Capitulo 1: El día que te conocí
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Las calles lucían más grises a medida que sus pasos las recorrían, mientras que las enormes y resonantes nubes de ese Agosto comenzaban a cubrir el cielo, sofocando el ya denso aire de Tokio. Los transeúntes se abanicaban sus pieles con sus prendas, el calor era simplemente insoportable. Resoplaban desesperados por la asfixiante oleada de calor que sobrevenía en la época de lluvias. Cansado, mareado, siendo despedazado por una terrible jaqueca, harto y furioso como estaba, uno de los miles de paseantes decidió, finalmente abatido por el calor, tomar asiento sobre una macetero enorme donde muchas otras personas se habían detenido para tratar de refrescarse un poco. Él, respirando agitado por el calor, cerró sus ojos y escuchó claramente como las nubes lanzaban sus inconfundibles truenos y suspiró. De pronto, su ondulado cabello café comenzó a ondear con el viento, al fin, el fresco y relajante viento se dejaba venir y complacido, sonrió como muchas otras personas que al fin encontraron alivio al calor infernal; sin embargo, de manera veloz y casi inaudita las abarrotadas calles se fueron despejando ante la inminente lluvia que de un segundo a otro se precipitaría sobre ellos.
Nepper simplemente suspiró profundo y se puso de pie, para tratar de seguir su rutinario y extraño paseo. Giró su cuerpo hacia la izquierda y con la cabeza agachada avanzó varios pasos por la acera, sin darse cuenta, caminó directamente hacia un desconocido que transitaba con un paso singular, demasiado ligero, como bailando con el viento con un raro morral en el hombro mientras trataba desesperadamente de apartar sus largos y blancos cabellos de su rostro con su mano izquierda, mismos que una y otra vez había apartado pero que el viento se encargaba de ponerlos de nuevo frente a sus ojos mientras con su mano derecha sostenía una vieja y maltratada guitarra acústica de color café opaco, deprimente en aspecto.
Sin notarlo ninguno de los dos, las enormes y frías gotas de lluvia se precipitaron desde las nubes y cubrieron a la enorme ciudad con una estela blanquecina, el mismo momento en que ambos, distraídos y despreocupados dieron los últimos pasos antes de que sus cuerpos chocaran uno frente al otro y fueran despedidos hacia atrás, resbalando en el asfalto húmedo y cayendo sentados sobre él mismo, ambos sorprendidos y adoloridos levantaron la vista al mismo tiempo y se toparon, ambas miradas, una de color zafiro y la otra esmeralda.
De repente la lluvia cayó de lleno sobre ambos jóvenes que, tras observar ligeramente a su alrededor y a las miradas curiosas que se posaban sobre ellos, cada uno a su manera se pusieron de pie.
Atsuishi Shigeto, apresuradamente y nervioso, se precipitó para recoger su vieja guitarra y una vez la tuvo entre sus manos, se volvió apenado hacia el alto y musculoso joven, este último lo dedujo gracias a que las húmedas y negras prendas que vestía se adherían provocativamente al moreno cuerpo.
– ¡Está fría! –Exclamó el peliblanco, refiriéndose al agua, moviendo su cara como si de un cachorro se tratase. Natsuhiko lo miró desinteresadamente y sintió deseos de seguir su camino. – Eh… b-bueno… ¡podría disculparse si quiera! –Sugirió el más bajo, haciendo enfurecer de inmediato al contrario quien le lanzó una mirada fulminante. El más bajo sonrió mirándolo fijamente a los ojos – o no hacerlo… Es cuestión de… cómo vea el mundo…
– ¿Y cómo ve el mundo un imbécil distraído como tú que no se fija por dónde camina? –Pregunto secamente el oji zafiro disfrutando de poder mascullar su repudio hacia lo existente y con más razón, si ese 'existente' chocaba contra él y lo hacía caerse en plena vía pública dejándolo en ridículo.
– ¡Pues de seguro lo ve mucho mejor que un imbécil, distraído, amargado que no acepta sus errores! –Exclamó algo enfadado el más joven dejando al contrario sin habla… nadie le había hablado así, nunca, ni siquiera sus padres.
– ¿Así que dices que yo no acepto mis errores? –Pregunto el pelicafe y Shigeto negó con la cabeza logrando que el otro sintiera las fuertes ganas de abrirle el cuello, suspiro, negó con la cabeza dando dos pasos hacia adelante, para alejarse de una buena vez de ese idiota; sin embargo, el mencionado idiota tuvo la osadía de tomarlo del brazo y detenerlo, acto que lo sorprendió dejándolo sin aliento.
