Hola!~

He aquí con nuevo proyecto, y creo yo, que será el mejor que haga. El escrito está muy bien planificado, y les aseguro que les encantará.

Advertencia. La historia contendrá lemon y drama. Algo que nunca he hecho, pero que me decidido a intentarlo.

¡A leer, la primera entrega de "Si es destino...!

Pareja principal: Sasuke & Sakura.

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Si es destino…

Por: Annie Uchiha.


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La era Edo. /Ganar la guerra, por el bien del imperio Konoha. /Un hechizo, la llevó a aquella época, contra su voluntad. /¿Se supone que esta mujer es nuestra victoria?cuestionó el general Sasuke Uchiha. /—¡Regrésenme a mi mundo, no los ayudaré jamás!

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Capítulo I: Siglo XVI. Una guerra a punto de estallar.

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El silencio en el salón era palpable. Los hombres se presentes se miraban unos a otros con recelo y evidente preocupación. Uno de ellos parpadeó y suspiró cansadamente, llamando la atención de los demás.

—Algo debemos hacer, la guerra está a punto de explotar —dijo, mientras caminaba lentamente por la sala.

—Padre… —murmuró. Los ojos azules del muchacho se entrecerraron con frustración, mientras paseaba una mano por sus rebeldes cabellos dorados—. No hay mucho que podamos hacer, nos superan en número de veinte a uno.

El mayor le dirigió una mirada sabia, sonriendo discretamente. Ante aquel gesto, el rubio se sorprendió un poco.

—¿Cuándo fue te volviste tan pesimista, Naruto? —cuestionó el hombre, ganándose miradas de sorpresa de los demás ante aquella pregunta.

—No es así —refutó el muchacho, esquivo—. Sólo soy realista, la guerra me ha abierto los ojos, no hay espacio para simples esperanzas.

—Minato-sama, jamás creí decirlo, pero estoy de acuerdo con Naruto —se pronunció un hombre de porte elegante, largo cabello castaño cogido en una coleta baja y de extraños ojos perla; fríos y calculadores—. Los del Sonido desean nuestras cabezas, y después de la guerra que tuvimos que afrontar contra el Imperio del Rayo, nuestro ejército ha recibido demasiado daño.

—Entiendo tu punto, Hiashi —respondió el de cabellos rubios—. Sin embargo, en la anterior guerra, nuestros hombres ofrecieron su vida, no podemos desperdiciar su sacrificio, debe haber algo que podamos hacer. ¿Podrías darnos tu punto de vista, Sasuke?

Los hombres reunidos voltearon a mirar a la persona nombrada. Un muchacho de no más de veinticinco años, el perfecto símbolo del japonés tradicional, de cabellos y ojos negros, sin embargo, sus facciones eran finas y varoniles, su nariz era recta y simétrica, era alto y de cuerpo atlético.

El joven se mostró bastante sorprendido —aun así, sus facciones se mostraron imperturbables—, ¿el Hokage quería su opinión? Él sólo era Sasuke Uchiha.

—Quizás, podríamos ganar la guerra contra los chinos —respondió, escuetamente.

—¿Bromeas, cierto? —soltó Hiashi, despectivamente—. Los del Sonido nos superan enormemente en número. ¿Sabes que han inventado la pólvora? Qué podría esperarse del hijo menor de Fugaku…

—No mencione a mi padre —amenazó el Uchiha, enfurecido, mientras sus pupilas adquirían un color rojizo.

—Hiashi, por favor —pidió Minato, sabiendo que si no los detenía, podrían comenzar a pelear—. Lo último que necesitamos es la guerra ente nosotros mismos —dijo, severo.

—Mi padre y mi hermano dieron sus vidas en la guerra contra el Rayo, no permitiré que nadie los tome a la ligera, mucho menos un cobarde como usted, Hyüga.

Los hombres reunidos se incomodaron ante las palabras de Sasuke. Hiashi se enfureció aún más y estuvo a punto de arremeter contra aquel insolente, más la mirada de reprobación de Minato le hizo detenerse. Apretó los puños, él… no podía defenderse de tal acusación.

—Basta —sentenció el de cabellos rubios, sumamente enojado—. Sasuke, ¿por qué crees que podríamos ganar la guerra?

Todos guardaron silencio, ¿acaso habría alguna oportunidad de vencer, después de la terrible guerra que tuvieron que afrontar contra el país del Rayo?

—Los del Sonido nos podrán superar en número, pero… mueren con facilidad —soltó, sin remordimiento alguno.

—¿A qué te refieres? —cuestionó Shukaku Nara, el general de estrategia.

—Simple, los del Sonido no poseen buenas armas, y aunque tengan la pólvora no la saben utilizar eficientemente y la despilfarran. No tienen una buena estrategia de guerra, de cada veinte soldados que van a la guerra, quince mueren. Atacan por atacar, y sobre todo…

Los hombres se quedaron expectantes.

