Notas de la autora:

Hola a todo el mundo. Este es mi primer fic, después de estar mucho tiempo leyendo por el fandom de Bleach me he animado. No pretendo ser una escritora profesional, nada más alejado de la realidad. Simplemente quiero ver más fics en español sobre Bleach y algunas parejas que tengo en mente, además de situaciones graciosas que se me vayan ocurriendo.

Este fic será un Shirosaki x Ichigo, aunque no esperéis demasiado yaoi. No me veo preparada. Es una idea que tenía en mente. ^^ ¡Espero que os guste!

Lo he puesto en T, porque seguramente este fic se va a convertir en shonen-ai. Aprovecho ya para avisar: por favor, si no os gusta el yaoi o si odíais la pareja que aparece (Ichigox Shirosaki), dadle al botón de volver en vuestro navegador y os ahorraréis pasarlo mal y dejar comentarios groseros. Me considero una persona muy educada, así que espero lo mismo a cambio. Eso sí, acepto cualquier tipo de crítica constructiva que me pueda ayudar a escribir mejor, ideas para este fic, que compartáis parejas que os gustan conmigo, lo que sea.

Disclaimer: Nunca sé de qué sirve esto pero bueno: Bleach y sus personajes no me pertenecen, porque si no, ya habría hecho cosas bastante pervertidas con algunos de ellos, le habría cortado el mechón del flequillo de Aizen y habría convertido a Kenpachi en el Dios del universo.


CAPÍTULO 1. UN BUEN DESPERTAR

Ichigo abrió los ojos lentamente al notar que lo sacudían. Delante de él había un hombre con el pelo de color rosa, que al ver que despertaba sonrió satisfecho de sí mismo.

-Está despierto, Aizen-sama.

Ichigo no sabía dónde estaba ni qué había pasado. ¿Aizen? Los recuerdos le vinieron a la mente como si de un rayo se tratara y empezó a poner en orden su cabeza. Estaba de vuelta a casa pensando en lo idiota que podía ser Keigo por continuar saltándole encima todos los días, cuando lo sintió: en el cielo había aparecido una brecha seguida de una enorme presión que sólo podía pertenecer a un Arrancar. Alargó la mano para coger su insignia de shinigami sustituto pero nunca llegó a utilizarla. Lo último que recordaba era haber sentido un fuerte golpe en el cuello y caer inconsciente. No era necesario ser tan listo como Ishida para saber algo: Aizen lo había atrapado, ergo estaba bien jodido, pero…¿por qué estaba vivo?

Mirando con ojos ligeramente entrecerrados a su alrededor, fue capaz de distinguir que estaba en una gran habitación oscura. Tampoco le tranquilizó demasiado ver que estaba atado de pies y manos.

Notaba su cabeza embotada y una sensación muy extraña. Le faltaba algo. Abriendo más los ojos, miró a su alrededor para ver que había más personas con él en la habitación. Entre ellos reconoció a Grimmjow y a Ulquiorra. El primero no lo miraba a la cara sino que mantenía la mirada fija en la pared con el ceño fruncido. Parecía enfadado por algo, aunque en ese momento no le interesaba para nada averiguar el por qué, sino que estaba más interesado en qué le había pasado a él. Ulquiorra, en cambio, lo miraba directamente con una expresión seria (como siempre) pero en sus ojos se podía distinguir algo más… ¿interés?, ¿curiosidad? Ante esto sintió como un escalofrío le recorría todo el cuerpo. ¿Qué le habían hecho? La cosa tenía que ser grave para que el arrancar mostrara una expresión diferente a la habitual, es decir… tenía una expresión! Eso era más que suficiente para estar preocupado! Ahora estaba más jodido todavía.

Antes de que pudiera pensar en algo más, sintió que alguien le cogía del pelo y le estiraba hacia atrás para hacer que lo mirara. Se encontró con la cara de Aizen, que lo miraba seriamente, examinándolo de arriba abajo. Después, cambiando su semblante, le preguntó con una sonrisa de superioridad:

-¿Y bien, Kurosaki? ¿Cómo te encuentras? ¿Sabes quién eres y dónde estás?

Ichigo, todavía sorprendido, le lanzó la mirada más cargada de odio que pudo conseguir.

-¿Qué habéis hecho? ¿Dónde están mis amigos?- logró preguntar subiendo cada vez más su tono de voz, hasta conseguir mostrar algo de seguridad- ¡Cómo les hayáis hecho algo, bastardos…! ¿Y qué demonios me habéis hecho?

