¡Hi gente!, este drabble va dedicado al reto especial de Neji Hyuga así por lo que espero sea de su agrado.


Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto, solo tomo los personajes y circunstancias para realizar este drabble sin ánimos de lucro.

Resumen: Y antes de salir a la guerra, Neji medita sobre su soledad de antes y el lazo de amistades de ahora.

Aclaraciones:

Este drabble es parte del Reto Especial a Neji Hyuga. Les invito a participar en el Foro Legado Ninja donde habrá galletas, shinobis y muchos juegos de azar.


Soledad

[Drabble]

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Me encerré en la soledad desde muy pequeño. Fue una clausura dura en la que vivía tal vez concebí aquello como el estilo de vida propio de un genio.

Decían de mí que soy orgulloso y que poco interés sentía por mi prójimo, que solo miraba hacia adelante con el cruel designio de la frívola personalidad. Pero no es verdad, me entendían mal o eso es lo que siempre me decía a mí mismo para consolarme en las noches de tristeza cuando veía u oía las cosas que deseaba vivir junto a mi familia…, el deseo de tener una vida normal sin esas malignas reglas del clan.

La soledad es para mí una condición del trabajo o tal vez un estilo de vida que injustamente me obligaron aceptar porque los genios de la segunda rama merecían eso, o vivir en la amabilidad en que mi padre sirvió a la familia de Hinata-sama.

Mi nombre es Neji Hyuga y este es un extracto de recuerdo que tengo en plena guerra pues el miedo que siento por el resultado o por ver a cuántos caídos, me provoca los recuerdos temerosos que vivían enjaulados en mi corazón. Y todo esto porque Hinata mencionó "soledad" antes de partir a la guerra en mi equipo…

¿Qué significó soledad para mí?

La soledad siempre fue un consuelo para mi alma entristecida que aborreció a los que la rodeaban igual que un ciervo herido que abandona su rebaño para refugiarse en una cueva en la que sanará o morirá.

Pero esa soledad cambió cuando el puño de aquel rubio hiperactivo rompió mi barrera de hielo, Naruto…, el tonto shinobi que revolucionará el mundo que tal vez no llegue a ver ese cambio…

Sé que el silencio es cierto. Por eso pienso. Estoy solo y medito para no dejarme llevar por las frías corrientes de ese sentimiento infernal.

— Neji nii-san — la voz de Hinata me devuelve a tierra firme —, tenemos que ir al cuartel para informar a Shinuze-san.

Su sonrisa tierna pero a la vez tímida me provoca un sentimiento familiar. El recuerdo de mi madre se ve reflejado en ella.

— Vamos Hinata-sama. — y aunque ella me refuta que no vuelva a llamar como si fuéramos dos extraños, no puedo evitarlo.

Con un ligero movimiento de manos camino y ella me sigue los pasos.

No, no estoy solo. Nunca estuve solo y aunque me es difícil admitirlo, hay personas aquí que destruyeron mi soledad.

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Fin