Aquí os traigo un fic parodiando una continuación de lo que sería MK11, aunque en parte algunos cosas podrían ser ciertas. ¿Quién sabe?
Os tengo que decir que esta sería la penúltima o antepenúltima historia de una serie que estoy haciendo llamada "Reddoshiatā no shimai" y esta envuelve a varios mundos, así que si os gusta y estáis interesados... tendréis que esperar un poco X9. No os preocupéis, iré lo más rápido que pueda (si el Bachiller no me mata antes O.Q|||)
DISCLAIMER: salvo mis OC's nada me pertenece.
PRÓLOGO:
La vida va y viene, viene y se va; ese el ciclo eterno que nadie puede evitar por mucho poder que tenga.
De donde yo provengo ese detalle muchos no lo tienen en cuenta, simplemente son unos bárbaros deseosos de poder con el pretexto repetitivo o "cliché", como dicen los humanos, de dominar el mundo y/o el universo.
Patético… simplemente… patético.
Siempre es lo mismo, nunca ven las consecuencias de sus actos que cómicamente les llevan al fracaso y a otros a la victoria; bien por regla universal y para entretenimiento de los dioses, esa pequeña victoria es temporal.
Como ya dije, nada es para siempre.
También están aquellos que tienen ansias de venganza… aunque sea la cosa más estúpida que haya oído en toda mi inmortal y cósmica vida. ¿Pero es que no se dan cuenta que estarán abonados a un sin número de perdidas o fracasos?
Y si lo logran, no ganarán nada, su obsesión les ha negado seguir adelante en una posibilidad de una nueva vida posiblemente mejor a la que tenían. Pero no, la obra está escrita así y no se puede cambiar por muchas ganas que tenga… y poder no me falta eso os lo aseguro. Es más, yo soy la única que podría hacer que mi anfitrión conquiste el mundo con solo un chasquido; pero si lo hiciera esa persona moriría por lo que siempre estará con límites para utilizar su poder, poca gente puede aguantar… pero a mí me salió muy bien. En fin que me voy por las ramas, aunque no puedo ir a ninguna parte en realidad.
Ahora bien, también he podido observar a gente que merece la pena. Un muy buen ejemplo es ese espadachín ciego portador de una de las armas más curiosas que haya tenido el honor de ver, protegió a su hijo poniéndolo a salvo de unos asesinos inmundos, aunque no fue con la mejor de las personas en mi opinión y no de la mejor forma; para mí alivio la cosa salió bien con los dos, je… esos viejos dioses no son unos vagos después de todo, aunque sea en raras ocasiones pueden ser útiles. Otro sería esa hermosa princesa azul, es difícil de olvidar su maestría en combate… buena y gentil pero a la ver mortífera y precisa; es una lástima que su confusa mente no la ayudase de mucho. Y uno de los que más curiosidad me trae es ese pequeño sauriano; lo que más me gusta es esa lealtad incondicional que tiene con su ahora emperador, para mi tranquilidad ya que sus anteriores amos no eran de lo mejorcito y no valoraban correctamente sus habilidades; también está el que no busca poder alguno, solo respuestas… eso me lleva a una duda: cuando encuentre a más de su especie, ¿Qué hará? Seguirá con el emperador solitario o… se irá para siempre con su familia. Solo el destino lo dirá, pero de todos formas a mi me gustaría como aliado y a ellos también… si dejaran los motes e insultos.
Ahora que recuerdo, lo único que supe hasta este momento de mi dimensión natal fue que fue salvada de ese débil dios caído por un actor que para nada actuaba. Lo que son las cosas… al principio pensé en lo estúpido que era y ahora admiro su fortaleza y poder, que a pesar de no poder compararse con los míos, son de temer; y detrás de toda esas bromas de mal gusto y egocentrismo, hay un gran hombre y HÉROE no como ese shaolin orgulloso. Si tan solo hubiera escuchado… bueno… si lo pienso bien, el dios protector de la tierra no es para tirar cohetes para que negarlo, ¿no?
