Hola a todos :)

A ver antes de comenzar a leer creo que les debo algunas explicaciones. Lo primero es que lamentablemente Glee no me pertenece y no me pertenecerá jamas.

Lo segundo es que la historia gira entorno a un tema que no es del agrado de muchas personas y lo respeto. Si no te gusta el " m-preg" - Embarazo Masculino-. por favor, sal de esta pagina. Si te gusta, continua leyendo.

Kurt Hummel, no entendía su vida.

La mañana cálida y soleada indicaba que sería el perfecto día de primavera. Kurt despertó más temprano de lo habitual, lo que le dio bastante tiempo para tomar un buen baño y luego hacer su rutina diaria de belleza, como cada mañana. Al bajar a la cocina, sintió el delicioso olor del café recién preparado y unas riquísimas tostadas que Carole acostumbra hacer siempre. Lo cierto era que desde el infarto que su padre Burt, todos en la casa habían optado por comer más sano y liviano para así acompañarlo en su dieta, algo que claro, no es muy del agrado de Finn, su hermanastro.

- Buen día Cariño – Saludo Carole, limpiando la cocina. Kurt levanto la mano a modo de saludo y se preparo una taza humeante de café. Se ubico en la mesa y comenzó a beber. – ¿Mala mañana? – pregunto.

- No, es solo que estoy algo cansado – Se limito a responder Kurt. Se rasco la nuca, y tomo un par de tostadas - ¿Mi papa? – dijo, mordiendo una.

- Está en el taller. No debe de tardar- comento sentándose con su propia taza de café.

No paso mucho tiempo, sin que un apurado Finn Hudson bajara por las escaleras, con su camiseta a medio poner y unos cordones desatados. Kurt sonrió de medio lado, Finn jamás cambiaria. Termino su café, y subió a su habitación a buscar su bolso; su clase comenzaba en 30 minutos, no había mucho tiempo.

Cuando bajo, Finn estaba tomando su café de pie y guardando unos ¿Pantalones? Kurt negó con la cabeza y sonrió.

- Apresúrate Finn, llegaremos tarde – Le grito, mientras abría la puerta del frente. El nombrado asintió, beso a su madre en la mejilla y salió siguiendo a su hermano.

- Podrías haberme despertado ¿no? - le susurro. Kurt quien ya se había sentado en el asiento del piloto, lo miro divertido.

- ¿Y perderme tus andanzas de apurado? No señor, ahora sube bello durmiente - Finn golpeo su hombro ligeramente y se acomodo en el asiento del co-. Piloto.

Si existía algo que Rachel Berry detestaba, esa eran las matemáticas. Y es que solo una persona estúpida podría plantearse resolver estos problemas. Ella no podía dejar que esta materia arruinara su boleta de calificaciones, no si quería ser una estrella. ¿Qué dirían sus fans más adelante cuando vean su historial escolar? No, eso no pasara. Pero a pesar de que intentaba concentrarse en su estúpido "π" – Pi- la persona ubicada a su lado no la dejaba concentrarse. Kurt llevaba 15 minutos luchando con el ejercicio y entre cada fallo un gruñido salía de su boca. Rachel comenzaba a exaltarse.

- Detente, no puedo concentrarme – pidió pacientemente Rachel. Kurt se sobresalto y asintió despacio, mordiendo sus labios para impedir que volviera a gruñir. – Gracias – le sonrió y volvió a tomar su lápiz. La siguiente hora paso sin mucho alivio para ninguno de los dos estudiantes.

Cuando el timbre sonó, todo el alumnado guardo sus carpetas y salió apresurado al pasillo. Rachel murmuro algo rápidamente y desapareció tras cruzar la puerta. Kurt cerró con pereza su libro de matemáticas y con un gesto de cansancio colgó su bolso en el hombro y salió del aula.

Ver el pasillo repleto de gente siempre le había parecido a un rancho el cual liberaba a su rebaño de ovejas; ovejas de un lado hacia el otro, buscando su libertad. Kurt sonrió ante la comparación.

Su casillero no estaba muy lejos desde donde se encontraba, pero no era su casillero a quien tenía que buscar, tenía que buscar a una persona, a su novio… a Blaine. Casi pidiéndole permiso a sus piernas se obligo a caminar más rápido si quería encontrarlo antes de que el timbre sonara, y tuviera que entrar al siguiente modulo de clases.

Lo encontró parado frente a su casillero.