– ¡Eso si que no! ¡Usted no se va de aquí! –Dijo el del largo cabello blanco y Natsuhiko se volvió a él ahora sí con la intención de darle un fuerte golpe.
– ¡Deme una buena razón por la que me estés tocando el brazo! – dijo ofendido el de cabello castaño y heat nervioso lo soltó, trago saliva y sin perder esa forma despreocupada se volvió a él y lo miró frente a frente, a escasos centímetros el uno del otro.
– Quiero que se disculpe. –Le dijo simplemente Shigeto sin inmutarse, tratando de renegar el nerviosismo que lo invadía.
– ¿Por qué cree que se me antojaría hacer eso? –Indico el ojiazul ocasionando que el peliblanco enmarcara una mueca pensativa.
–Veras…yo no tengo intención de disculparme con alguien que no se quiere disculpar conmigo… ¡No es justo!–Le reclamo con un leve puchero en su rostro logrando que nepper enmarcara una sonrisa de egolatría en sus labios.
– Y… ¡¿Quién rayos se cree usted?!
– ¡una de las partes afectadas! –Grito Atsuishi con frustración, ambas miradas se cruzaron, dando a entender la molesta de ambos, cualquiera que estuviera cerca de ahí se daría cuenta del tenso ambiente que se manejaba.
–Sujetos como usted… no deben nacer –Mustio con furia el ojiazul mientras el contrario extendía su mueca de frustración en su rostro.
– ¡Ya veo! ¡Y de seguro cosas como usted es algo para celebrarse! –Dijo sarcástico. Una fortísima punzada de dolor atacó la cabeza de nepper quien al ver que su dolor de cabeza aumentaba trató de controlarse.
– ¡Hágase un favor, y aléjese de mí! –Grito exasperado el peliazul alejando al peliblanco con brusquedad de un empujón. Shigeto, sorprendido y molesto frunció el seño y guardó silencio. Natsuhiko, tras un último vistazo al extraño mal vestido e impertinente que por mala suerte se había encontrado, decidió avanzar varios pasos, hacia la solitaria esquina y prepararse para cruzar la calle.
Una vez que el semáforo le indicó que podía cruzar, lentamente y con la vista nublada por el dolor de cabeza, avanzó, ahora más mareado que hacía unos minutos. El mas bajo, por su parte, permaneció ahí observando y se sorprendió al ver que de pronto, ese tipo amargado de hace unos minutos se detenía en medio de la calle, al parecer tambaleándose. Un escalofrío lo recorrió al notar que un conductor distraído en una furiosa llamada y varios papeles, estaba a punto de crear una desgracia al ver al imbécil ese que no se quitaba de en medio de la calle.
No alcanzó a gritar, simplemente a depositar su guitarra sobre el suelo cuando ni siquiera notó que se encontraba corriendo hacia el medio de la calle y tras un enorme chirrido de las llantas del auto del conductor, logró tomar al extraño del cuello de su camisa negra de botones y jalarlo hacia sí, logrando salvar todo el cuerpo, a excepción de la pierna izquierda que fue golpeada por el auto.
Ambos cayeron estrepitosa y dramáticamente al suelo.
Heat con el casi inconsciente cuerpo del de ojos zafiros sobre su pecho se removió un poco observando como el conductor salió del auto pálido y tembloroso, clavando su mirada sobre los dos cuerpos en el piso.
– ¿E-están bien? –Inquirió el hombre con preocupación, Atsuishi se volvió hacia el otro chico que al moverse un poco lanzó un gemido de dolor, los curiosos a su alrededor no tardaron en aparecer, sin importarles la lluvia que caía del cielo, algo que puso a heat incluso más nervioso y estresado de lo que ya se encontraba.
–M-mi p-pierna –gimió con dolor el pelicafe, el ojijade asustado lentamente lo apartó de su regazo y lo recostó sobre el asfalto, temblorosamente levantó la pierna izquierda del pantalón, para encontrarse que de la pierna sobresalía un bordo rojizo y hasta pulsante, justo en medio que le hizo volver su rostro a otra parte.
