Prologo: El camino de un exiliado.
-¡Yasuo espera no lo hagas!-Gritaba Shen inútilmente, retenido en una pelea con Zed. Akali peleaba con Syndra, junto a Kennen intentando reducirla, mientras Soraka y Karma intentaban curar a Irelia, quien tenía severas heridas de una pelea con Riven. Esta última, semblante yacía parada frente a Yasuo, con su espada totalmente reconstruida, intentando comunicarse con él, pero el viento tapaba toda palabra.
El campo de batalla no era del instituto de la guerra, era un pastizal a las afueras de Ionia, los segundos pasaban lentamente cuando todo sucedió, cuando Yasuo ataco a la peliblanca sin piedad alguna, y sin resistencia. Shen patio a Zed al ver eso, intentando llegar al centro de todo, Karma y Soraka, cerraron sus ojos girando sus cabezas, no querían ver la escena. Master Yi llegaba a toda velocidad, pero la correntada de viento lo movió, mientras observaba al samurái errante enfundar su arma con la mirada baja, una mirada que solo veía en la gente que odiaba haber hecho algo, una mirada que dejaba ver su corazón partirse, al haber cometido un acto. Su mirada se disperso a ver a la peliblanca, que caía de rodillas con un gran chorro de sangre brotando sorpresivamente….pero ¿Como había llegado a esto todo?