En fin, eso ya no es de mi incumbencia. Ahora tengo una vida en la que formo parte "físicamente", rodeada de personas que, pese a sus defectos que son algunos cuantos, son maravillosas. Y yo estoy en el cerebro de una de las mayores leyendas urbanas de esta Tierra. GHOST JUSTICE o Álex Blue para los amigos.
Es una gran chica con un gran sentido de lo que es justo o no, y yo quiero ayudarla, DESEO formar parte de ello y lo hago con gusto. Además, es que la idea que ella tenía con eliminar a esta gente injusta no es la que yo tenía; aún lo recuerdo cuando me aclaró lo que pretendía.
—¿Pero no es eliminar a esa escoria definitivamente y hacerlo público tu plan?"—pregunté curiosa.
Ella se quedó en silencio por un minuto.
—Porque si no este mundo sería muy aburrido—dijo con una sonrisa amplia y sincera.
Lo recuerdo como si fuese ayer, la satisfacción que sentí al oír esas palabras era infinita; incluso alegaría a decir que ella lo pudo sentir, al fin y al cabo estamos unidas de más de una forma.
Mi vida no podría ser más apacible. Pero… últimamente es demasiado apacible. El hecho de que no use todo nuestro potencial en las cacerías salvo cuando entrenamos me tiene, como decirlo… ansiosa de acción.
Los humanos de aquí son débiles, ni un ejército nos detendría. Y los únicos enemigos que podrían darnos batalla están de nuestro lado, lo único a lo que se han enfrentado es a una Álex realmente enfadada.
…
Si estuviéramos en mi hogar natal… solo cambiaría la potencia del rival… quizá podamos incluso cambiar para bien las cosas.
Salgo de mi trance y a través de los ojos de la máscara de mi amiga puedo ver un cadáver muy reciente al que le han arrancado la piel y órganos y le están poniendo flores por dentro de esqueleto barnizado que se encontraba sobre una vitrina de una tienda sentado.
—¿Qué te parece Ondine? Lo he hecho con varias flores que se encontraban en la trastienda—decía mientras ponía una última rosa roja en el hueco izquierdo donde debía haber un ojo—Así aprenderá a no tocar a niñas pequeñas. Bueno… aprender no es algo que pueda hacer en estos momentos ups—dijo riendo un poco.
—Mhm, ¿ya has preparado la llamada?
—Me ofendes-dijo mientras dramatizaba—Hemos estado tanto tiempo juntas y aun así dudas de mi, que gran dolor siento en el alma—y empezó a lagrimear.
—Y luego llamas a Jeff drama queen—dije un tanto alegre por su melodramatismo. Ella siempre me hace reír.
—Perdooona—decía rascándose la nuca con voz socarrona y un pequeño sonrojo—Pero ahora enserio, será mejor largarse de aquí. ¿Lista?
—¿A caso lo dudas? Me ofendes.
—Ja-Ja-Ja mu' grasiosa—dijo fingiendo molestia.
Y en menos de lo que uno chasquea los dedos nos teletransportamos a medio kilómetro de la mansión de Slenderman. Para que os hagáis una idea, viajamos desde una floristería en Hong Kong hasta este remoto bosque en América, una minucia de viaje.
Mi pequeña amiga adulta estaba caminando por un tronco que servía como puente de un pequeño río haciendo de equilibrista y tarareando como una niña, ya sin la máscara. Tendrá dieciocho pero me encanta esa mentalidad tan jovial suya.
—¿Y bien? ¿Vas a contarme el porqué te distanciaste de mi por toda una hora? Normalmente lo haces cuando piensas en tu casa.
—Corrección: esta es mi casa. Esa dimensión es solo donde nací nada más.
—¿Con "esta" te refieres a mi mollera o a esta bola de fango? A mí no me líes.
Sabía que conocía la respuesta, pero siempre es divertido seguirle el juego. Y picarla lo es más.