–Se ha roto la pierna… hay que llevarlo a un hospital. –Musitó Atsuishi asustado, El conductor del auto asintió y ambos temerosamente subieron al ya inconsciente joven de ojos zafiros a la parte trasera del auto, el moreno tomo su guitarra del suelo para subir de copiloto y ponerse en marcha, buscando el hospital más cercano bajo la lluvia que cada vez caía más fuerte.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
El peliblanco caminaba de un lado a otro en la sala del hospital, meciendo su largo y sedoso cabello que llegaba mas debajo de su cadera, se encontraba nervioso y confundido. El conductor del auto, había pagado la cuenta y en un descuido había huido para lo más seguro no volver a toparse con ellos jamás en su vida y por lo tanto, Atsuishi tuvo que quedarse a esperar alguna noticia del oji zafiro prepotente que casi había salvado por completo, lanzó un bostezo de aburrimiento y regreso al fondo del pasillo esperando que algún médico se acercara y así lograr tener algo de noticias que él esperaba fueran alentadoras y para su suerte, así fue.
–Usted ¿Es pariente del joven? –Pregunto una enfermera con una suave sonrisa. Heat abrió su boca para decir algo y se dio cuenta de que realmente no tenía nada que decir.
–Yo… lo encontré en la calle y casi logro salvarlo por completo, pero ya ve que se quebró la pierna… ¡que mala suerte! ¿No cree? ¡Pero que bueno que estaba yo por ahí! ¿Cree en el destino? ¡Creo que esto fue cómo místico! –Hablo el más bajo rápido y nervioso, agachando su mirada varias veces.
– Bueno, no tienes nada de que preocuparte Natsuhiko está fuera de peligro… –aseguro la enfermera y Atsuishi asintió entornando los ojos de un lado a otro – Aunque tuvimos que hacerle una pequeña cirugía en la pierna para soldar el hueso… así que llevará una férula en su pierna por lo menos dos meses.
–Ya veo –Susurró el pelilargo pensativo – Oiga señorita ¿y ese tal Natsuhiko quién es? –Le preguntó algo avergonzado el menor y la mujer simplemente hizo un gesto extraño.
– El extraño que usted y el otro sujeto trajeron…
– ¡Ese! –Exclamó sorprendido el menor.
- Sí…
- Bueno… ¿y ahora que?–cuestiono confundido el de ojos esmeraldas con un extraño gesto en su rostro ¿que se supone debía hacer ahora?...
–Pues…ya puede irse, nosotros vamos a tratar de localizar a algún pariente. No se preocupe.
– Sí…eso sería lo más correcto– suspiro con suavidad el peliblanco dejando su preocupación de lado, el castaño que casi moría atropellado y al cual le había salvado la vida seria recogido por algún familiar– ¡No espere! –Replico el más bajo, la enfermera lo observó algo apenada y sonrió nerviosa– ¿Puedo pasar a verlo?
– Pues… ahora es probable que esté dormido pero, si eso gusta, claro pase. –Accedió la mujer rápidamente y le dedicó una nueva sonrisa, acto seguido, apresurado como siempre, avanzó hacia una de las sillas, recogió su vieja guitarra y su morral de ésta y avanzó detrás de la enfermera que lo guió en silencio hacia el cuarto donde el pelicafe descansaba. Al entrar se encontró con que el paciente no dormía y parecía molesto, muy, muy molesto. Se sorprendió al ver al pelilargo y torció una mueca, a lo que el extraño vagabundo correspondió con una sonrisa fingida.
–Bien… los dejo solos. –Puntualizó la enfermera y salió dejando a Atsuishi solo con el pelicafe, heat torció los ojos pensativamente y luego tomó una gran bocanada de aire, sonriendo y mostrando todos los dientes y en una forma algo atrevida se acercó al tal Natsuhiko.
– Oye… –Le llamo sin dejar de sonreír ocasionando que el contrario lo mirara con odio pero más que molestarlo con su gesto casi lo hace sonreír también –… te he salvado la vida…
– aja…–mustio nepper despreocupado y volteo su mirada logrando que la sorna sonrisa del pelilargo se alargara y pausadamente se acercara hacia el gruñón de la pierna rota.
– Enserio… ¡YO! –Remarcó con fuerza Atsuishi –Te salvé la vida…
– ¿Y que, quieres que te aplauda? ¡Ho No, no, ya sé!... ¡Quieres que te pague! ¡¿No?! ¡Claro, claro, pero si es obvio! Dígame ¿Qué quiere para dejarme en paz? ¡Dinero!... eso debe ser–Dijo en forma de burla el pelicafe e inclusive un tono de sátira era palpable en su voz– O… unos zapatos nuevos… un cambio nuevo de ropa, tal vez… ¡Una guitarra! ¿O se conforma con las sobras de mi comida?
