-Entra con armadura estilo Al Elric- Si, yo sé que no merezco pasarme por aquí ni que me lean T_T soy una escritora irresponsable pero perdí la musa... traté de alcanzarla cual Pit vuela tras Palutena xDD Sorry... traigo un Two Shot... actualizaré el final para la proxima semana que salgo de vacaiones xDD Espero les agrade... esto salió antes de saber que sería la MakoRin Week sin querer queriendo haré colaboración *-* -su placer culposo es el MakoRin-

Como todo lo que escribo de Free! es para mi Andy-nee... Ti Amokoto con todo mi Makokoro

Disclaimer: Free! no me pertenece es de Koji Oji y KyoAni


¿Cuándo descubrí ese sentimiento? no lo sé. Pero iba creciendo poco a poco hasta convertirse en lo qué yo podría denominar amor verdadero. Un chico cómo yo, con poca experiencia, sentí miedo mezclado con una indescriptible emoción. Me enamoré, si me enamoré de mi mejor amigo Haruka Nanase. Hemos pasado tanto tiempo juntos, desde que íbamos al jardín de niños hasta hoy; que, sería difícil encontrar a uno sin qué el otro esté a su lado.

Estaba seguro de mis sentimientos, tan seguro cómo qué el cielo es azul y el pasto verde, aún así preferí callar mucho tiempo porque era lo mejor para ambos, tuve miedo de ser rechazado, qué se alejara de mi y antepuse mi amistad a mis sentimientos. Hasta qué un día no pude más, sabía qué era cuestión de tiempo qué Haru descubriera qué algo ocultaba. A veces le miraba de reojo, lo procuraba incluso más que de costumbre, hasta cumpliéndole caprichos de vez en cuando. Planeé más de una vez cómo lo diría, los nervios siempre me traicionaron. Entonces ocurrió, Haruka simplemente preguntó.

-Makoto... ¿Qué es?-le escuché decir de repente. Sus orbes azules qué me encantaban me hacían estremecer de sólo mirarlas. Nos detuvimos frente al salón.

-¿Q-Que e-es qué... Ha-Haru-chan?- no podía creer qué en segundos mi poco autocontrol se fuera para abajo. No sabía qué decir sólo quería salir huyendo de los interrogantes ojos del chico parado frente a mí.

-Hay algo Makoto, dilo-su firmeza me asombraba, generalmente él nunca le ha puesto mayor atención a nada más qué no sea el agua, pero en ese momento simplemente parecía qué se le iría la vida esperando una respuesta.

-N-No entiendo, en verdad qué no- entonces se quedó ahí mirándome fijo, cómo escaneándome, no se convencía con nada. Entonces la campana de la última clase sonó. Me sentía salvado, pero sabía qué no por mucho tiempo. Desafortunadamente no tuvimos práctica en el club así que partimos inmediatamente a casa, el trayecto se hizo incómodo y el ambiente tenso. Ninguno se atrevió a decir algo. Cuando llegamos a la parte de las escaleras donde me tocaba despedirme

-Nos vem... Ha-Haru... ¡HARU!-tomó mi mano y corrió jalándome tras de si para llegar al templo dónde, tantas veces subimos a jugar.

-Ahora, dilo. No te irás hasta qué hables-él simplemente no me dejaba escapatoria, sentía la presión y un sudor frío me recorría la sien.

-Bueno Haru... Es qué yo, bueno...-no quería, no podía continuar. Mi corazón estaba desbocado.

-¿Tú qué Makoto?- ¿por qué era tan difícil? Quería salir corriendo pero mis piernas no respondían. Tenía que decirlo para poder huir después.

-Tú... Tú me gustas-solté por fin, el rostro de Haru se llenó de una enorme sorpresa; sin embargo sus ojos no reflejaban lo mismo, había ¿Tristeza? Supe en ese momento qué no sería correspondido.

-Makoto yo...-de repente sólo guardó silencio. Tal vez le costaba asimilar lo qué le había confesado.

-Lo sé Haru, no es necesario qué digas algo más- a pesar de decir eso, si necesitaba qué lo dijera. Me arrepentí minutos después.

-Siento no poder, no poder corresponderte Makoto. Eres lo qué cualquiera podría desear. Pero yo, yo estoy enamorado de... De Rin- las palabras taladraron en lo más profundo de mis sentimientos. Extrañamente no me sorprendió, desde que Rin regresó todo fue diferente.

-Yo entiendo-dije con una de esas sonrisas fingidas qué me salían tan bien-no te preocupes, no pasa nada. Ahora me voy, mi Mamá ha de estarse preguntando por qué no he llegado a casa-me di la vuelta dejándolo ahí parado. Bajé las escaleras tan rápido cómo pude, los trozos de mi corazón iban marcando escalón por escalón. Al entrar a mi hogar no saludé, no comí, sólo me encerré en mi habitación y lloré. Lloré cómo nunca lo había hecho, fue la primera vez qué lloré por ese algo llamado Amor.