—No sé, tú me dirás. Creo que es mejor vivir en el cerebro de una inestable mental que en una bola de fango.
—Ignoraré esa primera parte y me lo tomaré como un alago—su tono ahora era tranquilo para ahora sonreía con el ceño fruncido y venas en la frente. Y luego nos reímos—No enserio, ¿estabas pensando en el Outworld y su Tierra?
Di un largo suspiro resignado.
—Sí, así es.
—Tía, déjalo ya, no quiero verte triste por un mundo que no te merece. Vale, por lo que nos contaste hay personas buenas, ¿pero viste cómo son sus dioses? Joder, aunque aparecieras como salvadora celestial podrían rechazarte como si fueras la puta peste negra.
—No lo sabes con certeza–dije un poco triste, porque lo que dice en realidad es más que probable.
—Bullshit! Incluso esas mierdecillas de dioses antiguos te dirían: "Mira tronca, aunque hagamos nuestro trabajo como el culo es nuestro curro, así que no te rayes y lárgate"—decía con el tono de esos hippies drogadictos que me hizo reír escandalosamente—Si es que ya me lo imagino, y encima el cabecilla del grupo haría la pose tipo "Like a baws"—e hizo un sonido de pedo. Me dolía la barriga de tanto reírme.
—…Pero ten en cuenta, si yo voy tú también te vienes.
—Pues entonces se cagarían en todo el universo porque me dicen eso y…
—…no viven para contarlo—completé.
—¡Exacto! Es más, te apuesto lo que quieras a si vamos allí, ponemos en vereda a todo quisque.
—Si es lo que tú quieres.
—¡¿Pos a que esperamos?!
Y empezó a correr a nuestra casa. Pero al llegar, su sonrisa se desvaneció y se paró enfrente de la puerta. Le pregunté qué pasaba y lo que me dijo fue:
—Lo planeaste todo, ¿verdad?—una nueva sonrisa apareció en su rostro, pero era de lado y tenía una ceja levanta mientras miraba hacia arriba como intentado ver su frente. No hablé, me descubrió—Sabes muy bien que si me lo hubieras dicho habría dicho que sí a pesar de negarme en un principio, Ondine.
—Supongo que sí, perdona.
—Nonononono por dios no—corrigió rápidamente, moviendo las manos alocadamente–Yo solo quiero que seas feliz por lo que no me molesta, en absoluto. Yo-
—Pfff
Ella no pudo continuar porque me reí un poco. Se ofendió y se cruzó de brazos y dijo que no iríamos, dio media vuelta y empezó a caminar en dirección contraria a la casa. Me preocupé, no quería enfadarla.
—Lo siento, ¿me perdonas?
Paró de caminar, descruzó los brazos y….
No sabía lo que planeaba, por eso mismo maldigo el que me prohíba leerle la mente sin su permiso.
En un giro brusco y rápido que me desorientó completamente, corrió y abrió la puerta de la mansión bruscamente alertando a todos nuestros compañeros.
—¡MÁS OS VALE PREPARAROS UNA BUENA FRASE DE DESPEDIDA, PORQUE ME VOY DE VIAJE! ¡Y que alguien llame a la casa de mis padres y a Golden's!
Con lo dicho desconcertó a todos pero no se detuvo a dar explicaciones, subió como un rayo, literalmente, a nuestro cuarto seguida de Udar y se puso a empacar.
Para cuando me di cuenta de lo que había pasado ya estaba terminando con la primera maleta.
—Muchas gracias, de verdad.
—No problemo, para eso está la familia, ¿verdad Udar?
El perro demoniaco dio un ladrido y le lamió la cara.
—Mierda esto no se quita y lo sabes muy bien-dijo mientras se limpiaba inútilmente el chaleco azul.
Tengo que hacer una corrección: la vida en esta Tierra no es lo que me guste. Lo que AMO es mi nueva vida con mi familia, una familia que me quiere.