- Hola – saludo Kurt, e intento darle un beso. Blaine retrocedió e interpuso un brazo entre los dos. Kurt se alarmo - ¿Que sucede? – pregunto. Blaine quien siempre había sido sonriente y simpático, ahora estaba serio y parecía molesto.

- No quiero hablar – murmuro. Bajo su guardia y cerro su casillero. – y tampoco verte – espeto. Kurt sintió todo su cuerpo tensarse.

- ¿De qué hablas? – Intento tomarlo por el brazo, pero era imposible, Blaine retrocedía y lo alejaba cada vez más. Kurt bajo la vista.

- Sabes kurt, a mi no me gusta ser burlado… mucho menos engañado – termino con los ojos empañados en lagrimas.

¿Engañado? ¿Había escuchado bien? Kurt no podía dar crédito a lo que había oído, eso era imposible, no podía ser, pero al levantar la vista, Blaine se había ido.

Ensayar con el club Glee, siempre era motivo de alegría para Kurt; pero no fue alegría lo que le provoco entrar a esa sala. Casi todos estaban ya ubicados en sus respectivos bancos, Brittaney y Santana hablando y gesticulando con sus manos, haciendo parecer su charla interesante. Finn y Rachel estaban… bueno, besándose. Artie y Tina estaban creando ritmo con las ruedas de la silla de artie. Puck y Quinn discutían sobre algo que Kurt nunca llego a entender y Michael, Sam y Mercedes estaba ubicados en el piano. Falta el – Pensó Kurt. Se sentó en la silla de arriba a un costado de todo. Saco su teléfono celular y escribió ¿Donde estas? K. y envió el mensaje a Blaine.

Blaine no respondió, y con eso termino de matar el ánimo de Kurt.

Cuando el profesor Schue entro a la sala. Saludo a todos los presentes.

- ¿Y Blaine? – Pregunto, al observarlos bien a todos. Tina levanto la mano.

- Me dijo que no se sentía bien, fue a la enfermería y luego se retiro – Respondió Tina. El Profesor Schue, asintió y prosiguió la clase.

Kurt había estado oyendo todo con especial atención ¿ Blaine se sentía mal? ¿Pero qué…?

No entendía que estaba sucediendo, no entendía porque se levanto de buen humor para la mañana y a medida que el día avanzo se le hizo más difícil seguir, no entienda absolutamente nada. Kurt Hummel, no entendía su vida.

Por más que intento hablar, no pudo. No respondía ni sus mensajes ni atendía sus llamadas. Y Kurt sentía que moriría en cualquier momento. Había intentado que su padre no se diera cuenta de la situación, no estaba de ánimos para explicar nada, no sin antes hablar con Blaine.

Ir hasta su casa había sido en vano, la encargada lo había atendido en la puerta alegando que Blaine no se encontraba en casa. Su corazón estaba por explotar si no conseguía hablar con él. ¿Que había sucedido? No lo sabía, pero necesitaba respuestas y las necesitaba en ese momento.

Paso la noche entera sin poder conciliar el sueño, y revisando cada recuerdo en su mente para descubrir que hiso mal, pero no encontró ninguno.

A la mañana siguiente, despertó luego de haber dormido cinco minutos, con el estomago gritando de hambre, lo que le recordó que tras lo vivido ayer no había comido nada. Con pereza se levanto de la cama, sintiendo mareado de repente. Se tomo del garrote de la cama esperando a que el mareo pasara. Nunca hagas ayuno todo un día, Hummel – Se reprendió el mismo.

Cuando se sintió seguro de caminar, lo hizo lentamente hasta llegar al baño. El aspecto que le devolvió el espejo le hizo dar pena de sí mismo. Podía ver que había perdido algo de peso, algo que ni siquiera se había dado cuenta antes. Tenía sus ojos hinchados y rojos de tanto llorar, su cabello estaba revuelto y su piel estaba más pálida de lo habitual. Parecía un muerto en vida.

Se baño rápidamente y paso por alto su rutina de cremas. Bajo a la cocina encontrando a Finn ya desayunando.

- ¿Quien es el dormido ahora? – Burlo Finn.

- Cállate – gruño Kurt, de muy mal humor y se sirvió una taza de Café. El mariscal lo miraba entre sorprendido y aturdido.

- Era una broma – contesto.

- No tengo humor – le dio un sorbo a su café, Finn lo observo, Kurt suspiro – Lo siento Finn, no es contigo la cosa. – Se levanto y tiro el resto del café.