Los siguientes días traté de aparentar qué no había pasado nada, sin embargo más de una vez Haru me comentó que me notaba diferente, yo sonreía cómo siempre, hablaba cómo siempre. Para mi nada cambió. Al final de cuentas necesitaba deshacerme de esos sentimientos que me alejaban de todo lo que era preciado para mí. Iba a la escuela, pasaba por Haru a su casa, nadaba, regresaba a mi hogar. La rutina que me había autoimpuesto por años. Pero, todo cambia y el cambio llegó un día que tuvimos práctica en conjunto con Samezuka, antes de entrar Haruka me pidió conversar un momento, accedí y nos paramos a unos metros de la entrada de la prestigiosa escuela.

-Makoto… quiero, quiero pedirte un consejo- Lo qué Haru dijo me tomó por sorpresa, eran contadas las veces en que había podido notarle un sonrojo, y regularmente era yo quien los provocaba cuando descubría lo que su mente decía pero su voz no.

-Claro…-tragué saliva, estaba seguro que lo que tendría que decirme no sería nada bueno, al menos no para mí-si puedo ayudarte cuenta con ello Haru-chan.

-Quiero, quiero decirle lo que siento a Rin- Claro, directo y conciso. Usando siempre las palabras exactas. Ni siquiera me pidió que no usara el "chan", no se daba cuenta que me estaba rompiendo en mil pedazos y era bueno. Nadie ni siquiera yo debíamos notar el dolor.

-Pues, creo que debes simplemente decirlo Haru. Él no es bueno interpretándote- "A diferencia de mi" quise decir, me mordí la lengua- Así que debes esforzarte más de lo debido. Sé que todo saldrá bien. Esfuérzate ¿Si?- la ironía de aconsejar a quien amaba para declarársele a alguien más me provocaba querer reír a carcajadas, la vida no es justa simplemente.

-¡Haru-chan! ¡Mako-chan! ¿No piensan entrar? Los de Samezuka nos están esperando- el torbellino amarillo llamado Nagisa y Rei se aproximaban hacia donde estábamos parados.

-¡Makoto-Senpai! Rin-san está preguntando por usted, algo acerca de unos permisos que debe firmar el Capitán- agradecí profundamente que aparecieran, mi mascara podría fracturarse por un momento frente a Haru.

-Bien. Es hora de entrar chicos- Una vez ahí nos dirigimos a los vestidores, fui interceptado por Rin quien me habló acerca de unos papeles que debía rellenar a pedido de Mikoshiba, protocolo de la escuela.

-Oi Makoto ¿Estás bien?- los ojos escarlata del que ahora podía considerar mi Rival me escudriñaban, me sentí un poco incomodo y pensé en alejarme lo más pronto, después caí en cuenta de que ni siquiera Rin sabia que sin quererlo ambos teníamos un mismo interés fuera de la natación.

-Todo está bien Rin-chan ¿Iniciamos?- la afilada sonrisa de aquel pelirojo solo indicó qué iniciaban los retos del día. La práctica se llevó a cabo de acuerdo a como Mikoshiba y Gou lo habían previsto. Sin embargo hubo algo que me dejó desconcertado y es que Haruka había perdido en la última carrera contra Rin. Este no esperó para poder alardear que le había ganado y Haru lejos de molestarse, podía notarse en él un extraño brillo en los ojos. Lo comprendí entonces, le dejó ganar para poder dar el paso siguiente, confesarle sus sentimientos.

-¡Felicitaciones Matsuoka-senpai! Sin duda usted es el mejor- dijo una vocecilla proveniente de un muchachito de cabellos plateados el cual le estiraba una toalla a su "senpai". La devoción con la que este le seguía me resultaba un tanto graciosa. Al final él, junto conmigo, formaríamos parte de aquel grupo de los corazones rotos.

-Rin ¿Podemos hablar?- aquella voz me paralizó el corazón y los ojos del peliplata que hacía unos segundos relucían, perdieron todo brillo al ver a Haru acercársele a Rin.

-¿Vienes a pelear por tu derrota? O ¿A celebrar mi triunfo?- Rin se mostró arrogante al principio pero después le regaló una sonrisa sincera.

-Es algo más importante Rin- Haru se dio la vuelta y caminó hacia el pasillo de los vestidores. El aludido tardó unos segundos en interpretar la acción y caminó detrás de Haru, sé que no debí hacerlo pero mi curiosidad era tanta que inconscientemente caminé tras de ellos y me escondí detrás del muro que daba al pasillo donde se pararon a hablar, sabía lo que venía sin embargo quise escuchar, tal vez para comprobar que Haru y Rin se amaban como siempre había pensado.

-Bien, te escucho-Rin rompió el silencio y se plantó serio frente a Haru-¿Qué es lo que quieres decir?

-Bueno, Rin yo…- Haru le observó detenidamente, podía ver en su mirada el miedo y los nervios. Realmente se estaba esforzando ¿Tanto le amaba? Sentí envidia. Dudaba y se tardó en seguir hablando.