—…, no poseen un buen equipo médico. Nuestras fuerzas cuentan con el mejor equipo médico del mundo, de cada veinte soldados nuestros sobreviven quince. Podemos ganarles.

—Vaya… —soltó Nara, muy sorprendido.

¿Cómo no había pensado en ello? Únicamente se dejó aterrar ante la idea de una nueva guerra y no había visto las cosas con la cabeza fría, él tenía razón, tenían muchas ventajas, era bien sabido, que muchas veces el número no significaba la victoria.

El general le dirigió una inquisidora mirada a aquel joven. Sasuke Uchiha… tenía una mente prodigiosa. Frunció el ceño, ¿por qué él no había formado parte de la guerra contra el Rayo? ¿Por qué Fugaku Uchiha sólo había pedido la colaboración de su primogénito, Itachi?

—Buena teoría, Uchiha. Aun así, hay un problema —una mujer de largos cabellos rubios cogidos en dos coletas bajas y de extravagante figura entró al salón.

—¿Tsunade-sama? —balbuceó uno de los capitanes, Yamato—. Creí que usted…

—¿Creíste que me escondería y huiría, con tal de preservar mi vida? Jamás —respondió la mujer—. Ahora más que nada necesitamos al mejor equipo médico, y lo tenemos, pero…

—¿Pero? —apresuró Minato.

Tsunade soltó un suspiro de molestia. Caminó hacia ellos y se puso al costado de Naruto, le miró brevemente, ese muchacho lucía tan apagado… aun así, ese no era el momento de preocuparse por él.

—Kabuto Yakushi, él se ha convertido en el jefe del cuerpo médico del país del Sonido —soltó escuetamente.

—¡Es imposible! —rebatió Inochi Yamanaka—. ¡Él es uno de los nuestros, jamás podría…!

—Claro que puede, y lo hizo —interrumpió Tsunade—. Sabía que nos traicionaría, con los del Sonido, conseguiría más dinero y por fin sería el jefe —soltó, recordando las agrías palabras de quien había sido su alumno.

—Si Kabuto está con ellos, él podría revelar todas las técnicas de curación que hemos desarrollado… todo está perdido —murmuró Inochi.

La sala sucumbió en un profundo silencio. Minato Namikaze, el cuarto Hokage de Konoha, trataba de mantenerse imperturbable, pero la preocupación era evidente en sus ojos.

—Maldita serpiente —pensó Sasuke, con profundo odio. Estaba seguro que tarde o temprano sucedería, Kabuto los había traicionado.

¿Qué harían ahora? Él había estado pensado en una estrategia, y había posibilidades de triunfar, pero con aquello último, aquellas posibilidades se reducían terriblemente.

—Hay una solución —la fuerte voz de Tsunade retumbó en el salón, todos levantaron el rostro con visible sorpresa.

—¿La hay, Tsunade? —preguntó el mayor de cabellos rubios, impaciente.

—Así es… he estado realizando investigaciones basadas en el poder de invocación. Sólo un grupo reducido de los más nobles clanes poseen tal don. No quiero alargar esto, porque tenemos una guerra a sólo semanas, seré breve —su mirada de color miel paseó por todos los miembros presentes, si no fuera una emergencia…

—¡Habla ya, Tsunade! —explotó Shukaku Nara.

—Después de las investigaciones, llegué a una conclusión, no sólo se pueden invocar animales con los que hayamos hecho un contrato. Sino que, la invocación es un portal a otras dimensiones, he podido llegar a la dimensión del futuro…

—¿Dimensión del futuro? —murmuró un hombre de cabellos plateados y ojos negros, uno de los comandantes de estrategia: Kakashi Hatake.

—Quizás no me crean, pero les juro que es cierto, y se los demostraré. En un mundo en el futuro, los avances son impresionantes, hay todo tipo de medicamentos y armas… podemos invocar a alguien de ese mundo.

Todos estaban atónitos ante aquella revelación, ¿el futuro? ¿grandiosas armas y medicamentos?

—¿Dices que podemos traer a alguien del futuro? —cuestiono Sasuke, serio. Aunque pareciese increíble aquello debía ser cierto, conocía a Tsunade Senjü desde que tenía uso de razón, esa mujer nunca se iba con juegos. Al notar las miradas de los demás miembros, supo que todos la conocían igual de bien y que aquello no era broma.

—¿P-Podríamos ganar la guerra? —vaciló Yamato, una pequeña chispa de esperanza se extendía en él. Si podían conseguir esas armas y medicamentos avanzados.

—No saquen conclusiones apresuradas, que aún no he terminado de explicar la situación —bufó Tsunade—. Estoy segura que saben que los contratos sólo se pueden hacer con animales o aquellos que tengan un alma pura. En esta ocasión… no será necesario un contrato.

Aquello sorprendió a todos.

—No sé por qué, pero nuestros antepasados nos ocultaron que se podía invocar a una criatura así fuera por la fuerza.

