Disclaimer: si hubiese escrito TMR me hubiese negado a que la peli fuese tan diferente, vamos, que no soy James Dashner.
―Por favor, Tommy. Por favor.
Su mano tembló, todo su cuerpo temblaba como si fuese a derrumbarse de un momento a otro, pero aun así alzó la mano con la que sujetaba la pistola. A pesar de que todos y cada uno de los sentimientos de Thomas se negaban a hacerlo, apretó el gatillo.
Y no pude hacer más que agradecérselo mentalmente antes de que una ardiente punzada de dolor atravesase mi cabeza.
Y de repente, todo acabó.
Repentinamente dejé de sentir la locura devorar mi cuerpo, me deshice del dolor sin más y, rodeado de una inmensa y agradable oscuridad, pensé en lo fácil que hubiese sido todo si lo hubiera conseguido aquella vez.
Y, como si ese pensamiento hubiese activado un interruptor, una potente luz lo inundó todo obligándome a cerrar los ojos. Algo se interpuso entre la luz y mi cuerpo, me costó enfocar la vista y, una vez lo conseguí, mis ojos se empañaron.
―Me hubiese gustado que tardases más en venir, pingajo. Lo siento―murmuró con tono lúgubre―, no debería haberme ido, pensé que de esa manera podría hacer algo por vosotros―Agachó la cabeza, claramente avergonzado, quizá pensando que estaría enfadado, nada más lejos de la realidad.
Boqueé como un pez fuera del agua, luchando por sacar las palabras que se habían quedado atascadas en mi garganta. Quise decirle que no le guardaba rencor.
―Te he echado de menos―Lo único que pude hacer fue susurrar esa frase, que ni siquiera representaba una décima parte de lo que sentía con respecto a él.
Sin embargo a él pareció servirle, porque de pronto me vi rodeado por sus brazos.
Creí que después de la muerte no sentiría nada, que nada podría doler. Creí que simplemente desaparecería y lo olvidaría todo.
Pero no había logrado olvidar nada sobre Alby.
