Nota del autor
Esta es mi primera historia sobre RWBY, para empezar esta historia, no tendrá de protagonista a las principales o algún persona de la serie, si no a un personaje original, la historia, abarcara desde el volumen 1 hasta el volumen 4, o tratara de abarca la serie y por último, espero que esta historia sea de su agrado y no me linchen tanto si me equivoco en algo de la serie.
La leyenda de los Cylbans
Remnant, es un mundo de leyenda, con bases reales tal como la leyenda de las cuatro doncellas, la leyenda de los Cylbans, es igual de real, los Cylbans, son un grupo de nómades, diferente al humano común, este grupo viven en los bosques y de vez en cuando se encuentran cerca de las ciudades, ellos dependían de los cazadores para poder protegerse de los grimm, pero a veces no contaban con ellos y varios miembros de su pueblo, morían, cansado de esta situación, los ancianos, jefes de estos nómades, después de discutir durante varios días, decidieron hacer algo que no sería replicado y solo usado por los Cylbans, literalmente engullir a un Grimm y apoderarse de su fuerza, habilidades y experiencia de batalla. Después de una gran lucha, atraparon a un grimm, amarrándolo y le sacaron un trozo de su máscara y de su piel, antes de que estas dos cosas se desvaneciesen, pulverizaron el trozo y vertieron el polvo junto con la piel en un recipiente de agua, esta agua se volvía negra, fueron elegidos 10 de los grandes guerreros de los nómades, los cuales pudieron atrapar a la vestía , estos luchadores, tomaron de aquella agua, los 10 se desmayaron, solo dos guerreros pudieron soportar aquel proceso, de los que no pudieron soportar el proceso, dos casi se trasformaron en grimm, los ancianos, los mataron antes de que estos sucediese, los otros seis, que no pudieron soportar el proceso, murieron y sus cuerpos fueron quemados. Los dos guerreros sobrevivientes, pronto pudieron equiparase a los cazadores, no necesitaban de armas, para acabar con los grimm, solo se bastaban con su fuerza y experiencia, en años posteriores fueron elegidos otros guerreros, para hacer crecer la fuerza de humanos-grimm, mediante un ritual, precedido por los ancianos.
Zafiro Morningstar, una niña de 10 años de edad, piel morena, cuerpo esbelto, pelo negro y lizo que le tapaba los hombros y la frente, ojos negros, vestida de un pantalón corto de color verde que le llegaba hasta las rodillas, una camisa blanca sin manga, zapatos azul y guantes blancos, estaba montando un caballo, adelante de la joven se encontraba otro chico, un niño de la misma edad de Zafiro, tez blanca, ojos verdes oscuros, pelo rubio corto, mentón ovalado, con una herida en la mejilla, vestido de pantalón azul largo, camisa con manga negra, botas negras y llevaba puesta una bufanda verde , la razón, era de porque ambos chicos andaban a caballos, era la cazar de un grimm, específicamente un ursa, los dos niños, estaban siendo guiados por un guerrero de Cylbans, el cual estaba vestido con pantalones negros, botas verdes, una capa negra, llevaba una máscara blanca que imitaba a las de los grimm.
—Vamos, niños, deben aguantar—exclamo un guerrero que hacía de guía para los niños.
El joven de bufanda verde, se puso al lado de la morena.
—He Zeta, creo que ya es hora de atacar a esta criatura—comento el niño a Zafiro
—Me has leído la mente, Ge—le comento Zafiro
Ambos niños, se sonrieron y afirmaron con su cabeza, se adelantaron al guerrero guía, el cual lo observo alejándose y paro.
—Ya ve, depende de ustedes pasar esta prueba—comento el guía.
Los niños, llegaron hasta el bosque, hay los niños, frenaron un poco los caballos, para que estos caminasen lentos.
—Zeta, debes tener cuidado, los grimm, son impredecible—comento el amigo de Zafiro.
—Ya lo sé, Geo—le contesto Zafiro a su amigo
Geo, paro su caballo, la joven Zafiro, se dio cuenta que su amigo había parado y lo imito.
— ¿Qué sucede, Ge?—pregunto Zafiro
— ¿No has sentido, unas pisadas fuertes?—pregunto Geo a Zafiro y agrego—No hagas ningún ruido.
Zafiro, se quedó en silencio, escucho el viento pasar por su rostro y luego le llamo la atención, unas pisadas, ambos niños, sabían que significaba.
—Prepárate, Zafiro—exclamo Geo, que saco una espada curva, con una empuñadura en forma de espiral que terminaba con la figura de un dragón y una cadena que unía la espada con la muñeca de Geo, por una pulsera metálica
—No hay que decirlo—comento Zafiro, que desenfundo dos dagas, empuñaduras de madera con terminaciones en acero bronceado, las hojas de ambas armas eran curvas, las cuales estaban hecha de acero con terminaciones de metal fundidos.
Los pasos del ursar, se escucharon cada vez más fuerte, hasta que ambos niños, estuvieron cara a cara con la criatura, los niños, aunque había sido instruido, sobre los grimm, sus formas y tamaños, se sorprendieron al ver lo gigantesca que era la criatura, pero los niños, sabían que no era el momento para titubear.
—Vamos—exclamo Geo, que apunto su espada hacía la criatura, de la hoja de la espada salió una energía color verde.
—Te sigo—exclamo Zafiro, que hizo que sus dagas, emitirá una luz mitad y roja.
