Vamos directos al capítulo que es lo interesante, al final viene mi idea del fic explicada.
Pokemon Infinite
Año 1995 / 6 de diciembre
La búsqueda está empezando después de que extraños sucesos hayan empezado a surgir en los alrededores y numerosas personas no hayan vuelto después de entrar en esta zona…
Año 2018 / 27 de mayo
-Eevee, placaje – ordenaba un joven de unos 18 años a su Pokemon, éste con gran velocidad se abalanzó contra su contrincante derrotándolo de un certero golpe y volviendo con su entrenador, que le comenzó a acariciar la cabeza a modo de felicitación, para después darle la mano a su adversario y despedirse de él.
-Vaya Onyc, has mejorado mucho desde la última vez que te vi – escuchó el entrenador a su espalda, tras girarse descubrió que una chica de unos 17 años era la originaria de la voz, la chica tenía la tez blanca, vestía con una blusa de color azul muy claro, que se encontraba debajo de una chaqueta color marrón claro, acompañado de unos jeans ajustados que finalizaban un poco debajo de las rodillas de marrón oscuro, finalizando con unos zapatos color beige con un tacón muy pequeño, toda esa ropa hacia resaltar el mejor atributo de la chica, un largo pelo color dorado brillante como el sol y sus ojos de diferente color, azul celeste y verde claro.
-¡Amber! – exclamó el chico sorprendido y aparentemente feliz de ver a la chica – la verdad es que Eevee ha mejorado mucho desde la última vez que nos vimos – respondió el chico con naturalidad mirando a la chica, la cual dio una pequeña risa mientras acariciaba al pequeño Pokemon.
-No me refería a eso – habló de nuevo la chica riendo un poco más ante la atónita mirada del chico, que no sabía que estaba diciendo su amiga – sigues siendo igual que hace cuatro años – terminó de decir mirando fijamente al chico, éste era un poco más alto que ella y una tez morena, su pelo oscuro estaba ocultado por una gorra blanca con un extraño símbolo color negro, sus ojos eran de color marrón claro y su ropa estaba compuesta por una chaqueta color negro abierta que dejaba ver una camiseta blanca simple debajo, llevaba un pantalón negro con una franja blanca a cada lado, y sus zapatillas eran blancas con detalles negro– te has vuelto muy guapo en todo este tiempo – alagó la chica guiñándole un ojo, esto sorprendió a Onyc, que solo pudo reaccionar con un tímido gracias mientras se sonrojaba levemente, ante aquella reacción la chica dio una pequeña risa – bueno, me tengo que ir al laboratorio del profesor – terminó de decir para marcharse, aunque tras unos segundos se dio cuenta que Onyc la estaba siguiendo.
-Espera, Amber, ¿Has dicho que vas al laboratorio del profesor?, si no pisas el laboratorio desde…, bueno, tu ya sabes… - recordó Onyc con marcado nerviosismo.
-Oh, eso – musitó la chica mirando al suelo con tristeza, a la vez que una pequeña lagrima asomaba por su mejilla derecha.
-Amber… - susurró el chico mirando compasivamente a la chica, se había dado cuenta que la había recordado un muy mal recuerdo para ella.
-Eh, no te preocupes por mi Onyc – habló la chica dándole una sonrisa al chico – hace bastante tiempo que no me ocurre nada de eso.
-Bueno, si tú lo dices… - terminó de decir el chico mirando triste a su amiga, pues sabía que Amber era capaz de ocultar perfectamente sus sentimientos más profundos – "Pero por mucho que pase el tiempo seguiré identificándolos" – pensó el chico para después sonreír, coger la mano de la chica y salir corriendo al laboratorio con una Amber sorprendida y algo sonrojada por aquella repentina acción.
Una vez pasados unos 20 minutos de camino llegaron a su destino, un gigantesco laboratorio se encontraba ante ellos, no se parecía en nada al de otras regiones, ni siquiera el laboratorio del Profesor Sycamore en Ciudad Luminalia era parecido. Rápidamente se dispusieron a entrar sin necesidad de tocar la puerta, para encontrarse con un señor de unos 35 años, alto, con la típica bata blanca de los profesores y un pantalón beige, zapatos negros, su pelo era marrón claro y estaba acompañado de una frondosa barba de un color más oscuro.
