Este fic participa en la Actividad Especial, "Palabras Oscuras", del foro El Lado Oscuro de la Fama: Santuario ideal para amantes de la pareja Harrymort/Tomarry.
Este fic es también un regalo SUPER adelantado para G. Mauvaise que cumple años el 30 de septiembre, un día antes que yo.
También -si, me encanta poner notas- se lo dedico a mi linda Beta, que le encanta el Drarry.
Disclaimer: Harry Potter pertenece a J. K. Rowling, porque si fuera mio muchas cosas serían diferente
Advertencia: Contiene MPreg (Embarazo masculino)
Malfoy vs Potter
Draco y Harry se miran fijamente en un mudo desafío, inflexibles en su decisión y negándose a dar su brazo a torcer. Habían tenido esa discusión varias veces desde el momento en que supieron que Harry estaba a la espera de su primer hijo y como las dos mulas tercas que son se había repetido más de una vez para la desesperación de sus amigos, padres y padrinos.
—Albus es un buen nombre —repite Harry por lo que parece ser la trillonésima vez en los últimos seis meses.
—Debemos honrar la tradición de los Black, Sirius está de acuerdo conmigo en eso —el rubio señala a su primo que ante la severa mirada de Harry alza sus brazos.
—No me metas en eso Malfoy, Harry no es un Black y tú técnicamente tampoco lo eres.
El rubio hace un gesto de desdén ante sus palabras tomando nota de maldecir a su primo en cuanto tuviera oportunidad, o dejarle ese placer a Severus, lo que sucediera primero. Regresa la mirada a Harry enfrentando los desafiantes ojos verdes de su esposo.
—Le pondremos Scorpius y punto.
—Draco Lucius Malfoy si crees que… —la voz de Harry es cortada por un jadeo. El moreno lleva una mano a su bajo vientre y la otra la agita tratando de sostenerse de algo apretando fuerte el brazo de Sirius que era lo que tenía más cerca.
— ¿Harry? —Draco se adelanta mirando con preocupación a su esposo.
—Creo que… es momento —dice entre dientes.
El silencio que cae en la habitación es tal que se podría escuchar un alfiler caer. Le toma unos segundos a todos comprender la situación y después el caos inició.
Luego de varias horas de un parto un poco complicado por tratarse de un embarazo masculino, algunas maldiciones de Harry y amenazas de arrancarle las pelotas a su esposo porque ''¡tú me pusiste en esta situación Malfoy!'' por fin el pequeño heredero de la pareja había nacido. O bueno, eso tenía pensado Harry cuando despertó unas horas después de haber sido sedado para acelerar su curación.
— ¿Dónde está? —es lo primero que pregunta cuando se siente lo suficientemente estable como para hablar.
—Harry —la voz de Draco se escucha un poco distante por los efectos de la poción. El moreno parpadea y trata de enfocar cuando escucha unos pequeños lloriqueos.
Se queda paralizado cuando su cerebro procesa que no es un lloriqueo sino dos. Oh Merlín esto sólo me pasa a mí alcanza a pensar cuando Draco le ayuda a sentarse antes de presentar ante él dos bultitos perfectamente envueltos en unas mantitas verdes con la cresta de la Casa Malfoy.
—Soy el hombre más feliz Harry, me has dado dos hermosos hijos —susurra Draco con toda la confianza de que su momento de cursilería solo tiene como testigos a Harry y a sus recién nacidos.
—Dos —susurra Harry sorprendido. Alarga sus brazos y toma a los pequeños que se remueven y bostezan. Con sus débiles movimientos los pequeños logran que la mantita se mueva dejándole ver a Harry a sus perfectos y regordetes bebitos, sonrojados y con una pelusita de cabello asomándose en su cabello. Uno tan rubio como su pomposo padre y otro más oscuro e indudablemente sería tan indomable como el suyo propio—. Son perfectos —murmura tratando de no llorar de alegría.
—Creo que ya no tenemos que seguir discutiendo por el nombre —ofrece Draco sonriendo.
Harry asiente a sus palabras y besa las cabecitas de sus pequeños. Ambos abren sus ojitos y lo miran curioso. Ríe un poco cuando nota que los ojos del morenito son del mismo gris-plata que el de Draco mientras que el rubito los tenía de un verdecito azulado que en un futuro, y está plenamente seguro de ello, serán tan verdes como los suyos.
—Scorpius —dice besando la mejilla de su pequeño rubio—, y Albus —agrega besando esta vez al morenito.
Draco asiente con orgullo y se sienta a su lado. Ambos están demasiado embobados con los pequeños como para notar la entrada de los orgullosos abuelos Malfoy, Sirius y Severus que fueron a ver como estaba el reciente padre.
—Scorpius y Albus Malfoy Potter —dice Draco abrazando a su esposo.
— ¿Malfoy Potter? —la voz de Harry cambia en un parpadeo de dulce a incrédula con cierto tinte de enojo. Alza la vista y mira a su esposo—. Creí que habíamos quedado que serían Potter Malfoy.
Los visitantes que estaban a punto de felicitarlos al prever una nueva pelea entre ambos dan media vuelta y salen. Al salir pueden escuchar como Harry lanza un hechizo, posiblemente silenciador para no despertar a los niños, antes de empezar a gritarle un par de cosas altisonantes a Draco. Lucius y Narcisa se miran y suspiran.
Solo esperaban que esta vez la discusión no tardara mucho o nunca podrían registrar a sus nietos en el Ministerio de Magia. En verdad lamentaban que ambos fueran tan tercos e inflexibles.
