Dos Sacrificios
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Enredo sus dedos en los castaños cabellos. La putrefacción de aquel cadaver no le repulsó. Como el desesperante fervor que un ser vivo ansiaba después de la pérdida de un amado. Había sido empujado al borde de la locura. Ojos pálidos le miraban. Clavados en su rostro triste.
-Estás aquí.- Decía mientras entre caricias de augurio lo sujetaba. Poco era su desagrado al saber que lo que sujetaba era un cuerpo con un alma vacía. Un ranciado ser que se movía en busca de vida.
Sin cordura alguna Shikamaru había recorrido una caminata alrededor de el cementerio. La nocturna hora había acogido los cielos, nubes grises aún danzaban junto a la opaca luna. Gemidos de animales salvajes que habitan en el cementerio resonaban a su alrededor de el estratega que sujetaba una linterna. En busca de aquella desolada tumba. Deseaba y añoraba encontrarla para resucitar aquel ser que había iluminado su frevente amor antes de la guerra.
Mantenía un invencible orgullo. Había heredado un gran intelecto y también el deseo de volver a tener aquello muerto en sus manos.
Sabia que el Edo Tensei existía. Mantenía vivos a las formas físicas. Más el Nara no deseaba mantener bajo su control a el hombre que queria traer de vuelta a la vida.
Había más formas de resucitar a alguien. Y lo habia descubierto con los tantos fallidos experimentos que había echo acabo mientras usaba roedores muertos. Había mezclado sangre con chakra al principio, no había sucedió nada más que un repudio de fallas.
Entre sus tantas mezclas ninguna había tenido éxito. Los cuerpos de los roedores nunca reaccionaron ante la variación de inyecciones. Ninguna de las tantas fórmulas había echo determinaba la derrota de el Nara. Más, había robado de las instalaciones privadas de Anbu algo que le hacía estar seguro de que por fin tendría éxito al reanimar el cuerpo de Neji. Sangre de el Shinju.
La entidad primordial que habían enfrentado. La misma criatura que había arrebato la vida de el Hyūga. Mantenía energía natural y su chakra era inmensurable. Sabia que las consecuencias por robar tan peligroso líquido probablemente lo mantendrían en la carcel de máxima seguridad.
Más cuando había inyectado a una de las ratas muertas con la sangre de el Shinju y chakra el roedor había abierto sus ojos.
Y supo que lo único que tenía que hacer era inyectar el líquido en el cuerpo de el Hyūga, antes de que el cuerpo fuese consumido por el tiempo.
Y lo había echo. Neji abrió sus párpados. El leve sonido de los pulsos de su corazón había consumido al Nara en un júbilo. Más, en su ciega alegría no había notado que el Hyūga no usaba uso de su habla. Su piel aún era tan fría como lo había sido antes de que fuese inyectado con la sangre. Tan solo era un cuerpo material con una alma llena de un intenso deseo de saciar aquel vacío que tenía.
-Que problemático...- murmuró mientras aún sujetaba al Hyūga.-Se que pasara...Más, al menos pude ver tu problemático Byakugan de nuevo.-
Y lo sabía bien. Por que los resultados le habían favorecido, pero lo que dominaba aquella sangre Shinju era distorsionar la alma de aquello que había resucitado.
Cuando había inyectado la sangre al roedor. La criatura se había despertado de su largo sueño. Más, Shikamaru había visto como minutos después como el animal torcía su cuerpo, usando sus fosas nasales para buscar aquello que buscaba. Buscaba vida. Un alma para estar completo.
Y lo mismo era con Neji. Un cuerpo con pulso de vida, más con una alma hueca. Un cascarón humano sin consiente.
-Anda, Neji...Aslo...-
Aún abrazaba el cuerpo rígido de el Hyūga. Neji comenzaba a mover sus manos. Y lo último que Shikamaru sintió fue algo atravesar su pecho, líquido tibio saliendo de la herida que atravesaba su cuerpo emanaba como largos charcos de sangré.
La mano de Neji le atravesó su pecho. Los dedos fríos de el Hyūga sujetaron su corazón. Apretándolo. El Nara escupió sangre, sus débiles manos aún sujetos al cuello de el Hyūga.
-Argh...-
Por algún caso de ironía el Hyūga torció su cabeza. Obsérvando como Shikamaru sufría.
-Problemático Hyūga.-
Los chillidos de las crías de la noche sollozaron. Anunciando la muerte de Shikamaru Nara en las manos de su amante muerto en vida. Como el amor se había mutado a un torcido sacrifico sin fin alguno. Más aquel de ser reunidos por un segundo más.
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S
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Gracias por leer. No hay mucho de esta pareja así que aquí dejo este. Un amor zombie? No pregunten. Solo extraño a Neji y a Itachi. Dios, dos personajes con gran potencial a la basura.