-Mira Haru yo no soy Makoto, lo que tengas que decir háblalo ya- las orbes azules de Haru se abrieron de par en par cuándo escuchó mi nombre, y por una ínfima milésima de segundo pude ver que sonrió. De nada me serviría emocionarme ahora, me encontraba ahí viendo como la persona que amaba le decía a otra sus sentimientos.

-Bien Rin, la verdad es que yo…- Haru agachó la cabeza pero al instante la levantó determinado- Yo te quiero Rin. Me gustas- Haru temblaba como la hoja de un árbol a punto de caer en otoño. Rin solo le miraba, no decía nada.

-Haru- Entonces, Rin por fin abrió la boca. Ahí venia. El también le diría que lo quería, que siempre había sido así, tenía que irme para no seguir torturándome. Sin embargo, algo en mi interior me dijo "quédate" -Haru yo… Perdón. Yo no siento lo mismo. Jamás se me ha cruzado la idea de que tú y yo podríamos tener algo. Eres un gran amigo, mi rival, un compañero. No sé en qué momento se malinterpretó. Mi único interés en ti es el que un amigo que quiere sobresalir tiene por otro amigo que se está quedando en el camino. No me lo tomes a mal Haru, es solo que entre nosotros simplemente nada más allá de una amistad podría funcionar. Yo también estoy enamorado de alguien Haru, de alguien más.

Podría jurar por toda el agua del mundo que Haru estaba a punto de quebrarse, de repente me pareció tan frágil como el cristal, ni yo podía creer las palabras que le había dicho Rin. Estaba tan seguro que no me esperaba todo eso. Muy en mis adentros me alegré aunque supiera que estaba mal, ver así a Haru me estaba doliendo a mí también.

-Es por ese chico Ai… Ai.. ¿Nitori?- había cierto tono de reproche en la voz de Haru, se veía tan lastimado nunca creí poder verlo tan vulnerable.

-Qué más quisiera yo que poder corresponder a los hermosos sentimientos que Aiichirou tiene por mí. El merece algo mejor que yo. Pero, te equivocas Haru no es él- no solo a Haru se le estaba revelando esa parte de Rin. Después de todo siempre fue un romántico.

-¿Entonces? Entonces… dime porque no lo entiendo- Haru avanzó un paso hacia Rin. Quise correr a abrazarlo y decirle que todo estaría bien pero, sabría que lo escuche todo y sería peor.

-Lo único que puedo decirte es que es alguien que ha estado siempre para todos, que no es imposible de notar porque tiene el alma y la sonrisa más bellas que jamás he visto. Ni aquí, ni en Australia, ni en mis mejores sueños sé que encontraré a alguien cómo él porque es único- Yo no podía entender de quién hablaba Rin, pero al parecer Haru sí; tanto que el paso que había dado para reducir la distancia entre él y Rin lo desanduvo y retrocedió uno más.

-No puede ser él, no puedes Rin. Él no- la mirada de Haru cambió en unos segundos de dolor a Ira y no lo entendía, odiaba no comprender como ellos lo hacían.

-¿Por qué no Haru? Después de todo no es de tu propiedad o al menos no lo has querido así- los desafiantes ojos de Rin se afilaron –no creas que no me he dado cuenta Haru, cómo te mira. Como te trata y hiervo en celos de saber que estas desperdiciando tan preciosa oportunidad, no sabes lo que yo daría por ser a quien mirara, a quien le sonriera, a quien le tendiera la mano para andar juntos por la vida. Pero para él solo eres tú y solo tú ¡Maldita sea, Haru!- no lo podía creer, recargué mi espalda en el muro y mis neuronas comenzaban a hilar lo que había escuchado.

-¡Si lo sé Rin! ¡Ya sé que Makoto me quiere a mí! Pero ¿por qué es a él a quien quieres y no a mi?- Haru gritó y ambos me habían dejado realmente sin habla, Rin estaba enamorado ¿de mi? En ese momento yo me sentí mal de nunca haber reparado en ello. Pasaron en mi mente las sonrisas que me regalaba, sus preocupaciones desmedidas cuando pequeños, la tristeza de sus ojos al despedirnos cuando se fue a Australia, todo pasó en un fugaz momento cómo pasó Haru corriendo para salir huyendo de Samezuka y de Rin.

-¡Haru, espera!- Salí corriendo a todo lo que daban mis piernas para poder alcanzarlo sin reparar al momento que Rin también corría hacia la misma meta.

-¡Ma-Makoto! ¿Qué hacías? Tú… No me digas que ¿Tu escuchaste todo?- Lo miré incrédulo de todo lo que aquel chico de hebras rojizas dijo.

-Después Rin, debo alcanzar a Haru- le dediqué una cálida mirada. Ninguno teníamos la culpa de todo esto.

-Makoto…- le escuché decir, ya no corría tras de mí. Pero, por primera vez sentí que era lo primordial para alguien y no al revés.


Ahhhhhhh... prometo tener el cap listo para viernes o sabado *-* si leen, dejen un reviewsito, nada les cuesta owo Feliz Inicio de Semana