–Mire, se que usted me solucionaría todos mis problemas… ¡Pero no! No me interesa nada de usted… que no sea…–menciono en voz baja el pelilargo, observando con sus grandes ojos verdes al moreno que lo veía de forma reprobatoria. ¿Después de todo que tanto podía exigir alguien con ese aspecto?
– ¿Qué no sea qué?–Pregunto exasperado, solo quería que ese maldito peliblanco se largara de ahí– ¡Hable de una buena vez y lárguese!
– Quiero… no, más bien ¡exijo! mi disculpa –Ordeno heat firmemente. Nepper abrió los ojos a más no poder, al encontrar en aquellas palabras algo que nunca espero…ese chico de largos cabellos era demasiado extraño.
– Me… me está tratando de decir que… esperó aquí no sé cuántas horas sólo para que yo me disculpara con usted… señor…
– ¡Tengo veinte! No soy tan anciano –Aclaró con un puchero el de la guitarra.
– ¿Y a mí me importa por que…? –Arremetió molesto el contrario dándole a entender que no le interesaba eso en absoluto
– ¡Porque! Por que no soy ningún señor, señor…
– Yo tengo veintiuno, para su información–Aclaro el oji zafiro con la misma molestia de hace unos minutos en sus palabras
– Ya ve, solo es un año de diferencia–Mustio pensativo Atsuishi– entonces ¿Por qué me dice señor?
– ¿Por qué me habla de usted?–contra pregunto nepper observando fijamente al ojijade
– ¡Porque no lo conozco! –Contestó con rapidez el de cabellos platinados –Y porque me parece muy engreído y… sinceramente esa cara de limón que le gusta pasear por el mundo le queda terrible… y se ve como un viejo amargado.
– ¿Y eso qué quiere decir, exactamente? –cuestiono el de cabellos castaños con la furia saliendo con más facilidad de su boca, siendo asombrado por la conversación.
–Pues… que usted me intimida…
– ¡Ja! –Exclamó nepper con un bufido indignado– Y si le intimido tanto ¿Por qué se quedo aquí para pedirme una disculpa? Eso me parece algo verdaderamente estúpido.
– ¡Pues porque la merezco! –Le vocifero Atsuishi firmemente y de pronto, sin saber cómo o por qué, el idiota del amargado había empezado a sonreír.
– ¿Y Quién diablos es usted?–Pregunto sin mucho interés el de ojos marinos, heat se paro frente a él apuntándolo fieramente, como si con aquella pregunta le hubiese ofendido.
–Mi nombre es Atsuishi Shigeto… ¡Y quiero mi disculpa! ¡Puede decir lo que se le dé la gana, pero usted se va a disculpar conmigo, tenga que hacer lo que tenga que hacer!–Le reafirmo el contrario con seguridad en su voz, tan comparable al ver al sol brillando en el cielo en los días de verano.
–Pues espere sentado… unas… no sé, 3, 4… 10 horas ¡Ya sé! ¡Toda su vida! – Se burlo el mayor en su cara ocasionando que un gesto de sorpresa e inconformidad asaltara el rostro del de ojos verdes, quiso objetar, sin embargo, guardó silencio al percatarse de que un médico distinto al que atendió al ojiazul entraba a la habitación.
–Señor Natsuhiko… –le llamo el recién entrado, captando la atención de ambos jóvenes.
– ¿Qué? –Espetó el de cabellos chocolates de mala forma, haciendo al doctor titubear un poco debido a su mala actitud.
–Ya puede irse a su casa… Haremos los trámites para que una enfermera se encargue de usted –Dijo el doctor haciendo unas leves anotaciones a la libreta que traía consigo. Heat sonrió divertido, emocionándose por lo que haría a continuación.
– ¡¿Qué?! –Exclamó ofendido el peliblanco, sollozando suavemente frente a los dos mayores que se hallaban en la habitación – ¿Por qué? ¿Por qué me haces esto? –Soltó naturalmente heat haciendo que el de ojos azules simplemente abriera sus orbes tan grandes que parecían platos. – ¡mi amor! S-sí… si tú me tienes a mí –Exclamó dramáticamente el pelilargo y se arrojó sobre el torso del castaño, sorprendiéndose al sentir la dureza de éste, nepper por su parte simplemente se sonrojó y quedó sin habla. Observó al doctor que simplemente había quedado paralizado. – Y-yo quiero cuidarte… este… Na-tshu… ¡Natsuhiko! Mi vida… ¡¿Ya no me amas?! ¡Ya no soy nada para ti! ¿Es eso? ¿Se acabó la magia? –Prosiguió con su drama el menor derramando asombrosamente lágrimas que dejaron a nepper aturdido, Heat con un ligero gesto de maldad tomó ambos brazos del herido y se envolvió en ellos; ocasionando que el joven enrojeciera junto con el doctor.