Los niños, se acercaron con jineteando sus caballos. El grimm, con furia trato de golpear con su mano a Zafiro, la cual esquivo el ataque, haciendo que su caballo saltase la mano, la niña Zafiro, aprovecho, el momento que el caballo estuvo arriba de la pierna derecho de la criatura, para dar un salto y al momento de caer, le corto la mitad del brazo con su dagas, la joven cayo de cuclillo en el suelo y rodo ante de pararse, el amigo de Zafiro, Geo, fue directo a la pierna izquierda delantera del ursar y con su espada la corto, el ursar, cayó al suelo.
—Ge, rápido saca un poco los ingredientes—exclamo Zafiro a Geo, tirándole un cuenco.
Geo, atrapo el cuenco, uso una botella con agua, para llenar el recipiente y luego corto un pedazo de piel del ursar, luego se subió al ursar y con su espada saco un poco de la máscara de la criatura y lo hecho en el agua.
La criatura, desapareció, pero los niños, ya tenía los ingredientes para el ritual.
—Lo logramos—exclamo Zafiro, con una pose de victoria
–Bien vamos, la ceremonia empieza en media hora—Geo, sonrió a su amiga.
Los miembros de la tribu de los Cylbans, estaba reunidos, para asistir a la ceremonia que harán que los niños, se conviertan en guerreros, había un grupo de 10 niños, al frente de ellos, se encontraban los ancianos, con sus túnicas azules, después de dar un discurso largo, el anciano mayor, empezó a entregar los cuencos a las cinco parejas, Geo, se tomó la mitad del agua.
—Bueno, ahora te toca a ti, mucha suerte—Geo, le dio el cuenco a Zafiro.
—Igual para ti—le dijo Zafiro, recibiendo el cuenco y tomándose el contenido.
Al cabo de unos minutos, los niños, empezaron a sentir un fuerte dolor, las venas de todos los niños, empezaron a palpitar y corazón acelero su ritmo, en los cuerpos de cada uno de los candidatos a guerreros, aparecieron cortaduras profunda y varios litros de sangre negra salieron por el cuerpo de los niños, casi todos murieron, solo Zafiro y Geo, quedaron con vida, solo con unas cortaduras, que cicatrizaron en forma rápida
—Este año, es muy malo, solo dos, lograron resistir la ceremonia—comento unos de los guerreros adultos, que estaba presentes en la ceremonia.
—Tal vez, esta sea la última generación de guerreros—comento otro de los guerreros.
Solo dos niños, sobrevivieron, eso hacía que la teoría de que el cuerpo de los miembros, se hacía más débil al paso de las generaciones, cobraran más fuerza, evento que temían los miembros de los nómades Cylbans.
Han pasado cinco años desde que Zafiro y Geo, se unieron a los guerreros de los Cylbans. Los chicos, fueron separados de la familia, los dos vivían en una carpa junto con un guerrero maestro, al cual los chicos, debían obedecer como a un padre, el guerrero maestro que le había tocado a los dos únicos guerreros de su generación, era un sujeto, de tez blanca, cuerpo delgado, ojos negros oscuros, cabello blanco plateado, corto, barba blanca y un poco corta y unas patillas, su nombre era Myrddin Emrys, es conocido por ser unos de los guerreros más sabio de la tribu y por pronósticos bien acertado sobre varios eventos, el mismo instauro la teoría y ahora realidad, de que los guerreros por cada generación, se iban siendo más débil al ritual y profetizo que los últimos guerreros más nuevos del clan, sería solo dos y que después de ellos, nadie más pasaría y todos los guerreros morirían, pronostico que se cumplió. Ya hace años, que no ha habido guerrero, y los anciano, han dejado de ser la ceremonia, al darse cuenta que estaban matando a los niños en vez de convertirlos en guerreros y se enfocaban en la protección de todos los guerreros de la tribu.
Zafiro, se levantó asustada y con sudor. La chica, había crecido, había dejado crecer su cabello, tenía un corte en la mejilla provocado por la ceremonia, la cual tapaba con un parche. La joven Zafiro, que vestía con su camisón para dormir de color verde claro y un pantalón rojo, se sentó en su cama, observo a Geo, que dormía en una cama separada al lado de la chica, la joven, observo a su amigo con una sonrisa, ha Zafiro le agradaba verlo dormir, pero esa noche, eso no la tranquilizaba, así que salía afuera de la carpa y observo la luna fragmentada, la pesadilla que tuvo, la inquietaba mucho.
—Así que estas despierta, pequeña Morningstar—comento la voz de Myrddin
Zafiro, observo a su maestro, el cual vestía con un pantalón negro, votas verdes, una camisa blanca y una capa roja con un centro dorado y guantes negros.
—Maestro, últimamente he estado soñando, algo extraño—contesto Zafiro al comentario de su maestro.
— ¿Qué sueño, niña?—pregunto el guerrero Cylbans.
—Un fuego negro, sangre, escucho gritos, en mi sueño y luego veo oscuridad, luego veo que el arma de Geo, esta trizada—le contesto Zafiro a Myddin y pregunto— ¿me debo preocupar, maestro?
Myddin, se acercó a su protegida, con una sonrisa en su rostro y una palmada al hombro de Zafiro, le contesto, negativamente, la respuesta alivio a Zafiro, que se fue a acostar a la carpa, Myddin, al ver que su aprendiz esta estaba adentro de la tienda, el guerrero, observo con preocupación el cielo nocturno, aunque había aliviado y despejado a Zafiro, de toda preocupación, él sabía lo que significaba ese sueño, era unos de sus pronostico, que él había hecho hace años, pero que no lo había contado a nadie, se lo había mantenido en secreto, ya que él confía, en que esa profecía cambie o que el esté equivocado.
—Disculpa, por no decirte la verdad, Zafiro—pensó Myddin que observo la tienda donde dormían sus protegidos.