La única respuesta que tuvo fue la sonrisa satisfecha de Aizen, tras lo cual escuchó una voz que respondió con tono burlón.

-Jeh…Como mínimo sigue igual de cabezota y tonto como siempre. Eso demuestra que está bien.

-¿De qué me suena esa voz?- se preguntó Ichigo. Su mente todavía estaba demasiado nublada como para localizarla.

Ichigo empezaba a notar como se le cerraban los ojos. Estaba muy cansado. Además, el reiatsu de las personas que tenía alrededor no mejoraba las cosas. Y estaba seguro que el cabrón de Aizen estaba aumentando más su presión espiritual a propósito.

-Bien- respondió Aizen- Supongo que esto acaba de cerrar nuestro trato.

-¿Trato, de qué trato están hablando?-pensó Ichigo, intentando ignorar la arcada que le llegaba al cuello.-Aghh me encuentro fatal, ¿qué es esta sensación tan extraña? Ni siquiera puedo notar la presencia del viejo Zangetsu.

-Sí, tenemos un trato -dijo la voz antes de hacer una pequeña pausa- de momento, Aizen. Ya sabes cuáles son mis condiciones.

Incluso Ichigo podía notar el tono amenazante en la frase. Los espadas presentes se mostraron incómodos, aunque otros estaban más bien divertidos. Realmente, ese tío tenía que estar loco para poder mantenerse tan calmado y a la vez desafiante delante de Aizen, no conocían a nadie tan mal de la cabeza para hacerlo... exceptuando a Grimmjow, claro está, pero la cordura nunca había sido su fuerte.

-¿Cómo te atreves a hablar así a Aizen-sama?-replicó otra voz masculina- ¡Deberías estar más que satisfecho por el simple hecho de estar aquí!

-Kaname…tranquilo.-interrumpió Aizen- Un trato es un trato y ya he dicho que lo aceptaba-dijo sonriendo.

-Pero, Aizen-sama…

-¿Algún problema, Kaname?- cortó Aizen lanzándole una mirada seria al excapitán.

Kaname se arrodilló al instante en el suelo, pidiéndole disculpas por su atrevimiento. Desde la esquina oscura se oyó como la voz reía cínicamente, dejando a Tousen aún más avergonzado y enfadado.

En ese momento, Ichigo sintió como se le paralizaba el cerebro al recordar de dónde recordaba esa risa maniática.

-No, no puede ser, es imposible.

El simple hecho de haber imaginado algo tan surrealista casi le hace reír. Pero…

-¿Qué pasa compañero?-preguntó la voz a Ichigo mientras avanzaba lentamente hacia él-. ¿Te han golpeado tan fuerte la cabeza que te han dejado más lento de lo que eres, o es que necesitas ver las cosas con tus propios ojos para creerlas?

La poca luz que había en la sala fue dejando entrever la silueta a medida que se acercaba. Desde el suelo, Ichigo levantó la mirada preparándose para lo que ya temía que era cierto.

Iba completamente vestido de blanco, al igual que el resto de Arrancar de Aizen, pero su vestimenta no le resultaba para nada extraña: hakama blanco, un abrigo cogido al pecho y abierto por la cintura que ondeaba a cada uno de sus pasos, el interior completamente negro. El pelo corto, de punta e imposible de peinar; blanco como la nieve, o como los huesos que formaban una pequeña máscara en el lado izquierdo de su cara, con unas líneas rojas que realzaban la palidez de su cara. A Ichigo no le era necesaria ninguna descripción más para la cara, la conocía muy bien: era la suya propia, aunque con un tono blanco que rivalizaba con el de Ulquiorra. Y reconocería esos ojos en cualquier parte: de color negro donde debían ser blancos, el color marrón de su iris cambiado por el dorado de hollow.

-Tú…-dijo casi sin fuerzas mirándole con seriedad, aunque la sorpresa en su voz era evidente.

La respuesta que obtuvo fue una mueca en forma de sonrisa psicópata y un irónico: -¿Cuánto tiempo sin vernos, eh, su majestad?

El último pensamiento que cruzó su mente antes de caer inconsciente de cansancio fue: Mierda, retiro lo dicho, ahora sí que estoy jodido.


¡Muchas gracias por leer!Espero que os haya gustado aunque sea un poco U-U

Si me dejáis reviews os estaré agradecida, aunque sea poniendo "bien", "no me llama", o un comentario más largo (los adoro).

Nos vemos! Kirtash8