Tal vez no había comido nada ayer, pero en ese momento nada podía pasar su garganta.

Cuando salió de su habitación, Finn tocaba la bocina del auto y le hacía señas de que se apresurara. Saludo a su papa con la mano, y salió corriendo hacia el auto.

Al llegar a McKinley, Kurt fue directamente a buscar a Blaine, ya lo había evitado todo el día de ayer, hoy era momento de aclarar las cosas. Pero nada de lo que había pensando decirle, lo preparo para lo que vio.

Blaine estaba ahí perfecto como siempre, parado frente a su casillero, pero no estaba guardando sus útiles al contrario estaba sacándolos y guardándolos en una caja mediana. Kurt se detuvo en seco y lo observo sin poder creerlo ¿Blaine se iba?

Se acerco rápidamente y le tomo el brazo.

- ¿Qué demonios estás haciendo? – Le pregunto harto de la situación.

- Déjame – le grito. Y siguió con su labor. Kurt sentía que iba a explotar en cualquier momento.

- ¿Qué rayos está pasando Blaine? ¿Que fue lo que te hice? ¿Que te ha molestado tanto? – Grito Kurt. Varios alumnos que se encontraban cerca voltearon a ver la escena, lo que enfureció a Kurt.- ¿Y ustedes que ven? ¿Jamás han tenido problemas con su novio? – espeto furioso.

- Ex novio.- susurro Blaine mientras despegaba las fotos de ellos. Kurt lo miro con los ojos anegados en lágrimas.-

- ¿Qué? – murmuro sin aliento.

Blaine lo observo un momento, y dejo su caja en el suelo junto a todas sus pertenecías. Volvió a mirarlo y hablo.

- No puedo creer lo cínico que eres al venir a hablarme después de todo lo que has hecho – comenzó diciendo Blaine – Yo te amaba, te amo – se corrigió – y a ti parece no impórtate, de hecho creo que jamás te ha importado.- Kurt intento interrumpirlo pero Blaine no lo dejo – y no intentes justificarte porque ninguna excusa valdrá para lo que vi – susurro – no quiero volver a verte, y por favor no me busques mas – termino, recogió su caja y salió casi corriendo por los pasillos de su ahora, antigua escuela.

Kurt se quedo parado ahí, con el rostro surcado en lagrimas, su cuerpo tiritando y con una angustia creciendo en su pecho. Blaine lo había dejado, había terminado con el…

El timbre sonó, y fue aquel ruido el que trajo a kurt de nuevo a la realidad. Observo a todos a su alrededor quienes lo miraban entre curiosos y sorprendidos. Tomo su bolso y salió corriendo del lugar. No podía con todo esto, no podía estar ni un segundo más ahí… no con todos mirándolo así.

Pensó rápidamente en algún lugar donde lo resguardara de la mirada de los curiosos, donde pudiera estar solo y aclarar todo lo que había sucedido. Sabía que buscar a Blaine iba a ser una pérdida de tiempo, antes tenía que aclarar su mente porque no comprendía nada de lo que sucedía; absolutamente nada.

Las gradas del campo de Futbol resulto ser un buen lugar para pensar, con todos los alumnos en clases, el campo vació y el aire tibio llenando el lugar; la mente de kurt encontró algo de paz. Se recostó en las grasas y libero todas las lágrimas que había retenido. Dejo que salieran, en un vago intento de liberar su dolor y aclarar su mente.

¿Porque dijo que él lo engaño? El nunca lo engañaría, jamás haría tal cosa. ¿Que fue lo que vio? Nada parecía tener sentido. Su estomago dolía, sentía todo su cuerpo tenso… intento respirar hondo y tranquilizarse cuando una arcada sacudió su cuerpo invitándolo a vomitar el café que había conseguido beber por la mañana.

Siento que hubiera tomado pastillas de locura – Pensó. El sol le daba directamente a los ojos, combinado con el llanto lo sumergió en un estado de sueño.

Kurt no se presento a clases ese día.

Hola de nuevo :)

Bueno, comenzamos y de arranque ya hice sufrir a Kurt. Pero no se preocupen a medida que la historia avance prometo dar un poco de tranquilidad a nuestro kurt. Desde ya estoy agradeciendo sus comentarios, recuerden son libres de expresar su opinión; siempre claro esta, evitando insultos y cosas así.

Gracias y nos vemos en el próximo capitulo. :D