Disclaimer: el potterverso pertenece a Rowling.
Este fic participa en el minireto de septiembre para "La Copa de la Casa 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
Rodolphus recordaba el placer de ver escapar una vida con tanta rapidez como lo hacía la sangre que resbalaba entre sus manos.
Recordaba los gritos, como si fueran la alegre banda sonora de su juventud. Y, en el fondo, lo fueron.
¿De qué podría arrepentirse? Era joven y hacía lo que realmente quería hacer, él no lo hacía por la presión como lo hizo Regulus Black, ni por el ansia de llevar la contraria a su padre que consumía a Barty. Él lo hacía porque quería, porque era su sueño.
Un sueño que pareció esfumarse al mismo tiempo que el Señor Tenebroso.
No se arrepintió de nada de lo que hizo, uno no se arrepiente de conseguir sus metas, no era capaz de arrepentirse de intentar librar al mundo de esa escoria. Ni siquiera se arrepintió cuando le metieron en Azkaban.
Allí, escondido en una celda, cubierto de polvo y más frío que el aliento de los dementores, esperaba pacientemente su sueño. Una noche se cansó de esperar y le llamó y, aunque nunca había perdido la esperanza por completo, supo que el Señor Tenebroso volvería y que, cuando lo hiciera, él lo acompañaría con más fuerza y con más rabia acumulada que nunca.
Porque seguir a alguien significaba ser leal y, aunque la cordura y las fuerzas le abandonasen poco a poco, Rodolphus nunca perdería la lealtad.