—¿Quieres decir que no es necesario un contrato? —por primera vez, Naruto se vio interesado en el tema—. Vieja, eso es imposible. Se necesita el acuerdo de ambas partes.

—¡Más respeto, Naruto! —regañó la mujer—. El contrato fue un acuerdo para respetar la voluntad de ambas partes, pero, es posible hacerlo por la fuerza. Ahora mismo no podemos pensar en ética —habló Tsunade, sumamente seria.

—¿Podrías traer guerreros y armas poderosas, entonces? —preguntó Sasuke, aquella duda la tenían todos.

—Hay una condición en toda invocación, y es que por seguridad y obras de la naturaleza, sólo se puede invocar a aquellas criaturas o… personas de alma pura. Los soldados de aquella dimensión tiene el corazón podrido, es imposible. Además…

—¿Además? —repitió el Uchiha menor.

—Sólo… podré invocar a una persona. Y esta persona, necesariamente tendrá que ser médico.

—¿Una sola persona? —cuestionó Sasuke, muy alterado—. ¿Ganaremos la guerra con ayuda de una sola persona?

—Sólo son invenciones de Tsunade —soltó Hiashi—. Una sola persona, menuda estupidez.

—¡Las investigaciones son recientes! ¡Sólo he podido crear pergaminos que invoquen a una sóla persona, aun así, los conocimientos avanzados de ella serán de gran ayuda! —gritó Tsunade, quizás para ellos una sóla persona no equivalía a nada, pero ella pensaba lo contrario.

—¿Ella? —cuestionó Naruto, confundido—, ¿es una mujer?

—Así es, he investigado mucho, y creo que no hay mejor candidata. Me he quedado maravillada con los conocimientos médicos que posee, al parecer es alguien muy reconocida en su época. Los avances son impresionantes.

—Una mujer… —murmuró el de cabellos negros, ecéptico—. ¿Una mujer nos ayudará a ganar la guerra?

—¡Es lo único que podemos hacer Sasuke! —exclamó la Senjü—, con nuestra principal arma: la medicina, en manos del enemigo, debemos renovar nuestro e quipo médico. Déjame decirte que los conocimientos que tenemos ahora son basura comparándolos con los conocimientos del futuro.

El de cabellos negros se sorprendió un poco ante aquella afirmación. La princesa de la medicina, Tsunade Senjü, diciendo esas cosas…

—No deberíamos hacer esto.

La serena y segura voz del Hokage llamó la atención de todos, Sasuke rodó los ojos, ahí venía el Yondaime con su discurso de ética.

—Si traemos a una persona del futuro, de una época distinta a la nuestra, estaríamos alterando el curso de la historia. Si es sin su consentimiento, peor aún. No tenemos ningún derecho a arrancar a alguien de su mundo…

—Yondaime Hokage-sama —interrumpió el Uchiha menor—. La guerra comenzará pronto, tenemos demasiadas posibilidades de perder. Miles de los nuestros morirán, ¿eso está bien? Si al menos en algo ayudara esa mujer… que así sea.

La sala se quedó en silencio, todos meditaban la situación. Si bien es cierto, aquello sería cruel para la persona que sería invocada, ellos tendrían una guerra, y habría consecuencias terribles sino vencían.

—Tendremos que ofrecerle nuestros respetos —habló Kakashi, de forma distraída—, será injusto para ella, pero quizás entienda, le guste esto y se termine casando con Sasuke.

Aquello descolocó a todos.

—Kakashi tiene la habilidad de decir los comentarios en los momentos menos oportunos —pensaron, nerviosos.

—Tsk, muy gracioso, Kakashi —bufó el de cabellos negros. El comentario no le había hecho ninguna gracia. Quien sabe qué fenómeno iría a parar con ellos.

El Hokage suspiro profundamente, no había otra opción.

—Entonces… ¿sabes quién será la persona que será traída desde el futuro? —preguntó Minato.

—Sí, Minato —respondió Tsunade, de forma sería—. La persona que vendrá del futuro al siglo XVI y nos ayudará a ganar la guerra será una médico llamada… Sakura Haruno.

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Notas:

¿Les gustó? Espero de corazón que así sea, la historia promete mucho: acción, romance, drama, pasión... estará genial, se los prometo. Como ven Sasuke es un atractivo miembro del grupo de estrategia del siglo XVI. Y Sakura, ya se habrán dado cuenta que a ella es a la que traeran del futuro (siglo XXI, nuestra época xD)

Por el summary habrán nota que ella no irá de buena gana. Oww, que pasará. o.o

Nos vemos pronto! Por favor, les agradecería los comentarios, no suelo ver cuántas personas me agregan a favoritos, e_e los reviews es lo único que me ayuda a ver cuántas personitas bellas siguen la historia.

Cualquier personita puede comentar, tenga o no cuenta. Venga, que nos les llevará más de 10 segundos. Besos ;*