-Oh, veo que os habéis encontrado por el camino, llegáis un poco tarde, ¿No? – preguntó el profesor a ambos jóvenes.
-Bueno profesor, habría llegado antes si alguien no se parara con cada entrenador que le pide un combate Pokemon – respondió Amber mirando de reojo a Onyc.
-Eh, que yo no soy el que se frenó al ver unos zapatos en el escaparate de una tienda – replicó sarcástico el chico de pelo oscuro – además, cuando dos entrenadores cruzan la mirada no hay vuelta atrás – se terminó de excusar el entrenador.
-Serás… - susurró la chica mirando con algo de furia al chico.
-Eh, eh, calmarse, sobre todo tú Amber – los frenó el profesor mirando fijamente a la chica, la cual comprendió el mensaje rápidamente, respirando profundamente para calmarse – id a la tercera planta, enseguida os diré para que os he llamado.
-¿Cómo? – Preguntaron ambos al mismo tiempo - ¿¡A ti también te ha llamado!? – exclamaron ambos mientras se señalaban entre sí, lo único que recibieron fueron una mirada seria del profesor en forma de reprimenda, rápidamente subieron a la tercera planta, donde se sentaron en un sofá cercano admirando a todas las especies Pokemon que se encontraban ahí, en concreto pequeños seres acuáticos conocidos como Finneon, poco frecuentes en esa región, en cuestión de minutos llegó el profesor con dos aparatos electrónicos que le dio a los jóvenes.
-Chicos, os he llamado para tratar un tema muy importante que se cierne sobre nosotros – comenzó a hablar el profesor a la vez que recogía un pequeño libro de una estantería – hace 23 años fue descubierta una misteriosa cueva, donde, según relatos antiguos de zonas cercanas sucedían extraños sucesos, los antiguos creían que aquella cueva era una Prueba para ganarse el respeto del Dios Pokemon.
-¿Te refieres a Arceus? – preguntó intrigada Amber ante tal relato.
-Efectivamente, por esto numerosos entrenadores en el pasado intentaron completar la prueba – el profesor inspiró profundamente – sin embargo, cuentan que nadie consiguió pasar la prueba, y, por tanto, quedaron perdidos en aquella cueva durante el resto de su vida.
-No puede ser – musitaron ambos chicos con cierta inseguridad ante tal relato.
-¿Es algo triste verdad? – preguntó sin esperar una respuesta – hace 23 años se realizó la última expedición hacia aquella cueva, obteniendo el mismo resultado que entrenadores anteriores, y, dentro de poco, una nueva incursión dará comienzo, por eso os necesito a vosotros.
-¿A nosotros? – preguntó Onyc intrigado.
-Sí – afirmó el profesor – creo que esa cueva esconde un enigma que solo vosotros dos sois capaces de descubrir, confío muchísimo en vuestras capacidades.
-Pero…, ¿Y si nos quedamos atrapados allí?, además de que no somos tan buenos entrenadores – contestó Amber con miedo en sus ojos, sin embargo, vio como Onyc le ponía la mano en el hombro a la vez que le daba una firme sonrisa, acto que le dio seguridad a la chica.
-De verdad chicos, sois los únicos a los que puedo confiarle esta tarea, no podemos dejar que más gente acabé allí perdida – terminó de decir el profesor, para dirigirse al joven de pelo oscuro – eh, Onyc, si quieres puedes ir preparándote para la tarea, yo tengo que hablar con Amber un momento, aquí tienes tu PokePad, funciona igual que una Pokedex Nacional, además de poder usarla como PC y videollamada.
-Gracias profesor – agradeció Onyc guardando el objeto en su bolsillo – te espero en mi casa Amber, ¿Recuerdas donde quedaba no?
-Sí, no te preocupes – afirmó la chica sonriendo viendo como salía el chico, para dirigirle la mirada despues al profesor y poner un semblante serio - ¿Qué ocurre allí?
