Todas conocemos la historia: Candy y Terry se encuentran mientras el tren que lleva a Terry ya está en movimiento y a partir de entonces mantienen correspondencia, solo sabemos que comenzaron un noviazgo, pero la señora Mizuki tuvo a bien dejarnos en blanco en cuanto al contenido de las cartas que se enviaron. Casualmente estas llegaron a mis manos y ahora, con mucho gusto, las comparto con ustedes. Será una carta a la vez, por orden cronológico. Espero que les guste.
(Cartas presentadas en la Guerra Florida)
Correspondencia perdida.
20 octubre 1914
Mi querida Candy:
No podía creerlo cuando te vi corriendo junto al tren. "¡Una mona que viste de enfermera!", pensé. Dejando de lado las bromas (porque me imagino las caras que estás haciendo); no sabes que alivio sentí al enterarme que habías vuelto a América. Estaba sumamente preocupado pensando que seguías en Inglaterra con la guerra amenazándola. Estaba planeando cruzar el océano y recorrer cada calle de Londres gritando tu nombre, hasta encontrarte.
Estos meses alejado de ti me han parecido una eternidad y en ellos me he puesto a meditar mucho en lo que nos pasó. La injusticia por la que tuvimos que separarnos me ha hecho ver que no debo dar nada por sentado. Yo aseguraba que todavía estaría en el colegio, junto a ti; y te aseguro que nunca imaginé que el tiempo se acortaría tanto y tan abruptamente. Por eso pecas, he tomado una determinación. Sé que no es la manera más ortodoxa ni romántica pero necesito confesarte la verdad.
Yo no creía que existiera, pero cuando te vi por primera vez, aquella noche de neblina; supe que el amor era real. Si pecosa, te quiero. No, más bien te amo. Te amo como no creí que fuera posible amar. Te amo con urgencia y desesperación. Te amo con ternura e inocencia. Te amo por tus muecas y tus pecas, por tu sonrisa y tus rizos, por tus ojos y tus labios. Te amo así como eres; irreverente y distraída, espontánea y juguetona, y me harías el hombre más dichoso si pudieras corresponder a mi amor. No es precisamente la manera en que me hubiese gustado, pero espero tu respuesta con ansía.
Ahora me encuentro de gira en Louisiana, pero una vez que esto acabe procuraré ir a Chicago. Claro, si existe alguna esperanza para mí, si tengo una razón para ir a esa ciudad, una pecosa razón.
Con amor,
Terrence.
P.D.: Disculpa el atrevimiento de declararte de esta forma mis sentimientos, pero por el momento no tengo otra. Y por cierto, luces muy linda vestida de blanco.
