Los personajes de la historia no son míos. No hago esto con animo de lucro.
Asesina...
Akane huía de su perseguidor. Él era implacable, ni la perdería ni le daría tregua, pero ella estaba acostumbrada a escapar. No podía darle la oportunidad de acercase. Lo conocía mejor que nadie. Había sido su amor de juventud, y aun lo seguía amando, no quería acabar con él.
Todo empezó en la universidad, las malas compañías la alejaron de él. El chico siempre la advirtió contra ellas, y ella como siempre, no le hizo caso. Empezaron con drogas, algún robo pequeño, y continuaron con grandes atracos, la chica dulce desapareció, pronto se acostumbró al olor de la pólvora y al sabor de la sangre. Fue una despiadada asesina que mataba por placer, ya no le importaba el dinero, sólo esperaba la menor oportunidad para apretar el gatillo, solo uno se escapó, su ex-prometido, ahora casado con su hermana mayor, bueno viudo de ella, por qué la mató por robarle el novio y disfrutó haciéndolo.
-¡Hola Akane! -oyó detrás suyo- entrégate no me obligues a destruirte, por qué no quiero hacerlo.
-Vaya mira quien tenemos aquí a Ranma-dijo ella con sorna, aunque no lo demostrase estaba nerviosa, la mirada del joven policía aún la turbaba.- ¿destruirme?, vengas, no puedes, aun me amas, lo veo en tu cara, no podrás acabar conmigo.
-Eso está por ver Akane-dijo el joven- he cambiado como tú lo hiciste. No he olvidado que matates a tu familia y a la mía incluido a nuestro hijo, a nuestros amigos, y todo lo que quisimos de jóvenes.
-Eres un inmaduro-dijo la asesina-sigues siendo igual de idealista que cuando éramos unos criajos y corríamos por los tejados de Nerima.
-Y tú sigues la chica torpe, que se ha creado una pared para protegerse del mundo.-dijo él.
Ella se rió a carcajadas, a él le vino a la cabeza, las de una de sus prometidas que también le faltaba un tornillo, ahora estaba muerta como sus otras dos prometidas, asesinada por la locura de Akane.
-Piensas que no te mataré, pues lo haré, como hice con tus amigos. A Ryoga por engañarme como Pchan. A Kuno por acosarme y al pato por qué me dio la gana. Y a tus prometidas por perseguiste a ti…-dijo ella riéndose.
-Te voy a parar y esta vez será para siempre-dijo él con una sonrisa.
-Vengas no usarás conmigo ninguno de tu trucos- dijo ella riéndose – te falta valor.
Él sacó una pistola de agua.
-¿Me ganarás con una pistola de juguete?-dijo ella riéndose, pero se calló de golpe, sabía que se proponía hacer Ranma- No será…
-¡Acertaste!- dijo el joven policía sonriendo-prepárate por qué vas a cambiar de vida. De ahora en adelante tú serás mi mascota.
Ella intentó sacar su pistola, pero cuando metió la mano en el bolsillo, ya vio venir el chorro de agua que le impartó en el pecho. De pronto todo se oscureció y alguien la cogió como si no pesase nada. Se vio desnuda, y con pelo, era… era... una perrita pequeña y muy bella.
-Antes llevabas ropa interior más sexy. -dijo él mirando la ropa íntima-Por cierto, ¿te acuerdas de esto?-dijo Ranma y le enseñó un objeto.
Akane lo reconoció era la olla de conservación que detenía a los malditos en el cuerpo maldito.
"No lo hagas, Ranma, por favor"-pensó Akane dentro de su cuerpo de perrita.
Y Ranma lo utilizó con ella.
-Ahora será para siempre una perrita, Akane. No te puedo matar, aun te quiero. Pero te mereces un castigo-la perrita se le lanzaba para modele- y como veo que eres salvaje te tengo que borrar tus ansias asesinas, de ahora en adelante será mentalmente una perrita, sin recuerdos de que fuiste humana, esta técnica me la enseñó Cologne, para que vengase a su bisnieta a Mousse y toda gente que mataste.
Y presionándole la cabeza la perrita olvido todo, Ranma cogió en brazos el animal, y este le cogió cariño a su nuevo dueño, tal vez un recuerdo del amor que siempre sintió por el chico.
-Se lanzó al mar en el puerto. Se desnudó delante mío y se lanzó al mar-dijo Ranma a su jefe, el comisario de policía-estará muerta, nunca aprendió a nadar.
-Buscaremos su cadáver, seguro que no lo encontramos-dijo su jefe- Ya está vengado mató a su familia y a sus amigos, suerte que ocultamos a su mujer muy mal herida y la hicimos pasar por muerta.
-Si-dijo Ranma- Kasumi quería mucho a su hermana, pero Akane enloqueció. Debería haberla detenido cuando íbamos a la universidad. Ahora sería todo distinto.
-Aun la quiere-dijo el comisario- si todo fuese distinto ahora ella y usted estarían casados y serían felices.
-No se puede cambiar el pasado-dijo el joven con tristeza- ojala.
Y se fue al dojo Tendo y entró, lo encontró vacío, recordaba cuando estaban todos, tan lleno de vida.
-Hola Ranma-dijo Kasumi, y lo besó y se abrazaron.
Por fin podrían estar juntos. Ella había llorado, quería a su hermana y aun la recordaba como la niña alegre e inocente que estaba enamorada de un jovencillo con trenza.
-Ha acabado todo-dijo él con pena.
-No puedes alterar el pasado -contesto Kasumi-, tu quisiste mucho a mi hermana, si todos te hubiéramos hecho caso, ahora Akane estaría aquí con nosotros y todos los que ella asesinó.
-Sí,-respondió el joven policía-esta casa está muy vacía, deberíamos llenarla, es hora que tengamos una familia.
-Si-contestó ella- ya estamos en ello, futuro papa.
Él la abrazó y la besó. Iba a ser padre, estaba contento. En eso entró la perrita.
-¿Y tú quién eres?- preguntó la mujer al animal. La cogió y la acarició y la miró a los ojos y se sorprendió.
-Me la encontré sola y desvalida en la calle y me la traje,- habría tiempo de explicarle la verdad.- ¿Qué tal si la llamamos…?
-Akane, su nombre es Akane-dijo ella llorando abrazando a la perrita. Miró a su marido, él se dio cuenta que sabía quién era el animal. Kasumi se abrazó a su marido y lo besó con cariño,- gracias por devolverme a mi hermana, nosotros la cuidaremos.
Nota de autor:
Esta historia formaba parte de otra. Era unos de los sueños del Capitulo ILUSIONES del fic "Ranma y Akane a la fuga", subiré algunos de los sueños, los que no afectan la historia, de forma independiente, y dejaré los más importantes para la historia, Gracias
