

owo

Espero que hayan pasado una feliz navidad compañeros/as escritores/as y un prospero Año Nuevo.

"Mañana es la primera hoja de un libro de 365 páginas.

Escribe una buena historia."

- Brad Paisley

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