Hola, mundo del FanFction, he vuelto al fin de mis vacaciones.
Esta vez les traigo una historia que como dice el sumario, es un tanto diferente.
Y desde aqui a contestar reviews:
rodolf: gracias por tu comentario, yo tambien agradezco a tu amigo por haberte recomendado mis historia.
kaito kid zero: respecto a tu review, si te das cuenta, en el OneShot que subi no hay solo una hija, son cuatro, solo que describi a una y alos otros solo los mencione, ¡ah!, y gracias, simpre es un gusto recibir tus comentarios.
Kyubi1: ¡Gracias!, es un honor amigo, y si, no me había dado cuenta, tratare de no usar más el "halla", y si, se parece mucho a tu historia, pero bueno, como dije, gracias amigo :3.
A los tres, Arigato Kosaimasu.
Nota: Ni Rosario + Vampire ni sus personajes me pertenecen, son obra del gran Akihisa Ikeda-sama.
Den reviwe por favor, ¿vale?
Bueno, ahora si, lod dejo con el nuevo capitulo.
Capítulo I: Cuestión de Magia
Eran ya casi las diez de la noche de un día cualquiera, todos los chicos dormían en sus habitaciones, esperando a que llegase la mañana, para comenzar con un nuevo día de estudios en la Academia. La paz y tranquilidad rondaban por todo sitio, a pesar de que la atmosfera en ese lugar, en especial durante las noches, era semejante a la de un castillo abandonado hacia mil años.
No se escuchaba más ruido que el de algunos murciélagos volando a lo lejos, de las lechuzas cantando al unísono, tal como un coro gregoriano, e inclusive unos cuantos lobos aullando a la luna llena, claro, no podría asegurar que todos ellos fuesen legítimamente "lobos". Pero la calma fue súbitamente interrumpida por un extraño sonido proveniente de una de las tantas habitaciones del internado, como de un cristal cayendo al suelo, cosa que hizo que algunas luces se encendieran por el barrullo.
La responsable, no podría ser nadie más que ella, una chica... no, más bien una niña de unos doce años de edad. Sus ojos purpura lo reflejaban todo, la impotencia la invadía a cada intento fallido, un libro grueso y antiguo yacía sobre su escritorio, abierto en una página, escrito en una extraña lengua, inentendible para cualquiera que no fuese de su misma raza. El ruido fue causado justamente por el pequeño cuerpo de la niña impactándose de lleno contra el techo, cosa que hizo que algunos cuantos focos del candelabro cayeran... y hay estaba ella, jadeando, sosteniendo su varita entre sus blancas manos, con la mirada fija en el libro de la mesa.
-Bien... este es el noveno intento fallido de la noche, creo que no seré capaz de logarlo... desu - musito decepcionada desde el suelo. Efectivamente es ella, la brujita más inteligente de todo su clan, la alumna más joven de la Academia Privada Youkai e integrante del harem no oficial de Aono Tsukune (ella es la lolita), Sendo Yukari. Su cuarto era idéntico al de cualquier niña de su edad, aunque todavía poseía algunas cosas de su infancia, tales como peluches de unicornios, perritos e incluso un osito Tedie, que por la cara que tenía y la posición en la que había quedado, parecía reprenderle diciendo "ya madura, niñata", pero poco le importaba, nada más en el mundo le interesaba que lograr su objetivo final, aprender un hechizo mágico para volar que impresionaría a sus amigos, y de una vez por todos callaría la boca de una que otra que la criticaba.
Pero todo era en vano, lo único que había conseguido hasta ahora era destruir varios objetos flageles, desarreglar todos los libros de la pequeña biblioteca, entre otras cosas más... pero... como dije, ¡eso le daba de menos!, en su mente solo se dibujaba la imagen de los demás abriendo la boca ante su nueva habilidad... si, un sueño increíble... ¡bienvenida a la cruel realidad!, no conseguía siquiera elevarse por más de 10 segundos, y cuando lo hacía, el poder era tan incontrolable que terminaba con varios dolores de cabeza...
-¡No, no me puedo dejar vencer-desu!, tengo que seguir intentándolo, hasta que lo logre - en tanto se ponía de pie, agitaba su báculo mágico, para pronunciar con firme determinación, por décima vez, el hechizo -Kedaru No Youkai-desu- y con eso, una pequeña luz rosa se formó debajo de ella, elevándola unos cuantos centímetros del suelo, la ilusión le volvió a la cara, por lo menos unos... digamos, tres segundos, hasta que...
-¡Ay, me dolió-desu! - cayo nuevamente de sentón, más rápido de lo que tardo levitando. Entonces, por su mente paso el recuerdo del día anterior en el que, como siempre, discutía por la misma cosa con una de sus amigas más cercanas, Kurumu-chan.
Flashback.
-¡... Te digo que es imposible! - decía la súcubo, burlándose de ella.
-¡Y yo te digo que sí puedo-desu!
-¡Hey, chicas!, ¿qué sucede? - se escuchó la voz de Tsukune, que venía desde lejos junto con Moka, la alumna más linda de toda la escuela, aunque le duela a ciertas chicas...
-¡Tsukune-san, Kurumu-san me está molestando-desu! - señalo la brujita, en un tono de niña quejándose con su hermano mayor.
-Solo te digo la verdad, eso es todo, pequeña niña inmadura - eso le costó a la chica de grandes pechos una enorme cacerola de metal sobre su cabeza.
-¡Cállate vaca lechera-desu!
-Bueno, bueno ya, ¿qué es lo que está pasando con ustedes dos? - pregunto Moka, mirando la escena, intentando disimular su risa.