–Creo que al parecer ya no hace falta una enfermera… ¿Verdad? –Pregunto algo abochornado el médico, Natsuhiko quiso objetar apresuradamente pero cuando iba a decir la primera palabra el peliblanco se levantó de pronto y prácticamente estrelló sus labios contra los suyos.
– N-no… ¿verdad Natsuhiko?… – Espetó con los labios pegados a los del ojiazul y éste negó ligeramente con la cabeza. El médico asintió y salió apresurado. Mientras que ambos se retaron con la mirada y heat contento de su victoria quiso alejarse, sin embargo, la mano de nepper se posó sobre su nuca y lo obligó a permanecer besándose… lo obligo abrir la boca y sintió su lengua escabullirse y enredarse con la suya, sintió el oxigeno faltarle y de un momento a otro el pelilargo había sido quien quedó más azorado que nunca– ¡¿Q-qué se supone que hace?! ¡Idiota violador!
–Esto me lo va a pagar, enfermera… –Resoplo Natsuhiko por lo bajo mientras sus labios comenzaron a moverse desenfrenados y sensuales recorriendo los del contrario quien quedó sin aliento hasta que el otro joven quiso arrojarlo lejos.
Ambos se miraron fijamente.
Uno con el corazón acelerado y el mayor con una satisfacción tan grande como el cielo mismo.
–C-creo… que dejaremos la disculpa… ¡Para otro encuentro ocasional! Con… menos ¡Tensión!… –Balbuceó nervioso el de cabello largo mientras nepper negaba con su cabeza.
–lamento informarle que usted se viene conmigo…
– ¡dije que n-no hace falta!
- ¡pues usted se viene conmigo y no se diga más! ¡Tanto hizo para estar conmigo! ¡Pues bien! Tendrá que soportarme… muchos, muchos, muchos días… muchas, muchas, ¡Pero muchas! Horas de horror son las que le esperan… –Recalco con aire sádicamente el herido, heat trago grueso, tomando valor de lo más profundo de su ser y mirarlo fijamente a los ojos.
–Pues le advierto, señor… ¡Que yo tendré mi disculpa pese lo que pese! Ya veremos quién la pasa peor…
–Desde ahora trabaja para mí…–Le informó el ojiazul con satisfacción, heat negó de inmediato.
– ¡Yo no trabajo para nadie!–vocifero el menor con molestia, dejando ver su negación con un suave movimiento de manos.
–No trabajaba… ahora sí… ¡Será mi esclavo y hará lo que mi Santa y Bendita voluntad divina diga!
– ¡Muérase!–Espeto con indignación el peliblanco, ganándose una carcajada de parte del ojiazul
– Eso quisiera… ¡Pero usted me salvó la vida! Así que… ¡Ahora tendrá que vivir con ese enorme error! –Espeto Natsuhiko finalmente con una enorme y desgraciada sonrisa tan atemorizante como la del diablo mismo. Heat contuvo el aliento, soltó un largo suspiro y lo observó.
–Pues… ya veremos… ya veremos… –Le dijo cobardemente y lenta y tímidamente limpió la saliva que su contrario le había dejado en los labios….
Esa situación se tornaría verdaderamente divertida.
Fin del capitulo 1 continuara…
-.-.-.-.-.-.-.
Hola~ aquí yo con este nuevo fic~ XDD es dedicado a mita bonita XD que es mi gemela buena psicológica del bien por que yo soy la mala, si bien no había tomado atención a esta pareja decidió escribir de ellos por que son interesantes y por que se lo prometí a mita XD sobre la actualización espero hacerlo mínimo cada 3 semanas o una vez al mes, con lo de la uní y tantos proyectos me es difícil, espero sean pacientes en fin ¿Qué les pareció el primer capitulo? Si aquí heat tendrá el cabello largo como todo un vago digno que no se ha pasado tijera por más de 10 años~ disfruten el cap y espero me hagan saber su opinión~ ya que es la motivación de un autor para seguir
¡Hasta la próxima!
