Era un día como cualquier otro, los rayos de sol entraban a raudales por mi ventana. Era un día hermoso, pero como pasaba todos los días, me costaba levantarme de la cama.
Eran casi las 12:00 del mediodía, cuando por fin decidí salir de las sabanas. Después de darme una relajante ducha, salí a la cocina para encontrarme con mi compañera de piso, sin mencionar que es mi mejor amiga.
Ino y yo, decidimos ir a vivir juntas a un departamento, ya hace 7 meses, después de convencer a nuestros respectivos padres de que así sería más fácil la escuela al poder vivir cerca de esta.
Ella estudia psicología, mientras que yo estudio diseño.
-Vaya, hasta que por fin despertaste frentona!
- Cállate Ino-cerda. Hoy no estoy de humor
- Pues últimamente no lo estas, no crees que te haría bien salir de vez en cuando? Sakura tampoco es bueno que te la pases encerrada aquí todo el día.
- Bueno, saldré un par de horas, iré a dar una vuelta al parque, podría intentar dibujar el paisaje
- Divierte!
Mi rubia amiga tenía razón, hace meses que no salía de la casa, mas que para ir a la escuela. Después de recorrer un poco el parque, decidí sentarme a contemplar el paisaje, sacando mi libreta del bolso, mientras decidía que era lo que comenzaría a dibujar.
Mientras mis ojos recorrían los alrededores, pude ver como un hermoso chico, de piel blanca, cabello escuro, al igual que sus ojos se acercaba corriendo. Al tenerlo mas cerca, pude darme cuenta que se ejercitaba a diario, ya que sus cortos pantalones dejaban al descubierto sus bien y formadas pantorrillas y su playera, ya bañada en sudor, se pegaba a sus también formados pectorales. Sencillamente era hermoso.
En cuanto desapareció de mi vista, comencé a dibujar su hermoso rostro, no quería olvidar ninguna de sus facciones.
Al llegar a casa, me encontré con Ino, quien se estaba volviendo loca con su tarea, decidí no molestarla y continuar con mi ensoñación. Se que puede parecer extraño, pero una vez que un chico entra en mi cabeza, mi cerebro comienza a trabajar por si solo y cuando me doy cuenta, ya tengo toda una historia de amor formada con el.
Que se le puede hacer, soy una romántica incurable.
Decidí no contarle a mi amiga sobre el chico que vi en el parque, de igual manera no lo volvería a ver, y así me ahorraba un sermón de parte de Ino por no preguntarle su nombre.
Ino insistió toda la tarde en que ya era hora de que me divirtiera y por alguna razón, logro convencerme de salir a bailar esa noche .
Me puse una falda verde que llegaba un poco arriba de la mitad de mis piernas, una blusa blanca de tirantes con escote en V y unos tacones altos, también blancos. Alacié mi rosa cabellara, que llegaba a la mitad de mi espalda y termine con un poco de maquillaje. Estaba lista. Me mire al espejo varias veces. No temía tanto busto como me gustaría tener, pero igual, tengo un buen cuerpo. Me gusta como me veo cuando me arreglo, pero soy demasiado floja para hacerlo a diario.
No tardamos más de media hora en llegar a un antro cercano a nuestro departamento. Después de instalarnos en una mesa cercana la pista de baile, el mesero llego con nuestras bebidas.
Yo no acostumbro a tomar alcohol, por lo que fue cuestión de tiempo para que comenzara a marearme. De un momento a otro, sentí como Ino tiraba de mi brazo para llevarme a la pista de baile.
El alcohol definitivamente actúa como un desinhibidor, en especial si se habla de mí, teníamos bastante rato bailando y no habíamos notado el pasar de las horas.
-Ven, vamos a saludar a alguien – dijo Ino, de nuevo tomándome del brazo. Hasta que nos detuvimos frente a una mesa, donde se encontraban 2 chicos bastante apuestos – Shikamaru, Naruto! Que alegría verlos
-Ino,Sakura! Hace tanto que no nos vemos! Que gusto volverlas a ver! – nos gritó con entusiasmo el rubio
- Y que hacen aquí? – les pregunte por fin al recordar a mis viejos amigos del preescolar
- Decidimos que ya era tiempo de salir a divertirnos para distraernos del fastidio de la escuela, además de que uno de nuestros compañeros de la escuela es nuevo en la ciudad, así que decidimos traerlo a conocer los alrededores – contesto Shikamaru sin mucho ánimo- Oh, hablando de el. Sasuke, te presento a mis amigas, ellas son Ino – dijo señalándola – Y ella es Sakura
Al escuchar mi nombre voltee para saludarlo, mas fue mas grande mi sorpresa al darme cuenta que es el mismo chico al que había visto en el parque y el cual había dibujado. El me dedico una hermosa, pero arrogante sonrisa, haciendo mas difícil salir de mi ensoñación
-Es un gusto conocerte Sasuke, disculpa a mi amiga, no suele ser asi, pero ya está algo ebria, asi que creo que ya es hora de irnos a casa. Fue un gusto encontrarlos de nuevo, y espero vernos pronto otra vez.
- No quieres que las llevemos? – pregunto amablemente el castaño, dirigiendo su vista a Ino
-No te preocupes Shikamaru, traje mi auto y además nuestro departamento esta muy cerca de aquí
Y una vez que nos despedimos, nos dirigimos a nuestro departamento
-Y bien?
-Y bien ¿Qué? – le conteste a Ino, mientras me dirigía a mi habitación
-Vamos Sakura, te conozco mejor que nadie y sé que quedaste fascinada por ese tal Sasuke, así que dime, piensas pedirle su número a Naruto o Shikamaru?
-Admito que es bastante guapo, pero aun no tengo planeado hacer nada, y la verdad no creo hacerlo. Conozco a los chicos como el, y créeme que yo no soy para nada su tipo.
- Pero el es totalmente tu tipo!
-Ya me canse de enamorarme de tipos que se que nunca me harán caso, asi que ya dejemos este tema por la paz, Ino… por favor
Incluso mi amiga sabe cuándo es el momento de dejar de insistir.
Me fui a la cama aun pensando en ese chico. Pensando en que pasaría si por alguna extraña razón el llegara a interesarse en mi, seria como…
Basta Sakura! No comiences a imaginar cosas de nuevo. Siempre comienza así y termino enamorándome.
Lo mejor será dormir, el sueño me ayudara a despejar mi mente… tal vez.