-Si quieres yo te cuento el asunto - respondió súbitamente detrás de Tsukune, Mizore-chan, cosa que le helo la sangre, cosa irónica, digo, es una Yuki-onna, ¿no?
-¡Ah, Mizore-chan!, ¿desde cuándo...?
-¿... Estas aquí?, si, ya me es esa, Tsukune - le respondió la peli morada al chico, de una manera sarcástica, una gotita de agua se formó sobre la cabeza de los demás.
-Bueno, bueno, dinos, que sucede - dijo la vampiresa, reponiéndose del shock.
-¡Ah...!, es que Kurumu estaba molestando a Yukari con el hecho de que ella no puede volar, a pesar de ser una bruja.
-¡Si-desu!, y yo le dije que si puedo hacerlo, solo tengo que aprender el hechizo correcto-desu.
-Pero... eso es solo para brujas expertas - murmuro la súcubo, sobándose la cabeza.
-¡Yo soy una bruja experta!
-¿A si?, pues, para tu información, yo aprendí como hacerlo cuando tenía solo 6 años - se burló nuevamente Kurumu.
-Bueno, Kurumu-chan, tu eres una súcubo, es normal que aprendieras eso a tan temprana edad - replico Moka, intentando aminorar el problema.
-¿Y qué hay de Ruby-san?... ella pudo volar desde los 10 años, ella también es una bruja, ¿no es así? - la expresión de Yukari se tornó de suma molestia, se notaba que esas palabras le habían dado con todo, sin embargo, intento disimularlo como fuera.
-¡Ja, eso no importa!, no todos tenemos esa habilidad, y al contrario, tenemos otras que nos hacen más poderosos-desu... como... ¡ah sí!, Mizore-chan.
-¡Oigan, no me metan en sus asuntos! - respondió la doncella de las nieves -por qué no miras a mi derecha, Moka es un vampiro y no vuela.
-Bueno... eso... - decía la mencionada, sin embargo, su respuesta fue interrumpida de golpe por la voz del sello.
-"Tonta, los vampiros no pueden volar, eso es un estúpido mito que alguien se le ocurrió" - menciono Inner Moka, en un tono de regaño.
-¡Ah!, ¿quién...?, ¡ah solo eres tú!
-"Moka... "
-¡Eh, lo siento, es la costumbre!
-"Lo que sea, deja de decir eso"
-Ok, ok, era solo una referencia, no te pongas sensible - le replico la peli azul, de manera despreocupada.
-"¿Sensible?" - la voz de la Moka interna se notaba más molesta.
-Tranquilas chicas, no creo que deban pelear por algo tan insignificante como eso - señalo Tsukune, en otro intento por calmar los ánimos, y de paso evitar que la verdadera personalidad de Moka destrozara a una de sus amigas.
-Creo que tienes razón-desu, pero aun así, les demostrare a todos que mi magia es lo suficientemente fuerte como para impresionarlos a todos, en especial a ti, "malvavisco gigante" - una venita de color rojo se dibujó sobre la cien de la chica, iniciando una nueva discusión entre todas... aunque esta vez no fuese por el amor de Tsukune.
Fin Flashback.
De vuelta a la habitación de Yukari, por enésima vez, esta intentaba por todos los medios posibles el mantenerse por lo menos medio minuto en el aire, sin conseguirlo.
-De... debo hacerlo... desu... solo tengo que... concentrarme en lo que quiero - susurraba jadeante, apoyándose sobre su cama, ya desalineada. En ese momento, al ver justamente el lugar donde dormía, por su mente paso la idea que tenía desde que conoció a Moka y Tsukune -¡ah, me pregunto cómo será hacerlo en el aire-desu!... ya me lo imagino, a los tres, sudorosos... y yo arriba, abajo o en medio... - incluso la saliva empezaba a caer de su boca, completamente abierta -si... si puedo... otra vez - nuevamente alzo su varita mágica con determinación, para convocar la magia de levitación -Kedaru No Youkai-desu - y esta vez, como impulsada por un poder desconocido, su liviano cuerpecito se levantó suavemente del piso, ella por lo mientras solo cerraba los ojos como esperando un nuevo error de su parte, pero esta vez no sucedió.
Una de sus cartas del tarot se había pegado fuertemente en su espalda, en tanto unas alas blancas, pequeñas, pero fuertes, la mantenían suspendida, ella ni cuenta se daba de esto, hasta que, debido a su curiosidad, abrió tímidamente uno de sus ojos.
-"A... aún no he caído-desu... eso quiere decir que...que... "- pensaba intrigada, hasta que un grito de emoción profunda emano de sus labios -¡lo hice-desu, puedo volar, realmente puedo volar! - la alegría se notaba en su rostro, incluso empezó a lagrimear un poco. E iba de un lado para el otro de sus cuarto, haciendo algunas piruetas, o al menos las que pudiera en un espacio tan pequeño -sí, con esto seré capaz de impresionarlos a todos-desu, y así callarle la boca a esa presumida de Kurumu-san-desu - decía con emoción, sin embargo, un bostezo salió de ella -bueno, creo que lo hare mañana... por ahora necesito dormir, tengo clases al otro día y... ya estoy muy cansada-desu - sus alas se desvanecieron en tanto se posaba sobre el suelo y caía rendida sobre su cama, con una sonrisa de ilusión en su cara.
Sin duda alguna mañana sería un día extraordinario, fuera de lo normal, ¿que podría salir mal?... ¿¡qué podría salir mal!?
Continuará...
Ok, gracias a todos por leer, recuerden, denle review, nos vemos luego.
XD