-Verás…
Media hora después
Onyc estaba terminando de prepararse, había guardado ropa, dos sacos de dormir y por supuesto objetos para la curación de sus Pokemon, aunque de momento el único que tenía en su poder era a Eevee, el cual rescató cuando apenas era un bebé hace 3 años, mientras recordaba eso escuchó que sonó el timbre de la puerta, la cual fue atendida por la hermana pequeña del joven, por lo que aumentó la velocidad para terminar de prepararse.
-¡Amber! – exclamó la pequeña dándole un abrazo a la joven entrenadora, el cual fue correspondido por ésta – hace mucho tiempo que no te veo.
-Ya lo sé Jade, pero no he podido visitaros por todo este tiempo – se disculpó un poco la chica con una risita, mientras entraba junto a la pequeña en la casa – buenos días – saludó la joven con educación a los padres de Onyc, que le ofrecieron un té y comenzaron a hablar hasta que Onyc bajó por las escaleras.
-Vaya Amber, veo que te has cambiado respecto a este mañana – habló el chico mirando a su amiga, y ahora, nueva compañera.
-Sí, para un viaje la ropa anterior no era la más adecuada jaja – respondió la chica, y, en efecto, había cambiado un poco de su ropa, su blusa azul claro seguía estando, pero la chaqueta había desaparecido, y sus jeans ajustados habían pasado a ser ahora una shorts vaqueros que le quedaban por medio muslo, además, los zapatos tenían el mismo color beige, pero estos eran planos en esta ocasión, unido a un pequeño brazal dorado en el brazo izquierdo que no estaba cubierto por la manga de la blusa, por último, su mochila color crema hacia juego con su ropa.
-¿A qué se ve muy guapa hermano? – preguntó inocente la pequeña Jade, esta pregunta ocasionó un ligero sonrojo en ambos jóvenes.
-S…Sí – respondió un poco en shock ante esa inoportuna pregunta, pero rápidamente recuperó la calma y respondió más relajado – te ves muy bien Amber – todo esto con un pequeño guiño y el pulgar hacia arriba.
-Gracias – agradeció con una sonrisa la chica de pelo dorado - ¿Nos vamos ya?
-Claro – contestó el de pelo oscuro cogiendo su mochila blanca con una pokeball negra en el centro.
-Chicos, cuidarse bien – dijeron los padres de Onyc despidiendose.
-Hermanito – llamó Jade la atención de este – prométeme que te cuidarás bien y protegerás a Amber en vuestra aventura – dijo la chica acercándole el dedo meñique a la cara.
Enh…? - esta última petición tomó un poco por sorpresa al joven, pero con una sonrisa se agachó frente a su hermanita y le extendió el dedo meñique entrelazándolo con el de su hermana – te lo prometo.
-Venga Onyc, que se hará tarde si nos quedamos más tiempo – llamó la atención la joven de pelo dorado que ya estaba unos pasos por delante.
-Ya voy Amber, todavía queda mucho para que termine el día – se excusó Onyc poniéndose de pie y yendo a su lado – hasta pronto familia – terminó de despedirse el joven.
-¡Adios hijo! – lo despidieron sus padres con alguna lagrimilla.
-¡Adiós hermanito, adiós Amber, cuidarse mucho para que podamos tener los 3 una aventura en el futuro! – exclamó Jade con un rio de lágrimas en los ojos.
-Vaya, tu hermana es de lo que no hay – le dijo Amber a Onyc con risa una vez que dejaron de oírlos.
-Seeee, la verdad es que se preocupa mucho por los demás – respondió Onyc secundando la risa de su compañera – por cierto Amber, ¿El profesor te dijo el nombre de aquella extraña cueva?
-Hmm… ¿Su nombre?
Llegamos… a la Cueva Distorsión.
Final
De este primer chapter que espero que les haya gustado, toda esta historia es una invención mía en un alarde de inspiración que tuve un día, contará con mis propios personajes y una región nueva, a la que todavía no le pongo nombre, por ello quisiera que pusierais reviews con algunos nombres y algunas ideas, quiero que podáis participar en algunos aspectos, como líderes (alguno habrá seguro) o nombres de ciudades, los pokemon eso sí no serán nuevos y habrá algo de cada gen, espero que esta idea os guste y ya sabéis…
Noooos leemos :P
PD: Cualquier parecido con algo relacionado con Pokemon es pura coincidencia.
